Playoffs NBA 2021: Primera ronda en el Oeste. Capítulo III

Fuente: 1280thezone.com

En el Vivint Arena había muchas esperanzas de cerrar la eliminatoria en el quinto partido y, con su mejor juego ofensivo, Utah sacaba las primeras ventajas en el marcador. Jonas Valanciunas era la única respuesta visitante y, como los balones perdidos comenzaban a aparecer en los Grizzlies, Taylor Jenkins tenía que parar el partido ante el recital de Donovan Mitchell y Bojan Bogdanovic. El equipo de Tennesee ya no acertaba a circular el balón con claridad, los malos tiros aparecían y el parcial no se frenaba. Pese a los intentos de Ja Morant la diferencia se ampliaba porque, con dos triples, Royce O´Neale llevaba la diferencia hasta los dieciséis puntos. El Vivint Arena comenzaba a rugir, la reacción del técnico visitante era inmediata, con Dillon Brooks pero insuficiente porque, durante el descanso de las estrellas locales, Bogdanovic y Jordan Clarkson tomaban el relevo anotador. Mike Conley cerraba, con un triple sobre la bocina, la exhibición ofensiva local. El ritmo cambiaba tras el paso por los banquillos, la defensa visitante se activaba y se hacía necesario el retorno de Mitchell a la cancha. Poco a poco Memphis comenzaba a quedarse sin ritmo ofensivo por la presencia bajo canasta de Rudy Gobert. La desventaja sólo se reducía con el pivot francés descansando, pero era un espejismo provocado porque Mitchell también se tenía que sentar por un golpe. Con el regreso de ambos a la pista llegaba un parcial de trece a cinco, comandado por tres triples de la referencia anotadora de los Jazz. En el cuadro visitante se veía cara de desilusión mientras dejaban la pista, tenían que remontar más de veinte puntos. Sin embargo ya sabían que Conley no volvería al partido pero, pese a ello, el arranque local llevaba la desventaja hasta los treinta puntos y, pese al último intento desesperado del técnico visitante, un parcial de ocho a cero en dos minutos casi finiquitaba el partido. Pese a cierta relajación en el inicio del último periodo, la bronca de Quin Snyder cerraba el partido y la serie. Invitado inesperado: Jordan Clarkson, George Niang (Jazz)

Eliminatoria cerrada: Jazz ganan cuatro a uno.

Fuente: valleyofthesuns.com

En Phoenix tenían claro que no podían dejar escapar la oportunidad de ponerse por delante en la serie. Sobre todo porque, pese a su baja por lesión, Anthony Davis no daba malas sensaciones en el calentamiento de prueba anterior al partido. Sin embargo era LeBron James el encargado de romper las hostilidades con su versión más energética y, como la defensa no permitía tiros cómodos, la iniciativa era para los Lakers. Tenía que ser Devin Booker el encargado de dar respuesta al desafío y soltar los nervios de su equipo. Viendo el sufrimiento de su equipo para frenar el juego coral de los de Arizona, Frank vogel optaba por poner en pista a su mejor pareja defensiva, Marc Gasol y Alex Caruso. a uno. Sin embargo esta no era una solución válida, porque la estrella local seguía inspirada y el ataque se quedaba atado a la inspiración de LeBron James. Un triple de Cameron Payne obligaba al tiempo muerto visitante, ya que la diferencia se acercaba a la decena de puntos. Sorprendía que fuese Caruso el encargado de romper un parcial de dieciséis a cero, pero era insuficiente. La defensa no podía contener la inspiración de Payne que, con diez puntos en el cuarto y el acompañamiento de Booker, conseguía mantener la distancia al cerrarse el cuarto pese a que Kyle Kuzma daba aire al ataque angelino. Y el paso por los banquillos no cambiaba el panorama, un seis a cero en el primer minuto levantaba a Vogel del banquillo. Los Lakers no tenían ni paciencia en ataque, ni defensa bajo canasta. El cabreo del técnico visitante traía mejor actitud para proteger su canasta, pero el ataque se bloqueaba. Los triples de los Suns rompían el partido al llevar la diferencia por encima de los veinte puntos. el parcial era de veinticuatro a uno en seis minutos y Chris Paul no frenaba el ritmo anotador. Tyler Horton-Tucker salía del banquillo para romper ocho minutos sin anotación en juego tras un rebote ofensivo. En los Angeles alucinaban viendo como el ataque no tenía otro recurso que su estrella chocando contra la defensa para abrir a los tiradores, que no acertaban. Con dos canastas en juego en todo el cuarto, era normal que Phoenix tuviera treinta puntos de ventaja al descanso. Las sensaciones habían sido tan malas que los californianos alteraban su quinteto inicial en la segunda mitad, de nuevo Caruso y Gasol eran la solución del técnico visitante. Ambos equipos salían con su versión más acertada desde el exterior pero, viendo que no se recortaba la diferencia, Dennis Schroder se precipitaba y tomaba malas decisiones ofensivas. La diferencia superaba los treinta puntos, ni la estrella visitante metía las bandejas. La única buena noticia para los visitantes era ver que Paul se resentía de su lesión en el hombro. Pese a los triples de LeBron, los Suns cerraban el partido en el tercer cuarto y LeBron se iba a los vestuarios antes que sus compañeros. Invitado inesperado: Cameron Payne (Suns)

En los Los Angeles estaban temorosos ante la posibilidad de quedar eliminados en primera ronda de los playoffs y, tras ver el calentamiento de Anthony Davis, casi alcanzaban el terror. Y los peores augurios se confirmaban en el arranque; el pivot era incapaz de desplazarse defensivamente y, pese a contar con Marc Gasol como  titular para recibir menos puntos, Jae Crowder y Devin Booker sacaban partido de ellos. Y, como a los Lakers les faltaba acierto exterior, en cuatro minutos Frank Vogel tenía que parar el partido; la diferencia se acercaba, peligrosamente, a los diez puntos. La defensa mejoraba, pero Davis ya no aguantaba más sobre la pista y se iba a los vestuarios. La única buena noticia para los californianos era ver que Chris Paul también tenía que sentarse en el banquillo, con su hombro dolorido tras chocar con la estrella local. Tras los parones el partido volvía a coger buen ritmo, los angelinos comenzaban a perder balones y Booker lo aprovechaba para pegar otro tirón. Otra vez tenía que frenar el partido el técnico local, hasta en dos ocasiones, porque no había forma de contener a Booker. El escolta, con seis triples en el cuarto, sacaba rendimiento de los problemas ofensivos angelinos, cada vez más empeñados en buscar el aro sin control. Al sonar la bocina de final de cuarto, los Suns mandaban por más de veinte puntos. Y, pese a que su estrella descansaba al inicio del segundo cuarto, Phoenix recibía buenas noticias en poco tiempo. Primero porque Paul regresaba a la pista para dirigir a los suplentes y, segundo, porque los problemas ofensivos locales seguían dando puntos gratis a la contra. Con la diferencia rozando los treinta puntos, Vogel paraba el partido. Los titulares de los Suns volvían a atacar en estático ante una zona y se atascaban en sus decisiones. Kentavious Caldwell-Pope hacía ocho puntos consecutivos, la desventaja estaba en el límite de los veinte puntos y el Staples Center volvía a creer. Aunque las estrellas visitantes volvían a mostrar su mejor cara, Caldwell-Pope, Torrey Craig y Crowder se repartían técnicas tras una falta flagrante del escolta angelino y, dada la pobreza ofensiva local, el segundo periodo terminaba con la misma diferencia que había empezado. Dada la situación angelina sorprendía no ver a Alex Caruso sustituyendo a Anthony Davis en el quinteto titular de la segunda mitad porque, si algo estaba claro, es que los Lakers necesitaban apretar en defensa. La razón era una lesión en el tobillo que disficultaba las cosas pero, la mejor versión de su sustituto, Wesley Matthews, propiciaba una mejoría en ambos lados de la pista. Sin embargo, el buen nivel de la estrellas visitantes obligaba a los angelinos a subir la presión defensiva en la primera línea para, con Dennis Schroder como protagonista, lograr la reacción esperada a base de balones perdidos. A mitad de cuarto Monty Williams tenía que parar el partido, la distancia entre ambos equipos se había reducido hasta los trece puntos. Todo iba bien en los Lakers, porque hasta Cameron Payne dejaba ir una bandeja sencilla y, sólo con una flagrante de Markieff Morris a Cameron Johnson, Phoenix conseguía mantener una renta cómoda de cara al cuarto final pese a los intentos de LeBron James por evitarlo. Podían ser los últimos doce minutos de la temporada angelina y la primera eliminación en primera ronda de James en toda su carrera. Así las cosas, no sorprendía ver a muchos titulares desde el arranque en el último periodo. Vogel apostaba por un quinteto pequeño para mejorar las ayudas defensivas y espaciar el ataque, consiguiendo poner el partido a diez puntos. Claro que no tardaba en despertarse la inteligencia del base visitante, Paul se quitaba el miedo a buscar el aro contrario y, como LeBron había cargado con el ataque casi medio cuarto, su tiempo de reposo era aprovechado por los Suns para ampliar la ventaja. El buen trabajo de equipo, de cinco minutos, se había arruinado en sesenta segundos. Pese a que Vogel paraba el partido y Talen Horton-Tucker acompañaba a la estrella local con anotación; Phoenix no pemritía que la diferencia bajase de los dos dígitos. La temporada de los Lakers tocaba a su fin, en Arizona ya se podía celebrar la victoria. Invitado inesperado: Cameron Johnson (Suns)

Eliminatoria cerrada: Suns ganan cuatro a dos.

Fuente: denver.cbslocal.com

Era normal que, con un empate a dos en la serie, los nervios atenazasen a ambos equipos desde el inicio. El primero en despertar era Denver que, encontrando mejores posiciones de tiro, obligaba al tiempo muerto de Terry Stotts tras encajar un parcial de diez a cero. Los Blazers mejoraban su movimiento de balón, pero no era suficiente. El ataque de los Nuggets era más equilibrado y, con el acierto de Markus Howard y Monte Morris desde el banquillo, tomaban trece puntos de ventaja. Portland se había complicado el partido y salía demasiado acelerado al segundo cuarto. Michael Porter Jr y Howard llevaban la diferencia por encima de los veinte puntos y , pese a la salida de los titulares del equipo de Oregón, la dinámica acelerada del equipo no cambiaba. Sin embargo los triples entraban, la defensa apretaba y Denver encajaba un parcial de doce a cero, obligando a la llamada general del técnico local. Nikola Jokic rompía cuatro minutos sin anotar, Morris volvía para dirigir a los de Colorado y el parcial continuaba abierto. La confianza de los Blazers estaba disparada, con un parcial de veinticuatro a siete, en seis minutos, la ventaja local se quedaba en tres puntos al descanso. El arranque del tercer cuarto demostraba que ambos equipos eran conscientes de lo que se jugaban. Norman Powell y Facundo Campazzo se ganaban una técnica cada uno, demostrando que el roce no hace el cariño. Los contactos abundaban, Mike Malone ponía orden los suyos con una pequeña charla y la cuarta falta personal de Jusuf Nurkic era celebrada por el público local. La ventaja local era mínima y , tras una protesta airada de Jokic que se ganaba una técnica, Portland sacaba rendimiento de una buena racha de Damien Lillard para ponerse por delante en el marcador. Pese a los intentos de Denver, centrados en la superioridad de su pivot, los locales llegaban con una mínima desventaja al periodo final. El partido se había complicado mucho y los Nuggets necesitaban las mejor versión defensiva de sus suplentes para ponerse con una renta cómoda en el inicio del cuarto final. Lillard despertaba el acierto de sus compañeros pero, con la eliminación por faltas personales de Nurkic (tras realizar dos faltas en medio minuto, Robert Covington empataba el partido sacando rendimiento de su mejor reparto con un quinteto bajo. Jokic abusaba de su defensor para poner a los suyos con ventaja restando dos minutos y, como los Blazers  no acertaban con los tiros abiertos desde las esquinas, el Ball Arena celebraba los cuatro puntos de ventaja de su equipo y la oportunidad de cerrar el partido con la posesión. Sin embargo Austin Rivers perdía el balón, CJ McCollum acertaba con el triple abierto y, tras acertar con los tiros libres de la falta obligada visitante, Denver llegaba con tres puntos de ventaja a los doce segundos finales. Para desesperación del público local Lillard scaba la falta en el triple de Rivers, pero era revisada. Pese a ello, la estrella visitante tenía de sobra para empatar el partido con seis segundos y, como los Nuggets ya no tenían tiempos muertos, la prórroga era inevitable. Pese al palo que había supuesto dejar escapar la victoria, el tiempo extra traía aparejado el mejor juego ofensivo local y, con Morris y Rivers acertando desde el exterior, Denver llegaba a los dos minutos finales con nueve puntos de ventaja. Lillard cobraba protagonismo con una triple, Morris erraba una bandeja y el base visitante no desaprovechaba la ocasión de poner el partido a tiro de dos con veintitres segundos por jugarse. Tras la falta de rigor, y un fallo desde la línea de tiros libres, Portland dejaba la posesión para empatar en manos de su estrella. Este acertaba con su tercer triple consecutivo, de nuevo los Nuggets no tenían un tiempo disponible para armar la jugada y se llegaba a la segunda prórroga. Ni el paso por los banquillos frenaba al base visitante y la única respuesta de los Nuggets venía con Jokic aprovechando su superioridad interior. Para alivio de la afición local los compañeros de Lillard no estaban tan acertados y Porter Jr daba una ventaja a los suyos de tres puntos entrando en los noventa segundos finales.El tiro para empatar de Powell no entraba, Jokic erraba por puro cansancio y Covington se pasaba de hambre al buscar el aro. La posesión local quedaba en manos del pivot serbio, forzaba el tiro demasiado y quedaban diez segundos para empatar con un triple. Las prisas de McCollum por anotar le hacían pisar la banda y Morris cerraba, definitivamente, el partido. Invitado inesperado: Monte Morris, Markus Howard (Nuggets)

El sexto partido se presentaba intenso y, tras el esfuerzo realizado por Portland a domicilio para acabar perdiendo, el Moda Center daba su apoyo moral a sus jugadores. Y el equipo lo agradecía con acierto exterior, y mucha intensidad, arrancaba el partido. El único problema era que Michael Porter Jr también se mostraba como un tirador implacable, cuatro triples lo confirmaban. En los Blazers, pese a los balones perdidos, tenían la iniciativa en el marcador. Y, pese a que Porter Jr cerraba el primer cuarto con seis triples, Portland cerraba el primer cuarto con cuatro puntos de ventaja. El segundo periodo se abría con un juego más interior donde Nikola Jokic se aliaba con Facundo Campazzo para igualar el marcador. Volvía a repetirse el escenario del primer cuarto y, como los Nuggets ya no tenían acierto exterior, la diferencia local resurgía. Anfernee Simmons, con dos triples, la llevaba hasta los dos dígitos y, pese a la reacción visitante, se llegaba al descanso con siete puntos de ventaba para los Blazers. Tras los quince minutos de parón, en Oregón se disparaba el entusiasmo con el arranque de su equipo en la segunda mitad. Jugando más interior, y ante el desacierto de Denver, la diferencia volvía a subir por encima de la decena de puntos. CJ McCollum no se frenaba, Robert Covington clavaba dos triples y, como Campazzo se llenaba de faltas y Jokic estaba abandonado a su suerte en ataque, la diferencia no decrecía. Sólo con la cuarta falta personal de Jusuf Nurkic mejoraba el panorama visitante; los suplentes se activaban en defensa, la precipitación llegaba al bando local y Monte Morris, con un triple sobre la bocina a la carrera, ponía la desventaja en tres puntos y daba esperanzas al equipo de Colorado de cara al acto final. El parcial había sido amplio y, como McCollum ya no acertaba con sus tiros, el parcial se completaba en un veinte a seis que igualaba el partido. El juego se aceleraba, Carmelo Anthony aparecía por sorpresa para devolver la iniciativa a los locales con cinco puntos consecutivos y lo que mantenía a los de Colorado en el partido era el rebote ofensivo. Los gritos de “Let´s go Blazers” se extendían por el Moda Center pero, con dos triples seguidos, los Nuggets empataban el partido a mitad de cuarto. El cansancio local era cada vez más notorio, Nurkic ya no decidía bien y Monte Morris sí; hasta Norman Powell erraba una bandeja. Gracias a un triple de Austin Rivers, Denver llegaba a los cuatro minutos finales con nueve puntos de ventaja. Terry Stotts pisba el freno en el partido, Damien Lillard comenzaba a buscar soluciones complicadas y, a dos minutos para el final, los visitantes aún contaban seis puntos a su favor. Sin embargo no había respuesta defensiva ante el bloqueo y continuación jugado con Jokic. Así las cosas la defensa local debía cerrarse y Aaron Gordon cerraba la serie con un triple desde la esquina aprovechando el balón doblado por un pivot serbio. Invitado inesperado: Monte Morris, JaMychall Green (Nuggets)

Eliminatoria cerrada: Nuggets ganan cuatro a dos.

Fuente: basketballinsiders.com

Se esperaban novedades en los Mavericks de cara al quinto partido y Rick Carlisle no decepcionaba, metía en el quinteto titular a Boban Marjanovic sabiendo que los angelinos optarían por meter su quinteto más bajo, el que mejor había funcionado, desde el inicio del partido. Sin embargo, además de esa presencia, y de un juego ofensivo más agresivo buscando el aro, optaba por protegerse defensivamente con una zona que hacía pensar al ataque visitante y lo alejaba de su canasta. En Los Angeles la sorpresa era general, el Staples Center estaba congelado y la iniciativa era tejana, porque los locales sólo obtenían puntos tras la línea de tres puntos con un Paul George especialmente acertado. Sin embargo los californianos tomaban el mando en el partido con su primera canasta de dos puntos, tras siete minutos de partido, en una contra. Sin embargo Luka Doncic despertaba en el ataque visitante y Marcus Morris y Maxi Kleber se enganchaban bajo canasta. La cuenta se saldaba con una técnica para el visitante y una falta flagrante para el local. Por suerte para Dallas el ataque local seguía espeso, su estrella no se despistaba con el incidente y la ventaja visitante era de siete puntos cuando arrancaba el segundo cuarto. Un periodo donde volvía la pareja interior más alta del partido para dominar las zonas pero, a nivel ofensivo, el equipo tejano sufría un apagón. Sólo con la tercera falta personal de Kripstas Porzingis, y el regreso de la estrella eslovena a la pista, se solucionaba el problema. Poco a poco el cansancio acumulado llegaba al alero visitante, que tomaba peores decisiones y, pese a que el ataque angelino tampoco estaba inspirado, los Clippers tomaban la delantera en el marcador. El técnico visitante reaccionaba y, con el parón de dos minutos, daba aire a su estrella para llegar el descanso con una mínima ventaja. Sin embargo, la parada para cambiar de campo de ataque, traía la versión más acertada de Reggie Jackson desde el exterior y, como los árbitros se mostraban permisivos con la defensa angelina ante Marjanovic, la ventaja era local. La reaccion era comandada por las estrellas tejanas, George hacía su cuarta falta personal quitándose al defensor de encima y el partido iba subiendo de intensidad. Dallas comenzaba a meter manos en defensa y los Clippers acumulaban balones perdidos y malos tiros. Gracias a un parcial de veintidos a tres, la ventaja visitante para el cuarto decisivo era de catorce puntos. Los doce minutos restantes podían decidir la eliminatoria y, ante la buena actividad defensiva angelina por las piernas frescas de sus jugadores de banquillo, Carlisle se veía obligado a introducir a su mejor generador de juego. Sin embargo no había acierto exterior a su alrededor y la agrsividad ofensivat de los californianos tenía recompensa. Marjanovic se iba a los vestuarios y devolvían un parcial de catorce a dos en seis minutos. Los Mavericks sólo conservaban cuatro puntos de ventaja, entrando en los cuatro minutos finales, y Carlisle paraba el partido. Los balones perdidos se sucedían por ambos equipos pero, dos triples consecutivos de Porzingis y Tim Hardaway Jr, permitían a Dallas entrar en los dos minutos finales con diez puntos de ventaja. Tre Mann volvía al banquillo, tras su buen trabajo defensivo sobre Doncic, para dejar su lugar a un Jackson que volvía a acertar con un triple nada más salir a la pista. Marcus Morris le acompañaba con otro para retrotraer la diferencia hasta los cuatro puntos entrando en el  minuto final. Los Mavericks ya no acertaban con la canasta contraria y Kawhi Leonard ponía el partido a un punto tras una bandeja con adicional. Restaban cuarenta segundos, los Clippers cortaban las líneas de pase de Doncic y los angelinos se precipitaban en un ataque rápido y lleno de dudas. El rebote era tejano y Hardaway Jr no erraba los tiros libres. Tyronne Lue tenía que diseñar una jugada para el empate con nueve segundos disponibles. Leonard se jugaba un triple en la esquina con el defensor encima, el rebote era visitante y Dorian Finney-Smith cerraba el partido desde la línea de tiros libres.Invitado inesperado: Dwight Powell (Mavericks)

Todo el mundo era consciente  de los que había en juego en el sexto partido, el tiempo se acababa para ambos equipos y no sorprendía ver su mejor versión. Claro que, mientras Dallas apostaba por un juego más coral a nivel ofensivo, Reggie Jackson se convertía en la referencia del ataque de los Clippers ante la, pasiva en ocasiones, zona local. El marcador favorecía a los locales, pero con una renta muy corta. El base visitante se empachaba de tanto anotar y Luka Doncic comenzaba a olvidarse de sus compañeros. Así las cosas, apenas una canasta separaba a ambos equipos al cierre del primer acto. Para el segundo periodo no se auguraban muchos cambios en el juego, Paul George se ponía agresivo buscando el aro, para mantener el ritmo de anotación tejano marcado por Jalen Brunson. El American Airlines Center vibraba viendo como la ventaja local se ampliaba tras un triple del joven base y Tyronne Lue se veía obligado a anticipar el retorno de Kawhi Leonard. Con la mejor versión de sus suplentes, los Mavericks tenían siete puntos de ventaja cuando sus titulares regresaban a la pista tras un tiempo muerto gastado por Rick Carlisle. Viendo la diferencia acercarse a la decena de puntos, Leonard se ponía manos a la obra y Dallas comenzaba a sufrir para mover el balón por la fuerte presión defensiva de los californianos. Los árbitros se quedaban callados ante los contactos bajo el aro de los Clippers y se completaba un parcial de doce a dos que dejaba la ventaja local en nada. Y, pese a la lesión de Reggie Jackson, la estrella angelina no frenaba. Los Clippers se iban de los vestuarios con ventaja en el marcador y los tejanos sabían que debía cambiar algo en su juego para poder vencer. Ya en los primeros minutos del tercer cuarto se veía la mano de Rick Carlisle sobre la pista; la defensa local era más intensa y Boban Marjanovic se convertía en el faro que alumbraba la anotación de los Mavericks. El marcador se ponía en su contra y Tyronne Lue tenía que parar el partido. Las instrucciones tenían efecto inmediato sobre el ataque visitante pero, con una buena racha en el tiro de Tim Hardaway Jr, el público del American Airlines Center se ponía en pie. La diferencia, de siete puntos, obligaba a gastar aotro tiempo muerto al técnico angelino. Dallas aceleraba, innecesariamente, su juego y Leonard no desaprovechaba la ocasión de acercarse cargando con toda la responsabilidad ofensiva; ahora la parada la solicitaba el técnico local. No solucionaba el principal problema tejano, el cansancio propiciaba malas decisiones y, tras tres minutos sin anotar un punto, los Clippers tomaban el mando en el marcador con un parcial de once a cero. Sólo la salida de los suplentes refrescaba el ataque local y, con una mejor lectura de las situaciones y el acierto exterior de Dorian Finney-Smith, podían dejar atrás a una estrella visitante casi reventada. Los Mavericks se presentaban al acto final con cuatro puntos de ventaja y las mejores sensaciones pero, para sorpresa general, el banquillo local ya no aportaba anotación. Algo que sí encontraban los angelinos en Paul George y, cuando Leonard volvía a la pista, se reflejaba un empate en el marcador. El partido se convertía en un duelo de estrellas y eso favorecía a los visitantes, porque Leonard y George se veían muy enteros. Los cinco puntos de ventaja, a cinco minutos para el final del partido, obligaban a Carlisle a pedir un respiro para sus jugadores. Luka Doncic lo intentaba, pero los Clippers estaban preparados para ello y los compañeros del esloveno, no. Kawhi Leonard ponía a los suyos con siete puntos de ventaja entrando en los dos minutos finales. El tiempo muerto llegaba tarde, con ocho puntos consecutivos la estrella visitante obligaba a regresar a Los Angeles para resolver la eliminatoria. Invitado inesperado: Tyronne Lue (Clippers)

El séptimo partido podía ser el último de la temporada para en Los Angeles y el Staples Center no estaba dispuesto a ello. Ambos equipos seguían confiando en las decisiones tomadas en mitad de la serie para dar solidez a sus quintetos titulares y eso era lo que se mostraba en los primeros minutos. De modo que se veía el mejor juego posible desde el inicio, con un buen reparto del balón y las estrellas de ambos equipos acertando y las diferencias eran mínimas. El mayor susto se lo llevaban los tejanos con el amago de lesión de Tim Hardaway Jr tras un mal apoyo ya que, por encima, los suplentes de los Clippers salían acertados. Rick Carlisle tenía que llamar al orden a sus jugadores, ajustar la defensa para poner más atención a los tiradores y reincoporar a Luka Doncic para dotar de puntos a su equipo. Así los Mavericks pasaban, de verse a cinco puntos, a dominar por cinco tras la disputa del primer cuarto. Sin embargo, tras la parada obligatoria entre cuartos, se repetía el escenario; los tiros exteriores locales eran muy cómodos y, como los tejanos comenzaban a perder el balón, Doncic tenía que multiplicarse ofensivamente. Por encima Boban Marjanovic se tenía que sentar por su tercerra falta personal y el ataque se quedaba sin recursos interiores. La desventaja visitante rozaba la decena de puntos pero, gracias a un arranque de carácter de Hardaway Jr, la diferencia se quedaba a las puertas en el cierre de la primera mitad. Era evidente que Dallas necesitaba la mejor versión coral para ganar el partido y, como el paso por los vestuarios evidenciaba una versión más apagada en los angelinos, se completaba un parcial de ocho a dos, en poco más de un minuto, que provocaba la reacción de Tyronne Lue. El técnico los devolvía a la pista más agresivos en ambos lados de la pista. Los Mavericks veían que su ventaja de cinco puntos se esfumaba y daba paso a cinco puntos de desventaja. Por encima la estrella eslovena comenzaba a dar síntomas de cansancio y, pese a sus intentos, Luke Kennard surgía para, con dos triples, cerrar un parcial de veinte a dos y dejar el partido a quince puntos para el acto final. Unos doce minutos donde Kawhi Leonard controlaba la ventaja ante el desacierto tejano, la diferencia se acercaba a los veinte puntos. Dorian Finney-Smith trataba de contener la escapada local, Paul George también daba la cara en los locales y, sólo cuando los californianos perdían la tensión en su juego, Doncic dirigía un parcial de trece a tres colocando a su equipo a siete puntos. Sin embargo, Reggie Jackson propinaba un duro golpe a las esperanzas visitante con un triple entrando en los dos minutos finales y otro triple, de Marcus Morris, finiquitaba el partido. Sólo quedaba tiempo para una flagrante desesperada de Hardaway Jr a George, los Clippers estaban en semifinales de conferencia. Invitado inesperado: Luke Kennard, Tre Mann (Clippers)

Eliminatoria cerrada: Clippers ganan cuatro a tres.

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