El primer partido de las semifinales de conferencia debía ser fundamental para que San Antonio marcase el territorio. Por eso no sorprendía ver a Popovich pidiendo un tiempo muerto, con poco más de un minuto jugado, para corregir a David Lee. El ataque local se mostraba precipitado y James Harden llevaba a los Rockets con maestría. Así las cosas, Popovich solicitaba otro parón con cuatro minutos disputados y venía acompañado de una nueva bronca a Lee; la diferencia visitante era de nueve puntos. Con una ofensiva más calmada las cosas no mejoraban para los Spurs; no encontraban a su juego interior con ventaja y Houston castigaba con ataques rápidos. Ryan Anderson aprovechaba la debilidad del desplazamiento lateral de LaMarcus Aldridge y el despegue visitante superaba los diez puntos.  Con todo a favor Mike D´Antony paraba el partido de forma inesperada, y dos triples permitían un cierto alivio entre la afición local, pese a los once puntos de desventaja. Sin embargo el segundo cuarto tenía peor aspecto; Aldridge no se imponía bajo canasta, los Rockets corrían con una mano siempre pendiente de las ayudas y acertaban con el tiro exterior. Entre el minuto final del primer cuarto, y el arranque del segundo, el parcial era de diecinueve a cuatro. La ventaja visitante superaba los veinte puntos y la obligación del técnico local era solicitar otro tiempo muerto. El ataque local se aceleraba y D´Antony lo celebraba; las carreras de una canasta a otra eran constantes y Houston estaba cerca de ponerse con treinta puntos a su favor. Tony Parker y Manu Ginobili respondían al desafío, pero el ritmo era tan alto que llegaban los errores. Danny Green no estaba en el partido y Harden aprovechaba para ampliar la ventaja visitante. A San Antonio se le presentaba todo un desafío de cara a la segunda parte, remontar treinta puntos. Y el tercer cuarto no mostraba una mejoría en los locales; balones perdidos, Green no metía ni los tiros libres y Clint Capela encontraba puntos fáciles bajo el aro. Los primeros puntos de los Spurs llegaban tras más de tres minutos de juego, con un triple de Parker que se veía acompañado de otro de Leonard. D´Antony salía disparado desde el banquillo y la respuesta visitante era un parcial de siete a cero en poco más de un minuto. Harden encontraba conexión con cualquiera, ya fuese interior o exterior, y las ayudas en defensa provocaban errores en los de Popovich. Los Rockets habían convertido al equipo local en un equipo roto, la diferencia no bajaba. Harden y DewayneDedmond decidían quedar para el segundo partido y el primer punto de la eliminatoria era de Houston. Invitado inesperado: Clint Capela (Rockets)

La paliza del primer partido obligaba a Popovich a tomar medidas. La primera era introducir a Pau Gasol en el quinteto titular; la segunda emparejar a Aldridge con Trevor Ariza y a Green con Anderson. De esta forma la defensa de la línea exterior mejoraba, Harden no se encontraba cómodo porque tenía que buscar el aro (donde le esperaban los interiores de San Antonio)  y el ataque aprovechaba a un Kawhi Leonard inspirado para marcar las primeras diferencias. Los Rockets iban adaptando su ataque a los cambios de Gregg Popovich, pero no lograban frenar el ataque local. Los Spurs se tomaban cada posesión con calma, intentando aprovechar a sus interiores y los espacios que se generaban al encontrarles. De este modo Green iba sumando puntos y lo único que impedía el despegue local era la lentitud de Gasol para anotar. Con el partido a tres puntos D´Antony sentaba a Beverley; Parker comenzaba a destrozar a su defensor y la ventaja de San Antonio se acercaba a los diez puntos. Por suerte para Houston, el base francés tenía que descansar. Lee y Aldridge tomaban el relevo, pero no era lo mismo. La ventaja local era mínima al finalizar el primer cuarto. Entraban en juego las combinaciones de los Spurs para conseguir anotación sencilla bajo canasta. En el equipo visitante vivían de la inspiración individual, con Eric Gordon acertando. Regresaban a la pista los titulares, y Popovich se desperaba queriendo castigar la defensa de Harden. Los Rockets seguían jugando a golpe de inspiración, porque Harden estaba bien controlado por la defensa local. Llegaban los balones perdidos al ataque visitante y, junto a la intimidación local, permitía a San Antonio correr y ponerse con trece puntos de ventaja. El tiempo muerto de D´Antony ordenaba el ataque. Con más fluidez en la circulación de balón, Houston llegaba al descanso a diez puntos. El tercer cuarto se presentaba con los mismos problemas para el ataque estático visitante. Tampoco los Spurs estaban entonados en el movimiento de balón y, permitiendo el ataque en transición visitante, obligaban al tiempo de Popovich. Pese a las instrucciones sus jugadores, ni tenían paciencia, ni cuidado del balón. Harden comenzaba a mostrarse y, por suerte para los locales, Parker si funcionaba y podían mantener la ventaja hasta la llegada de los suplentes. Harden se enfadaba por un codazo involuntario de Aldridge y la devolvía en el siguiente ataque. El escolta visitante jugaba sus mejores minutos del partido, pero los Rockets no acertaban en los tiros para reducir la diferencia. Aldridge cometía su cuarta falta personal y, junto con la entrada de Gasol, se producía la de Kyle Anderson. La orden desde el banquillo era circular el balón, pero no funcionaba. Tenía que aparecer Jonathon Simmons, en el minuto final, para frenar la reacción visitante y poner la diferencia en cinco puntos de cara al último cuarto. Y San Antonio no frenaba tras el paso por los banquillos. Gasol salía del receso con las cosas claras; intimidaba en defensa y concedía segundas opciones en ataque. Se completaba un parcial de nueve a cero, en dos minutos, que ponían el partido muy complicado a Houston. Y es que el tiempo muerto de D´Antony tampoco conseguía frenar la sequía de puntos en el bando visitante. Casi tres minutos llevaban sin anotar cuando Parker se rompía en un mal apoyo tras un tiro. Era un desastre para los Spurs y, por encima, entraba Harden para agitar el ataque visitante. Sus pases acercaban a los Rockets pero, inesperadamente, en dos minutos todo cambiaba. Y es que Harden recibía falta en un triple que no se pitaba, Leonard regresaba en forma tras su largo descanso y la estrella visitante tropezaba contra un defensa bien plantado. El cansancio del aspirante a MVP se hacía evidente, pero su equipo también estaba agotado. Entre el rebote ofensivo y Leonard completaban un parcial de doce a cero; D´Antony decidía dar descanso a Harden quedando, todavía, cinco minutos de partido. El parcial sin anotar todavía seguía sin la estrella en pista, pero todo el mundo estaba pensando en el tercer partido de la eliminatoria. Y es que el empate a uno en la serie, convertía en fundamental el siguiente punto. Invitado inesperado: Gregg Popovich, Jonathon Simmons (Spurs)

Para Golden State, la principal duda de cara al primer partido de las semifinales de conferencia, era ver como respondía el equipo tras la semana de descanso. Y noventa segundos tardaban los locales en comenzar a anotar. Sin embargo la defensa ajustaba perfectamente sobre el balón; los robos de balón no tardaban en llegar y, tras un parcial de siete a cero, Quin Snyder pedía el primer parón. Los Jazz todavía tardaban un minuto más en abrir su marcador. Encontrar a Rudy Gobert daba aire a los tiradores visitantes y los Warriors continuaban al mando gracias a Stephen Curry. Gordon Hayward se iba sintiendo más cómodo y entraban los suplentes en ambos equipo. Volvían los balones perdidos a Utah y se veía a seis puntos tras los doce minutos iniciales. En el segundo periodo los visitantes mostraban un ataque más asentado pero, un par de ataques precipitados, y dos malos balances en defensa, permitían a Golden State mandar por catorce puntos; Draymond Green estaba eufórico. Snyder recurría a meter en pista a Gobert, con el pivot francés en pista el ataque visitante se iba soltando. Sin embargo, no tenían constancia en el acierto y las contras locales hacían daño. Entraban los titulares, Kevin Durant y Curry se bastaban para mantener la distancia, y los balones perdidos de los Jazz facilitaban la labor porque la defensa no llegaba a tiempo. La diferencia se acercaba a los veinte puntos y Utah tenía que dar gracias de los fallos de Andre Iguodala con el tiro abierto. Al descanso verse a una docena de puntos era un alivio. Y la segunda mitad arrancaba con mejores noticias; Gobert repartía juego y los tiradores acertaban. En noventa segundos llegaba el tiempo muerto de Mike Brown. La intensidad local sobre el balón agobiaba el ataque de los Jazz y, como no lograban frenar la transición ofensiva de los Warriors, la diferencia se doblaba. Utah se agarraba a Gobert porque Hayward no estaba acertado en el tiro. y tenía que aparecer Rodney Hood para proporcionar algo de anotación. Pese a la falta de anotación del banquillo local, Draymond Green y Curry se bastaban para dejar la diferencia al final del cuarto por encima de los diez puntos. Y el cuarto final amanecía con el mismo Green dominando ambos lados de la pista. Se veía acompañado por David West y la ventaja local rozaba los veinte puntos en tres minutos. Joe Johnson lograba los primeros puntos del cuarto tras casi cuatro minutos de juego, pero los Jazz no encontraban tiros claros. Ian Clark iba cerrando el partido y Gobert cometía una flagrante. Snyder rendía el primer punto de la eliminatoria con cinco minutos por jugar. Invitado inesperado: David West (Warriors)

Los problemas para Utah se acrecentaban con la baja de George Hill para el segundo partido de la serie. Unas molestías en un dedo obligaban a Snyder a contar con Shelvin Mack de inicio, y se notaba. En poco más de dos minutos, llegaba un doce a tres de parcial en contra obligaba a reaccionar al técnico visitante. Los Warriors corrían y disfrutaban compartiendo el balón. Con un Green impecable desde el exterior, dominaban con tranquilidad. Las dificultades de los Jazz para circular el balón, les obligaba a mucho tiro exterior. Como no acertaban, y como además el balance defensivo era deficiente, Golden State llegaba al segundo cuarto con casi veinte puntos de ventaja. Todo manteniendo el mismo guión del inicio; Utah llevaba una canasta en juego en seis minutos, y cuatro puntos en total en seis minutos. El segundo periodo traía más energía en el cuadro visitante. Las dificultades para circular el balón cambiaban de bando, pero los Warriors encontraban individualidades que mantenían la ventaja local. La defensa local subía un punto la intensidad y el regreso de los titulares soltaba el ataque. La diferencia se manejaba en torno a los veinte puntos con tranquilidad. Así se llegaba a los cinco minutos previos al descanso, donde los Jazz despertaban con un diez a cero de parcial en dos minutos. Un parcial donde Mike Brown se había desesperado, había gastado un tiempo muerto corto y metido a sus titulares. Su equipo había perdido la concentración y todavía le llevaría un tiempo recuperarla. Hayward y Gobert no habían desaprovechado la oportunidad para acercar a su equipo, pero la respuesta de Durant era la de un líder. Con sus pases, y anotación, la ventaja local volvía a rondar los veinte puntos. Sólo una posesión acelerada de Curry permitía a Utah llegar al tercer acto a trece puntos, y con la esperanza de la victoria todavía presente. Y Mike Brown observaba, otra vez, falta de concentración en su defensa. No dudaba en parar el partido con cuarenta segundos jugados. La defensa local comenzaba a ser más asfixiante sobre el balón, pero el ataque estaba oxidado; dos canastas en tres minutos eran pocas para Golden State. Poder correr tras robar el balón activaba los resortes de los Warriors y, de ganar por cinco puntos, se pasaba a dominar por quince en dos minutos. Los Jazz perdían el ritmo del partido, Gobert cometía su cuarta falta personal y Curry forzaba el ritmo con dos triples. Sólo el acierto de los suplentes, y el carácter de Hayward, impedía la escapada local de cara al capítulo final. Diez puntos no era una diferencia insalvable, pero la defensa de Golden State complicaba el trabajo. Clark ejecutaba y Snyder paraba el partido; en dos minutos un cinco a cero de parcial les llevaba cerca del precipicio. Aparecía la defensa visitante para rescatar el partido, los Warriors se aceleraban, la diferencia se estabilizaba en la decena de puntos y Green se iba a los vestuarios con un golpe en la rodilla. Durant volvía a dar la cara por Golden State en esos minutos; la diferencia pasaba de los diez  puntos y surgía Dante Exum para volver a acercar a Utah. Green regresaba a la pista para cerrar la zona local, las canastas escaseaban y Curry parecía romper el partido con un triple a tabla restando cuatro minutos. Hayward se desperezaba con cinco puntos consecutivos, y Hood ponía a los Jazz a siete puntos. Les quedaban dos minutos para poder remontar, pero la defensa local ya no permitía más canastas. La eliminatoria dejaba San Francisco con el dos a cero para los Warriors. Invitado inesperado: David West, Ian Clark (Warriors)