NO hay duda de que el género de aventuras ha sido uno de los más gloriosos del cine de siempre. Cierto, no se basaba en presupuestos originales (como el musical o el western). Bebía en las fuentes culturales más antiguas, desde Gilgamesh y la Odisea hasta las novelas de aventuras anglosajonas del siglo XIX y XX (de Stevenson a O,Brian). Pero este género asimiló y adaptó perfectamente a las necesidades de un nuevo lenguaje los códigos del género.