Al Real Madrid le costó acabar con la resistencia de Unicaja para llevarse el primer partido de la semifinal. Faltó continuidad y acierto en ataque. Demasiados jugadores volvieron a presentar un tono menor del que necesita el equipo blanco para repetir por tercera vez como campeón de Liga ACB. Salvó la situación el brillo estelar del gran referente del Real Madrid, el faro que sigue guiando a los de Laso en los momentos más complicados. Llull volvió a vestirse de superhéroe para sacar a su equipo de un terreno muy pantanoso, del fango al que intentaba arrastrarle Unicaja en un tipo de partido que no le convenía. La espesura y falta de acierto duraron hasta que Llull dijo basta. Él solo se les apañó para cambiar la cara al choque, para devolver los ánimos a jugadores y aficionados madridistas, para insuflar aliento que anime a otro esfuerzo más. Tal es la dependencia en estos momentos que casi ni puede permitirse un respiro. Todo pasa por la magia y la pizca de fortuna que surgen de las manos del jugador menorquín. Los partidos y su propio equipo giran entorno a lo que diga Llull. Tal es su enorme influencia aunque tenga que ocuparse de salvar los malos partidos de compañeros que arrastran varios partidos sin dar el nivel esperado.

Baskonia 82 – Valencia Basket 83 (0-1): Sito Alonso sorprendió a todos presentando un quinteto inicial muy poco habitual. Laprovittola, Ledo y Diop formaron parte del cinco inicial mientras Larkin comenzaba el encuentro en el banquillo. Momento extraño para hacer experimentos. Sin embargo quien no entró con buen pie al choque fue Valencia Basket. En el primer ataque perdió el balón y Sikma no supo disimular al hacer la falta. Antideportiva y cuatro puntos como castigo. Valencia Basket respondió con cinco puntos seguidos para alcanzar su primera ventaja. El partido entró en un interesante intercambio de canastas que benefició ligeramente a Baskonia, casi siempre por delante en el marcador. Se vivió un duelo anotador muy atractivo entre San Emeterio y Hanga durante los primeros minutos. El tiro exterior adelantó nuevamente a los visitantes pero las alternativas en el marcador no cesaban durante todo el primer cuarto. El ritmo rápido en ataque animaba un partido que continuó en la misma tónica hasta mediado el segundo cuarto. Valencia Basket comenzó a pasar problemas serios para cerrar la zona. Los bases de Baskonia encontraban puertas atrás con demasiada facilidad. Laprovittola sigue ganando en acierto y confianza en los últimos partidos. El base argentino encontraba soluciones para que su equipo anotara con frecuencia. Valencia Basket se fue atascando, sólo tenía a San Emeterio como un recurso fiable para atacar el aro local. Un parcial de 11-2 sirvió a Baskonia para marcharse con cierta tranquilidad al descanso (41-33, min 20). Valencia Basket buscó la reacción con un mejor trabajo defensivo. Consiguió que Baskonia encontrara más problemas para anotar, hizo la goma para volver a acercarse pero encontró respuesta en un Larkin (17 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes, 25 de valoración) que comenzó a ser resolutivo. Apenas apareció en la primera mitad pero se hizo con el control absoluto del encuentro en el tercer cuarto. Fiable en el tiro y encontrando buenas soluciones para sus compañeros. Ledo empezaba a aparecer por primera vez desde su fichaje por el equipo vitoriano. Estuvo más inspirado en ataque y demostró rapidez de manos para robar balones y salir al contraataque.

Fuente: lainformacion.com

El parcial de 13-4 conseguido por los locales ponía la máxima diferencia en el marcador (60-50, min 28). A Valencia Basket le sostuvo el acierto de San Emeterio (24 puntos, 7 rebotes, 31 de valoración), absolutamente fundamental para mantener las opciones visitantes. Con la ayuda de Sastre (14 puntos, 4 robos, 3 asistencias, 21 de valoración) devolvió el parcial encajado y volvió a poner el partido en un puño. Baskonia podría de nuevo a prueba la fortaleza mental de los de Pedro Martínez. Estiró otra vez la diferencia buscando a Shengelia, muy efectivo durante unos instantes. Las penetraciones se convirtieron en un problema difícil de solucionar para Valencia Basket pero le salvaron al conjunto taronja las pérdidas de balón rivales. No pudo romper el partido Baskonia y lo pagó caro. Pedro Martínez tomó una decisión que resultaría clave en el partido. Ordenó una zona 2-3 que apagó las luces de Baskonia. San Emeterio no paraba de anotar, resultaba incontenible para desesperación de su antigua afición, muy mosqueada por las decisiones arbitrales. El bloqueo fue completo en el equipo vitoriano. Tras muchos minutos por delante se vio superado a menos de dos minutos del final (77-78, min 38). Tillie anotó un triple que adelantaba de nuevo a Baskonia pero respondió de la misma forma San Emeterio en la siguiente jugada. Los nervios jugaban malas pasadas a los de Sito Alonso. Un robo de balón de Sikma inició un contraataque cortado en falta. Sastre anotaba los dos tiros libres para poner el 80-83. Baskonia buscó un ataque rápido tras tiempo muerto. Funcionó. Meritoria canasta en rectificado de Ledo que estrechaba el marcador a medio minuto del final. Valencia Basket estuvo más pendiente de agotar tiempo que mirar el aro en su último ataque. Diot lanzó un triple forzado sin resultado alguno. A Baskonia le quedaba una bala en la recámara. Sastre forzó personal a dos segundos del final. Aún no estaba su equipo en bonus. Ni hizo el intento de buscar el balón. Sito Alonso pidió desesperadamente antideportiva. Ni lo consideraron los árbitros, no quisieron pringarse de esa manera. Apenas le quedaba tiempo a los locales. Larkin buscó un triple milagroso a la carrera. No hubo milagro. Valencia Basket asaltaba el Buesa Arena y se convertía en el primer visitante en asaltar una cancha rival en estos playoffs. Esta temporada poseer el factor campo es todo un tesoro.

Fuente: antena3.com

Real Madrid 71 – Unicaja 68: Unicaja comenzó el partido obsesionado por el tiro exterior. Sólo buscó el triple en los primeros ataques y sin encontrar provecho de ello. Llull ya empezaba a tomar las riendas del ataque madridista, algo aún más frecuente en los últimos partidos. Sin embargo el dominio inicial del Real Madrid se esfumó en unos minutos en los que se fue del partido. Unicaja aprovechó la caraja rival. Empezó a anotar desde fuera y logró un parcial de 0-10 para sembrar una ligera inquietud en las gradas (6-12, min 4). No se inquietó el equipo blanco que regresó al encuentro de la misma forma que se fue aunque aún no había apretado las clavijas en defensa. Sólo le pitaron una personal en todo el primer cuarto. Llull seguía a lo suyo. Ayón (13 puntos, 6 rebotes, 19 de valoración) apareció en el juego interior para devolver el mando del partido al Madrid. Laso fue moviendo el banquillo. Cambió a un errático, otro día más, Randolph por Nocioni. La dosis de energía administrada por El Chapu funcionó como polvora fina. La defensa ganó en agresividad, se anticipaba con frecuencia para lanzar al equipo blanco al contraataque. A Joan Plaza se le presentaba un problema muy serio. Unicaja es un equipo que se encuentra cómodo en un ritmo pausado y farragoso, no le gusta un partido abierto. Y aún más peligroso resulta si el que corre es el Real Madrid. Llull lanzaba a la carrera al equipo blanco, tardó 14 minutos en marcharse al banquillo para tomar aire. Nocioni estaba en todas partes, atormentando al equipo malagueño que no encontraba remedio para un jugador que exprime sus últimas gotas de baloncesto aunque parezca inagotable. El partido iba camino de romperse (36-23, min 16) pero el Madrid volvió a perder el norte. Nedovic (18 puntos, 2 rebotes, 2 asistencias, 18 de valoración) detuvo la caída visitante. Unicaja recortaba distancias desde el tiro libre. Esta vez la situación era inversa, ahora Unicaja apenas cometía faltas. A los hombres de Laso les abandonó el acierto, los tiros incluso se salían de dentro. Ni el regreso de Llull solucionó el problema. El final de segundo cuarto resultó nefasto para el Madrid que recibió un parcial de 2-11 que metía en la pomada a su rival. Unicaja seguía muy vivo, un problema para cualquier contrario por su probada competitividad.

Fuente: lainformacion.com

Las malas sensaciones no abandonarían a los de Laso tras el descanso. Llull volvió a acaparar el ataque pero los tiros seguían sin entrar. No eran malas selecciones de tiro pero el acierto había abandonado al equipo blanco. Unicaja reforzaba la confianza, empezó a defender con dureza. El partido se desarrollaba como quería. El ritmo bajaba y el marcador se movía en guarismos bajos. Su partido ideal. Además recuperó la ventaja con un 2-9 de inicio. Laso ni pestañeó, no movió el banquillo. Dio un voto de confianza a su quinteto que entendió que debía igualar en agresividad a su rival. Lo consiguió mediado el tercer cuarto. Consiguió apretar atrás para empujar hacia el perímetro a Unicaja pero aún le faltaba continuidad al equipo blanco que no consiguió una renta sustancial en todo el tercer cuarto. Unicaja lograba igualar de nuevo al inicio del último periodo, el partido seguía desarrollándose como le interesaba. El Madrid necesitaba su pirómano para incendiar el partido. Llull siempre aparece cuando hay que prender todo en llamas. Una mandarina que entró tras dar en el tablero inició otro recital del base. Llull lució como en sus mejores momentos, a los que tanto nos ha acostumbrado en estos años de irresistible pujanza. Sus entradas a canasta resultaban indefendibles, un dechado de potencia al que no se podía oponer Unicaja que iba perdiendo terreno (62-54, min 33). La Ley de Llull más vigente que nunca. No había descansado en toda la segunda mitad pero le dio igual. Llull contagió sus ganas a la defensa que ya tenía el cuchillo entre los dientes. Quien mejor lo entendió fue Nocioni. Le colocó un soberano tapón a Omic que puso en pie al Palacio de los Deportes. Sin embargo Unicaja no arrojó la toalla. Cargó con ardor en el rebote ofensivo. Los tiros libres le mantenían con vida, al mismo tiempo que exasperaban a la afición madridista que entendía que había distinto criterio a la hora de señalar personales. Pero el acierto en el tiro libre de Nedovic no era suficiente, el tiempo se agotaba y al Madrid le bastaba con jugar con él. Ni siquiera fue capaz de entrar en un carrusel de tiros libres en los últimos segundos. El Real Madrid consiguió mover bien el balón para evitar la personal de Unicaja y asegurar un triunfo sufrido y poco lucido salvo para mayor gloria del Pirómano de Mahón.

Fuente: capitaldeporte.com

Y DIGO YO…:

• En muchas ocasiones he destacado a los incombustibles viejos rockeros de la Liga ACB. Valencia Basket tiene otro de estos ilustres, San Emeterio. Tras nueve años dando innumerables alegrías a la afición de Baskonia recaló en Valencia para aportar su experiencia y cualidades en lo que prometía ser la recta final de su carrera. La meta aún parece lejana visto su rendimiento. Su antigua afición sufrió en sus carnes un recital de SanEme como los que ofrecía en el cénit de su trayectoria profesional. Siempre fue del gusto de Scariolo y con actuaciones así no creo que le haya olvidado.
• Llull disputó 36 minutos en el primer partido contra Unicaja. Ni descansó en la segunda parte. La importancia del base es aún más capital desde la Final Four de Estambul. Y en el Madrid debería preocupar que exista la sensación que sin él en pista tantos minutos el partido no se gana. Tiene que jugar por él y por otros que están en un momento muy bajo, como Doncic o Randolph. Estuvo solo ante el peligro, como ante Fenerbahçe.
• ¿Seguro que Nocioni tiene que retirarse? Va a ser muy difícil encontrar un jugador que reúna tanto carácter como el jugador argentino. Nunca falla en situaciones comprometidas y cuando hay que arrimar el hombro. Aún no ha colgado la camiseta y en el Palacio de los Deportes ya le añoran.
• Dos partidos consecutivos en los que el Baskonia ha lanzado muchos menos tiros libres que el rival en el Buesa Arena. El cabreo va en aumento por Vitoria. Sito Alonso se quejó amargamente del arbitraje tras el partido, la afición se marchó mosqueada con el trío arbitral y a Querejeta le debe salir humo de la cabeza. No van a tener una tarde sencilla el jueves los colegiados, la presión no será poca.