Los cuartos de final de los playoffs están aportando un hecho insólito esta temporada. Por primera vez las cuatro eliminatorias llegan al último partido. Un hecho cimentado en el poderío de los ocho equipos en casa puesto que todos los partidos se han dilucidado con un triunfo local y con holgura. Queda patente la probada dureza de los ocho equipos en su propia cancha, al igual que la alta exigencia que depara esta temporada la Liga ACB. Ya indiqué en la previa de estos playoffs que estaba el título muy abierto y el margen para la sorpresa era amplio. Las expectativas han quedado sobradamente cumplidas. Todas las eliminatorias se van al partido decisivo, deparando una última jornada de fuertes emociones. Hasta ahora todo ha quedado en casa pero la intachable reacción de los derrotados en la primera jornada de cuartos garantiza un desenlace apasionante. No creo que salgan con algún complejo o temor al choque decisivo, la presión está en el tejado de los locales.
Barça 91 – Valencia Basket 79 (1-1): El Barça ya camina sobre el alambre sin red. Un error más en esta eliminatoria y finalizaría la temporada más aciaga y horrenda que se recuerda en décadas al equipo azulgrana. Aunque se hiciera un llamamiento a los aficionados estos no están muy por la labor de arrimar el hombro tras tantos sinsabores. Deberían ser los hombres de Bartzokas quienes empujaran. Salieron con una actitud bien diferente al primer partido, con más colmillo. Dominaba claramente el rebote y los porcentajes de tiro eran mucho mejores que en Valencia pero no logró soltar a su rival en el primer cuarto. Pese a que Sikma cometiera dos faltas muy rápidas y Dubljevic no entrara muy acertado que digamos los de Pedro Martínez aguantaron bien. El buen porcentaje de acierto le permitía mantener el duelo igualado hasta que entró a pista el hombre decisivo del encuentro. Renfroe salió a por todas, con una agresividad poco vista hasta ahora, atacando el aro con decisión. Se adueñó de todo lo que acontecía en el partido. Valencia Basket comenzó a meterse en muchos problemas. Sus pivots no estaban atinados y se habían cargado de personales. El acierto en el tiro desapareció. Tampoco había una dirección sensata y el juego visitante se resintió. La diferencia entre Diot y Vives, el único jugador de Valencia Basket inspirado en la primera mitad, era abismal. El equipo taronja estuvo cuatro minutos sin anotar y el Barça aprovechó para desmontar a los de Pedro Martínez con un considerable acierto en la línea de tres. Los problemas de personales de Valencia Basket le dieron muchas oportunidad al Barça desde el tiro libre. Esta vez no falló en una faceta que le ha causado muchos problemas esta temporada. Abrió un hueco enorme al son que tocaba Renfroe, autor de doce puntos y destacado en todo. El parcial de 18-3 rompía el encuentro (46-29, min 18). Valencia Basket ofrecía una imagen macilenta, ramplona. Era presa de un Barça al que le salía todo. Un triple de Claver al comienzo del tercer cuarto elevó la diferencia a la veintena de puntos. Valencia Basket tenía agujeros por todas partes. Sus despistes defensivos permitían a los locales encontrar opciones de tiro sencillas cerca del aro. Tomic (10 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 20 de valoración) disfrutó distribuyendo juego desde dentro de la zona.
Valencia Basket se encontraba hundido. La dirección de Diot no ofrecía nada bueno. Dubljevic estaba desaparecido en combate. El regreso de Vives (14 puntos, 4 asistencias, 17 de valoración) mejoró el juego visitante pero el Barça mantenía la abultada diferencia con su demoledor porcentaje en el triple. Hasta 11/16 llegó el porcentaje de los azulgranas, arrolladores en el perímetro. Valencia Basket sólo podía confiar en las acciones individuales para buscar una reacción. La actuación de Sastre (17 puntos, 7 faltas recibidas, 21 de valoración) le dio alguna pequeña esperanza. El alero balear volvió a demostrar que está en plena madurez de juego. Rompió la defensa local penetrando con mucha decisión. El parcial de 3-12 puso a tiro a Valencia Basket de bajar la diferencia de los diez puntos pero topó con un Renfroe (16 puntos, 6 rebotes, 21 de valoración) inmenso que dio una lección magistral de actividad y energía. Estaba en todas partes, siempre incordiando, siempre aportando. La ausencia durante unos instantes de Vives y Sastre acabó por demoler el estado anímico de Valencia Basket. No tardaron en volver a pista pero para entonces la situación no tenía remedio. Pese a agarrarse a los triples el fracaso de los pivots impedía cualquier heroicidad, demasiados errores defensivos en la zona. El alivio culé sólo quedó empañada por la lesión de Diagne que se marchó con lágrimas de la pista. El Barça salva la primera prueba pero le queda lo más duro. Valencia Basket deberá superar sus miedos y fantasmas para evitar otro fiasco trascendental.
Fuente: antena3.com
Gran Canaria 94 – Baskonia 79 (1-1): Gran Canaria necesitaba poner toda la carne en el asador en su propio terreno para alargar la eliminatoria. El primer paso era limpiar la floja imagen dejada en el Buesa Arena. Lo consiguió con creces en apenas veinte minutos. Los locales fueron un aluvión de juego total que pasó por encima de un rival demasiado relajado que ofreció muchas facilidades atrás. Los errores en la zona exasperaron a Sito Alonso que recriminó a sus jugadores la pobre prestación en defensa. En especial le preocupaba el marcaje a O’Neale, muy incisivo durante los primeros minutos. Completamente opuesto era el resultado de la defensa de Gran Canaria, muy intensa y agresiva. Abundaban los tiros forzados en el conjunto vitoriano, que seguía sin solucionar sus problemas defensivos en la zona. Planinic (14 puntos, 7 rebotes) hizo estragos, agradeciendo las facilidades ofrecidas por su ex-equipo. Baskonia rehuía el juego interior, volcó el juego por fuera. Sólo consiguió anotar dos triples por parte de Laprovittola. Faltaba decisión en ataque, no aprovechaba las pérdidas de balón rivales en los primeros minutos del segundo cuarto. Sito Alonso estaba desesperado. Acabó llevándose una técnica por protestar. A la buena defensa se le sumaba una buena movilidad de balón que permitía anotar con fluidez y aumentar los nervios de un Baskonia sin rumbo, ahogado por la falta de ideas y acierto de Larkin. O’Neale (20 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 23 de valoración) regresó a pista igual de inspirado que en el primer cuarto. El partido llevaba camino de quedar decidido antes de llegar al descanso (43-24, min 17). El dominio aplastante de Gran Canaria en el juego interior abrumaba a un rival que subsistía con los tiros libres que anotaba Diop (10 puntos, 5 rebotes, 18 de valoración), único sustento de Baskonia en la recta final de la primera mitad. No servían de mucho puesto que siempre respondía Báez, demoledor dentro de la zona. Y no parecía mejor el panorama para los visitantes tras el descanso. Sus pérdidas de balón ayudaron a que Gran Canaria superara la barrera de los veinte puntos iniciado el tercer cuarto (53-32, min 22). Entonces sonó el despertador en el equipo vitoriano que al fin se dio cuenta que estaba en mitad de un partido. Comenzó a apretar atrás para complicarle a Gran Canaria un partido plácido hasta ese momento. Diop arregló el roto causado por los pivots locales en la primera parte. Larkin empezó a carburar. Sus triples sacaron del atolladero a Baskonia, que levantaba la cabeza tras un parcial de 2-12, pero no le tembló el pulso a los de Luis Casimiro. Oliver transmitió calma en su regreso a pista. Planinic volvió a sembrar el pánico cerca de la zona. Siempre encontraba algún argumento Gran Canaria para mantener la ventaja por encima de los diez puntos. Un 8-2 de parcial dejó las cosas casi como estaban al inicio del último cuarto (73-55, min 31). Lucha desesperada para Baskonia que no conseguía inquietar lo más mínimo a su rival. Era incapaz de bajar la diferencia de la barrera psicológica de los diez puntos. Ni siquiera una técnica a Luis Casimiro mediado el último cuarto puso nervioso al cuadro local. Un par de acciones de Salin devolvieron la calma. El tiro libre permitía a los locales mantener las distancias. Los puntos de Beaubois y Tillie en el último periodo resultaban insuficientes. Larkin se marchó dolorido tras recibir un golpe de Oliver y ahí acabaron todas las opciones de Baskonia, obligado a volver al Buesa Arena para decidir la eliminatoria ante su público. Gran Canaria se resarce del mal primer encuentro y sueña con repetir la machada de 2013.
Fuente: eldiario.es
Andorra 89 – Real Madrid 77 (1-1): Parecía que Andorra podía ser el escenario de una nueva lección magistral de Llull. Era lo que hacía entrever las dos primeras jugadas del Real Madrid pero no tuvo nada que ver con la realidad. Pronto quedó atrapado el base en el cúmulo de desaciertos que acompañó al partido en buena parte del primer cuarto. Para ser claros, falló más que una escopeta de feria. Andorra tampoco estaba demasiado lúcido que digamos. Como era de suponer centró el juego en Shermadini pero ni estuvo preciso ni acertado, alterando a su técnico que se llevó una técnica por protestar. Como en los viejos tiempos. Al Madrid le bastaba con poca cosa para mantenerse por delante (7-13, min 7) pero un tiempo muerto aclaró las ideas de Andorra que volvió a pista más enchufado. Logró igualar el partido antes de acabar el cuarto y metió el susto en el cuerpo de un Madrid cada vez más obtuso y espeso que se empeñaba en tirar siempre desde fuera cuando no era capaz de meter un solo triple. Encajó un parcial de 14-3 que levantó a la afición andorrana pero lo peor para los de Laso es que se encontraban muy perdidos en la pista. El nulo acierto en el triple era el principal de los problemas. La falta de fiabilidad en el tiro acabó desembocando en pérdidas de balón. Dos puntos en ocho minutos, la pájara era de impresión (28-20, min 15) pero el Real Madrid encontró una ayuda inesperada. Jelinek cometió una jaimitada de parvulario. A una falta sobre Carroll le añadió un garrotazo con la personal ya señalada. Antideportiva, cuatro tiros libres y seis puntos de Carroll que levantaban de la lona a los madridistas. Andorra acusó el golpe. Nocioni anotó el primer triple del Real Madrid en el minuto 17. Culminaba un parcial de 0-10 que adelantaba de nuevo al equipo blanco. No le vinieron nada bien los últimos minutos del segundo cuarto a Andorra. El colmo estuvo en un triple de Ayón sobre la bocina de final de cuarto. Sí, creedlo. Ayón anotó un triple y ninguno de los presentes o televidentes se había hinchado a hongos alucinógenos para verlo. Un golpe de los que hacen mucho daño (35-39, min 20) pero que no afectó a la moral de los locales. Todo lo contrario. El arranque de tercer cuarto de Andorra fue una avalancha colosal. Albicy (15 puntos, 8 asistencias, 18 de valoración) impuso un ritmo frenético que hizo volar a su equipo. Encontraba con facilidad a Shermadini (19 puntos, 11 rebotes, 25 de valoración) que volvía a destrozar el juego interior del Madrid con una facilidad insultante.
Los visitantes salieron con la misma torrija que en el periodo anterior. Laso sentó a Draper, desastroso en todos los sentidos, cuando el parcial iba por 11-2. No quedó ahí la cosa. Al primer intento de reacción el equipo blanco quedó sepultado por una eficaz lluvia de triples. Prácticamente Andorra anotaba en cada jugada que terminaba en un lanzamiento. En sólo seis minutos el Real Madrid había encajado 25 puntos, una cifra bochornosa (60-49, min 26). El desconcierto aumentaba ante la falta de acierto de Llull, nulo de cara al aro. De poco le servía al Madrid comenzar a anotar si su rival lo hacía de tres en tres. Ni siquiera aprovechaba el rebote ofensivo, no sacaba fruto de ello. Andorra jugaba con mucha más calma, controlaba la situación. Tenía muy claro qué hacer en un tercer cuarto apoteósico en el que anotó 34 puntos. Una tormenta perfecta como la que suele desencadenar el Real Madrid en su apogeo. Esta vez le tocó padecerla de un equipo muy parecido a él en su concepto y que no se arredra en la velocidad desenfrenada. Los golpes llegaban hasta de la manera más insospechada. Un triple del Hermanísimo al comenzar el último cuarto aumentó la ansiedad de un Madrid que regresó a la peor versión de Estambul. Las pérdidas y los cuatro minutos sin anotar en el último cuarto terminaron de sepultarle. Stevic (15 puntos, 8 rebotes, 19 de valoración) se ocupó de disipar cualquier atisbo de incertidumbre que pudiera quedar. La afición andorrana disfrutaba con un triunfo histórico con todas las de la ley (86-68, min 36). Nocioni (15 puntos, 6 rebotes, 16 de valoración) se encargó de maquillar la diferencia en los últimos minutos pero la superioridad local fue muy clara. Andorra sabía dónde hacer daño y lo aprovechó a la perfección. El temor que infundía en el entorno del madridismo no era infundado. Fuerza un tercer partido que añade más tensión a un Real Madrid que aún tiene reciente el naufragio en Estambul.
Fuente: laopinioncoruna.es
CB Canarias 73 – Unicaja 67 (1-1): Ya hacía días que se habían agotado las entradas para este partido en el Santiago Martín. A CB Canarias le hacía falta el ferviente ardor de su hinchada para forzar el tercer encuentro de la eliminatoria. El equipo lagunero dejó la tarjeta de visita, el sello de la casa, desde el primer momento. Una agresiva defensa 2-2-1 descolocó a Unicaja. La presión de la defensa local provocó numerosas pérdidas de balón y ralentizó al máximo el ataque del equipo de Joan Plaza. Salvo Dani Díez no había nadie con la muñeca engrasada. CB Canarias desplegó un trabajo colectivo espectacular. Todos colaboraron para que el partido transcurriera como le interesaba (20-12, min 10). La batalla en las zonas era colosal, costaba un mundo anotar. Salvado las distancias, recordó a la final de la Euroliga del pasado domingo. CB Canarias comenzó a perder más balones de la cuenta pero Unicaja tenía que gastar la mitad de la posesión en librarse de la presión de la defensa rival. Tanto empeño en defensa se reflejó en el marcador. Un pírrico 2-4 en seis minutos reflejaba un trabajo de pico y pala, sin espacio para la brillantez. Sin embargo los locales se mostraron infalibles en la recta final del segundo cuarto. Fran Vázquez se hizo inmenso con su tiro de toda la vida. Richotti (14 puntos, 5 asistencias, 20 de valoración) va recuperando sus mejores sensaciones y destrozó la defensa malagueña con sus penetraciones. Kirksay ofrecía trabajo y acierto desde fuera. Un triple de Doornekamp ponía fin a la primera parte de la mejor manera para CB Canarias (39-27, min 20). Unicaja estaba en enormes problemas. No era capaz de quitarse de encima la presión defensiva local, sus pivots no funcionaban y Nedovic aún estaba inédito al descanso. No encontraba la manera de hallar la continuidad en su juego, funcionaba a impulsos. Un triple y un 3+1 de Jamar Smith no encontró reflejo en el resto del equipo, empeñado en fallar pasas ante la falta de ideas para superar la defensa de CB Canarias. Continuaba el trabajo coral que permitía a los de Vidorreta dominar con claridad. Unicaja encajó otro severo sopapo al finalizar el tercer cuarto. Davin White anotaba un complicado triple sobre la bocina que machaba aún más la moral visitante (59-45, min 30). Plaza ya intentaba fórmulas desesperadas. Viendo que sus pivots habituales no respondían probó con Okouo. El esfuerzo visitante parecía en vano. Cada intento de reacción chocaba con triples rivales. El rebote ofensivo permitía a CB Canarias alargar sus posesiones, jugar con el tiempo. Unicaja tuvo la dignidad de no derrumbarse. Las acciones individuales le mantuvieron con vida. Despertó Nedovic para bajar la desventaja de los diez puntos. Los tiros libres conservaban las opciones de Unicaja que iba poniendo nervioso a CB Canarias. La tensión iba en aumento. Vidorreta optó por un equipo muy bajito, con Doornekamp como hombre más alto. Nedovic quedaba fuera de combate tras un codazo de Kirksay. Jamar Smith tuvo un triple para poner sólo tres abajo a Unicaja a un minuto del final pero falló en el intento. CB Canarias salió airoso de la desesperada defensa presionante rival para que Kirksay (12 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 16 de valoración) pusiera la sentencia con un mate al contraataque. Lo había conseguido, al cuarto intento lograba batir a Unicaja y mantener vivo el sueño del pase a semifinales. Otro ilustre que muerde el polvo en el Santiago Martín.
Fuente: laopinion.es
Y DIGO YO…:
- Por primera vez en 34 años todas las eliminatorias de cuartos de final llegan al último y decisivo partido. Un hecho sin precedentes en la Liga ACB que demuestra a las claras la dureza y el enorme nivel que atesora. El camino va a ser más arduo que nunca para alzarse con el título. Que nadie descarte cualquier sorpresa.
- Ya he escrito en otras ocasiones que el Barça juega mejor con Renfroe que con Rice aunque el primero no suela ofrecer estadísticas y números reseñables. Simplemente se trata de sensaciones, de ortodoxia en el juego. Ahora que a Renfroe también le acompañó la brillantez numérica resulta más evidente la conclusión. Por mucho que Rice fuera el fichaje estrella en verano es para que Bartzokas se piense el cambio de galones en la dirección. Para lo que tiene que perder…
- Shermadini, 19 puntos. Stevic, 15 puntos. Más que cualquier pivot del Real Madrid, por si había dudas de los problemas que está arrastrando el equipo blanco en el juego interior. Una historia que se repite partido tras partido contra Andorra. Se suma al meneo que se llevaron los aleros madridistas de sus homólogos de Andorra. Que nadie se engañe. Acabe como acabe la temporada para el Madrid la necesidad de renovación es acuciante.
- Llull pasó del record de asistencias a un 4/17 en tiros de campo. Dubljevic estuvo desaparecido completamente en el Palau Blaugrana. Nedovic destrozó el primer partido en el último cuarto y sólo apareció a cuentagotas al final en el segundo. Contrastes muy acusados de un partido a otro en los jugadores franquicia. Otro punto para explicar el increíble desarrollo de estos cuartos de final.
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