El Real Madrid se queda a un paso de recuperar el cetro liguero y completar el pleno de títulos esta temporada. Podría quedarme simplemente en decir que derrotó contundentemente al Barça pero me quedaría muy corto. La victoria madridista significó una destrucción total. Simplemente no hubo partido, quedó resuelto después de un primer cuarto para enmarcar del Real Madrid, liderado por un sensacional Llull que acabó de convencer por completo a los ojeadores de los Rockets que seguramente estuvieron presentes en el Palacio de los Deportes. Por plantilla y nombres debería extrañar una diferencia tan amplia en la pista pero todos los aficionados que vieran el partido, la diferencia de actitud y agresividad, las ganas y la alegría en su juego que tienen uno y otro equipo entenderán muy bien por qué se produjo la avalancha que enterró al equipo azulgrana, una caricatura que quedó hecha escombros en la pista de su eterno rival. Ahora le tocará apelar al influjo del ambiente del Palau Blaugrana, como hiciera Unicaja en semifinales con el Carpena, pero mucho tiene que cambiar el Barça para frenar a un rival lanzado que roza el título con los dedos y superar la destrucción completa a la que le sometió en este segundo duelo.

Real Madrid 100 – Barça 80 (2-0): El ambiente de un domingo por la mañana no se puede comparar al extraño horario que se dispuso en el primer duelo. Desde minutos antes del salto inicial todo el mundo estaba plenamente metido en el choque y en lo que significaba para ambos. Sin embargo esto sólo lo entendieron en la pista los jugadores del Real Madrid. Desde el primer momento el equipo blanco superó en ganas e intensidad a su eterno rival. El Barça no sabía cómo atacar la defensa del Real Madrid, muy concentrada desde el comienzo. Satoransky no era capaz de encontrar huecos y nadie se decidía a jugársela. El perímetro local comenzaba a golpear en ataque y el 8-1 de inicio provocó que Xavi Pascual no tardara más de dos minutos en dar entrada a Huertas y Doellman. Ambos fueron los primeros en anotar una canasta en juego para el Barça que no podía contener el empuje de un rival en trance. La diferencia de carácter e intensidad bajo tableros era abismal. Tomic pecó de blando ante los pivots del Madrid que no hacían prisioneros cuando cargaban el rebote. Pero el principal problema para los azulgranas fue que el pirómano madridista entró en modo leyenda. Llull (24 puntos, 5 asistencias, 31 de valoración) arrasó sin contemplaciones desde la línea de tres a una defensa incapaz de detectarle. Con un triple tras otro levantó de los asientos al madridismo que asistía en éxtasis a la avalancha de juego de su equipo. Xavi Pascual se limitó a cambiar piezas continuamente y no se decidió a pedir tiempo muerto. Esperó al de televisión y para entonces la desventaja era de 17 puntos, un mundo ante el campeón de Europa. Tampoco arregló nada el parón. El Madrid tenía maniatado a un rival mareado y fuera de sitio al que sólo le faltaba pedir clemencia. No se la concedió Llull que seguía castigando desde el triple. 5/5 para 15 puntos en el primer cuarto. No le quedaba lugar para más apuntes a los ojeadores de los Rockets mientras el Pirómano de Mahón era aclamado por todo el madridismo. En un solo cuarto el Barça quedaba completamente destruido (31-10, min 10). El partido había quedado roto en los primeros instantes. Los de Xavi Pascual sufrieron el seísmo que dejó hecho unos zorros a Fenerbahçe en la semifinal de la Euroliga. Arduo trabajo tenía por delante el Barça. Lo llevaría en solitario un hombre, Doellman, que quedó muy tocado su nefasto primer encuentro y se resarció en lo que en anotación se refiere. Esta vez sí recordó al jugador brillante que triunfó en Valencia. Los tiros libres también sonrieron a los azulgranas mientras el respetable madridista en las gradas juraba en arameo hacia el trío arbitral por la abultada diferencia de faltas pitadas y tiros libres lanzados. De hecho el Real Madrid no lanzó ni uno en la primera mitad. Cabreó sobremanera una brecha de Nocioni causada por un golpe que quedó sin castigo. Lo malo para los culés es que Doellman estuvo más solo que la una. Nadie le acompañó para siquiera asomar la cabeza. La falta de rendimiento colectivo impidió que la diferencia bajara de los 15 puntos. Al Madrid le bastaba con bregar bajo tableros, un par de triples de rigor y un Rudy (17 puntos, 4 asistencias, 21 de valoración) que se convertía de nuevo en la pesadilla azulgrana. Superó a sus defensores como y cuando quiso. Sin la brillantez del primer cuarto pero el Real Madrid consiguió mantener la diferencia en un margen que rozaba lo insalvable (49-32, min 20).

Fuente: eurosport.es

Tras otro homenaje más a las categorías inferiores, esta vez a los infantiles que se proclamaron recientemente campeones de España, se reanudó el choque. Doellman (24 puntos, 5 rebotes, 23 de valoración) mantuvo su acierto del segundo cuarto. Todos los balones pasaban por él, todos los tiros llevaban su firma. Llevaba más de la mitad de los puntos de su equipo pero era evidente que él solo no iba a ganar el partido. El Barça equivocó la estrategia. De nada le servía intercambiar canastas con un rival que le superaba en casi 20 puntos. Ayón, que seguía superando por completo a Tomic, y Rudy neutralizaron los puntos que lograba Doellman. Llull continuaba con su deleite anotador, quien sabe si el último en el Palacio de los Deportes. El Madrid acababa saliendo triunfador del intercambio. En los primeros cinco minutos sólo erró en dos ataques, así era imposible la remontada. Aunque Laso cambiara las piezas por agotamiento la diferencia siempre estaba alrededor de los 20 puntos. Pasaban los minutos y el escenario era inamovible. Felipe Reyes aprovechaba dos puertas atrás consecutivas y aquí no pasaba nada. La zona azulgrana era un agujero negro, el Madrid dominaba por dentro por intensidad y ganas. A eso no le pueden vencer a Nocioni en un duelo clave. Ni sirve un triple de medio campo de Abrines cuando faltan arrestos. Mal lo tenía que ver Xavi Pascual en el último cuarto para poner juntos en pista a Nachbar, Pleiss, Abrines y Edwin Jackson. O quería montar un escuadrón suicida pero la posibilidad de inmolarse es 100% segura si se permite a Jackson su ataque individualista que no reporta nada. Las medidas desesperadas servían de poco ante el Clan de los cojonazos que no iban a permitir que la intensidad remitiera pese a la enorme diferencia. El Madrid jugaba a placer. Sergio Rodríguez servía el espectáculo para los alley-oops de Slaughter. Nocioni encendía aún más el Palacio de los Deportes con su fogosidad sin límite. A jugadores como Abrines o Tomic le sirvieron los minutos de la basura para dejarse ver un poco. Sus números poco tenían que ver con los de Llull, aclamado al ser sustituido por todo el madridismo en el que puede ser su último partido de blanco. La única incertidumbre que restaba era si el Real Madrid llegaba a la centena de puntos. Dos mates de Mejri permitieron alcanzar la cifra redonda. La diferencia final de 20 puntos, la paliza perfecta para Fernando Martín, permitía el burreo completo. La sensación de superioridad resultó tan evidente que cuesta pensar que la final regrese a Madrid.

 Fuente: basketexpress.net

Y DIGO YO…:

• Si en los Rockets estuvieron atentos al partido de Llull, que seguramente lo estuvieron, el General Manager debe aún estar gritando la misma frase que Jose Antonio Camacho en un famoso anuncio de Citroen. “¡Fichalo, fichalo!” aún debe estar resonando por Houston. En las manos de Llull va a quedar una decisión que suena a un ahora o nunca para dar el salto a la NBA.
• Durante años el Madrid estuvo obsesionado en encontrar una forma de frenar a Pete Mickael, jugador que quitaba el sueño a toda la sección para buscar un antídoto y que resultaba casi imparable para sus defensores. Ahora la situación se repite al otro lado del puente aéreo con Rudy. Xavi Pascual no conoce la forma de frenar a un jugador que siempre le hace un destrozo. Posiblemente ni cuente con un defensor apropiado para secarle.
• Navarro apuntó el sábado que hubo diferencia clara en los tiros libres del primer partido. 16-8 no me parece una diferencia escandalosa pero alguno debió tomar nota mental para el segundo partido. 11-24 en tiros libres, el Madrid no lanzó los dos primeros hasta el minuto 27 y recibió dos técnicas por el camino. Y eso que se jugaba en el Palacio de los Deportes. Si alguien se cree esto que revise el día de los Santos Inocentes.
• El Real Madrid no sólo está a un paso del pleno sino que lo ha logrado en categorías inferiores. Por primera vez es campeón de España en infantiles, cadetes y juniors. Y a eso hay que sumar la Euroliga junior, la Minicopa y el prestigioso torneo de L’Hospitalet. El gran éxito de la cantera completa un proyecto integral que ha llevado al club blanco a ser la referencia de Europa en el presente y mirar el futuro con aún mayor optimismo. Quién lo hubiera imaginado cuando la sección estaba sumergida en las tinieblas hace cuatro años.