Aunque aún no han completado las siete jornadas que ya se han disputado en esta atípica y tormentosa temporada, marcada por una pandemia que no da muestras de flaqueza, hay dos equipos que aún no conocen la derrota. El Real Madrid se mantiene en lo más alto de la tabla, con marcha firme para olvidar un inicio de Euroliga lleno de sinsabores y decepciones. Su acompañante en el liderato es el CB Canarias, que sigue demostrando que su plantilla experta y veterana está capacitada para pelear cualquier partido a cualquier rival como hiciera la pasada temporada. La extraordinaria conexión entre Huertas y Shermadini guía otro año más a un equipo bien armado y con cuajo suficiente para mantenerse en la parte alta de la tabla. La campaña anterior, el parón cortó la trayectoria de un CB Canarias que se presentaba como una alternativa en la sombra y cuyas características no se adaptaron a la explosividad de la fase final organizada en Valencia. En cambio, una temporada regular al uso encaja como un guante en el perfil del equipo lagunero, veterano incombustible que vive una eterna juventud instalado en lo más alto. En La Laguna tienen motivos sobrados para ilusionarse con un equipo inagotable y capaz de llegar lejos en cualquiera de las tres competiciones.
Valencia Basket 93 – Basket Zaragoza 84: Como ocurriera en partidos anteriores, Basket Zaragoza comenzó con la idea de meter balones dentro a Jason Thompson. Valencia Basket logró controlar esta vía en cuanto cerró la zona, pero la falta de acierto en el tiro de tres evitó que tomara la delantera. El conjunto maño, por contra, encontró la oportunidad de abrir diferencias a partir de una antideportiva señalada a Prepelic. Desde entonces, los locales desaparecieron de la cancha y estuvieron cuatro minutos sin anotar, a merced de un rival que le endosó un 2-15 de parcial atacando en transición con una facilidad pasmosa (9-22, min 8). No despertó Valencia Basket hasta la parte final del primer cuarto, con la entrada de hombres de banquillo que aportaron más intensidad y acierto, pero cada intento de acercamiento quedaba neutralizado siempre por un triple visitante que dejaba en nada la mejoría de los de Jaume Ponsarnau. Tenía motivos para preocuparse el técnico del conjunto taronja, ya que su juego ofensivo se reducía a Dubljevic, todo giraba en torno a él. De poco servía ante la flojera defensiva local. Hlinason (11 puntos, 9 rebotes, 20 de valoración) cargaba con acierto el rebote en ataque, mientras que Ennis (22 puntos) estaba pletórico en el perímetro, letal para una defensa incapaz de detectarle y que encajó 55 puntos al descanso. Todo ello mientras Valencia Basket se desangraba ante la acuciante falta de acierto del tiro exterior. Los males no se aliviaron al comienzo del tercer cuarto. Continuó la cadena de errores de la primera mitad y aunque la defensa mejoró, Basket Zaragoza se llenó de paciencia para atacar con claridad y golpear al límite de la posesión.
Los locales se encontraban en una situación delicada (42-63, min 24), al borde de un serio descalabro que le colocaría en un punto difícil de la clasificación. Quien podría imaginar entonces que el partido cambiaría radicalmente en ese mismo momento. Valencia Basket buscó la reacción desde la intensidad defensiva y forzando acciones de 2+1. Kalinic (15 puntos, 4 rebotes, 18 de valoración) y Labeyrie (13 puntos, 5 rebotes, 19 de valoración) se convirtieron en argumentos que le permitieron recortar, pese a que Basket Zaragoza siempre contaba con Ennis para mantener la calma. Sin embargo, el último cuarto se convirtió en una película de terror para el equipo maño, atascado por una defensa rival con la que se estampó en todo momento durante el periodo final. Se acumularon las pérdidas de balón, a la par que Valencia Basket encontraba el acierto en el tiro de tres que echó de menos hasta entonces. Aunque una técnica a Prepelic, que suponía su expulsión, detuvo momentáneamente el desplome, lo cierto es que Basket Zaragoza ya era un equipo perdido y atemorizado ante la imparable remontada rival conducida por Dubljevic (21 puntos, 6 rebotes, 26 de valoración), infalible en el tiro. Era cuestión de tiempo el relevo al frente del encuentro, que llegó con dos tiros libres de Marinkovic (82-80, min 35). No puedo encajar el golpe el equipo de Diego Ocampo, inmerso en un hundimiento sin remedio. Dubljevic se encargó de completar una remontada asombrosa, sellada por un parcial de 24-4 que cambió por completo un encuentro que tenía muy mala pinta para Valencia Basket. Seguro que tardarán en olvidar en Zaragoza esta derrota, más dura si cabe cuando tuvo el partido en la mano.
Manresa 93 – Betis 81: Manresa pilló de improviso a un rival desconcertado en los primeros minutos de encuentro. A dos buenas acciones de Eatherton en la zona le siguieron otros dos triples que completaron una magnífica puesta en escena (10-3, min 3). Sin embargo, dos lanzamientos de tres de TJ Campbell despertaron a un Betis que trató de no perder comba durante el primer cuarto pese a que los locales ganaban la partida en el juego interior y Mason ya avisaba de lo que estaba por llegar. Feldeine se encargó de que los verdiblancos no se descolgaran en los primeros diez minutos antes de pasar el relevo a Ndoye. La pelea del pivot senegalés sirvió para cargar de personales a los hombres altos de Manresa, que se las vieron y desearon para bregar con su fortaleza física. Aunque no es especialmente efectivo en el tiro libre, Ndoye consiguió mantener el marcador apretado hasta que Mason apareció en todo su esplendor para destrozar la resistencia bética con tres triples consecutivos en el tramo final del segundo cuarto. Fue la apoteosis anotadora de un jugador en racha que puso a Manresa en el camino más seguro hacia el triunfo (49-37, min 20). 21 puntos anotó Mason en la primera parte, una cifra que no aumentaría en los dos últimos cuartos, pero ni falta que hizo.
Los locales cambiaron el éxtasis individual de Mason por un trabajo colectivo que les dio muy buenos frutos tras el descanso. Nueva salida en tromba de Manresa, liderado por un inspirado Hinrichs (15 puntos, 8 rebotes, 20 de valoración) que resultó clave en un 10-1 de inicio que hizo trizas definitivamente el partido. Nada pudo oponer el Betis al buen trabajo de Jou (9 puntos, 9 rebotes, 21 de valoración), a los movimientos de Eatherton en el poste bajo o a la aseada dirección de Tabu. Demasiado inconstantes los verdiblancos, que no conseguían nada más allá del acierto puntual de Feldeine y Harrow. Todo había quedado liquidado antes de un último cuarto de trámite (78-52, min 29) aunque el Betis se lo tomó en serio para adecentar en lo posible el desastre. Curro Segura ordenó una zona muy agresiva que sorprendió a un Manresa más preocupado en saborear la victoria que en mantener la concentración. A partir de esta base, el Betis logró reducir diferencias con mucha rapidez. Enechonya apareció en la línea de tres para rebajar la desventaja de la veintena y Ndoye (17 puntos, 5 rebotes, 23 de valoración) se encargó de amargar los últimos minutos a los pivots locales, de nuevo en apuros cada vez que le llegaba un balón dentro al pivot verdiblanco. Sin embargo, este esfuerzo no valió para inquietar el triunfo de Manresa por mucho que le cayera una técnica a Pedro Martínez o una antideportiva a Eatheron; la diferencia era demasiado elevada como para afrontar una remontada heroica. Pudo limpiar su imagen, pero la victoria de Manresa fue incontestable.
Joventut 83 – Baskonia 82: El duelo anotador entre Bassas y Vildoza fue lo más destacado de los primeros minutos de encuentro, marcados por un acierto notable de los dos equipos en el tiro de tres. La efectividad del tiro exterior mantuvo igualado el marcador hasta la parte final del primer cuarto, cuando los tiradores verdinegros demostraron que tenían pólvora de sobra almacenada para volar el aro de Baskonia. Joventut cerraría los primeros diez minutos con tres triples consecutivos; el último, de Bassas (19 puntos, 9 asistencias, 4 rebotes, 28 de valoración), que anotaba su cuarto lanzamiento de tres. En cambio, a los de Ivanovic les abandonó el acierto en el perímetro iniciado el segundo cuarto. Un serio problema que acabó por lastrar al conjunto vitoriano hasta el descanso, puesto que la Penya aprovechó cada error para salir al contraataque y destrozar la defensa rival por velocidad. Para colmo, Tomic se imponía con claridad en el juego interior, bien asistido por Dimitrijevic. El encuentro empezaba a tomar un cariz muy oscuro para Baskonia (47-32, min 20), pero tampoco aparecían soluciones para arreglar el desaguisado tras el descanso. Tomic (23 puntos, 4 rebotes, 27 de valoración) mantenía su dominio sobre los pivots rivales y a Ivanovic no le quedó otra alternativa que confiar en su última pieza en la pintura: Fall. No recurre mucho al gigante, pero era el último argumento al que acudir. La intimidación de Fall consiguió detener el ataque rival, pero a Joventut le bastaba con cerrar bien el rebote y algún triple esporádico para mantener la diferencia por encima de los diez puntos con comodidad.
No encontraba un resquicio Baskonia hasta que una sucesión de pérdidas de balón descontroló el partido. Henry emergió entre el caos para recortar diferencias e iniciar una remontada que continuó en el último cuarto. La imponente presencia de Fall surtía efecto, al igual que las ayudas que caían sobre Tomic y le impedían moverse por la zona. El partido se había vuelto loco definitivamente, el escenario en el que mejor se mueve Henry (24 puntos, 2 robos, 24 de valoración), un especialista en dinamitar partidos en el último cuarto. Con la ayuda de Polonara, trabajador en defensa y muy efectivo al encarar el aro, el base de Baskonia se encargó de igualar el choque a cinco minutos del final (65-65, min 35). Esperaba un final frenético, marcado por un intercambio de canastas que mantuvo el partido apretado aunque Baskonia disfrutaba de una ligera ventaja. Cinco puntos consecutivos de Fall colocaron al equipo vitoriano en una situación muy favorable (76-81, min 38), pero Tomic y Brodziansky aparecieron por la zona para situar a los verdinegros a un solo punto. El final igualado ya era inevitable. Henry estuvo listo para forzar la falta personal de Bassas, pero no estuvo igual de acertado al fallar su segundo tiro libre. A Joventut le quedaban once segundos para igualar o llevarse el encuentro. Circuló el balón hasta que llegó a Bassas en la esquina. El base verdinegro se libró de Henry con una finta para ganar el espacio necesario para lanzar de tres con comodidad y anotar el tiro ganador. No podía acabar de otra forma el triunfo de Joventut sino con otro triple del gran protagonista del primer cuarto, convertido en el responsable del triunfo que mantiene a los verdinegros en un puesto de privilegio.
GBC 72 – Fuenlabrada 100: Javi Juárez se estrenaba en el banquillo de Fuenlabrada como sustituto de Paco García, cesado tras seis derrotas en las seis primeras jornadas. En su estreno le esperaba un duelo delicado en Illumbe ante un rival directo por la permanencia. Hasta la mitad del primer cuarto el choque se mantuvo apretado, mientras a John Dee le duró el acierto para que el GBC se pudiera permitir la alternancia en el marcador, pero la superioridad en el juego interior de los visitantes se hizo notar con el paso de los minutos. Stevic, que inicia su segunda etapa en Fuenlabrada, aportó mayor solidez en la zona al conjunto madrileño, pero fue, en especial, Emegano quien dejó al descubierto las carencias de GBC en el juego interior (18-26, min 9). Curiosamente, fueron los pivots quienes sacaron las castañas del fuego al equipo donostiarra en pleno festival anotador de Marc García y Melo Trimble (20 puntos, 8 asistencias, 24 de valoración). Al comienzo del segundo cuarto fue Jaime Echenique quien permitió a GBC hacer la goma y evitar que Fuenlabrada rompiera el partido con el acierto de sus jugadores exteriores (31-41, min 15). Nunca falla el pivot colombiano, una de los grandes descubrimientos en este inicio de temporada. En la parte final del segundo cuarto, sería Okuo quien tirara de los locales para mantener la desventaja en un margen asumible hasta el descanso.
Fuente: fuenlabradanoticias.com
Tras la reanudación, continuó la lucha desesperada de GBC por seguir con vida en el partido aunque la renta que adquiría el Fuenla, entre los ocho y diez puntos, se antojaba muy peligrosa para los locales. Demasiadas eran las vías de agua que debía tapar Nicola. Emegano seguía creando numerosos problemas en la pintura. Marc García (21 puntos) continuaba amenazando en el tiro exterior, conservando la racha de acierto de los últimos encuentros. Ni siquiera fue capaz GBC de superar la pelea de Chema González en los minutos de refresco que da a los pivots titulares, pero entre Radoncic y Pere Tomàs se encargaron que su equipo aún llegara con vida al inicio del cuarto definitivo (57-62, min 31). Una lucha desesperada que llegó a su fin en el último periodo. Como le pasa por costumbre, a GBC se le acabó la gasolina en los minutos finales. Pese al empeño de Echenique, siempre infatigable, el bajón defensivo se llevó por delante todo el trabajo de resistencia realizando en los treinta minutos anteriores. Un Meindl (16 puntos, 8 rebotes, 17 de valoración) frenético destrozó el partido con una racha fulminante en el último cuarto que acabó con la moral de GBC (62-83, min 36). Con el partido perdido, el conjunto donostiarra bajó los brazos de tal manera que acabó encajando 38 puntos en el último periodo. Como era de esperar, terminó arrollado y vapuleado por un rival con ganas de resarcirse de un frustrante inicio de campaña y que sumaba su primer triunfo. No pudo ser más brillante y exitosa la andadura de Javi Juárez en Fuenlabrada.
Unicaja 79 – CB Canarias 86: Buen inicio de Unicaja, cimentado en el acierto en el tiro de tres, para dominar con claridad los primeros minutos de encuentro. El acierto de Bouteille y Deon Thompson (18 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias, 26 de valoración) fue suficiente para dejar atrás a un rival que atravesaba serios problemas en ataque, salvo cuando le llegaba el balón dentro a Shermadini (16-6, min 5). Sin embargo, la dinámica inicial cambió por completo mediado el primer cuarto. CB Canarias recurrió al mismo arma que le funcionó tan bien a los locales y destrozó el aro de Unicaja desde larga distancia. Doornekamp entró en racha y cambió el partido con tres triples consecutivos que dejaron aturdidos a los de Luis Casimiro. Cuatro minutos estuvo sin anotar el equipo malagueño, que vio cómo se esfumó su ventaja tras recibir un parcial de 0-13 que adelantaba por primera vez a CB Canarias. De todas formas, no se inquietó Unicaja, que repitió en el segundo cuarto el fulgurante arranque de encuentro. Siempre que aparece Nzosa por el partido, su defensa sube en gran medida su intensidad. En apenas tres minutos, el conjunto local devolvió el parcial encajado, pero no pudo disfrutar mucho tiempo de tranquilidad. Huertas volvió a tomar el control del partido y se dedicó a buscar en todo momento a Shermadini (22 puntos, 7 rebotes, 32 de valoración). El pivot georgiano se convirtió en un dolor de cabeza permanente para los pivots de Unicaja, que no lograron frenarle cada vez que recibía en la zona. A todo esto, Doornakamp (22 puntos, 5 rebotes, 28 de valoración) seguía por allí dispuesto a abrir la defensa local desde el perímetro. Sumó dos triples más a su cuenta para completar la remontada (39-40, min 19), aunque cinco puntos de Francis Alonso en el último minuto permitieron a Unicaja llegar por delante al descanso.
La historia de los dos primeros cuartos se repetiría en el tercero. Unicaja volvió a arrancar con fuerza y elevaron de nuevo la diferencia a los diez puntos con dos triples nada más empezar. Otra vez le tocaba bregar a CB Canarias y nuevamente respondió con decisión. Apretó en defensa hasta el punto de colapsar el ataque de Unicaja, demasiado pendiente del tiro exterior sin buscar otro argumento ofensivo. Huertas (16 puntos, 10 asistencias, 5 rebotes, 21 de valoración), por su parte se hizo definitivamente con el control del partido. Siempre encontró el hueco para hallar a los pivots de CB Canarias, demoledores durante el tercer cuarto. Luis Casimiro no sabía ya qué hacer para frenar un parcial que llegó a 2-17. Unicaja se convirtió en un equipo sin rumbo que bailaba al son que marcaba Marcelinho Huertas. Dos triples seguidos de Salin al inicio del último cuarto le situaron en una situación muy comprometida y con muy difícil salida (61-75, min 33). Demasiada obsesión por el triple, el único recurso al que acudía el equipo malagueño para salir del bache. Que un jugador del perfil de Alberto Díaz (19 puntos, 4 asistencias, 19 de valoración) lanzara doce triples en el partido es un auténtico desparrame, y eso que el base de Unicaja no estuvo mal en el tiro de tres. Pese a que el parcial de 7-0 supuso un pequeño alivio, Huertas fue un obstáculo insalvable para pensar en una remontada. Ya fuera en acción individual o encontrando a los pivots bajo el aro, el base brasileño no permitió que los minutos finales escaparan de su control. Otro triunfo más para CB Canarias, que mantuvo la imbatibilidad en su visita al Martín Carpena.
Gran Canaria 75 – Obradoiro 85: No resultó nada sencillo romper la igualdad impuesta durante casi todo el encuentro en el Gran Canaria Arena, bien reflejada por un primer cuarto que fue la mejor imagen de lo acontecido en la cancha. El 0-5 de inicio fue enjugado rápidamente por Shurna, que igualó el marcador antes que dos triples de Dimsa dieran la primera ventaja del encuentro a Gran Canaria. No obstante, los locales no fueron capaces de tomar una ventaja seria debido a otro derroche de acierto de Kassius Robertson (21 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 20 de valoración), que anotó trece puntos en el primer cuarto. Demostró en Las Palmas que su capacidad anotadora ante el Real Madrid el pasado martes no fue flor de un día. De su mano, Obradoiro nunca perdió de vista a un rival que disfrutó de una pequeña ventaja tras un par de triples de Okoye que también obtuvieron rápida respuesta del equipo gallego. El ritmo desenfrenado en ataque continuó en el segundo cuarto, marcado por el indiscutible dominio en la zona de Birutis. Las alternativas en el marcador continuaron al inicio de periodo, pero el poderío del pivot lituano le concedió a Obradoiro un ligero dominio que mantuvo hasta el descanso. El empeño de Wiley y Burjanadze en la pintura permitieron a Gran Canaria no perder de vista a los visitantes, que llegarían al intermedio por delante (44-46, min 20).
El ritmo desenfrenado de anotación se pararía en la segunda mitad, que tomó un cariz más físico y de pelea en la zona. No le vino bien este escenario a los locales, que seguían sufriendo la autoridad que ejercía Birutis (19 puntos, 12 rebotes, 31 de valoración) en el juego interior. Una joya el pivot lituano, no fue el mejor jugador del mes de septiembre por casualidad. Gran Canaria aguantaba a trancas y barrancas aunque no perdía la cara al partido. Pese al daño que recibía de Birutis, conseguía no descolgarse. Incluso logró recuperar el mando en el marcador tras siete puntos consecutivos de Ferrari en la parte final del tercer cuarto (60-59, min 29). El partido iba directo a un final de lo más apretado, pues ninguno de los dos equipos conseguía un margen reseñable. Se sucedían las alternativas hasta que Obradoiro consiguió cerrar la zona y complicar la existencia al ataque local. Un par de buenas acciones de Cohen (10 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias, 18 de valoración) otorgaron a Obradoiro un pequeño margen, que consolidaron entre Robertson y Birutis cuando el encuentro encaraba su recta final (71-77, min 37). El esfuerzo que aplicaba Gran Canaria para cargar la zona resultó estéril. Costello tiró por tierra definitivamente el encuentro en unos minutos finales nada afortunados. Un triple errado, una falta en ataque y una antideportiva sobre Oliver sellaron la suerte de Gran Canaria, hundido en su profunda crisis tras su séptima derrota consecutiva en Liga ACB. La cabeza de Porfi Fisac empieza a oler a pólvora.
Real Madrid 93 – Estudiantes 77: No hacen falta unas gradas vacías por la pandemia para saber que hace años que el derbi madrileño ha perdido aliciente, sobre todo para el Real Madrid. La baja tensión del equipo blanco se hizo patente desde el salto inicial con tres pérdidas de balón en los tres primeros ataques. Laso no esperó más de minuto y medio para solicitar tiempo muerto y soltar una de sus famosas Lasinas debido a la falta de concentración de sus jugadores para atacar la zona 2-3 colegial. La perenne defensa zonal de Estudiantes se le atragantó durante buena parte del primer cuarto al Madrid, que no fue capaz de moverla para encontrar tiros sencillos. Tampoco le marchaban bien las cosas en defensa, ya que Abalde se veía superado por Gentile, Estudiantes anotaba cómodo a media distancia y hubo más de un error bajo el aro. Se acumulaban los problemas (5-15, min 5), pero emergió Campazzo (15 puntos, 2 asistencias, 2 robos, 22 de valoración) en el momento justo para sacar al conjunto de Laso de su letargo. Fue el único recurso ofensivo válido, pero fue suficiente para que la desventaja se redujera con rapidez. El base argentino acabó el primer cuarto con trece puntos y se convirtió en el gran protagonista de un parcial de 9-0 que sacaba a su equipo de apuros. Un respiro aunque el Madrid recayó en las pérdidas en la parte final del primer cuarto, lo que permitió a Estudiantes tomar aire brevemente. El intercambio de canastas que llegó al inicio del segundo periodo perjudicó a la larga al equipo colegial. Su zona 2-3 se convirtió en rutinaria y previsible, circunstancia que aprovechó Thompkins (14 puntos, 5 rebotes, 16 de valoración) para destrozarla a triples desde posición frontal al aro. Siempre estuvo solo, sin nadie que le incordiara. Gentile mantuvo arriba a Estudiantes mientras le duró el acierto, pero había convertido el ataque visitante en una suerte de individualismo que fue contraproducente cuando se le terminó la racha al italiano. Cuando se marchó al banquillo se llevó tras él toda la anotación de Estudiantes, que se sumió en un pozo muy profundo del que no fue capaz de salir.
Maniatados por una defensa que ya había alcanzado un alto nivel de compromiso, los del Ramiro se quedaron sin anotar durante los últimos cuatro minutos del segundo cuarto. Por contra, el Madrid destrozaba la insistente zona 2-3 con un triple tras otro hasta alcanzar un parcial de 16-2 que dejaba el partido controlado al descanso (44-34, min 20). La tendencia se confirmó tras el intermedio. Dos triples más de Carroll alimentaron la ansiedad de un Estudiantes negado, frenado en seco por una defensa que no le permitía ningún lanzamiento cómodo. Pese a que Tavares estaba fallón en ataque, la nula anotación visitante encaminaba el partido hacia un desenlace inminente. Así fue. Al Madrid le bastó sumar desde el tiro libre para destrozar definitivamente el derbi (64-39, min 27). Estudiantes sumó casi diez minutos sin anotar, la duración de un cuarto entero. Un bache interminable que le llevó a rozar el ridículo por momentos. Otra temporada más, se veía arrollado por su eterno rival a domicilio; se ha convertido en costumbre. Sólo apareció el orgullo en el último cuarto, con todo decidido. Buscó una presión agresiva, pero terminó cometiendo demasiadas faltas personales. Además, siempre llegaba un triple madridista para mantener la ventaja en la veintena. Sin embargo, Estudiantes se liberó en ataque y consiguió reducir daños de la mano de unos buenos minutos de Giedraitis y el maquillaje a última hora de John Roberson (15 puntos, 3 asistencias, 16 de valoración). Maquillaje básico y rudimentario que no oculta otro serio revolcón de su poderoso vecino, que se mantiene imbatido en lo más alto en la Liga ACB. El bálsamo para el triste inicio en Euroliga.
Barça 82 – Andorra 71: No quería confianzas Jasikevicius ante un rival que suele resultar indigesto y ya le sorprendió en verano en la final de la Lliga Catalana. El Barça planteó un partido de seriedad defensiva y marcador corto que mantuvo todo igualado durante casi todo el primer cuarto. Andorra se mantenía pegado en el marcador, pero las pérdidas de balón le acabaron pasando factura cuando terminaron los primeros diez minutos. Un buen minuto final le dio al Barça la oportunidad de conseguir un margen de alivio al acabar el primer cuarto (19-12, min 10). El buen marcaje a Hannah le creó muchos problemas a Andorra, menos equipo cuando su base no puede entrar en juego. El intercambio de canastas que llegó al comienzo del segundo cuarto tampoco le sirvió a los visitantes para entrar en calor. Regresaron las pérdidas de balón, que servirían de acicate a los azulgranas para continuar aumentando la diferencia. El acierto en el tiro exterior, que había brillado por su ausencia en el Clásico del viernes, le permitía al Barça manejar con comodidad el encuentro y compensar los errores que acumulaba Oriola, que evidencia que está lejos de su mejor momento. No obstante, ni su gris rendimiento ni que el Barça entrara de lleno en la dinámica de errores de su contricante inquietó lo más mínimo. El conjunto azulgrana tenía el partido controlado (41-30, min 20) y consolidó su dominio tras el descanso. Andorra, sin Hannah en pista, se entregó a una sucesión de tiros de tres que no colaboró en mejorar su situación en el partido. Sin acierto desde fuera, no era capaz de seguir el ritmo anotador de un rival que ya saboreaba un triunfo que parecía seguro (56-38, min 25).
Ibon Navarro volvió a contar con Hannah, quizá demasiado tarde, pero lo cierto es que su regreso a la pista resultó de provecho para Andorra. Mejoró el ataque visitante aunque no desaparecieron las dificultades que planteaba la defensa del Barça; el talento de Hannah logró sortearlas en más de una ocasión. Por otra parte, el base encontró en Llovet (9 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración) un socio muy productivo en la zona. El Barça empezó a mostrarse un tanto nervioso. Desperdició muchos tiros libres y empezaba a tontear con la posibilidad de que su rival entrara de nuevo en el encuentro. Trató de evitarlo aprovechando que Andorra no estuvo fino a la hora de cerrar la zona. Calathes se hinchó a encontrar a Mirotic (14 puntos, 4 rebotes) cada vez que el hispano-montenegrino cortaba por la zona para contener por momentos la reacción visitante, pero las concesiones del equipo azulgrana al inicio del último cuarto aumentaron el enfado de Jasikevicius. No era para menos, pues Andorra se había acercado peligrosamente (63-58, min 31). Incluso tuvo ocasiones de reducir aún más la desventaja, pero las desperdició seleccionando mal los tiros. No se le volvería a presentar otra oportunidad. El Barça aprovechó las personales rivales para tomar de nuevo una renta cómoda. No acabó nada contento Andorra con el reparto de faltas en el último cuarto, hasta el punto que Hannah terminó desesperado y llevándose una técnica por tirarse. Como remate, Smits hizo acto de presencia para decidir de una vez por todas el encuentro. El jugador letón ha aprovechado los minutos que dejó la ausencia de Mirotic las dos últimas semanas, su crecimiento es innegable. Smits (15 puntos) completó el parcial de 15-4 que dejaba resuelto el partido (78-62, min 38). Saras pudo relajarse y dar entrada a Bolmaro y Sergi Martínez en los minutos finales, en los que Senglin se ocupó de reducir diferencias en el tramo final. La rúbrica a una semana completa para el baloncesto azulgrana.
El partido entre Burgos y UCAM Murcia quedó aplazado hasta el 4 de noviembre debido al positivo por coronavirus de Jordan Sakho, que se ha extendido a otros cinco miembros del club en las últimas horas.
Descansa: Bilbao Basket.
Real Madrid y CB Canarias continúan en lo más alto de la clasificación y sin conocer la derrota, con un balance de 6-0. Les siguen Barça (5-1), Obradoiro y Joventut, ambos con 5-2. En la parte baja, se encuentran Fuenlabrada, Betis y GBC, todos igualados con 1-5, y Gran Canaria (1-6) como farolillo rojo de la Liga ACB.
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