En el mismo momento que se hundía un blog, un blog que ansia de ser el portaaviones de pilotos que laten alto, en ese mismo momento, se estaba gestando un círculo en el Santiago Bernabeu. En el epicentro de todas las miradas, Xavi, el hombre de los círculos concéntricos, que gira y rota sobre si mismo, mientras todo orbita a su alrededor.