Los jugadores de ambos equipos estiraban convenientemente en los minutos previos al inicio de la semifinales de conferencia. Tras una primera ronda de mucho desgaste, se preveía otra dura batalla en Boston. Lo que nadie podía esperar, era una salida en tromba de los Wizards. Entre Marcin Gortat y Bradley Beal se las ingeniaban para funcionar en estático con buenas combinaciones y , pese a salir con Gerald Green en el quinteto titular, el equipo local no encontraba tiros liberados. Con un parcial de nueve a cero en contra, y menos de tres minutos jugados, Brad Stevens paraba el partido. Entraba Amir Johnson para una mejor protección bajo la canasta local. Pese a ello, el rebote ofensivo y John Wall seguían ampliando la ventaja visitante, y es que Isaiah Thomas se estrellaba demasiado contra la defensa. Los primeros puntos de los Celtics los conseguía el base desde los tiros libres, cerraba un parcial de dieciseis a cero en menos de cuatro minutos. Stevens despertaba a todo el banquillo antes de tiempo; la primera canasta en juego de los Celtics llegaba a la contra (transcurridos cinco minutos de partido) y Thomas, pese a perder un diente, aliviaba la situación con dos triples consecutivos. La diferencia visitante se quedaba a las puertas de bajar de los diez puntos, Scott Brooks quería hablar con sus jugadores. Gortat cobraba protagonismo, pero Kelly Olynyk respondía a golpe de triple. Kelly Oubre Jr aparecía para resolver desde el exterior la buena circulación de balón de Washington. Boston llegaba al segundo cuarto a catorce puntos, todo gracias a la aportación de un Olynyk muy acertado. El segundo periodo mostraba fragilidades defensivas de los Wizards bajo canasta y Scott Brooks pedía un tiempo muerto que no funcionaba. Y es que el único titular en pista, era un Markieff Morris que acaparaba tiros sin acierto. Además la defensa seguía sin realizar ayudas y Horford disfrutaba anotando o pasando el balón. Como Washington no metía ni las bandejas, y los triples locales entraban, había otra interrupción en el partido. Los Celtics estaban cada vez más cerca y Brooks introducía a los titulares. Wall y Markieff Morris mantenían la mínima ventaja visitante, pero este último se hacía un esguince de tobillo que le dejaba fuera del partido. Wall asumía toda la responsabilidad, sin embargo encontraba un obstáculo inesperado en un activo Terry Rozier. Gortat comenzaba un nuevo tirón visitante, los Wizards intentaban atacar con la defensa local sin formar para que Wall distribuyese más a gusto. Thomas contestaba individualmente y Horford se ganaba, disputando un rebote en ataque, su tercera falta personal. Comenzaba la segunda parte con Boston a cinco puntos y su base estrella anotando con facilidad. Enfrente los Wizards comenzaban a precipitar los ataques, pero Otto Porter Jr mantenía por delante a los capitalinos. Sin embargo la remontada local era inevitable, y Jae Crowder con cinco puntos consecutivos, conseguía poner a los Celtics por delante. Tras las instrucciones de Brooks el ritmo se calmaba, pero apenas durante un minuto. La defensa local estaba atenta a las ayudas para robar el balón, podían correr y Crowder encontraba acompañamiento a su anotación. El técnico visitante pegaba un frenazo, porque estaban a siete puntos. Wall buscaba el aro individualmente, aunque no siempre de manera acertada, y Thomas y Crowder contestaban desde el exterior. Nuevo intento de Brooks por reconducir al equipo, la diferencia había llegado a los dos dígitos. El balance defensivo visitante no llegaba a tiempo y Boston se distanciaba; Gortat se lesionaba el tobillo y Washington se presentaba al último cuarto con quince puntos para remontar. Y salía a por ello; volvían las dificultades de los Celtics para circular el balón, Jason Smith anotaba dos canastas y Stevens paraba el partido con setenta segundos jugados meter a los titulares. El problema local era más grave, no lograban anotar porque no llegaban bajo canasta y salir del tiempo muerto con un balón perdido no era buena señal. Volvían los titulares del equipo verde; sin embargo el parcial seguiría abierto hasta que, una bandeja de Thomas, lo cerraba y ponía la ventaja de Boston en siete puntos. Avery Bradley no dejaba solo a su base, pero Bojan Bogdanovic emergía para hacer nueve puntos en tres ataques (con jugada de cuatro puntos incluída). Los Wizards estaban a tres puntos, Al Horford respondía haciendo daño bajo canasta e iniciaba un nuevo despegue local con un triple. Bogdanovic no acertaba con el triple, Jaylen Brown sí; la ventaja local era de diez puntos. Beal acertaba con dos triples, Crowder acertaba a responder con cinco puntos. El escolta de Washington ya no acertaba y Bradley cerraba el primer partido de la eliminatoria para los Celtics con un triple sobre el final de posesión. Invitado inesperado: Terry Rozier, Jaylen Brown, Kelly Olynyk (Celtics)
El segundo partido de la serie se presentaba con la duda sobre el rendimiento de Markieff Morris en Washington y la presencia en el quinteto inicial de los Celtics de Amir Johnson. El pivot visitante respondía a las dudas sobre su estado físico, con apenas un minuto jugado lanzaba a Horford a la grada en la lucha por un rebote. El partido entraba en calor, los bases de ambos equipos mostraban su mejor versión y Thomas cometía su segunda falta personal en dos minutos de juego. Las primeras ventajas eran visitantes y se acercaban a los diez puntos; sus ayudas llegaban a tiempo, robaban balones y Wall tenía más acompañamiento que Thomas. Stevens pedía un parón y dejaba descansando a su estrella. El juego interior de los Wizards se convertía en un problema y el base local volvía del banquillo con acierto. Sacaba la segunda falta de Morris, Gortat erraba tiros fáciles por el cansancio y Brooks daba orden a Wall de cargar con todo. El director de juego capitalino anotaba de todas las formas posibles y, junto con el acierto de Jason Smith, llevaba la diferencia a los trece puntos al final del primer cuarto. El segundo cuarto debía ser mejor para el cuador local, no siempre iban a perder nueve balones en doce minutos de juego. Los suplentes de Boston comenzaban a por todas; iban con mucha confianza hacia el aro visitante y Horford intimidaba en defensa. Brooks se veía obligado a meter a Gortat para equilibrar al equipo. No funcionaba la solución improvisada; se perdían balones (algo que no había sucedido en el primer cuarto) y, con la diferencia reducida a la mitad, pedía un tiempo con sus jugadores. Wall era de nuevo la solución; calmaba el ritmo y la diferencia volvía a crecer. Sin embargo Marcus Smart comenzaba un trabajo de control en defensa, provocaba la tercera falta de Morris y, junto con Rozier, se las apañaban para igualar el marcador. El regreso de Thomas ponía por delante a los Celtics, pero Wall lo solucionaba para dar un respiro a su equipo al descanso. El tercer período se presentaba con novedades; Smart ya era titular en los verdes y lo celebraba con un triple de salida que empataba el partido. Curiosamente los primeros minutos de la segunda mitad transcurrían como los de la primera; con tres minutos jugados, y la diferencia visitante rondando los diez puntos, llegaba la charla de Stevens. Una charla que no ponía solución a los problemas ofensivos de Boston. Desde el triple de Smart para abrir el cuarto, nadie había anotado; y la diferencia había regresado a los dos dígitos. Thomas sacaba la cuarta falta de Morris, Porter se iba al banquillo tras un golpe con Thomas y comenzaban los intercambios de opiniones entre los jugadores. Los Wizards no se iban del partido gracias a Wall, pero el cuadro local comenzaba a funcionar. Llegaba el turno de los suplentes; Washington se olvidaba de dar balones a sus interiores y la desventaja local al finalizar el cuarto era de cinco puntos. Beal salía entonado al cuarto final: anotaba y generaba para sus compañeros. Así Wall podía regresar a la pista con la ventaja visitante intacta. Thomas calentaba la muñeca; dos triples y un dos más uno empataban el partido. El base capitalino daba un pase ingenuo y Bradley completaba la remontada local con otro triple. Brooks contenía la avalancha con un tiempo muerto, pero los Wizards seguían acelerados. Los único que evitaba el despegue local, era el desacierto en el tiro. Poco a poco los visitantes recobraban la paciencia en sus ataques, la defensa intimidaba y entraba en los tres minutos finales con ventaja de cinco puntos. Boston para el partido, Stevens metía a Rozier en pista por su mayor desequilibrio ofensivo y la pareja de bases igualaban el marcador en noventa segundos. Dos triples, y el abuso de bote de Wall, habían sido suficientes para solucionar el problema. Un triple de Otto Porter Jr daba una ventaja de dos puntos a Washington. Con medio minuto por jugar Thomas se iba hacia la canasta, sacaba dos faltas a Gortat y empataba el partido. Los Wizards disponían de catorce segundos para resolver el partido. Wall erraba desde los cinco metros y Beal tampoco acertaba a convertir el rebote desde la línea de tiros libres. El tiempo extra tardaba un minuto en ver como se movía el marcador. Brooks sacaba a Gortat de la cancha y tenía que ser su sustituto, Oubre Jr, el que abriese la contienda con un triple. Los tiros seguían sin entrar en ambos equipos, pero los Celtics contaban con el rebote ofensivo y la falta de intimidación visitante para conseguir una ventaja mínima. Avery Bradley robaba un balón y obligaba al tiempo muerto visitante. Thomas aprovechaba la ausencia del pivot polaco y Oubre Jr no perdonaba un rebote ofensivo para aproximar a su equipo. Sin embargo el pequeño base no frenaba; sacaba la sexta falta de Morris y completaba un dos más uno. Verse a seis puntos, restando un minuto, afectaba a los Wizards que ya no volverían a anotar. Boston dejaba su hogar con un dos a cero a favor en la eliminatoria. Invitado inesperado: Terry Rozier, Marcus Smart (Celtics)
Había bastantes nervios en Cleveland por ver el arranque de su equipo en el primer enfrentamiento de las semifinales de conferencia. Lebron había hablado de la importancia de los primeros minutos del partido y nadie quería perderse la salida en tromba local. Sin embargo el partido comenzaba con sorpresa; pese a que el equipo local movía el balón con velocidad, la primera canasta era de Kyle Lowry. La contestación de los Cavaliers no se hacía esperar, parcial de diez a cero en dos minutos con mate de Lebron James tras pase a tablero de Kyrie Irving incluído. La clave eran los dos contra uno a las estrellas canadienses ante un bloqueo y, con las ayudas atentas, mal tiro visitante o robo de balón. El tiempo muerto de Dwane Casey era obligado y, en un minuto, hacían seis puntos encontrando a sus interiores. Claro que este no era un partido normal, de repente los Raptors dejaban de circular el balón y se veían otra vez con una desventaja de casi diez puntos. El ataque canadiense seguía atascado, pero tampoco el cuadro local parecía tener las cosas muy claras en ataque. Aparecían los suplentes en pista y, pese a circular el balón con mayor criterio, Toronto tenía un problema; Patrick Patterson no acertaba con tiros claros. Los doce puntos de ventaja al finalizar el primer cuarto eran aceptables para los aficionados locales. Sobre todo porque su equipo no se había mostrado arrasador, salvo en los primeros minutos. El siguiente periodo parecía comenzar de igual manera, la ventaja local rondaba los veinte puntos, el ritmo aumentaba y Cleveland perdía el movimiento de balón. Un par de triples visitantes obligaban a Tyronn Lue a refrescar las ideas de sus jugadores. Frye metía un triple, tras la jugada diseñada en el tiempo muerto. Ibaka se mostraba más acertado que en el inicio del partido y despertaba a sus compañeros. Los Cavaliers recurrían a triples constantes que no entraban, Lue solicitaba otro parón y el parcial visitante continuaba. Lowry conseguía un dos más uno y se completaba un diecinueve a tres en cuatro minutos; el partido estaba a dos puntos. Justo en ese momento aparecían dos triples en dos malos entendimientos de la defensa canadiense, para disgusto de Casey que solicitaba hablar con sus jugadores. Restando tres minutos, y con el marcador ajustado, a DeRozan se le salía un triple. Luego erraba una bandeja, después un tiro a cinco metros y finalizaba el cuarto con un balón perdido. Cleveland no desaprovechaba la oportunidad; con Irving más suelto, y Kyle Korver acompañándole, la ventaja local alcanzaba los catorce puntos al descanso. El regreso de los vestuarios traía a unos Raptors más preparados para la batalla. Ibaka acertaba y DeRozan desbordaba la defensa local; hasta Valanciunas hacía daño en la zona. Lue se desesperaba y, pese al tiempo muerto, el parcial de salida llegaba a un diez a uno en poco más de dos minutos. Lebron respondía con un triple, en una posesión casi agotada sin obtener ventaja. Y entonces comenzó el recital de Irving; pase al tirador abierto, pase al jugador que corta y, por supuesto, anotación. Enfrente un DeRozan que cargaba con todo, unas veces acertaba y otras fallaba. Con la desventaja alcanzando los quince puntos, llegaba el tiempo muerto visitante. Casey pretendía abrir espacios quitando de la pista a Valanciunas para meter a Patterson; como si los espacios del ataque fuese el problema. El balón circulaba mejor y PJ Tucker ejecutaba, pero a Casey no le parecía suficiente. Buscaba recortar más rápidamente haciendo falta a Tristan Thompson, pero no funcionaba. Lebron se sentaba a descansar faltando noventa segundos del tercer periodo, su equipo llegaba al periodo definitivo con más de veinte puntos a su favor. Los suplentes de Toronto se presentaban el el acto final con acierto, especialmente Norman Powell, y la respuesta de los de Ohio sólo venía de Lebron. Parcial de ocho a dos de salida y tiempo muerto local tras noventa segundos de juego. PJ Tucker se precipitaba y Lebron se mostraba impecable en ambos lados de la pista. Cada intento de reacción visitante encontraba respuesta en los Cavaliers, que se llevaban el primer punto de la eliminatoria. Invitado inesperado: Tyronn Lue (Cavaliers)
Se esperaba una fuerte reacción de Toronto, tras la clara derrota en el primer partido de la serie. Los cambios en el quinteto, sentando a Valanciunas y Carroll por Powell y Patterson, auguraban un equipo más dinámico. Y todo iba bien a nivel ofensivo, la circulación de balón visitante daba puntos con un Lowry protagonista. A nivel defensivo el problema era que los Cavaliers acertaban, ya fuese compartiendo el balón o tirando tras un sólo pase, y es que la defensa visitante no mostraba la intensidad necesaria. Lo que si tenían claro en Cleveland era que no querían ver a DeRozan de protagonista. el dos contra uno sobre su figura lo anulaba, y sus compañeros no parecían tener otra solución que el tiro a cinco metros de Ibaka. Como su acierto no era el de Kevin Love, llegaba un parcial de doce a cero que obligaba a Casey a parar el partido. La solución del técnico visitante era regresar al plan original de movimiento del balón; pero con Valanciunas por un desacertado Ibaka y un poco más de agresividad de sus exteriores en la búsqueda de la canasta. A nivel ofensivo todo funcionaba y Valanciunas no tenía problemas para anotar bajo el aro. El problema era la lentitud de movimientos del pivot lituano en defensa. Los Cavaliers lo aprovechaban jugando con inteligencia; Irving maltrataba a los canadienses jugando el bloqueo y continuación con Channing Frye. La desventaja de los Raptors superaba los diez puntos al finalizar el primer periodo, Cleveland había metido un setenta por ciento de sus lanzamientos a canasta. El segundo cuarto mostraba mucho equilibrio entre ambos equipos y a Lue no le gustaba la facilidad para anotar de Toronto. Lebron se iba al tiempo muerto discutiendo con los árbitros por una falta no pitada. Esa discusióndespertaba a la bestia que volvía a la pista con ganas de demostrar cosas y se torcía el tobillo en una de sus entradas a canasta. Nada de importancia, a golpe de triple el chico de Akron abría el hueco hasta los catorce puntos. El paso por el banquillo traía de vuelta a los titulares de los Raptors. Sin embargo el panorama no mejoraba, las ayudas locales dificultaban la circulación de balón visitante y cada canasta les costaba un mundo, pese a la facilidad con que finalizaba Valanciunas. Toronto mantenía las diferencias en torno a la decena de puntos con apuros y, restando dos minutos, sus estrellas se precipitaban. Contagiaban al equipo, Cleveland aprovechaba para ampliar la ventaja, Tristan Thompson se iba a los vestuarios con un golpe y la primera parte se cerraba con tres tiros libres errados por las estrellas visitantes. El tercer cuarto se convertía en decisivo, los de Ohio disponían de catorce puntos para administrar. Y no podía empezar peor para los Raptors, Lowry veía como Powell caía sobre su pierna izquierda y se tenía que retirar cojeando. Su ausencia no se notaba en el primer ataque visitante, Lebron e Ibaka se enzarzaban en un rebote que acaba en falta del pivot congoleño y Lowry se probaba en la banda; todo eso en menos de un minuto de juego, y todo favorable al cuadro local. El base visitante volvía a la pista pero, pese a meter una bandeja y colocar un tapón a Irving (que le pitaron como falta y acabó en ténica por las protestas), quedaba claro que no podía seguir el ritmo del juego; aunque Casey no le sentaba. Lo peor para Toronto era ver que su ataque lograba puntos fáciles y no podían bajar la diferencia; todo porque Lebron acertaba con los triples. Y cuando no era la estrella local, la circulación de balón daba otras soluciones; ya fuese Irving o Tristan Thompson. Las ayudas defensivas, o llegaban tarde, o no aparecían. Cleveland se movía cómodamente con una ventaja que no bajaba de los quince puntos. Casey probaba realizando faltas a Tristan Thompson, pero eso distraía a su equipo. Los Raptors perdían la tensión competitiva, Lebron disfrutaba corriendo tras robo, Lowry abandonaba definitivamente el partido y la moral visitante se diluía. El último cuarto era un trámite con una ventaja de casi treinta puntos para los de Ohio. Los Cavaliers salían del pais con el dos a cero en la eliminatoria en su mochila. Invitado inesperado: Channing Frye (Cavaliers)
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