Poco más se podía pedir a lo vivido en la Fonteta. El tercer encuentro disputado por Real Madrid y Valencia Basket tuvo todos los ingredientes de un partido épico. Dos equipos dispuestos a no doblar la rodilla bajo ningún concepto, alternativas durante muchos minutos, una reacción de todo corazón del Madrid cuando estaba al borde del precipicio, un final de locos no exento de polémica y un final lleno de emoción resuelto en el último suspiro con un nuevo tiro ganador de Llull, un habitual en estas lides. Incluso hubo un epílogo con el episodio del descuido de incluir en acta a Slaughter que alargó el choque hasta los despachos. Guión de película de dos horas y dos minutos, casi una duración de partido NBA, donde la emoción no faltó en ningún momento. Al borde del infarto tuvo a todo aficionado de alguno de los dos equipos que tardarán mucho tiempo en olvidar este partido, el mejor de lo que llevamos de temporada. Si la serie se alarga hasta el quinto partido y discurre por el mismo camino habrá corazones que no podrán resistir tanta tensión.
Valencia Basket 100 – Real Madrid 103 (tras prórroga) (1-2): La derrota en el segundo encuentro llevaba al Real Madrid a prepararse para afrontar un ambiente infernal de la abarrotada Fonteta. Así lo tuvo preparado Valencia Basket pero los madridistas salieron dispuestos a enfriar el infierno. Felipe Reyes (21 puntos, 5 rebotes, 2 tapones, 8 faltas recibidas, 28 de valoración) se encargó de ello con dos triples que dejaron descolocados a todos. El capitán del equipo blanco estuvo pletórico en los primeros minutos, anotando 12 puntos de los primeros 16 del Madrid. Valencia Basket recurrió con mucha asiduidad al tiro exterior visto que su rival defendía muy bien la zona. Comenzaba a pasar apuros con la buena movilidad de balón visitante que le procuraba buenos tiros desde el perímetro. La muñeca de los exteriores estaba engrasada. 5/8 en triples para comenzar a abrir hueco en uno de los mejores momentos del Real Madrid en la eliminatoria (12-23, min 7). Valencia Basket se agarraba con el mismo arma que usó desde el comienzo, los triples. Harangody (21 puntos, 8 rebotes, 22 de valoración) se convertía en el tirador inesperado. No es uno de sus fuertes el tiro de tres pero por momentos parecía un lanzador fiable pese a no ser un fino estilista. Mantuvo con vida al equipo taronja hasta que los cambios en el Madrid afectaron negativamente al conjunto blanco. La dirección de Sergio Rodríguez fue tan desconcertante como en el segundo partido. Los hombres de banquillo del Madrid no veían aro. Cinco minutos sin anotar que le abrieron el camino a Valencia Basket. Un 10-0 de parcial dejaba las cosas como al principio. Una canasta trabajada de Maciulis y un 2+1 de Slaughter cortaron brevemente el colapso ofensivo pero no contagiaron mayor entusiasmo. Los locales volvían a reducir aprovechando el daño que causaba Dubljevic (13 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias, 19 de valoración) en el poste bajo. El ala-pivot montenegrino está recordando en esta semifinal a ese jugador tan prometedor de las dos últimas temporadas. Un gran mate de Van Rossom en la cara de un despistado Mejri ponía por delante a Valencia Basket. El Real Madrid atravesaba serios problemas en ataque. No metía una, ni las canastas más sencillas. Sólo anotó tres tiros de campo en todo el segundo cuarto, una rémora que no acabó de aprovechar Valencia Basket debido a imprecisiones y un abuso del tiro de tres, algo que compartió su rival como ocurriera en el anterior encuentro, pero pudo irse al descanso por delante gracias a dos tiros libres anotados por Van Rossom (40-39, min 20). La cara con la que se iba a vestuarios el equipo de Carles Durán reflejaba mucho más optimismo que la de un equipo madridista que había tirado a la basura en el segundo cuarto el buen inicio de encuentro.
Fuente: eurosport.com
La segunda mitad comenzó frenética, con un intercambio de canasta y los dos equipos anotando de tres en tres. Entre medias un concierto de pito con numerosas personales. Ambos equipos se cargaban de faltas con muchísima facilidad. Abundaban los jugadores con tres personales. El desfile de eliminados en los últimos minutos podía ser interminable. Ayón (13 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) ofreció unos buenos minutos por dentro para variar un poco la inevitable dinámica triplista. Las alternativas eran constantes. Nocioni disfrutó de un par de minutos de intenso revulsivo pero se esfumó con rapidez. Valencia Basket dejaba mejor impresión en la pista. Van Rossom dominaba en la cancha a los bases madridistas pero la entrada de Vives (17 puntos) mejoró aún más el juego local. Disputó unos minutos sensacionales en los que se convirtió en protagonista absoluto. Pudo con todos, dando más argumentos para opositar al puesto de tercer base de la selección en el Eurobasket. El Madrid se fue encontrando poco a poco sin ideas, a merced de un rival que le superaba claramente y desprendía mucha más intensidad. La situación estaba cerca de tornarse en irreversible (74-64, min 31) pero varias circunstancias cambiar el rumbo. La cuarta personal de Vives frenó el optimismo en la pista. Laso ordenó una zona que incomodó a Valencia Basket, mucho más atascado y sin otro recurso que el triple. La combinación entre Sergio Rodríguez y Slaughter despertó al equipo blanco. Un triple de Rudy (20 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 21 de valoración) completó un parcial de 0-8 que devolvía toda la emoción. El Real Madrid había vuelto de nuevo cuando parecía enterrado. Dos malos ataques blancos dieron aire a los locales que sacaban personales penetrando pero tampoco agachó la cabeza el cuadro madridista. Los hombres de Laso se dieron cuenta de las dificultades de Lucic para marcar a Felipe Reyes. Cada balón que recibía se convertía en personal. Al capitán madridista no le tembló el pulso hasta igualar el choque con ocho tiros libres seguidos sin error. Nada podía evitar el final de infarto. Quedaban 25.4 segundos y el destino del partido estaba en manos de Valencia Basket. Slaughter estuvo a punto de robar el balón pero aguantó en manos locales. El ataque se atascaba, se encaminaba a un tiro forzado. Harangody se la juega desde 6 metros, al borde del fin de la posesión. Con su peculiar mecánica de tiro lanzaba para anotar. Júbilo en la Fonteta. Los jugadores locales se abrazaban alborozados. Era la canasta de la victoria. Sólo lo pareció. Los árbitros anularon la canasta tras consultar la repetición de la jugada. El tiro estaba fuera de tiempo. No se libraron de la bronca de la afición de Valencia Basket pese a constatarlo en vídeo. La prórroga era inevitable.
Fuente: 20minutos.es
No paró el intercambio de golpes en el tiempo extra. Llull y Harangody lideraban los primeros ataques. La alternancia en el marcador seguía siendo la tónica en la prórroga. Dos acciones de Sergio Rodríguez, que despertó en el momento justo tras un partido muy gris, dieron una pequeña ventaja al Madrid. El partido iba girando a su favor. Van Rossom abandonaba la pista dolorido. Incluso es duda para el cuarto duelo de la semifinal. Pero el Madrid no acababa la faena. Un mal triple de Rudy se agravaba por la quinta falta de Felipe Reyes. Se iba al banquillo uno de los seguros de vida del equipo blanco. Nedovic anotaba los dos tiros libres para dejar el marcador en 97-98 a 49 segundos del final. El Real Madrid aguantaba la posesión, tanto por dejar pasar tiempo como por dificultad para encontrar un buen tiro. Se le apareció la fortuna en una falta tonta de Harangody. Rudy no perdonaba desde el tiro libre. El Madrid sólo tenía que evitar un triple. Sin embargo el celo en las ayudas para marcar a Rafa Martínez dejaron a Vives solo. Recibió con comodidad y anotó el triple que igualaba de nuevo el partido. La emoción no abandona la Fonteta. Tiempo muerto de Laso para preparar los últimos 19 segundos. Llull amasaba el balón, consumiendo el tiempo. Quedaban seis segundos cuando se decidió a iniciar la última jugada. Renunció a penetrar, fiándolo todo a un triple más. Idea simple y poco elaborada, incluso precipitada. Pero era Llull quien tenía el balón en las manos. Se levantó para lanzar un triple mágico. El balón entró limpio en el aro local. ¡Llull, Llull, Llull! Lo había vuelto a hacer. Otra canasta épica sobre la bocina del Pirómano de Mahón, letal cuando se trata de jugarse el balón decisivo. Los jugadores madridistas celebraron una hazaña más del genio de los imposibles corriendo a toda velocidad hacia vestuarios. Habían salido indemnes de una situación casi desesperada en su visita al averno. Una vez más lo imposible se hace posible para adelantar en la eliminatoria al Real Madrid.
Fuente: vlcnoticias.com
Unicaja 89 – Barça 84 (tras prórroga) (1-2): Pese al desolador 0-2 y la paupérrima imagen dada en Barcelona en los dos encuentros el Carpena no dio de lado a Unicaja que contó con el entusiasta apoyo de sus aficionados. El aliento de los suyos dio alas al equipo malagueño que comenzó veloz y certero en ataque y muy concentrado en defensa. Anotó en los seis primeros ataques, sobre todo gracias a Granger y Stefansson, para comenzar con un esperanzador 12-3. El Barça no perdió la calma. Capeó el temporal desde el triple para reducir la desventaja. Los errores de dirección de Granger, otra vez muy acelerado en demasiadas ocasiones, y las pérdidas de balón permitieron al Barça hacer daño contraatacando con facilidad. Antes de darse cuenta, Unicaja recibía un doloroso 2-16 que daba la vuelta al partido con mucha rapidez. El Barça castigó con rigurosidad las pérdidas locales, no dudaba en correr a la mínima oportunidad. Cuando llegaba el balón a la zona lograba anotar cómodamente (20-27, min 11). Unicaja acudió a los arrestos y la garra para reencontrar el camino. Carlos Suárez fue el más fiel exponente de la ración de testiculina que llevó a Unicaja a dominar el rebote ofensivo otro partido más. La garra permitía a Unicaja igualar de nuevo el marcador pero la precipitación echaría por tierra su mejoría. Caleb Green acaparó demasiados ataques, con más desatino que acierto. La precipitación local ayudó al Barça a mantenerse por delante, aguantando el margen recurriendo a los tiros libres, pero esta vez Unicaja podía decir que estaba vivo al descanso (38-42, min 20). Con dos partidos de retraso había comenzado a competir. Unicaja aumentó la agresividad en defensa en la reanudación que le permitió volver a igualar el electrónico. Sigue dominando el rebote ofensivo claramente pero el Barça se mantiene por delante metiendo buenos balones dentro de la zona. Tomic (12 puntos, 7 rebotes, 22 de valoración) y Deshaun Thomas (17 puntos, 5 rebotes, 17 de valoración) sacaron buenos réditos de esta estrategia. El inicio positivo de Unicaja se iba difuminando en cuanto avanzaba el tercer cuarto. Will Thomas se mostraba especialmente negado cada vez que se la jugaba dentro de la zona. Plaza tardó demasiado en sentarlo. Granger confundía la velocidad con el tocino. Dos triples de Doellman ponían la máxima ventaja en el marcador a favor del Barça (47-56, min 27). Se le escapaban las últimas opciones a Unicaja que estaba necesitado de un revulsivo.
Fuente: acb.com
La entrada a pista de Toolson significó un soplo de aire fresco para Unicaja. Abrió las opciones del tiro exterior que sacó al equipo malagueño del bache. Tres triples locales encendieron los ánimos del Carpena que volvía a creer en la victoria. El entusiasmo de los aficionados malagueños acogotó al Barça. El acierto desde el perímetro quedó relegado al olvido. Cada vez tenía más problemas con la agresividad defensiva de Unicaja. Los azulgranas se agarraron a los tiros libres para mantener el choque en igualdad máxima. Los tiros libres se acabaron convirtiendo en el único recurso ofensivo, no lograba anotar una canasta en juego. Unicaja lograba adelantarse pero siempre acababa igualando el Barça desde el tiro libre. Un fallo de Granger y otro de Tomic dejaron dos posesiones para romper el empate a 74 y desequilibrar la balanza. El intento de Unicaja fue grotesco. Airball de Granger desde la línea de tres que dejaba 20 segundos al Barça para cerrar la eliminatoria. Satoransky intenta penetrar pero ve el camino cerrado. Saca el balón hacia Doellman que lanza de tres. Se topa con el aro pero Oleson tiene la oportunidad de palmear. Tampoco acierta y el partido va a la prórroga. Unicaja se había salvado y tenía cinco minutos más para alargar su vida en la serie. Fue evidente que le iba la vida en ello. Superó claramente en intensidad y agresividad al Barça que arrastraba los mismos males que en el último cuarto del tiempo reglamentario. Esta vez no acudieron a la línea de tiros libres para salvar la papeleta. Suárez y Will Thomas cobraron protagonismo en ataque en el tiempo extra. El 11-3 de parcial que lograba Unicaja tirando de carácter y buena actitud le dejó el partido en bandeja (85-77, min 43). Pese a los errores en el tiro libre del equipo malagueño, que dieron una pizca de emoción a la recta final, el Barça no llegó a asustar. La reacción se producía demasiado tarde como para cambiar las cosas. Unicaja salvaba el honor y resarcía un poco a su afición de los lamentables partidos en el Palau Blaugrana. Aún está en pie para decir muchas cosas en esta eliminatoria si compite con esta actitud.
Fuente: acb.com
Y DIGO YO…:
- De Llull recuerdo últimamente su canasta decisiva en la final de Copa 2014 ante el Barça, la canasta ganadora en Kazan en el segundo partido de Euroliga de esta temporada, el 2+1 ante Baskonia que culminó una remontada imposible en enero. En Valencia firmó otra genialidad decisiva más. Probablemente el jugador del momento en el baloncesto español para jugarse el último tiro. Se ha ganado el derecho a jugárselo cuando desee.
- Valencia Basket firmó el acta bajo protesta debido a la alineación de Slaughter pese a no ser incluido en el acta, según la ACB por un descuido del comisario de la mesa. Recurso desestimado y pese a que reclamará a Apelación tiene toda la pinta que terminará en el mismo sitio que la reclamación de Bilbao Basket en su tercer partido ante el equipo valenciano por una canasta de Harangody fuera de tiempo. Efectivamente, en la papelera. Y más si cabe cuando la ACB no tardó en emitir un comunicado dejando correr el asunto.
- Ahora bien, este hecho debería servir de lección a unos cuantos. Primero, a los que eligen a los miembros de la mesa para evitar gañanes despistados. Segundo, a Laso para que la próxima vez se preocupe en leer antes de firmar, no sea que haga lo mismo también con el banco. Y por último, la ACB por la falta de formas al resolver el asunto y tomar partido con tanta rapidez. No da buena imagen.
- El Barça sólo fue capaz de anotar un tiro de campo, un balón suelto bajo el aro que metió Thomas, en todo el último cuarto del tercer partido. Es lo más parecido a suicidarse en un encuentro de baloncesto. Es casi imposible ganar un encuentro igualado así por mucho que intentes arreglarlo desde la línea de tiros libres.
- 7-16, 7-14, 18-10. Balance de los rebotes ofensivos en cada uno de los tres partidos entre Unicaja y Barça, siempre favorable para el equipo malagueño. Unos números que suelen significar una importante ventaja para ganar un partido. Otra razón para no explicarse lo rematadamente mal que jugó Unicaja los dos primeros encuentros y el poco provecho que sacó de tantas segundas oportunidades.
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2 Comments on "PLAYOFFS ACB 2014-15: SEMIFINALES. 3º PARTIDO. DE INFARTO"
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Después de todo lo escrito y leído por la bitácora, no he encontrado un mejor resumen de lo que se tendría que haber hecho con el tema del error en la inclusión de Slaughter en el acta. Por eso eres un gran cronista, Perdi, porque comentas los hechos sin parcialidad y ciñéndote a lo acaecido.
Enhorabuena por el esfuerzo y un abrazo.
Gracias, Living, siempre es un placer escribir para todos vosotros.
Tampoco creo que esté libre de parcialidad. Nadie resulta imparcial y menos aún cuando es parte. Te puedes acercar a la imparcialidad pero jamás llegar a ella aunque eso no impide tratar todo con racionalidad. Siempre intento escribir las cosas tal como las veo tratando de razonarlas en lo posible. No será del todo imparcial pero siempre busco aproximarme en lo posible.
Todo esfuerzo es poco por vosotros. Un abrazo muy fuerte.