Fuente: allucanheat.com
Ante los problemas en la defensa interior de Miami en el segundo partido, Erik Spoelstra optaba por meter en el quinteto titular a Kevin Love. Enfrente los Bucks volvían a no poder contar con Giannis Antetokounmpo para el tercer partido de la eliminatoria y, pese a ello, el Kaseya Center sufría viendo como Jrue Holiday ponía por delante, con siete puntos de ventaja, a los visitantes en el arranque del partido. Tenía que aparecer el mejor Jimmy Butler para calmar la situación y comenzaban a entrar los triples en el equipo de Florida. Khris Middleton y Brook López intentaban mantener la ventaja pero, sin acierto exterior, y empezando a sufrir para circular el balón, no podían seguir el ritmo impuesto por la estrella local. Butler se mostraba imparable para la defensa visitante y el parcial, de catorce a cero, daba ocho puntos de ventaja a los Heat. Milwaukee llegaba al segundo cuarto tras cinco minutos sin anotación, algo que se prolongaría todavía otro minuto, y Grayson Allen metía unos triples importantes porque, los locales, contaban con la versión más acertada de Duncan Robinson y además contaba con acompañamiento de sus compañeros. La diferencia alcanzaba los catorce puntos, ahora eran los de Wisconsin los que encontraba la solución en el tiro de tres puntos, pero no había continuidad. Los Bucks se aceleraban en el juego y Kyle Lowry aparecía para ayudar a Butler a mantener, con sus triples, una diferencia de trece puntos para el tercer periodo. El parón de un cuarto de hora traía la cuarta falta personal de Bobby Portis y Bam Adebayo. Esto no traía más puntos al cuadro visitante, porque se perdía el balón con facilidad. Con eso, y sus problemas para ajustar la defensa bajo su canasta, Miami llevaba la diferencia hasta casi los veinte puntos con un Butler intratable y un Max Strus muy activo. los contactos aumentaban y el Kaseya Center contenía la respiración cuando su estrella se pegaba un costalazo contra la pista. Pese a ello seguía anotando como si nada pasase, mientras se mostraba renqueante sin balón, y la mala noticia era que tenía que retirarse a los vestuarios. Viendo la situación complicada Lowry daba un paso adelante y los Heat llegaban al último cuarto con quince puntos de ventaja. La rémora visitante seguían siendo los balones perdidos en el retorno al juego y Caleb Martin sacaba partido de ello. Mike Buldenhozer se ganaba una técnica protestando una jugada y Robinson volvía a mantener a su equipo con sus puntos. Con un parcial de nueve a cero la diferencia volvía a los veinte puntos y el parón solicitado por el técnico visitante no valía para nada. Miami disfrutaba y, sólo la grave lesión de Víctor Oladipo, enturbiaba la celebración local. Milwaukee tenía que ganar el cuarto partido para no complicarse la serie. Invitado inesperado: Duncan Robinson, Kyle Lowry, Caleb Martin (Heat)
El cuarto partido era demasiado importante para que Giannis Antetokounmpo se lo perdiese y los primeros minutos mostraban lo que podía pasar con él sobre la pista. Los balones perdidos por los locales eran aprovechados por Milwaukee para correr y la diferencia visitante pronto llegaba a los diez puntos con Brook López siendo un punto de apoyo fundamental. Erik Spoelstra paraba el partido y Jimmy Butler comenzaba a activarse, el escolta local era lo único que funcionaba ante los triples visitantes y, con los suplentes en pista, los ataques sufrían y las defensas brillaban. Así, a pesar de que Butler sólo había fallado un tiro en el primer cuarto, los Bucks comenzaban el segundo cuarto con cinco puntos de ventaja. Un periodo que se abría con los mismos problemas ofensivos en ambos equipos y donde los triples de Duncan Robinson permitían a los Heat sobrevivir sin su jugador franquicia. El regreso de los titulares traía la mejor versión del juego interior visitante, cuya ventaja se asomaba a los diez puntos y, a pesar de la charla de su técnico, Miami sólo encontraba soluciones ofensivas en el tiro de tres puntos. Por suerte el dominio en las zonas de los visitantes comenzaba a disminuir y la diferencia se quedaba en siete puntos para encarar la segunda mitad. El paso por los vestuarios traía una versión muy distinta del partido, las acciones individuales se sucedían y , con el paso de los minutos, el partido se convertía en un desafío personal de Butler contra Milwaukee. Los de Florida parecían no tener recursos para pelear el partido y la desventaja era de once puntos de cara al último acto. Todo estaba en juego en los siguientes doce minutos y los contactos comenzaban a ser la norma. En ese juego Kyle Lowry se encontraba cómodo y, como los Bucks no anotaban con facilidad, la diferencia se mantenía a mitad de cuarto. Sin embargo aparecía la mejor versión de Butler, de nuevo y, con su empuje y el acierto de Calebe Martin, y sumando la defensa de Lowry, los Heat completaban un parcial de trece a cero que ponían a Miami al mando del partido. Khris Middleton aparecía, junto con Antetokounmpo, para dar respuesta a los triples de Butler. Así la ventaja local era de tres puntos entrando en el minuto final, los errores se sucedían y Lowry robaba un balón decisivo cuando la estrella visitante iba a solicitar un tiempo muerto. Restaba medio minuto por jugarse pero, con cinco puntos de desventaja, Antetokounmpo forzaba una entrada a canasta que no entraba. Los Heat se iban a Wisconsin con el tres a uno en la serie y la opción de cerrar a domicilio. Invitado inesperado: Kyle Lowry, Caleb Martin (Heat)
Fuente: heavy.com
Los Celtics sabían que el partido en el StateFarm Arena podía decidir la eliminatoria y, tras un buen inicio de Trae Young y Jayson Tatum, no tardaba en tomar el liderazgo en el marcador gracias a su acierto exterior. El partido se iba acelerando con el paso de los minutos y los errores aparecían, aunque la presencia de Malcolm Brogdon sobre la pista ponía la cabeza necesaria en el ataque visitante. Saddiq Bey salía del banquillo local para dar puntos a Atlanta con su versión ofensiva más agresiva y Tatum despertaba el acierto exterior de sus compañeros para que los visitantes tomasen una ventaja de casi diez puntos cerca del final del primer cuarto. Sin embargo el minuto final se jugaba con menos tensión, y acierto, en los Celtics y la ventaja se reducía a la mitad al terminar el primer acto. El segundo capítulo del partido traía un invitado inesperado a la fiesta, Bojan Bogdanovic ponía por delante a los Hawks con su acierto en los triples, Marcus Smart demostraba que también sabía meter desde la línea de tres puntos y Jalen Johnson y Young intentaban mantener a los locales al mando del partido. Claro que no era suficiente porque, ahora sí, los Celtics crecían en agresividad en su juego. Para frenar la reacción verde los locales se encomendaban a los tiros abiertos y a la versión más anotadora de Dejounte Murray. De este modo Atlanta tomaba siete puntos de ventaja y Joe Mazzulla decidía intervenir en el partido, aunque el problema real era que su equipo no buscaba el aro y los triples no entraban, mientras que en el cuadro local Bogdanovic no erraba un tiro. La diferencia alcanzaba los catorce puntos y sólo la aparición de Brogdon sobre la pista permitía a Boston reducir la ventaja local a la mitad y respirar en su camino a los vestuarios. Un periodo que se abría con las defensas con poca tensión, tal vez contagiadas por la falta de público en los primeros segundos del tercer acto. Naturalmente la experiencia de los Celtics se activaba antes y el empate en el marcador obligaba a Quin Snyder a llamar a sus jugadores. La mejora defensiva era evidente y, gracias a Young, y a su dominio en las zonas, Atlanta llegaba al capítulo final conservando su renta de siete puntos. Sin embargo la tranquilidad era escasa y bastaban un par de balones perdidos para levantar a Snyder de su asiento para frenar el partido. Los locales comenzaban a controlar más sus ataques, con el mejor criterio de su base, y conseguían frenar a los visitantes que, sin acierto exterior, volvían a verse a siete puntos. Al Horford aparecía ofensivamente por primera vez en el partido y, junto con Tatum, metían el miedo al público del StateFarm Arena. Sin embargo, pese a que Snyder no era capaz de mejorar el ataque local, el rebote ofensivo daba pie a que los bases locales aguantasen a su equipo con seis puntos de ventaja restando cien segundos por jugarse. Marcus Smart volvía a acertar con un triple y ambos equipos se aceleraban para permitir a Trae Young poner a Atlanta con cinco puntos de ventaja recién entrados en el minuto final. Mazzulla daba las órdenes pertinentes durante el tiempo muerto de rigor, Jaylen Brown erraba un triple viéndose solo y los tiros libres cerraban la primera victoria en la serie de los Hawks. Invitado inesperado: Jalen Johnson, Bojan Bogdanovic, Saddiq Bey (Hawks)
La derrota, inesperada, del tercer partido traía al StateFarm Arena la versión más intensa de Boston para tomar el mando en el marcador del cuarto partido. La respuesta local llegaba con los triples y el partido era peleado por los bases locales, mientras Jayson Tatum y Derrick White comenzaban a arrancar el ataque visitante pudiendo correr. Viendo que el balance defensivo no era bueno, Quin Snyder daba un toque de atención a los suyos. No servía para nada, el equipo forzaba las jugadas y se perdían en protestas a los árbitros. Boston ya amenazaba con romper el partido y, a pesar de que el técnico local volvía a parar el partido, un parcial de doce a cero llevaba la diferencia hasta los catorce puntos. Dejounte Murray acudía al rescate de los Hawks, pero Malcolm Brogdon mantenía la cabeza fría para mantener la ventaja visitante en los dos dígitos de cara al segundo cuarto. Atlanta encontraba en sus jugadores de banquillo la intensidad que le faltaba, con Saddiq Bey asumiendo las responsabilidades ofensivas el acercamiento hacía levantarse de su asiento privilegiado a Joe Mazzulla. La reacción de los de Massachusetts era inmediata y DeAndre Hunter sostenía a los suyos con su acierto exterior. Como además la defensa local había mejorado, el parcial, de nueve a cero, dejaba la diferencia en cuatro puntos. Los Celtics comenzaban a jugar con más cuidado en su ataque, el partido se aceleraba y, en ese contexto, la experiencia visitante les permitía cerrar la primera mitad con una docena de puntos a su favor. Estaba claro que, si mejoraban un poquito, los Hawks podían pelear el partido y, ya desde el inicio, se veía a los locales más centrados. El ataque comenzaba a fluír y Clint Capela lo agradecía con anotación, a Marcus Smart le costaba mantener el ritmo anotador local. Una falta flagrante de Trae Young a Tatum frenaba el ritmo del equipo georgiano. Robert Williams III ponía orden bajo su canasta y, sólo la mejor versión ofensiva de Hunter, conseguía dejar la diferencia reducida a la mitad para encarar los doce minutos finales. un periodo que nacía con Onyeka Okongwu haciéndose grande en el rebote ofensivo y dando respuesta, junto con Young, a los triples visitantes de un Tatum inspirado. El base de la franquicia georgiana seguí intentándolo y Murray se sumaba a su esfuerzo, pero Boston manejaba sus ataques con inteligencia. Jaylen brown se crecía en el partido y alimentaba a Williams III bajo canasta. un parcial de siete a cero llevaba la diferencia hasta los doce puntos y a Atlanta ya no le quedaba tiempo para reaccionar. Los Celtics se ponían con el tres a uno en la eliminatoria. Invitado inesperado: Robert Williams III, Malcolm Brogdon (Celtics)
Fuente: thesixersense.com
Tras las dos derrotas a domicilio era normal que, en Brooklyn, los ánimos estuviesen bajos porque la derrota supondría quedarse sin demasiadas opciones en la eliminatoria. Sorprendía, por tanto, que con la importancia del partido ambos equipos saltasen a la pista algo fríos. Por suerte para el partido Joel Embiid caía al suelo intentando evitar un mate de Nicolas Claxton y, como este se le situaba encima, soltaba una patada a la entrepierna. Curiosamente, tras la revisión, los árbitros castigaban la acción con una flagrante tipo uno y la estrella de los Sixers se salvaba de la expulsión, mientras que el pivot local era castigado con una técnica. Sin embargo eso no impedía ver al pivot de los Nets despertar el ataque de su equipo junto con Mikal Bridges, y Glen Rivers tenía que parar el partido al no tener otra solución ofensiva que el descaro de Tyrese Maxey. los ocho puntos de desventaja pronto desaparecían ante la activación de la defensa visitante. Como además el ataque movía el balón con criterio, Philadelphia cerraba el primer cuarto con cuatro puntos de ventaja. La salida de los suplentes daba una nueva opción anotadora a los Nets, que encontraban en el talento individual de Cameron Thomas la forma de mantenerse en el partido porque los visitantes comenzaba a jugar más en equipo y tenían a James Harden en su mejor momento del partido. Sin embargo, con la aparición en pista de los titulares, los ataques sufrían. Los Sixers encontraban la forma de finalizar bajo el aro y, como en los neoyorquinos sólo encontraban la inspiración de Bridges, la ventaja visitante superaba los diez puntos al descanso. La necesidad de la victoria auguraba una mejor versión local en el arranque del tercer cuarto y esto se onfirmaba en apenas tres minutos. Siendo más activos en las ayudas, y con su nueva estrella marcando el ritmo en ataque, la ventaja de Philadelphia se reducía hasta los cuatro puntos. El tiempo muerto no mejoraba la situación visitante que, como perdía el balón con facilidad, daba la iniciativa en el marcador a Brooklyn. Un mal momento que rompía Harden con su anotación pero, como Cameron Johnson se activaba (llegando a completar una jugada de cuatro puntos. La desesperación visitante era lógica al no poder recortar, aunque no se entendía la expulsión de Harden al perder los nervios con una defensa pegajosa y soltar un manotazo en el bajo vientre de su defensor. En el Barclays Center lo celebraban porque, pese a contar con una renta escasa de seis puntos, todo parecía bien encaminado para la primera victoria de los suyos. Sin embargo la alegría local no duraba ni tres minutos de último cuarto porque, ante una mejor versión de los Sixers en ataque bajo la dirección de DeAnthony Melton, su equipo se veía limitado en sus recursos defensivos por la expulsión de Claxton tras recibir su segunda técnica en el partido, tras celebrar un mate encarándose con Joel Embiid. Jacque Vaughn recurría a un juego sin pivots para abrir la pista y conseguía que su equipo mantuviese la ventaja, pese a no contar con acierto exterior. Además Embiid comenzaba a mostrar una ligera cojera tras un golpe y, como cometía su quinta falta personal restando cinco minutos de partido, el Barclays Center volvía a rugir de entusiasmo. A pesar de ello, el jugador franquicia de los de Pennsylvania anotaba e intimidaba con facilidad y el intercambio de anotación entre Bridges y Tyrese Maxey dejaba a los visitantes con el partido a dos puntos entrando en los dos minutos finales. Además Philadelphia se encontraba con dos regalos locales; un balón perdido y una penetración forzada de su alero que, rápidamente era aprovechada por Maxey para, con cinco puntos consecutivos, dar una ventaja de tres a los visitantes. Restaba algo menos de un minuto de partido y Spencer Dinwiddie sacaba dos tiros libres en el siguiente ataque, aunque fallaba uno y todo quedaba en manos de los Sixers. El ataque no era demasiado trabajado y Maxey erraba el tiro. Dinwiddie buscaba sorprender con una penetración para empatar el partido y se encontraba con el tapón de Embiid. Los Sixers tenían los tiros libres para asegurar su tercera victoria consecutiva en la serie, pero PJ Tucker sólo convertía uno y, viendo que sólo quedaban ocho segundos, el técnico local explicaba con detalle la jugada final a realizar para empatar el partido. Todo el mundo en el pabellón esperaba ver a Brooklyn jugándose un triple pero, para sorpresa general, el saque de banda era interceptado por DeAnthony Melton que aseguraba la tercera victoria consecutiva en la eliminatoria con un mate. Invitado inesperado: DeAnthony Melton (Sixers)
El Barclays Center había recuperado el espíritu de pelea de cara al cuarto partido de la serie y todo porque, en Philadelphia, se presentaba a Paul Reed en el quinteto titular para suplir la baja de su jugador franquicia, Joel Embiid, aquejado de un esguince de rodilla. Era natural ver a los Nets desatados desde el inicio del partido, gracias al acierto de Spencer Dinwiddie en la dirección, y al dominio bajo los aros de Nicolas Claxton, la ventaja local llegaba a los diez puntos tras cuatro minutos de juego. Glen Rivers buscaba ordenar a su equipo y Philadelphia se recuperaba con su mejor defensa y los puntos de James Harden y Tobías Harris. Sólo la aparición de Seth Curry, y un triple sobre la bocina de Dinwiddie, la ventaja local era de siete puntos al terminar el primer periodo. Los primeros minutos del segundo acto mostraba un atasco considerable en el equipo neoyorquino ante la zona planteada por el equipo visitante. La defensa de Brooklyn se ajustaba y, pudiendo correr, la diferencia se mantenía inalterable. Los Sixers paraban la reacción con más defensa y, sin acierto exterior, Harden acercaba el marcador. Por suerte la defensa local seguía firme y Claxton aparecía para dar una ventaja de ocho puntos a los suyos para encarar la segunda mitad. La salida de los vestuarios traía los peores ataques visitantes y la diferencia llegaba a los dos dígitos pero , como el ataque de los Nets era exterior, y los de Pennsylvania mostraban una ofensiva más equilibrada, la distancia se iba reduciendo a toda velocidad. Con los triples entrando, y Paul Reed creciendo bajo canasta, Philadelphia se ponía por delante en el marcador tras completar un parcial de catorce a cero. Claxton rompía seis minutos sin anotación de los locales. Tyrese Maxey aparecía en la ofensiva visitante para acompañar a Reed y dejar a los suyos, pese al empeño de Dinwiddie, con una corta renta de cara al último periodo. La tensión era máxima y PJ Tucker y Mikal Bridges tenían un intercambio de opiniones que dejaban a ambos con una técnica. Como quiera que Harden se quedaba como única referencia ofensiva de los Sixers, los locales tomaban la delantera en el marcador y DeAnthony Melton emergía, con acierto en los tiros abiertos, a los suyos. Bridges comenzaba a dar síntomas de cansancio y Brooklyn se empezaba a quedar sin recursos porque Melton encontraba el apoyo anotador del juego interior de Philadelphia. Un parcial de quince a cuatro, en cinco minutos, que dejaba la ventaja cerca de los diez puntos. Paul Reed se mostraba infranqueable en defensa y cargaba el rebote ofensivo con eficiencia. Así el partido se iba cerrando poco a poco hasta que, con un triple de Harris, se sentenciaba el partido. Los Sixers completaban la eliminatoria con su cuarta victoria consecutiva. Invitado inesperado: DeAnthony Melton (Sixers)
Eliminatoria cerrada: Sixers ganan cuatro a cero.
Fuente: heavy.com
El Madison Square Garden estaba caliente en su retorno a los playoffs y los quintetos iniciales de ambos equipos sólo traían una sorpresa en los Cavaliers. Caris LeVert aparecía en el quinteto inicial por un intrascendente Isaac Okoro. Sin embargo esto no aliviaba al ataque visitante donde Jarret Allen era el encargado de responder al buen inicio de RJ Barret pero, como nadie les acompañaba, el primer cuarto se cerraba con un empate a nada. Ni el paso por los banquillos permitían ver puntos en el partido, los balones perdidos eran constantes y era Jalen Brunson el encargado de despertar la ofensiva local ante el desastre en la dirección visitante de Darius Garland. En Nueva York celebraban los siete puntos de ventaja, pero el tiempo muerto de JB Bickerstaff no calmaba las ansias locales. Bajo la mejor dirección de su base, los Knicks llegaban al descanso con trece puntos de ventaja tras completarse un parcial de quince a tres durante cinco minutos de partido. La buena defensa local había añadido el descaro de los suplentes en ataque y Josh Hart se ganaba el puesto de Quentin Grimes en el quinteto titular. Cleveland se mostraba más dependiente de sus individualidades y LeVert era la única respuesta ante el recital de Jalen Brunson. Con un ataque bien construído y, ante la falta de recursos ofensivos del banquillo visitante, un parcial de ocho a cero ponía Nueva york con diecisiete puntos de ventaja para los doce minutos finales. Por encima Garland se torcía el tobillo accidentalmente y, pese a que volvía al partido en su versión más acertada, el desconcierto visitante era total. Ni los puntos de LeVert, evitaban que la mejor versión de equipo neoyorquina propiciasen su segunda derrota en la eliminatoria. Invitado inesperado: Josh Hart, Isaiah Harstentein, Inmanuel Quickley (Knicks)
Cleveland tenía por delante el desafío de conseguir la victoria a domicilio para no volver a casa con el agua al cuello y por eso sorprendía ver que los cambios en el quinteto titular venían propiciados por los locales. Tom Thibodeau dejaba en el banquillo a Quentin Grimes y optaba por incorporar a Josh Hart a su quinteto de confianza. La apuesta salí bien porque, con su mejor defensa, los Knicks tomaban el mando en el marcador apoyados en su buena defensa, que no permitía brillar al juego interior visitante, y con Jalen Brunson y RJ Barrett poniendo la anotación necesaria aprovechando que Mitchell Robinson no permitía asegurar el rebote bajo su aro a los Cavaliers. JB Bickerstaff buscaba aliviar la situación pero, con Brunson y Hart entendiéndose bien, Nueva York cerraba el primer cuarto con siete puntos de ventaja. Por encima los suplentes de Cleveland sufrían para anotar si no era con triples y el equipo visitante necesitaba de los errores locales para mantenerse en el partido. Sin embargo los titulares neoyorquinos no cometían esos errores y, como los Cavaliers se ponían individualistas, la diferencia local volvía a crecer gracias a su base y al rebote ofensivo. Nuevamente intervenía el técnico visitante, con la desventaja ya en los quince puntos, y el equipo respondía con un parcial de ocho a cero; más que nada por la desconcentración local. Gracias al resurgir de mejor verrsión ofensiva de Barrett, los Knicks abrían el tercer acto con nueve puntos de ventaja y el partido bien encarrilado. La situación era complicada para los visitantes y no sorprendía ver como Darius Garland tomaba la responsabilidad de dirigir el ataque de los de Ohio. Como además sumaba anotación, y Nueva York no encontraba buenas posiciones de tiro, en cinco minutos Cleveland mandaba en el partido. Tom Thibodeau necesitaba dar calama a los suyos con un tiempo muerto y, como el cansancio hacía individualistas a los Cavaliers, los neoyorquinos lograban contar con una mínima renta para el acto final. Y los primeros minutos no traían buenas noticias para los visitantes porque, aunque los Knicks no encontraban buenas posiciones de tiro, Donovan Mitchell no acertaba con sus tiros y, siendo más agresivos en su juego, los neoyorquinos tomba una ventaja de casi diez puntos gracias al constante percutir de Brunson y Barrett. Bickerstaff ponía más claridad en el ataque visitante, encontrando a Jarret Allen con facilidad. Claro que Brunson y Hart no tenían problemas para mantener la ventaja, sabiendo aprovechar las segundas opciones conquistadas bajo el aro visitante.Por encima Darius Garland caía mal en una jugada y se dañaba el tobillo. Se retiraba al banquillo visitante, pero no tardaba en volver con su versión ofensiva más anotadora. Sólo LeVert le acompañaba y, así las cosas, Obi Toppin resolvía el partido poniendo la diferencia en los veinte puntos. Invitado inesperado: Josh Hart (Knicks)
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