El Real Madrid afrontaba esta semana el duelo de mayor envergadura en lo que llevamos de curso en Liga ACB. Valencia Basket despertó las primeras dudas de consideración sobre la capacidad del equipo blanco tras la arrolladora victoria conseguida en el Palacio de los Deportes en la segunda jornada de Euroliga, por lo que el encuentro en la Fonteta suponía un reencuentro con una afrenta reciente que exigía una reparación a la altura. Aquel traspiés dolió en el seno de un equipo competitivo hasta la médula, remiso a que se le considere un equipo en decadencia y en pleno ocaso. Rumió venganza hasta que se le presentó la ocasión tres semanas después en la Fonteta. Durante veinte minutos, los hombres de Laso sometieron a Valencia Basket a un enorme castigo con toda la saña que podía concebir. No quería ganar; deseaba aplastar sin paliativos, cobrarse la venganza por aquella indigna derrota en su propia cancha. Al descanso, había convertido a un poderoso rival en un juguete, un equipo destruido por una apisonadora que le doblaba en el marcador transcurridos veinte minutos. Finalmente, el desquite quedó a medias. Logró un triunfo reparador que le mantiene invicto, pero el carácter del equipo taronja no sólo evitó una derrota aplastante, sino que obligó al Real Madrid a pelear el triunfo hasta el último minuto. Sin duda, un equipo lleno de talento y personalidad aunque la reacción no fuera suficiente para que el equipo blanco se cobrara, en cierta manera, una satisfacción parcial con cierto aroma a revancha.
Betis 74 – GBC 62: GBC se presentó en el Pabellón San Pablo sin el concurso de Jaime Echenique, un duro varapalo puesto que el pivot colombiano fue de lo poco salvable en los últimos partidos. Lo notó el equipo donostiarra, que recibió un parcial de 8-0 tras el triple inicial de Pere Tomàs. El equipo donostiarra sufrió durante todo el primer cuarto el acierto de Feldeine en el tiro de tres; de hecho, los béticos acabaron el periodo con acierto pleno en el triple. Tampoco le benefició a GBC la sucesión de pérdidas de balón que llegó a mitad de cuarto. El conjunto visitante se encontraba atascado, penalizado por la ausencia de efectividad en el tiro exterior que contrastaba con el acierto bético en el triple. Se le ponía cuesta arriba el partido demasiado pronto a GBC (21-8, min 7), pero todo cambió cuando Marcelo Nicola ordenó una zona 2-3 que provocó numerosas pérdidas de balón. Además, al equipo donostiarra le fue mucho mejor cuando decidió meter balones dentro aunque no perdió de vista el tiro de tres, que le dio mejor resultado en el segundo cuarto. Los triples de Dee completaron la remontada (22-27, min 16), labrada con un parcial de 1-19 que obligó a Curro Segura a contar nuevamente con Feldeine. No era para menos, el Betis sólo había anotado un tiro libre en siete minutos. Los triples del dominicano funcionaron como revulsivo para acabar con la sequía del equipo local, que se levantó en el tramo final del segundo cuarto y logró recuperar el mando en el marcador justo antes del descanso.
Pese a la reacción verdiblanca, GBC continuó con su defensa en zona. Provocó de nuevo las pérdidas de balón rivales en los instantes iniciales del tercer cuarto, pero el Betis encontró la forma de superar la defensa visitante cuando consiguió mover el balón con mejor criterio y encontró con asiduidad a Kay (16 puntos, 10 rebotes, 30 de valoración) cerca de canasta. GBC volvía a sufrir ante la defensa verdiblanca, no era capaz de salir airoso de las situaciones de dos contra uno planteadas por los locales y se dirigía hacia otro desplome como en los partidos anteriores (56-42, min 31), pero en esta ocasión tuvo arrestos para reaccionar en el último cuarto. De nuevo, Dee (22 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración) acudió al rescate con su acierto en el perímetro. Tres triples seguidos de GBC sirvieron de acicate para un 2-13 que devolvió la emoción al encuentro, pero al equipo de Nicola se le volvió a agotar el depósito en el tramo final. Dos tapones a Xabi Oroz cortaron las opciones de seguir recortando la desventaja. Otro triple más, el sexto, de Feldeine (25 puntos, 3 rebotes, 23 de valoración) le proporcionó al Betis una distancia que resultó definitiva. Desaparecido el acierto en el tiro exterior, GBC ya no tuvo más argumentos para resistir. A los locales le bastó con los tiros libres para sentenciar un partido importante en la pelea por la permanencia.
Manresa 94 – Bilbao Basket 78: La defensa local afloró los problemas de Bilbao Basket en ataque muy pronto, prácticamente desde el salto inicial. Sólo logró anotar dos puntos el conjunto de Mumbrú en los primeros cuatro minutos, con muchos problemas para superar el entramado de Manresa en su propia zona. Sólo Balvin suponía una amenaza para Manresa, que movía el balón con paciencia y buen criterio. El espectacular acierto en la línea de tres, 6/9 en el primer cuarto, permitió a los locales marcharse en el marcador (22-8, min 7). Un serio aviso para Los Hombres de Negro, que no elevaron su nivel de juego hasta el segundo periodo. Las pérdidas locales le permitieron recortar diferencias al inicio de cuarto, curiosamente con los suplentes en pista, pero el 0-7 conseguido quedó enjugado cuando Bilbao Basket se contagió de los errores cometidos por su rival. Dani Pérez se encargó de reconducir la situación para Manresa con una buena defensa y la visión de juego que le permitió hincharse a repartir asistencias; ni siquiera le hacia falta anotar. De nuevo, Bilbao Basket recurrió a Balvin (14 puntos, 10 rebotes, 26 de valoración) como pilar de su juego ofensivo, pero la sucesión de tiros libres le sirvió a Manresa para mantener una diferencia muy cómoda hasta el descanso (45-33, min 20).
No le costó conseguir a Manresa que su ventaja superara los diez puntos durante buena parte del tercer cuarto, ya que el partido entró en un intercambio de canastas que no le convenía para nada a Bilbao Basket. Sin embargo, el equipo de Pedro Martínez entró de forma temprana en bonus y los visitantes aprovecharon la circunstancia para forzar personales y rebajar la desventaja por encima de la decena de puntos desde el tiro libre. Un dato alentador que duró muy poco debido a la falta de continuidad de Bilbao Basket. Manresa dio buena cuenta de la irregularidad rival y endosó un parcial de 10-0 que se antojaba definitivo para la suerte del encuentro (62-44, min 27). Báez (10 puntos, 6 asistencias, 4 rebotes, 18 de valoración) se encargó de mantener la tranquilidad ante los arreones de un rival entregado a las acciones individuales. Unos minutos eléctricos de Jaylon Brown, que tanto le aportaron a Bilbao Basket hasta su lesión la pasada temporada, bajaron de nuevo la diferencia de la barrera de los diez puntos (75-67, min 34), pero ni siquiera se presentó la ocasión de inquietar a Manresa. Los triples de Tabu (23 puntos, 3 asistencias, 9 faltas recibidas, 32 de valoración) en el último cuarto tumbaron definitivamente al equipo visitante, resignado y presa del desacierto en los minutos finales de encuentro. Un nuevo triunfo para Manresa, que en silencio va sumando opciones para acabar la primera vuelta entre los ocho primeros.
Unicaja 82 – Obradoiro 76: No dudó Obradoiro en buscar en la zona a Birutis desde el primer instante. El pivot lituano hizo estragos en el juego interior de Unicaja, que volvió a dejar al descubierto una fragilidad heredada desde la pasada temporada, y le dio a los visitantes una ligera ventaja que ampliaría el acierto en el tiro exterior. Kassius Robertson comenzó en racha, castigando a un rival que no era capaz de seguir el ritmo anotador de Obradoiro (15-25, min 9). Otro mal primer cuarto, el eterno día de la marmota para el equipo malagueño. Luis Casimiro dio cancha a Jaime Fernández, que reaparecía en Liga ACB tras ocho meses de ausencia. Se notó su regreso, pues la dinámica del juego ofensivo malagueño cambió con su entrada a pista. Fue el socio perfecto para Brizuela, que firmó ocho puntos al comienzo del segundo cuarto que estrecharon el marcador, pero Obradoiro volvió a usar a su mejor baza como respuesta. Con insistencia y sin descanso, los balones llegaban a manos de Birutis (23 puntos, 10 rebotes, 37 de valoración) en cada ataque visitante, el recurso perenne que dejó de manifiesto el dominio indiscutible en la zona del pivot del Obra, que finalizó la primera mitad con 18 puntos. Mantuvo por delante a su equipo, que volvió a tomar distancia cuando el tiro exterior acompañó a la fortaleza de Birutis (32-41, min 17), pero Unicaja salió bien librado gracias al acierto de Francis Alonso (17 puntos) en el minuto previo al descanso. Providencial su aparición para que la desventaja quedara prácticamente en nada al terminar el segundo cuarto.
Obradoiro arrancó con fuerza el tercer periodo tras otra racha de acierto de Robertson (24 puntos, 3 asistencias, 21 de valoración), pero Unicaja no tardó en responder sumando de tres y mantuvo la desventaja bajo control, a la espera de tomar ventaja por primera vez en muchos minutos. Apretó atrás y volteó el marcador en un par de contraataques, pero Obradoiro respondió forzando personales que le permitieron devolver el parcial de 9-2 que le endosó anteriormente Unicaja. No encontraban los locales la manera de poner en aprietos a un rival que siempre regresaba, ya sólo podían confiar en un esfuerzo defensivo que apagara las luces de un equipo muy serio. Enfangó el último cuarto con una férrea defensa que bajó notablemente el ritmo anotador. En estas circunstancias, luce más que nunca el fragor y esfuerzo de Alberto Díaz, un especialista en revolucionar partidos desde el trabajo defensivo. A Obradoiro se le atragantó la intensidad mostrada por Unicaja y acabó bloqueado en los minutos finales, sin capacidad para anotar. Se agotó el acierto visitante y apareció el del perímetro de Unicaja para dar el golpe definitivo al encuentro. Brizuela (21 puntos, 4 asistencias, 17 de valoración) puso por delante al equipo malagueño, aupado por dos triples de Waczysnki que resultarían providenciales para sentenciar el partido. Desde la defensa, Unicaja salvó un triunfo que le permite acceder a un sitio entre los ocho primeros por primera vez en la temporada. Un alivio tras un inicio complicado de campeonato.
Joventut 97 – Estudiantes 70: El duelo de las dos equipos de cantera por antonomasia, aunque la productividad de la colegial no pasa por una buena época, llegaba en buen momento tanto para Joventut como Estudiantes. Los primeros minutos respondieron a la filosofía tradicional de los dos equipos con un ritmo muy elevado y alta anotación. Todo el ataque de Estudiantes giró sobre Gentile, encantado de la vida cuando acapara el juego ofensivo de su equipo. Ocho puntos seguidos del alero italiano, un símbolo del individualismo que se esfumaría tras los instantes iniciales del encuentro. Los colegiales pagarían su dependencia sobre Gentile cuando Joventut ajustó mejor su defensa e impuso un férreo dominio dentro de la zona. La Penya encontró un recurso primordial en los balones doblados a los pivots para que anotaran con comodidad cerca del aro. Estudiantes no pudo hacer nada ante el juego interior local, abrumadoramente dominador durante todo el partido. A los problemas creados por Tomic en los minutos iniciales se unió Birgander (14 puntos, 5 rebotes, 21 de valoración), autor de los últimos ocho puntos de los verdinegros en el primer cuarto (26-13, min 9). Por contra, Estudiantes entró en una racha aciaga, atrapado por los errores en el tiro de Vicedo pese a que disponía de buenos lanzamientos.
Las malas señales se agravaron en el Ramiro en el segundo cuarto. Bassas (10 puntos, 7 asistencias, 17 de valoración) y Dimitrijevic cortaban la zona con una facilidad pasmosa, mientras que el dominio en el rebote de los verdinegros se acrecentaba con el paso de los minutos. Por otro lado, Tomic (17 puntos, 8 rebotes, 18 de valoración) alargó la indiscutible hegemonía de los locales dentro de la zona cuando regresó a pista. Todo eran malas noticias para los colegiales, que recibieron un nuevo golpe con un triple sobre la bocina de Bassas que ponía fin al segundo cuarto. A Joventut le bastaron veinte minutos para dejar el encuentro encarrilado (51-33, min 20), pero no quiso dejar un espacio para la relajación y la complacencia tras el descanso. El guion se mantuvo inalterable. Tomic mantuvo su tiranía en la zona, anotando tras rebote ofensivo sin que nadie le inquietara. El 11-2 de inicio destrozó definitivamente el partido si ya no estaba decantado antes de reanudarse. Unos minutos de falta de concentración llevaron a Joventut a una fase de desorden, lo que aprovechó Estudiantes para rebajar la diferencia de los veinte puntos momentáneamente, pero los verdinegros sólo tenían que meter balones dentro para privar a su rival de cualquier esperanza de reducir el destrozo. No hacía falta más para convertir el último cuarto en un trámite aunque la Penya no se dejó ir en los minutos finales, bien aprovechados por los jóvenes, en especial Arnau Parrado, para hacer méritos. Triunfo muy cómodo que mantiene instalado a Joventut en la parte noble de la clasificación.
Burgos 78 – Fuenlabrada 99: Hay decisiones que escapan a toda lógica, como la de mantener la disputa de este partido pese a que los positivos por coronavirus redujeran a seis jugadores la plantilla de Burgos, que tuvo que echar mano de tres juniors para completar la convocatoria. Incomprensible este agravio comparativo cuando hubo encuentros aplazados con un solo positivo. Pese a un panorama tan poco adelantador, Burgos saltó a pista dispuesto a rebelarse contra el destino. El quinteto inicial de Burgos pasó por encima de un Fuenlabrada demasiado confiado y falto de tensión. Renfroe (9 puntos, 8 asistencias, 8 rebotes, 23 de valoración) movía el equipo como si no tuviera bajas, Kravic (17 puntos, 7 rebotes, 19 de valoración) dominó con claridad dentro de la zona, mientras el tiro exterior gozó de una gran efectividad durante los primeros minutos. Contra todo pronóstico, Burgos manejó una diferencia muy favorable (19-6, min 5), pero era cuestión de tiempo que acusara la escasez de efectivos. Sin relevos de garantías, suficiente tuvieron los locales con aguantar una ventaja holgada durante todo el primer cuarto. Fuenlabrada fue reduciendo la diferencia a lo largo del segundo cuarto, aplicando el peso de la lógica. Peñarroya apostaba por un juego interior más abierto ante la falta de recambios para Kravic, pero esta estrategia no sirvió para alejar a Stevic, que dio buena cuenta de la fragilidad rival en la zona. Por otro lado, el tiro exterior visitante empezó a funcionar en el segundo periodo. Dos triples de Urtasun pusieron al Fuenla a tiro del conjunto burgalés, pero Fuenlabrada acumuló demasiadas ocasiones perdidas para ponerse por delante en el marcador. Por contra, los triples de Horton (17 puntos, 3 rebotes, 18 de valoración) y Benite alargaron la resistencia de Burgos, que se negaba a entregar el mando con terca insistencia.
Un comportamiento muy digno, pero su efecto tenía duración limitada. Un contraataque finalizado por Trimble (20 puntos, 5 asistencias, 3 robos, 22 de valoración) colocó al fin a los visitantes por encima en el marcador (39-40, min 18), pero el trabajo no estaba hecho ni mucho menos. Burgos se negó a abandonarse, como bien demostró durante buena parte del tercer cuarto. El buen inicio de Meindl fue contestado por una buena defensa que permitió a Burgos robar y anotar al contraataque. El tiro exterior volvió a poner freno a otro intento de escapada cuando Trimble afinó en la línea de tres, pero tanta exigencia acabó con el fondo físico de una rotación tan limitada. Ya no podría hacer nada Burgos con el siguiente tirón visitante, ya no habría respuesta para los triples de Marc García (23 puntos) que rompieron el partido en la parte final del tercer cuarto (62-75, min 30). No quedaba resuello para defender, como demuestra que encajara 33 puntos en ese periodo. Finalmente, lo inevitable acontecía en el Coliseum. Peñarroya se dio cuenta que resultaba inútil reventar a los jugadores del primer equipo y dio paso a los más jóvenes, que nada podían hacer para frenar la marcha de un rival más curtido y ya asentado en la cancha. No había posibilidad de acabar con el acierto exterior de Trimble y Marc García y el poderío físico de Eyenga (12 puntos, 9 rebotes, 21 de valoración) cuando aparecía por la zona. Como era de esperar, Fuenlabrada sumaba su tercera victoria consecutiva ante un rival muy digno pero mermado.
Valencia Basket 78 – Real Madrid 86: Tres semanas después del escarnio al que le sometió Valencia Basket en el Palacio de los Deportes en Euroliga, al Real Madrid se le presentaba la oportunidad del desquite en la Fonteta. Con ese ánimo se presentó en la pista, no aceptaba otra cosa el equipo blanco que una reparación en toda regla. Se lo hizo saber a su rival con una defensa de manual que cerró todos los recursos con los que le martirizó Valencia Basket en el varapalo europeo. Negó los tiros a Dubljevic, cerró a Kalinic el camino hacia el aro, impidió cualquier posibilidad de un lanzamiento cómodo. Mil y una miserias que contrastaron con la facilidad con la que movía el balón el conjunto de Laso. Velocidad vertiginosa para mayor gloria de Carroll (17 puntos), que acabó con doce puntos el primer cuarto. ¿Seguro que tiene que retirarse?, ¿en serio? El problema para los locales es que el gran cañonero no fue la única amenaza. Abalde (15 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 17 de valoración) se unió a la fiesta para enterrar a su ex-equipo en medio de la tormenta desatada por el tiro exterior del Real Madrid. Valencia Basket era un equipo hundido, irreconocible, incapaz de anotar más de cuatro puntos en los primeros nueve minutos de encuentro. Atemorizado por Tavares, enterrado por el aluvión de triples, arrollado por la sinfonía madridista a ambos lados de la cancha. El Real Madrid había destrozado a su rival antes siquiera de terminar el primer cuarto (4-28, min 9). El Madrid viajó a Valencia con el colmillo retorcido, sin otra intención que devolver la afrenta sufrida con intereses, y vaya si se estaba cobrando la deuda.
No hubo noticia de los locales hasta la entrada en el partido de Marinkovic, ese agitador en el perímetro que ofició de revulsivo con cuatro triples en el segundo cuarto que acabaron con la inoperancia ofensiva. Además, sin Tavares en pista, Tobey se pudo sentir más cómodo en la zona. Sin embargo, todo el esfuerzo era en vano porque el bombardeo desde la línea de tres no tenía fin. Thompkins (15 puntos, 6 rebotes, 22 de valoración) tomó el testigo de Carroll para dar continuidad a la tortura sufrida por la defensa local, un saco de boxeo golpeado por cada triple madridista. Poco podía oponer cuando su rival se marchó al descanso con un 12/19 en triples que le permitía doblarle en el marcador (25-50, min 20). La venganza es un plato que se sirve frío y los hombres de Laso se estaban dando un festín a baja temperatura. No le quedaba otra a Valencia Basket que tirar de carácter para evitar una derrota histórica. Kalinic tomó la responsabilidad al comienzo del tercer cuarto, pero el arranque prometedor quedó abortado por el festival de técnicas que enviaron a vestuarios a Jaume Ponsarnau. Los locales aparentaban pasarse de rosca con las protestas y la frustración, pero lo cierto es que su rendimiento defensivo mejoró claramente y puso en muchas más dificultades al ataque del Real Madrid. Casi cinco minutos tardó en anotar su primera canasta en juego del tercer cuarto, pero los problemas en ataque también se trasladarían a la defensa. Valencia Basket encontró un filón en las penetraciones a canasta y anotó con toda la comodidad que no halló en la primera mitad. Sólo se quedó sin anotar en un ataque durante siete minutos (41-57, min 25), pero cuando despertó en ataque el Madrid entró en un intercambio de canastas que no le servía de nada.
Aunque anotó más puntos en el tercer cuarto que en toda la primera parte, pese a que Labeyrie anotó doce puntos sin fallo en este periodo, la remontada local se antojaba una utopía, más aún cuando el Madrid anotó dos triples nada más iniciarse el último cuarto. Sin embargo, Valencia Basket no cayó en el desánimo y se entregó a una defensa sin cuartel, la que le permitió remontar partidos muy complicados esta temporada. También se le atragantó al Real Madrid, que dio aire a su rival con tres pérdidas consecutivas. Los locales veían una pequeña oportunidad y se lanzaron a por ella. No pasaron por alto que Labeyrie (26 puntos, 4 rebotes, 32 de valoración) tenía el día y le buscaron constantemente. El jugador francés continuó con su recital anotador en el que se estaba convirtiendo en el partido de su vida. No fallaba nada; de hecho, sólo erró un tiro libre en todo el partido. Una pesadilla inesperada que daba por bueno la gran intensidad en defensa, en la que incluso brilló Prepelic, que tocaba cada balón que atravesaba la pista de lado a lado. Valencia Basket se plantaba con opciones de triunfo tras endosar un parcial de 14-1 (71-77, min 35), estaba a las puertas de una remontada épica, pero todo acabó cuando Laso volvió a contar con Campazzo. Un triple y un balón doblado para que Thompkins hundiera el balón sacaron al Madrid del bloqueo. Otro triple de Randolph acabó con toda esperanza. Al Madrid le bastó con un par de buenas acciones defensivas y jugar a 24 segundos para sofocar la rebelión. Finalmente, el Madrid sólo pudo resarcirse en parte de la afrenta en Euroliga. El triunfo era suyo, pero el carácter y orgullo de Valencia Basket no sólo impidió un varapalo muy duro, sino que obligó al equipo blanco a pelear la victoria hasta el final.
Barça 81 – CB Canarias 74: Tras la increíble remontada el viernes contra Baskonia, el Barça apareció con la tensión baja ante el invicto CB Canarias. Una temeridad ante un rival que aún no conocía la derrota y con argumentos para complicar la vida a cualquiera. No puso impedimento a que Shermadini (19 puntos, 6 rebotes, 25 de valoración) hiciera cuanto quisiera en la zona durante los primeros minutos de partido ni tampoco dificultó las cosas al tiro exterior visitante, que comenzó el choque con acierto. A este ritmo, el Barça se podía meter en problemas (12-20, min 9), pero los azulgranas arreglaron su flojo inicio en el último minuto del primer cuarto. Calathes (14 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias, 16 de valoración) se puso al frente para endosar un 7-0 que dejó en nada todo lo conseguido por CB Canarias hasta entonces. Superado el sobresalto, el Barça se dedicó a aplicar una mayor intensidad defensiva para dejar patente el punto de inflexión en el encuentro. Ejemplificado en Oriola, que apareció por todas partes en defensa, el ardor en su propia pista le sirvió al equipo azulgrana para asaltar el mando en el marcador aunque un par de balones perdidos motivaron que Jasikevicius volviera a contar con Mirotic, que lo primero que hizo fue enzarzarse con Shermadini en un rifi-rafe que no venía a cuento. Consiguió sentar al pivot georgiano, cargado de personales, y estirar la diferencia hasta que la tercera falta le llevó al banquillo. No resultó gran problema; no entraban los triples rivales y CB Canarias, sin Shermadini en pista, no funcionaba ni con los dos bases en el quinteto. La defensa y el acierto a media distancia le servía al Barça para tomar una renta cómoda (40-30, min 19).
Tampoco le vino mal a los de Jasikevicius el intercambio de canastas que aconteció en los primeros minutos del tercer cuarto. Shermadini volvía a ejercer de faro del juego ofensivo visitante, pero los triples de Abrines (16 puntos, 2 tapones, 18 de valoración) evitaron cualquier acercamiento rival. El encuentro estaba bajo control azulgrana, que gestionaba una diferencia superior a los diez puntos sin demasiados apuros (56-43, min 26) por mucho que Butterfield se dejara algún diente en el intento de forzar la máquina en defensa. Ni siquiera le hacía falta a los locales recurrir a Mirotic, sentado en el banquillo. Vidorreta apostó por una zona presionante como medida desesperada, una alternativa de urgencia que consiguió alterar la calma con la que administraba el encuentro el Barça. Por otra parte, los tiros libres que desperdiciaba Oriola añadieron un punto de preocupación que aprovechó CB Canarias para inquietar al técnico azulgrana. Dos balones robados y dos triples al inicio del último cuarto colocaron a los visitantes en disposición de pelear el partido con todas las de la ley (62-58, min 31), ahora sí que tenía motivo Saras para enfadarse. Sin embargo, la segunda técnica a Vidorreta y varias decisiones mal tomadas por Huertas concedieron un respiro al Barça, que volvió a situar la ventaja en la decena. Pese a que CB Canarias recuperó el pulso con Fitipaldo (11 puntos, 4 asistencias, 4 robos, 15 de valoración) y se mantuvo vivo desde el perímetro, un triple de Mirotic y otro de Abrines acabaron definitivamente con la resistencia rival (77-66, min 37). Ya podía respirar tranquilo el Barça, que endosó la primera derrota a CB Canarias sin necesidad de firmar un partido sobresaliente.
Gran Canaria 71 – Baskonia 75: El buen arranque de Gran Canaria fue rápidamente neutralizado por Giedraitis (14 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración), autor de los primeros ocho puntos de Baskonia en el encuentro. De la mano del alero lituano, el equipo vitoriano endosó un 2-10 de parcial que le puso por delante aunque no tardó en responder su rival con tres triples consecutivos que le vinieron muy bien en el intercambio de canastas que se instaló en el encuentro. Por otro lado, la aportación en la zona le permitió a los locales conservar una pequeña ventaja en un segundo cuarto de juego más lento y trabado. El joven Khalifa Diop bregó bien en la pintura y forzó personales a los pivots de Baskonia para ofrecer un buen rendimiento en los minutos de descanso de Wiley, con problemas de faltas. Sin embargo, a los locales les faltó algo más de acierto para aprovechar en mayor medida el rendimiento de su juego interior. Como ocurriera al inicio del encuentro, Gran Canaria comenzó mejor la segunda mitad. Buenos balones dentro que le permitieron conservar una discreta ventaja durante buena parte del tercer cuarto. A Baskonia le costaba mucho anotar, ni siquiera sacaba algo del rebote ofensivo, pero tuvo suerte que su rival tampoco estaba especialmente inspirado aunque se mantuviera por delante en el marcador (43-38, min 24). Tanto error de los locales le dieron la oportunidad a Baskonia para dar la vuelta al encuentro en cuanto llegaron unos minutos de inspiración. Tres triples seguidos pusieron por delante a los de Ivanovic, que ahora encontraban más espacio para disponer de lanzamientos cómodos.
Vildoza se mostró más activo y comandó al equipo vitoriano hacia una situación muy favorable ya entrados en el último cuarto (48-57, min 31). Aunque Costello trató de mantener en el encuentro a los locales, Baskonia había tomado la directa y marchaba directo hacia el triunfo. Un triple de Polonara (15 puntos, 9 rebotes, 18 de valoración) colocaba en el marcador la máxima diferencia del encuentro (53-65, min 35) y era de esperar un nuevo desplome de Gran Canaria, como ha ocurrido la temporada cuando un partido se ponía complicado. Sin embargo, Albicy (19 puntos, 6 asistencias, 18 de valoración) despertó para encargarse del rescate de los locales, que reaccionaron desde una defensa más eficaz en los minutos finales y el acierto del base francés. Por supuesto, Costello (19 puntos, 6 rebotes, 28 de valoración) se mantenía como referente ofensivo, como ocurrió durante los últimos diez minutos. Un parcial de 15-3 propició la reacción de Gran Canaria, que completó la remontada con un mate de Costello a 36 segundos del final que puso el 70-69 en el marcador. Como ocurriera dos días antes contra el Barça, a Baskonia se le estaba escapando un partido que tenía en la mano, pero, para su fortuna, el drama no tomó cuerpo en Las Palmas. Vildoza se anticipó a un pase de Albicy para robar el balón y Okoye sólo fue capaz de anotar uno de sus dos tiros libres cuando el partido ya se le puso cuesta arriba a los locales. A Baskonia le bastó con no fallar desde el tiro libre para asegurar una victoria sufrida. Gran Canaria suma su séptima derrota consecutiva y continúa instalado en una grave crisis que podría llevarse por delante a Porfi Fisac más pronto que tarde.
El partido Andorra-Basket Zaragoza quedó aplazado debido al positivo por coronavirus de Ibon Navarro y tres miembros más de Andorra.
Descansa: UCAM Murcia.
El Real Madrid (8-0) se afianza como líder en solitario tras la primera derrota de CB Canarias (6-1). Barça (6-2), Baskonia y Joventut, ambos con 6-3, suman los mismos triunfos que el segundo clasificado. En los puestos de descenso, se mantienen CB Canarias y GBC, los dos equipos con 1-7 de balance.
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