El comienzo de una temporada histórica para Gran Canaria dejaba en el aire la seria duda sobre cómo afrontaría el curso más duro y exigente que haya conocido. Carecía de experiencia y la profundidad de plantilla de los grandes europeos, rivales en el ilusionante estreno en Euroliga. Nada que ver con su trayectoria conocida en la Eurocup, segunda competición europea. Exigencia máxima ante oponentes de otra realidad diferente, a los que supone una gesta batir. Los temores se han confirmado. Gran Canaria no es capaz de asimilar los enormes esfuerzos de la máxima competición continental y lo está pagando en Liga ACB. Derrotas ante rivales inferiores que le han postergado a la parte baja de la clasificación, un lugar que cayó en el olvido hace años en Las Palmas. Tampoco la plantilla se ajusta al estilo del juego de Salva Maldonado, preceptor de un juego alegre y volcado en el tiro exterior. Está más diseñada para el anterior técnico, Luis Casimiro, defensor de un bloque más físico y esforzado. La derrota en casa en el derbi canario colmó la paciencia de la afición de Gran Canaria, harta de malos resultados. Despidió con una sonora bronca a su equipo, que ha entrado en unos apuros desconocidos desde hace mucho tiempo. Es el coste de viajar por el Olimpo cuando no hay costumbre ni preparación. El sueño se transforma en una pavorosa pesadilla.
Gran Canaria 77 – CB Canarias 91: La afición de Gran Canaria anda irritada con la mala racha de resultados de su equipo en este inicio de temporada y no tardó en hacer patente su enfado tras un horrible comienzo en el derbi. Cuatro pérdidas de balón en cuatro minutos que provocaron los primeros pitos de la grada tras el tiempo muerto solicitado por Salva Maldonado (4-12, min 4). Gran Canaria reaccionó con cinco puntos seguidos de Strawberry pero CB Canarias mantuvo un buen porcentaje en el tiro exterior para conservar la ventaja durante el primer cuarto. Gran Canaria pareció asentarse en el segundo cuarto. Atacó con mayor criterio con Oliver en pista. Dos triples de Rabaseda igualaron el encuentro pero los locales seguían azotados por la eficacia de la línea exterior rival. A golpe de triple, CB Canarias generaba mayor nerviosismo logrando un parcial de 2-11 (33-42, min 16). No cesaban las miserias de Gran Canaria, obligado a hacer la goma para seguir aferrado al partido. McFadden apareció en los últimos instantes del segundo cuarto para que CB Canarias llegara al descanso por delante con cierta comodidad. Gran Canaria fue despedido con más pitos en su camino a vestuarios. No le ayudaron. Ataques poco elaborados, malas decisiones. Las pérdidas de balón continuaban como una lacra irresoluble. CB Canarias cometió menos errores y mantenía un margen tranquilizador. Gran Canaria seguía jugando en el alambre. Eriksson recortaba la diferencia en el tramo final del tercer cuarto pero los visitantes aguantaron el tirón. Una antideportiva de Strawberry (16 puntos, 3 asistencias) costó cinco puntos que elevaron la diferencia por encima de la barrera psicológica de los diez. Gran Canaria acabó abrumado por la tensión y los nervios. La presión se acrecentaba con el enfado del público, harto de los rebotes ofensivos rivales. Iverson (15 puntos, 8 rebotes, 17 de valoración) barría todos los balones que caían por la zona y llevaba el choque a un desenlace inminente. Un triple de Abromaitis (20 puntos, 4 rebotes, 4 robos, 29 de valoración) puso la sentencia. CB Canarias durmió el partido en los últimos minutos. Ya no se le escaparía el triunfo en el derbi canario que acabó con una bronca monumental de la afición de Gran Canaria a su equipo. No aguanta más. El sueño del estreno en Euroliga está convirtiendo la temporada en una terrible pesadilla.
Valencia Basket 89 – Manresa 76: El primer cuarto en la Fonteta pasó como un simple periodo de tanteo. Valencia Basket dominó el juego interior pero el acierto en la línea de tres le permitió a Manresa gozar de una ligera ventaja hasta iniciado el segundo cuarto. Entonces el aumento de la eficacia en el trabajo defensivo de los locales empezó a marcar diferencias. Muchos robos de balón producto de la agresiva defensa de Valencia Basket. No fue una coincidencia que la mayor actividad llegara desde la entrada a pista de Abalde (13 puntos, 3 asistencias, 16 de valoración), muy comprometido en labores defensivas. A partir del buen hacer atrás llegó la confianza en ataque. Los hombres de Jaume Ponsarnau anotaban en cada jugada para abrir un hueco muy importante en el marcador. Manresa se vio arrollado. Parcial de 17-2 que significaba todo un punto de inflexión (45-29, min 18). Valencia Basket mantuvo el nivel defensivo tras el descanso. Sacó de la pista a Manresa que encajó un 10-0 de inicio que le dejaba fuera de combate. No quedaba mucha historia en apareciencia (60-37, min 22) pero Manresa se empeñó en convertir el epílogo en un capítulo muy largo. Apareció Renfroe (14 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración) para levantar a su equipo de la lona. Los triples permitieron recortar la diferencia a los hombres de Joan Peñarroya, que llegaron al final del tercer cuarto con una mínima esperanza de cambiar el destino del encuentro. El banquillo de Manresa consiguió llevar la preocupación a la Fonteta. Muy buenos minutos de Álvaro Muñoz, afianzándose como un recambio de garantías para Renfroe. Sakho superó en todo momento a Labeyrie en la zona. Dos triples consecutivos visitantes llevaron las dudas a la grada (74-68, min 32). No está sobrado de confianza Valencia Basket y esta remontada rival no hacía sino que alimentar la ansiedad por escapar a la espiral de desacierto en la que había entrada. Sin embargo se contagió Manresa del desatino ofensivo. Demasiadas prisas por completar la remontada que derivaron en un abuso del triple que truncó sus opciones. Al final Valencia Basket encontró la tranquilidad en su talento individual. Emergió Dubljevic (21 puntos, 13 rebotes, 3 asistencias, 33 de valoración) como factor decisivo en los últimos minutos. El rebote ofensivo resultó clave en los últimos compases para asegurar un triunfo muy necesario para el conjunto valenciano.
GBC 92 – Burgos 83: Illumbe se convirtió en una versión del Coliseo de Burgos ante el desplazamiento en masa de la afición burgalesa, un hecho que ya es habitual en la Liga ACB. La nutrida representación visitante comenzó muy satisfecha con la buena puesta en escena de su equipo (4-11, min 4). GBC pasaba muchos apuros con el juego interior de Burgos, un equipo a la antigua que prima la búsqueda del tiro de dos en los tiempos del desenfreno por el triple. Sigue la senda marcada por Jasikevicius en Zalgiris. Burjanadze tiró de los locales mientras trataban de asentarse en la cancha. Un salvavidas hasta la entrada de Corbacho. Hizo ruido nada más entrar. Dos triples para calentar la muñeca. El prólogo a su gran noche. El acierto desde fuera de Corbacho cambió el partido. Obligó a abrir la defensa y GBC encontró huecos para atacar con mayor comodidad. 11-0 de parcial que tuvo que frenar Diego Epifanio con un tiempo muerto (33-24, min 14). Burgos regresó a la idea original. Balones en la zona a los hombres altos que lograron sacar personales con mucha facilidad. Entrar en bonus supuso un contratiempo para GBC. Jaramaz supo encontrarle las cosquillas a los bases rivales para forzar faltas. Los tiros libres se convirtieron en el remedio para salir de apuros. Sirvieron para igualar el marcador al descanso.
En la reanudación regresaron los problemas para GBC. Nevels y Jorge Gutiérrez competían en torpezas y dos triples rivales acabaron con la paciencia de Valdeolmillos. Dani Pérez aportó mayor claridad al juego donostiarra pero GBC encontró una china en el zapato en Deon Thompson (17 puntos, 7 rebotes, 16 de valoración), inapelable en ataque durante el tercer cuarto. A los locales les tocaba subsistir. Burjanadze (19 puntos, 6 rebotes, 20 de valoración) volvió a ser el recurso de emergencia. Tras más de un año de tinieblas, el alero georgiano mostró el nivel con el que deslumbró en Andorra. Clave para llevar el partido a un último cuarto muy emocionante. Momento para la explosión de Corbacho. Comenzó el periodo final con un 3+1 espectacular, un delicioso aperitivo de lo que estaba por llegar. Corbacho destrozó desde la línea de tres el entramado defensivo rival. No hubo forma de atajar el espectacular acierto de un tirador letal. Trató de neutralizar sus efectos de varias maneras. Primero con las acciones de Fittipaldo. Cancar tomó el relevo. Mantuvieron el marcador ajustado pese a que Burjanadze seguía haciendo de las suyas para acompañar a Corbacho. Los errores de Thompson en los últimos minutos lastraron a Burgos en un final de partido que acabó reventando Corbacho (25 puntos, 2 rebotes, 24 de valoración). Su séptimo triple destrozó el encuentro (87-79, min 38). El octavo puso la guinda a un recital soberbio en el triple. 8/11, una bestialidad que noqueó a Burgos.
Unicaja 78 – Breogán 72: Minutos iniciales de tanteo en los que se manejó bien Breogán. Buena combinación entre Cvetkovic y Jerome Jordan que permitía al equipo lucense maniobrar con comodidad en el encuentro. No cambió la dinámica hasta que Jaime Fernández empezó a hacer de las suyas. 8-0 de parcial de la mano del base, el jugador más desequilibrante del equipo malagueño en los dos primeros meses de temporada. Tan imprescindible que su ausencia en pista le afecta muy negativamente a Unicaja. No faltaba ritmo pero sí acierto. Unicaja no salió muy afectado del desatino en pista durante buena parte del segundo cuarto pero la diferencia no era demasiado amplia y dos triples de Cvetkovic (15 puntos, 5 asistencias, 3 rebotes, 20 de valoración) volvieron a apretar el marcador. El regreso de Jaime Fernández revitalizó a Unicaja, que necesitaba a su referente como el comer. Él solo se encargó de marcar las diferencias nuevamente. Breogán no supo frenar los cortes por la zona del base de Unicaja. Como quien no quiere la cosa, Jaime Fernández logró que su equipo se fuera tranquilo a vestuarios (39-28, min 20). Breogán saldría a la segunda mitad más resuelto y decidido en defensa, en busca de cambiar una dinámica que no le favorecía. Convirtió el tercer cuarto en una guerra de guerrillas que le favoreció. Supo aprovechar los errores rivales y la mañana negativa de Lessort, sin tino ni fortuna en la zona. El rebote ofensivo le dio buen resultado a los visitantes que lograron subirse a la chepa del equipo de Luis Casimiro (50-48, min 29). El técnico local puso a dos bases en pista para escapar de la trampa tendida por la defensa de Breogán. Aunque apareció Redivo para mantener el marcador ajustado, los visitantes ya no conseguían aprovechar el rebote en ataque. Carlos Suárez sería importantísimo en el despegue local. Actitud, esfuerzo y rendimiento en la zona para lograr una ventaja moderada pero suficiente. Gerun (16 puntos, 9 rebotes, 27 de valoración) tiró de Breogán en los momentos difíciles pero el partido estaba ya bajo control de Jaime Fernández (24 puntos, 7 asistencias, 4 rebotes, 35 de valoración, MVP de la jornada). La sucesión de tiros libres no hizo más que alargar la situación. No fallaba nadie. Una falta en ataque de Lofberg en una transición acabó con las últimas esperanzas de Breogán. No apareció la mejor versión de Unicaja pero bastó con un brillante Jaime Fernández para conseguir un triunfo trabajado.
Andorra 93 – Baskonia 73: La victoria contra el Real Madrid en el Palacio de los Deportes ha supuesto una dosis enorme de moral para Andorra. Parece otro tras ese sonado triunfo. Albicy (19 puntos, 6 asistencias, 25 de valoración) clavó el espectacular inicio de partido de la jornada anterior. Ha encontrado la inspiración en el tiro exterior en pleno renacer del equipo andorrano. La claridad en la dirección la sigue conservando. Dos triples más de Shurna llevaron la preocupación al banquillo visitante. Pedro Martínez había tomado buena nota de los estragos que creó Albicy ante el Real Madrid y no quiso dar mayor margen (20-8, min 5). Cambió el gobierno del timón para entregárselo a Vildoza. El base argentino funcionó como revitalizante del juego vitoriano. Su juego eléctrico con toques de genialidad invirtieron la dinámica en el tramo final del primer cuarto. 3-13 de parcial que ajustó el marcador al finalizar el periodo pero la situación distaba de estar controlada para Baskonia. El tiro exterior local siguió haciendo estragos en el segundo cuarto. Por mucho que intentaba marcar un ritmo controlado de partido, Baskonia no conseguía parar el frenesí en el que se mueve tan bien Andorra. Voigtmann (10 puntos, 7 rebotes, 19 de valoración) sostenía a los de Pedro Martínez pero Ennis (14 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias, 25 de valoración) se encargaba que Andorra no perdiera el mando en ningún momento. El regreso a pista de Albicy volvió a lanzar a los locales en las inmediaciones del descanso. Ocho puntos consecutivos, con dos triples incluidos, llevaron la zozobra a Baskonia antes de enfilar el túnel de vestuarios (46-36, min 20). Fue el adelanto de lo que estaba por llegar.
Como hizo en el Palacio de los Deportes, Andorra regresó desatado al partido. Baskonia ni se enteró de la velocidad que imprimieron los locales al partido. Los pivots de Baskonia se mostraron impotentes para frenar a Diagne (15 puntos, 9 rebotes, 23 de valoración). Una actuación brillante del pivot ante uno de los juegos interiores más poderosos de la Liga ACB. Como pasara una semana antes, Andorra anotaba en cada ataque con una facilidad inusitada. Impotencia absoluta ante un rival que le zarandeaba sin miramientos. Tres triples seguidos llevaron la locura a las gradas (65-45, min 26). El líder estaba mordiendo el polvo de tal forma que llegaba al escarnio público. Shields (16 puntos, 3 rebotes) se echó a Baskonia a la espalda en busca de una remontada inverosímil. Gran final de tercer cuarto en el que protagonizó un parcial de 1-11 pero Andorra no se puso nervioso con la reacción individual del jugador estadounidense. Controló de cabo a rabo el último cuarto. Rafa Luz Freire estuvo inspirado en los minutos de refresco de Albicy. Ennis volvió loca a la defensa visitante con su facilidad anotadora. Diagne continuó su tiránico dominio en la zona. Baskonia no pudo seguir el ritmo de un rival que no levantaba el pie del acelerador y acabó descarrilando con estrépito (86-67, min 36). Por segunda jornada consecutiva el líder cae a los pies de Andorra. El equipo más en forma de la ACB, que contaba sus últimos encuentros por palizas, acabó hecho ciscos ante un rival redivivo y lleno de moral que ya mira de cerca los puestos que llevan a la Copa.
Fuenlabrada 80 – Real Madrid 95: El Real Madrid salió dispuesto a imponer su marcha irrefrenable en Fuenlabrada desde el salto inicial. Llull hizo cuanto le vino en gana en los primeros minutos, marchándose de sus defensores cuando y como quiso. Pero no se amilanó Fuenlabrada, respondiendo con dos triples a la efervescente salida de Llull. No temió entrar en un intercambio de canastas. Bellas disputó en el primer cuarto sus mejores minutos en lo que llevamos de temporada. Buena dirección y acierto para adelantar a los locales en el marcador. Partido animado aunque no faltara intensidad. En alguna ocasión incluso hubo de sobra. Randolph y O’Leary acabaron en el banquillo con una aparatosa brecha tras chocarse sus cabezas. Aún así anotó Randolph. Impresionante. La aparición de los hombres de refresco en el Madrid trajo mayor intensidad defensiva. Rudy subió en gran medida la agresividad defensiva que maniató a los suplentes del Fuenla. Parcial de 2-12 que encauzaba la situación para el Madrid (23-32, min 11) pero no tardó en reaccionar Fuenlabrada con el regreso de hombres clave como Popovic (16 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 15 de valoración) y Bellas. Una antideportiva de Taylor supuso cinco puntos que despertaron a los locales. Felipe Reyes mantenía al Madrid por delante con cierta holgura pero el juego de Fuenlabrada había recuperado la solidez y alegría. Velocidad y rebote ofensivo para igualar el marcador. En el Fernando Martín soñaban con otra gesta como la jornada pasada ante el Barça. Le esperaba una segunda parte complicada al Madrid aunque se marchara al descanso por delante con un triple final de Campazzo.
Sin embargo los locales sólo pudieron aguantar los arreones rivales en los minutos iniciales del tercer cuarto. Entró en juego el factor Tavares. Sacó del partido por completo a Nogueira. Le obligó a jugar lejos del aro, donde su juego pierde mucha efectividad. Acabó hundido ante su incapacidad para defender al gigante de Cabo Verde. Tavares (12 puntos, 8 rebotes, 2 tapones, 23 de valoración). Le superó por fuerza y movilidad. Asombra la enorme mejoría de Tavares en sus movimientos desde que llegó a Madrid. Néstor Che García paró el partido tras encajar su equipo un parcial de 0-10 (48-61, min 24) pero la situación tornaba a irreversible. El Madrid corría al ritmo que imponía Llull (17 puntos, 2 asistencias, 16 de valoración), imparable cada vez que entraba a canasta. A Fuenlabrada le costaba encontrar buenos tiros. Rupnik intentó ejercer de revulsivo, como la semana anterior, pero los esfuerzos individuales eran estériles ante el rodillo colectivo del campeón de Europa. El Madrid surtió de balones a Ayón para que el pivot mexicano rompiera definitivamente el partido. No había más cera que la que arde (65-83, min 33). El Madrid no encontró problemas para mantener tan amplia ventaja y firmar un plácido triunfo. El tropiezo contra Andorra está más que superado.
Fuente: noticiasparamunicipios.com
Barça 107 – UCAM Murcia 75: De la mano de un inspirado Kuric el Barça tomó rápidamente ventaja en los minutos iniciales. 10-2 de salida como punto de arranque a una buena puesta en escena. Intensidad defensiva que dejó sin ideas a UCAM, romo y falto de decisión en ataque. El dominio de los pivots azulgranas era inapelable. Tomic y Oriola camparon a sus anchas ante un rival que no entró al partido hasta los instantes finales del primer cuarto. El tiro exterior y los robos de balón permitieron reaccionar al equipo murciano, que aprovecharon que los suplentes azulgranas no estaban nada finos. El parcial de 2-13 logrado metió de lleno en el choque a UCAM Murcia (27-25, min 13). Seraphin mantuvo arriba al Barça hasta que Pesic volvió a dar entrada a jugadores del quinteto titular. Blazic y Kuric dieron otro aire al ataque local para que el Barça pudiera llegar al descanso con relativa tranquilidad (44-37, min 20). Kuric mantuvo la inspiración tras el intermedio. Otra salida en tromba de los azulgranas, en los mismos términos que el primer cuarto, dejaba el partido en vías de una resolución muy próxima. El Barça anotaba con facilidad y UCAM Murcia no acertaba a más que intercambiar canastas, lo que no le servía de nada. Sin embargo aguantó el tipo aprovechando los fallos del Barça en el tiro libre, la misma historia de cada partido. Sumó de tres en tres para dejar claro que seguía muy vivo (64-60, min 28), dispuesto a dar otra enorme sorpresa como la pasada temporada en el Palau Blaugrana. Pero el Barça no daría pie a una mínima opción rival. Blazic (18 puntos, 8 rebotes, 3 robos, 31 de valoración) fulminó a la defensa rival en los primeros minutos del último cuarto. El Barça arrolló en defensa a un rival sin combustible y le sometió con su facilidad para buscar el rebote ofensivo. Parcial pa cagarse de 18-1 que hizo trizas el partido. Pesic pudo repartir minutos con tranquilidad. Smits, necesitado de lucimiento en un gris comienzo de temporada, aprovechó bien sus minutos en el último cuarto. Azote en el tramo final de UCAM Murcia, que bajó los brazos hasta desplomarse con estruendo. El Barça tiró de seriedad y oficio en el último cuarto para vencer con mucha rotundidad. Es un equipo mucho más serio que la pasada temporada aunque no alcance la facilidad de juego y brillantez de su eterno rival.
Otros resultados: Joventut 83 – Obradoiro 79, Basket Zaragoza 91 – Estudiantes 85.
Barça y Real Madrid vuelven a quedarse solos en el liderato, con 7-1, una victoria por encima de Baskonia y Unicaja y dos sobre CB Canarias y Joventut. Gran Canaria aún esta fuera del descenso pero igualado con los dos ocupantes de la zona caliente, GBC y Breogán. Los tres están con 2-6.
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