Si ya soñamos despiertos en aquella mañana de Pekin 2008 en la que la selección española metió el miedo en el cuerpo en aquella final inolvidable ante una USA llena de estrellas, en la final de aquella sobremesa de Londres 2012 estuvimos a punto de tocar el cielo. Esta inolvidable e irrepetible generación que está haciendo soñar a España puso contra las cuerdas a una selección estadounidense no menos difícil de igualar en la mejor final olímpica que se ha podido disfrutar jamás. Nunca podremos agradecer suficiente a estos chicos lo que nos han hecho disfrutar, llevando al baloncesto español a un nivel que jamás podíamos haber siquiera imaginado. Pero hasta llegar aquí el camino fue largo.

Scariolo recurrió al bloque completo que arrasó un año antes en el Eurobasket de Lituania, como era de esperar. El único cambio fue el obligado por la grave lesión de Ricky Rubio, sustituido por Sergio Rodríguez que volvía a la selección 5 años después. La preparación fue de nuevo triunfal, alternando rivales de enjundia como Argentina o Australia con selecciones menores como Túnez. El último partido de preparación era un lujo, un España-USA en el Palau Sant Jordi del que desgraciadamente hüpfburg la selección salió escaldada. Mal en defensa y con problemas en las pérdidas, fue barrida por el impresionante acierto en el tiro exterior de los Lebron, Durant, Carmelo y cia. La dura derrota produjo un pequeño bajón en el altísimo estado de ánimo de la afición española de cara a los JJOO pero también cayó un palizón de escándalo en la 1ª fase en Pekin y la final fue otra historia. Así que se aterrizó en Londres con opciones a todo.

El caminó comenzó con China, que había entrado en la era post Yao Ming. Fue un partido controlado durante todo el partido aunque no terminó de sentenciarlo España hasta el último cuarto porque no se defendió con todo y se permitieron muchas concesiones a los tiradores. Li Jianlian fue un quebradero de cabeza pero como la defensa china era un chiste era cuestión de tiempo que cayeran como fruta madura. 97-81 y a otra cosa. Siguiente obstáculo, Australia. Un equipo duro y correoso que complicó el partido durante la 1ª parte a una España a medio gas durante los primeros 20 minutos. Cuando apretó el acelerador fue pan comido. Los Gasol, los triples de Rudy y el lapsus que suele sufrir la selección aussie a menudo bastaron para que la diferencia se fuera por encima de los 20 puntos antes de terminar el 3º cuarto. Hasta el final, salida a pista de los suplentes, relajación y Australia que maquilló el marcador para dejarlo en 82-70. Segunda victoria y a vérselas con los anfitriones, Gran Bretaña. España no terminaba de hacer un partido redondo pero los Gasol bastaban otra vez para mantener el encuentro en un colchón de 8-13 puntos hasta el último cuarto que se acabó convirtiendo en angustioso. A Freeland, que estuvo todo el partido a gran nivel, se le unió la versión All-Star de Luol Deng para poner el partido al rojo vivo en los últimos dos minutos tras una defensa espantosa de España. Un par de robos de Calderón y su acierto en los tiros libres permitieron a España ganar con mucho sufrimiento por la mínima, 79-78.

Rusia, el rival mas duro, esperaba en el 4º partido. El inicio fue para enmarcar, muy parecido a esa primera parte perfecta ante Lituania en el Eurobasket 2011. Tremenda defensa y ataque certero para un inicio de 20-2 que se antojaba letal. No había noticias de Kirilenko ni Shved y el partido parecía ventilado con un solo cuarto. Sin embargo, David Blatt ralentizó y enfangó el partido y poco a poco Rusia salió a flote. Un secundario, que se acabaría convirtiendo en una de las revelaciones, Ponkhrasov, se adueñó del ritmo del partido y junto a Fridzon redujo la diferencia para llevar el partido vivo al descanso. A ellos dos se les unió Khryappa para hacer un destrozo desde el triple y poner por delante a Rusia. España despertó a tiempo, salió a todo trapo en el último cuarto y se puso 9 arriba. La situación parecía controlado a 5 minutos del final pero nada más lejos de la realidad. España volvió a despistarse en defensa y le costaría muy caro. Más triples y fallos en el marcaje a Mozgov sellaron la primera derrota por 74-77. Las consecuencias eran serias. Rusia se aseguraba la 1ª plaza y condenaba a España a un cruce con USA en semifinales. Salvo que España cayera ante Brasil, último rival del grupo. Las especulaciones comenzaban a rodear el partido. España nunca se había caracterizado por tejemanejes y no parecía haberlos. España dominó el partido durante los 3 primeros cuartos apoyado en su juego interior, en unos Pau Gasol e Ibaka que llevaban la diferencia española a 9 puntos al final del 3º cuarto. Sin embargo, la selección española volvió a hundirse en el último acto. Mala defensa, malos tiros, excesivas pérdidas. Barbosa se puso morado en los últimos minutos y Brasil sentenciaba al contraataque brincolin mientras España acababa el partido con un quinteto extraño. 82-88, España acababa 3ª y evitaba a USA en semifinales pero no las suspicacias. Yo también las habría tenido de no ser que ya eran varios los últimos cuartos nefastos. Sin embargo, las dudas ahí quedan.

El cruce de cuartos emparejaba a España con Francia, un habitual que tenía una espina bien clavada de los últimos campeonatos, en los que siempre caía apeado por la selección española. Esta vez estaba claro que España no andaba fina. Llena de nervios, tensión y malas sensaciones España jugó una primera parte digna del museo de los horrores. Ataques malos, jugados con miedo, sin chispa, sin velocidad. España quedó atrapada en el ritmo lento y cansino que le dio Tony Parker al partido. El más indicado para el juego eminentemente físico de los galos, que dominaron durante los 3 primeros cuartos. En la primera mitad vivía cómoda en un colchón de 7-9 puntos, al ritmo que marcaba Parker y la versatilidad de Diaw. España aguantaba mal que bien. Reducía en el 3º cuarto pero Parker tenía el partido en su mano, no había forma de cambiar el ritmo mortecino de aquel duelo. Scariolo se la jugó colocando a Llull a defender a Parker en el último cuarto. La jugada fue maestra. El menorquín no dejó ni moverse al ex de la Longoria y cuando Parker no aparece sus compañeros se sienten huérfanos. La defensa española era brutal. Los franceses ni siquieran miraban el aro y sólo anotaron 6 puntos en el último cuarto. España no estaba suelta pero logró dar la vuelta al partido con Navarro y metiendo balones a Marc Gasol. Los franceses no pudieron digerir otra derrota más y acabaron enseñando muy malos modos, como el infame puñetazo de Batum sobre Navarro en los últimos segundos. 66-59 y España volvía a estar una vez más en la lucha por las medallas.

Esperaba Rusia en semifinales, la revancha de la 1ª fase. El inicio fue completamente diferente al de aquel partido. Se pareció al de cuartos de final, con una España de nuevo muy errática y nerviosa en la 1ª parte. Rusia lo aprovechó martirizando a España desde el triple y poniéndose 13 arriba mientras su rival naufragaba en ataque. Ponkhrasov volvía a adueñarse del partido y el mal día se hacía aún más patente porque a los rusos no les hacían falta ni Kirilenko ni Shved. Pero todo cambió tras el descanso. A España empezaron a entrarle los triples, ese acierto exterior que le había abandonado todo el torneo. Calderón y Rudy comenzaron la remontada y la defensa hizo el resto en el último cuarto. La labor de jugadores como Felipe o Llull atrás fue impagable. Pau Gasol puso la puntilla, colocando la diferencia en unos 10 puntos que serían insalvables. Más si cabe con los tiros libres que iba regalando Kirilenko. 67-59, España ya tenía colgada una medalla más, otra más. Sólo quedaba USA en el camino al oro. Escollo insalvable con el juego que estaba mostrando España pero todos confiábamos en que, liberados de presión, dieran su máximo nivel.

El partido de ensueño lo quiso dinamitar USA con su receta mágica, bombardeando a triples sin compasión. No esperaba que su rival saliera respondón. Navarro eligió el mejor día para mostrar su mejor versión, la de tirador imparable que anota todo lo que le llega a las manos, esa que la ha convertido en leyenda. España se había quitado el corsé y jugaba sin presión, a ese ritmo que sólo tiene comparación al otro lado del Atlántico, jugando de tú a tú a su todopoderoso rival. El 58-59 al descanso daba una idea del tremendo espectáculo que se estaba viviendo pero ahí no se acababa. Tras el descanso, España machacó una y otra vez metiendo balones sobre Pau Gasol. Pau estuvo inmenso, sublime, imparable. Sacó del partido a Tyson Chandler, unico 5 puro del equipo estadounidense. Volvió literalmente loco a Kevin Love, el siguiente en marcarle, y que vivió una pesadilla bajo el aro. Los marcajes con aleros tan físicos como Lebron James o Carmelo Anthony tampoco hacían efecto. Pau era una obstáculo insalvable y había encontrado en Ibaka un aliado para martirizar el juego interior de USA, su punto débil. La cara de los jugadores estadounidenses al final del 3º cuarto era muy reveladora. La preocupación llenaba sus rostros. Estaban jugando a su mejor nivel y los tenían pegados. Sentían que podían perder, que eran tan buenos como ellos. Una gran defensa sobre Navarro, la extraña decisión de Scariolo de colocar a Llull como base en el último cuarto y la muñeca de un superclase como Durant fueron las claves para retener el oro. El saludo de los jugadores estadounidenses a Pau Gasol al final del partido era la muestra del respeto que se habían ganado los españoles en el firmamento NBA. Otra plata con sabor a oro, otro espectáculo inolvidable para la historia.

Los JJOO acapararon la mayor parte de interés del año en el mundo del baloncesto pero las competiciones de clubes ahí seguían un año más. De hecho la Euroliga tuvo uno de los desenlaces más inesperados y rocambolescos que se recuerdan. En una temporada marcada en su inicio por los jugadores NBA que jugaron en Europa durante el lockout, el CSKA Moscú logró retener a Kirilenko para recuperar el cetro europeo con un superequipo labrado a golpe de talonario. Parecía imposible que se le escapara. Ganaba por 18 puntos al final del 3º cuarto al Olympiacos, que se había cargado al Barça en semifinales de la mano de un Spanoulis magistral. Estaba hecho y bajaron la guardia de tal manera que firmaron un último cuarto penoso, de los peores que se han visto en el baloncesto europeo y que permitió al equipo griego volver a la vida. Una canasta de Printezis, ex del Unicaja que pasó sin pena ni gloria por Málaga, le dio de manera insólita su 2ª Euroliga a Olympiacos en un año de vacas flacas y con la plantilla más floja en muchos años. Cosas del baloncesto. En Eurocup sí hubo victoria rusa, del Khimki que se impuso en la fina lal Valencia Basket.

En España soplan vientos de cambio. La ACB volvió a ser para el Barça pero la sensación que quedaba en el ambiente era diferente, a cambio de régimen con el Madrid como aspirante al trono. El equipo de Pablo Laso ha revolucionado la ACB con un juego alegre y veloz, donde el talento ofensivo está por encima de todo a diferencia de lo que se estila en el baloncesto europeo, dominado por el baloncesto-control, la defensa y el físico. Pasó por encima en la Copa del Barça en el mismísimo Palau Sant Jordi, 10 días después del ridículo histórico en MIribilla en Euroliga que hizo zozobrar el proyecto recién creado, dando un espectáculo sensacional. Tuvo a tiro el doblete tras colocarse 2-1 después de un palizón humillante en el 3º partido en el Palacio de los Deportes que colocaba contra las cuerdas al Barça para olvidar ese 1º encuentro que se escapó con la célebra canasta de medio campo de Marcelinho Huertas. Sin embargo, no remató a los azulgranas que se llevaron el título en el 5º partido tirando de experiencia. No parece que la suerte sea la misma en esta temporada. El Madrid llega a Navidades llevándose por primera vez la Supercopa y con 14-0 en la ACB mientras su eterno rival pena por intentar entrar en la Copa del Rey.

Para terminar, no me olvidaré del baloncesto femenino. Aunque España no estuvo en los JJOO, donde se impuso USA en un paseo militar, y tuvo que disputar un Preeuropeo para clasificarse al Europeo 2013, se vivió un hecho histórico. Por bouncy castle primera vez dos equipos españoles disputaron la final de la Euroliga. Ros Casares y Rivas disputaron el cetro europeo que acabó en manos del equipo valenciano. Sin embargo este triunfo no evitó la caída de Ros Casares, que acabó desapareciendo a final de temporada. Una víctima ilustre de los malos tiempos que corren para el deporte en España, con desapariciones constantes de equipos y huida masiva de jugadores/as fuera de España.

Esta entrada va con encuesta pero como no tengo ni idea de ponerla aquí pondré a capón mi lista de candidatos. Ya veré cómo me las apaño para colocar una en condiciones y se vote:

– USA

– España

– USA femenino

– Olympiacos

– Ros Casares (in memoriam)