El círculo se ha completo. Sobre la mesa está la jugada perfecta del baloncesto europeo, un poker de ases. El primero llegó recién abandonado el verano, en la Supercopa que sirve de aperitivo a la temporada. Contundente triunfo para aliviar las penas de un fatídico desenlace de curso pasado pero premio corto para despejar las brumas de la falta de confianza. El segundo vino de la Copa del Rey. Autoafirmación para demostrar que la competitividad del equipo blanco estaba fuera de toda duda, que era capaz de lograr lo que se propusiera. El tercero, el más sonado, sirvió para recuperar el trono europeo en la Final Four disputada en casa y subirle a los altares como el equipo más poderoso del continente en juego y resultados. El último lo lanzó en el Palau Blaugrana para alcanzar el título de Liga ACB y cerrar un pleno para la historia. Nunca en la brillante y laureada historia del Real Madrid se habían logrado cuatro títulos en la misma temporada, un pleno que convierte en mito a este grupo de jugadores dirigido por Pablo Laso. El momento álgido de un equipo que es actualmente la referencia en Europa, un proyecto sólido construido para dominar el ahora y el mañana. Un pleno que escribe la página más gloriosa de la historia del Real Madrid.

Barça 85 – Real Madrid 90 (0-3): El viaje en el alambre del Barça comenzaba con un hecho insólito, una falta de Tomic en el salto inicial. No recuerdo una circunstancia así en los muchos años que llevo viendo baloncesto. La puesta en escena no era para que el seguidor azulgrana tuviera buenos presagios pero su equipo se repuso rápido al tropiezo al salir a escena. El Barça movía rápido y bien el balón, atacando con comodidad, buscando sin descanso a Tomic que actúa de faro cerca del aro. Sin embargo se olvidó de cerrar su aro propio. El Real Madrid anotaba con facilidad cerca de él, con demasiada sencillez. Un triple de Rivers y un robo de Rudy completaban un parcial de 0-7 que daba la vuelta al marcador y obligaba a Xavi Pascual a pedir tiempo muerto. Mejoraron las prestaciones en defensa y en ataque el Barça repitió el mismo guión machaconamente. Balones a Tomic que anotaba sin descanso. El pivot croata se fue al banquillo tras anotar 12 de los 15 puntos que llevaba su equipo. De hecho todos los puntos locales en el primer cuarto fueron obra de los pivots. El lado oscuro del ataque culé estaba en el juego exterior. Los tiradores no eran capaces de anotar desde fuera para dotar de mayor variedad al juego ofensivo. Con su desatino la ausencia en pista de Tomic se notó en demasía. Al Barça no le valía con el dominio del rebote y que su rival entrara en bonus en el segundo con mucha rapidez. Los hombres de banquillo del Real Madrid le ganaron por la mano a los reservas del Barça. Xavi Pascual dio entrada de nuevo a Satoransky (10 puntos, 8 asistencias, 3 rebotes, 16 de valoración) cuando el perímetro madridista le estaba haciendo un agujero desde el triple. Sin embargo el base checo entró pasado de vueltas. Falló dos tiros libres nada más entrar y acabó desquiciado con la defensa rival. Soltó a Ayón un codazo alevoso que le costó la antideportiva. El Barça iba perdiendo la calma, presa de las urgencias. Todo acababa y empezaba en Tomic (29 puntos, 7 rebotes, 3 tapones, 36 de valoración), único recurso y que resultaba insuficiente pese a ser infalible. El Barça estaba negado en el tiro de tres mientras el tiro exterior del Madrid arrasaba con todo. Carroll había entrado enchufado, una mala noticia para el rival. Sergio Rodríguez manejaba el partido a su antojo. El Real Madrid movía el balón con cabeza y encontraba con mucha frecuencia tiros cómodos que rara vez desperdiciaba. La diferencia no paraba de crecer, al Barça le faltaban los recursos. Un triple de Oleson y otro de Doellman no redujeron los daños. Los tiros libres o los lanzamientos cómodos de los suplentes del equipo blanco mantenían lejos a su eterno rival. Un triple de Maciulis (10 puntos, 5 rebotes, 15 de valoración), de nuevo realizando un trabajo muy importante en un encuentro vital, cerró la cuenta madridista del segundo cuarto en 31 puntos. Daño inmenso que facilitaba el camino hacia el título para los de Pablo Laso (34-48, min 20).

Fuente: eurosport.com

La segunda mitad se inició con un intercambio de canastas que mantenía la diferencia del Real Madrid durante los primeros minutos. Sin embargo algo había cambiado en el Barça que ahora anotaba con mucha facilidad. Ya no sólo Tomic, que no falló hasta su 13º lanzamiento, sino que Doellman se unió al croata desde la línea de tres. En cuatro minutos el Barça sólo erró un ataque. A su vez aumentó el trabajo en defensa y la diferencia menguó rápidamente (49-55, min 24) por lo que Laso pidió tiempo muerto para frenar el despertar culé. La remontada quedó abortada momentáneamente por una técnica pitada a Tomic tras montar un pollo monumental después de señalarle una personal sobre Rivers. Reacción incomprensible porque era muy clara. Le costó cinco puntos la broma al Barça pero no apagó su ímpetu. Seguía anotando con una facilidad pasmosa, lanzando tiros muy cómodos. La defensa del quinteto titular del Madrid se había esfumado. Tan claro lo debían ver al descanso que salieron con una relajación excesiva atrás. La remontada animó al Barça a apretar defensivamente. El Madrid sufrió un serio cortocircuito, enlazando malos ataques mientras el Barça anotaba en cada uno del que disponía. La diferencia bajaba alarmantemente para el equipo de Laso. El Barça sólo se quedó sin anotar en dos ataques en todo el tercer cuarto, una barbaridad. 33 puntos en el tercer cuarto que devolvían con intereses el golpe del Madrid en el segundo cuarto. Dos triples de Abrines (16 puntos), muy acertado en el tercer periodo, cerraban un 16-0 de parcial que daba la vuelta al encuentro y caldeaba al máximo el ambiente en el Palau Blaugrana (67-62, min 29). El Madrid se encaminaba a vivir otra pesadilla más en el pabellón de su eterno rival, algo que se ha repetido mucho en la etapa de Laso. Había sufrido la misma tormenta perfecta en el tercer cuarto que había desatado sobre tantos rivales esta temporada. Sergio Rodríguez sacó la cabeza entre el aguacero para anotar un triple lejanísimo sobre la bocina de final de cuarto. El Chacho entendió que era el momento para tomar la responsabilidad. No le tembló el pulso en hacerlo al mando de los hombres de banquillo, el mismo quinteto que deslumbró en el segundo cuarto. Tres triples consecutivos del Madrid le devolvían de nuevo la ventaja. Al Barça se le apagaron las luces que cegaron a su rival en el anterior periodo. Al 1-11 de parcial se le unía la cuarta personal de Tomic. Los problemas crecían en el bando azulgrana. El banquillo blanco volvía a sacar de la pista a quien se pusiera por delante. Se mostraba letal de necesidad en el triple. Carroll estaba excepcional. Anotaba desde fuera, aparecía en cualquier lugar para robarle la cartera a la defensa culé y ofreció un trabajo apreciable cuando tocaba esforzarse. El Clan de los cojonazos había llevado la intensidad en defensa que desapareció en el tercer cuarto. El Barça se hundía tras recibir un duro 6-22 de parcial (73-84, min 36). La Liga pintaba cada vez más blanca.

Fuente: basketexpress.net

Al Barça se le escapaba el tiempo. Le costaba reducir la diferencia. Ni siquiera aprovechó una antideportiva señalada a Slaughter tras propinar un codazo sibilino en el estómago a Tomic en la lucha por un rebote. Sólo encontró un resquicio cuando el Madrid se enfangó mientras pensaba en dejar correr el tiempo. Un triple de Abrines y una bandeja de Satoransky taponada ilegalmente por Slaughter daba un pequeño margen a la esperanza para los de Xavi Pascual. Sergio Rodríguez buscó con algo de precipitación un triple que cerrara el partido. Erró y un rápido ataque del Barça en canasta de Tomic que colocaba el 83-86 a 38 segundos del final. Se le complicaba el panorama al Real Madrid, que ahora contaba con Llull y Sergio Rodríguez a la vez en pista. De nuevo un ataque muy largo, demasiado espeso. Los segundos se consumían hasta que no quedó otra opción que un tiro incómodo de Carroll, defendido muy encima por Oleson, su némesis en tantos partidos. Pero no fue inconveniente para Carroll que se sacó de la chistera una espectacular canasta. Su muñeca de seda valía un título. Al Barça no le quedaba otra que tirar a toda prisa, sólo le quedaban 15 segundos. Doellman se marcó un horrendo airball en su intento de tres pero el balón le cayó en las manos a Tomic que no tuvo problema en anotar. Tiempo muerto de Laso para sacar en campo contrario a falta de 9 segundos, esperando la falta rival. No tardó en recibirla Llull que no desperdició ninguno de sus dos tiros libres, quizá los últimos que lance con la camiseta del Real Madrid. No quedaba apenas tiempo para remontadas heroicas pese a que el tiempo muerto de Xavi Pascual permitía ganar terreno en la pista. Doellman se pegó un balonazo en la pierna y por la línea de fondo se iban las minúsculas opciones que le quedaban al Barça. Nada podía impedir ya el pleno madridista. El equipo blanco celebraba su última gesta en la pista del Palau Blaugrana. Felipe Reyes y Llull levantaban al unísono el título liguero que completaba el poker histórico del Real Madrid.

Fuente: altaspulsaciones.com

Y DIGO YO…:

• Sergio Llull nombrado MVP de la final. Ya logró esta temporada el mismo premio en la Supercopa, prueba de su madurez como jugador. Broche de oro antes de emprender el que parece inevitable camino que le llevará a Houston. El gesto de levantar el trofeo junto a Felipe Reyes suena a despedida.
• El Real Madrid ya había conseguido dos tripletes anteriormente, en 1965 y 1974. Por entonces estaban en el equipo los Luyk, Brabender, Sczerbiack, Corbalán, Rullán, Vicente Ramos, Carmelo Cabrera,.. Otra época, un baloncesto muy diferente.
• La pasada temporada Pablo Laso fue señalado como uno de los grandes perdedores del mal final de campaña de su equipo. Su imagen saliendo del Palau Blaugrana en silla de ruedas podía haber sido un epitafio gráfico. Esta temporada se toma la revancha como uno de los grandes artífices del logro histórico de su equipo. No será el mejor tácticamente y en lectura de partidos, aunque este año ha mejorado muchísimo, pero es un tipo inteligente que sabe reconocer sus errores. Ha rectificado hasta llegar a esta gesta histórica. Bien merece que se le considere un triunfador.
• Puntos de los banquillos: Barça 24 – Real Madrid 53. Dato demoledor, más aún considerando que 16 los anotó Abrines en el Barça. Clarificador de la imagen de ambos equipos. El Barça depende de la inspiración de individualidades mientras el Madrid es un bloque muy sólido en el que todos conocen perfectamente su función. Los hombres de banquillo hoy le dieron el triunfo al Madrid.
• Primera temporada completa de Xavi Pascual en el banquillo que el Barça acaba sin títulos. El equipo azulgrana no se quedaba sin levantar un título durante una temporada desde 2008. Suena a punto y final a una etapa en el Barça.