Hoy me he pegado mi enésima columpiada. Tras el primer encuentro afirmé en la entrada correspondiente que para Valencia Basket se convertía en misión imposible la eliminatoria contra el Real Madrid tras las lesiones de Loncar y Pau Ribas en el primer encuentro y podíamos llegar a un nuevo Clásico en la final por la vía rápida. Camino va la eliminatoria del Barça viendo la facilidad con la que se está deshaciendo de Unicaja pero no así está ocurriendo en la otra serie. Valencia Basket superó los serios problemas que producían las dos bajas importantes, sobre todo la de Ribas, para ofrecer su mejor partido de la temporada en el Palacio de los Deportes, acercándose a la versión de pasada campaña. La mejor cara de jugadores fundamentales como Dubljevic, Lishchuk o Sato apareció cuando la situación era más complicada y acuciaba la necesidad. Valencia Basket fue mejor colectivamente que el Real Madrid y tuvo sangre fría para responder a los arranques a la heroica que casi fuerzan otro imposible del equipo blanco. Un equipo muy duro de pelar. Ahora cuenta con el factor cancha, circunstancia importante aunque no decisiva, y con el calor de la Fonteta que siempre resulta una pista muy hostil para los madridistas. Ahora queda saber si superarán por una vez su endémico mal de altura cuando las cosas le son más favorables.

Real Madrid 89 – Valencia Basket 93 (1-1): Tras el homenaje dispensado al Cadete A del Real Madrid, flamante campeón de España, el partido comenzó con un triple de Sato. Pareció una ilusión, como en el primer encuentro, porque el Madrid respondió con un 9-2 de inmediato con Llull ya encendido desde el primer instante, pero en esta ocasión Valencia Basket no se amilanó. Invitó al Real Madrid a un intercambio de canastas, circunstancia muy peligrosa ante el equipo más productivo ofensivamente del continente pero ante la que no se arrugó. El primer cuarto se convertía en un festival anotador desde la línea de tres que otorgaba alternativas constantes hasta que Laso comenzó a mover el banquillo. La entrada de Sergio Rodríguez no sirvió de revulsivo sino que convirtió el ataque madridista en un desatino, con dos triples de Maciulis que no vieron aro como mejor ejemplo. Los seis minutos que estaría sin anotar el equipo blanco serían poca cosa comparado con el nulo trabajo defensivo. La defensa local fue de risa. Valencia Basket campó a sus anchas, anotando con mucha facilidad de tres, dominando claramente el rebote, realizando un trabajo colectivo admirable y contraatacando con una facilidad pasmosa. La afición madridista asistía incrédula al desastre de su equipo que encajaba un parcial pa cagarse de 2-24, una verdadera barbaridad que colocaba en una situación muy complicada al Real Madrid (22-41, min 13). Una bandeja de Nocioni rompió la sequía anotadora de su equipo que aún seguía deambulando por la cancha. Daba la impresión que a Valencia Basket se le presentaba la oportunidad de sentenciar antes del descanso. No cabía en sí de gozo el grupo numeroso de seguidores valencianos presente en el partido que disfrutaba como críos. Sin embargo apareció el líder del Clan de los cojonazos para insuflar la intensidad que necesitaba el Real Madrid. La sangre caliente del Chapu levantó el ánimo local para bajar la diferencia de los diez puntos. Carles Durán pidió tiempo muerto para evitar que su rival entrara en combustión y arrasara con todo lo que tuviera por delante. Una decisión acertada, como la de jugar con dos bases. La presencia de Van Rossom y Vives simultáneamente aportó sangre fría y cabeza cuando su rival pretendía llevar el encuentro al descontrol. Un par de triples, que elevaban la cuenta de Valencia Basket a nueve, le daban a Valencia Basket una diferencia jugosa al descanso (41-53, min 20). Nunca ofreció en la primera mitad una intensidad defensiva adecuada el equipo blanco que necesitaba otro tercer cuarto de ensueño para arreglar el desaguisado y no lo encontró nada más reanudarse el encuentro. Valencia Basket mantenía cómodamente la diferencia por encima de los diez puntos, intercambiando canastas cuando era menester y evitando que el Madrid pudiera castigar sus errores con una buena actitud defensiva.

Fuente: eldesmarque.com

Por este camino el equipo blanco poco podía hacer así que cambió de estrategia. Convirtió el encuentro en un escenario áspero, duro, de garra. Felipe Reyes (17 puntos, 2 rebotes, 2 asistencias, 17 de valoración) disfrutaba cargando con todo en la zona. A Valencia Basket se le fue la cabeza. Una protesta más que enérgica del banquillo visitante tras una canasta de Lull fue resuelta con un par de técnicas que metieron al Real Madrid en el encuentro. El Palacio de los Deportes entró en combustión, el ambiente que precede a las remontadas mágicas de este Real Madrid. Sólo hacía falta el pirómano, Llull (28 puntos, 7 asistencias, 29 de valoración), que se mueve como nadie en este trance. El Pirómano de Mahón acudía fiel a su cita cuando de incendiar un encuentro se trata. Todo lo que hacía se convertía en indefendible hasta dejar a su equipo a tiro de una nueva gesta (66-67, min 28). Valencia Basket aguantó el golpe como pudo pero sufría los estragos del frenesí de Llull. Un triple casi inverosímil del escolta menorquín sobre la bocina de final de cuarto puso a toda la afición madridista de pie. Otro de Nocioni ponía por delante al equipo blanco. Llull se marchó al banquillo para tomarse un respiro entre loor de multitudes y con el encuentro donde quería su afición (79-75, min 33). Pero su ausencia la acusó severamente su equipo. Sin Llull en pista el Madrid perdió el norte. Sergio Rodríguez continuaba con su desconcertante actuación. El Madrid se obcecó en el triple y no le dio buen resultado. El Chacho falló tres de ellos. Rudy tampoco estaba para gran cosa. Pero al Real Madrid también se le olvidó defender. Van Rossom (13 puntos, 7 asistencias, 4 rebotes, 18 de valoración) controlaba el juego a su antojo. La movilidad de balón de Valencia Basket le proporcionó muchos tiros cómodos. Las penetraciones de Van Rossom y la facilidad de Dubljevic (18 puntos, 4 rebotes, 22 de valoración) para anotar bajo el aro ponían el partido en bandeja a los de Carles Durán. El parcial de 0-14 resultaba letal a esas alturas de partido (79-89, min 37) pero a este Real Madrid nunca se le puede dar por muerto. Un 3+1 de Llull, una penetración de Sergio Rodríguez y otra canasta de Felipe Reyes ponían el 89-91 en el último minuto. Restaban como poco dos ataques de infarto. Nedovic se jugó un triple desde la esquina sin suerte pero logró capturar su propio rebote y forzar personal. Sin embargo al serbio se le encogió el brazo y falló los dos tiros libres. Oportunidad para el Madrid de aumentar su recital de imposibles. No se pensó demasiado la jugada. Felipe Reyes lanzó a cinco metros, un tiro que no le resulta incómodo pero no la mejor opción con tiempo por delante. Erró y el rebote acabó en manos del equipo valenciano. Vives no falló desde el tiro libre y cerraba una victoria que le permite disfrutar ahora a Valencia Basket de dos partidos en la Fonteta para lograr el pase a la final si consigue vencerlos.

Fuente: teinteresa.es

Barça 91 – Unicaja 70 (2-0): Los asistentes que medio llenaban el Palau Blaugrana asistieron aún con la resaca encima de la quinta Copa de Europa lograda por el equipo de fútbol. El Barça volvió a jugar con éxito la baza de la sociedad formada por Satoransky y Tomic durante los primeros minutos para conseguir ventaja en esos instantes. Sin embargo Unicaja esta vez sí se empleó con mayor acierto en el primer cuarto que en el anterior partido. El acierto en el triple fue fundamental en el equipo malagueño que creó muchos problemas desde el perímetro en este periodo. Cinco triples que ponían por delante por primera vez en la eliminatoria a Unicaja (16-21, min 8) mientras le duraba la racha a Granger (16 puntos, 5 asistencias). El problema para los visitantes es que enfrente Satoransky (19 puntos, 7 asistencias, 28 de valoración) estaba desatado y contestaba de la misma forma, con tres triples y 11 puntos en el primer cuarto que le valieron la ovación del Palau Blaugrana al ser sustituido por Marcelinho Huertas. En esta ocasión el cambio no influyó negativamente. El base brasileño aportó en esta ocasión acierto en el tiro exterior en los minutos que estuvo en pista. Al igual que en el primer partido el perímetro azulgrana se mostró muy certero en el tiro de tres y va dejando atrás la irregularidad que ha arrastrado casi toda la temporada. También como el viernes al equipo malagueño se le fueron acabando las pilas en el segundo cuarto. Perdió el acierto desde el exterior del primer periodo y el fuelle en ataque salvo las acciones individuales de Granger o alguna jugada posteando de Kuzminskas. Unicaja sólo anotó cinco puntos en los primeros siete minutos, un lastre que le hundió ante el acierto en el tiro de tres de su rival. Dos triples de Abrines y otro de Huertas abrían una autopista hacia el triunfo culé (48-33, min 18). Suficiente tuvo Unicaja con no hundirse definitivamente antes del descanso, como le ocurriera en el primer partido, pero nunca tuvo respuesta posible para levantar todo lo que le había caído encima. Al Barça le bastaba con el recital de Satoransky para mantener a raya a su rival. En el tercer cuarto se intercambiaban los papeles. Tomic era quien asistía al base checo para mantener cómodamente la ventaja. El crecimiento de Satoransky en el tiro es más que notable, lo que le faltaba para ser considero un base importante en el baloncesto europeo. Unicaja sólo ofrecía ganas y actitud, que no es poco para el desastre en todas las facetas del viernes. De nuevo controlaba el rebote ofensivo. Carlos Suárez (8 puntos, 5 rebotes, 16 de valoración) y Will Thomas sacaban provecho de ello pero no valió para reducir la diferencia que se convirtió en una losa insalvable. Al final lo tiró todo a la basura el equipo malagueño con las pérdidas de balón y malas selecciones de tiro al inicio del último cuarto. El empeño de Granger y Will Thomas suponía una gota en el océano. La defensa azulgrana ya se había impuesto para garantizar un final tranquilo, coronado con un mate para enmarcar de Hezonja que daba fin al partido. Nueva victoria plácida y convincente que deja al Barça a un paso de la final y anestesia los ánimos en lo que pudiera ser una visita complicada a Málaga.

Fuente: encestando.es

Y DIGO YO…:

• Echando un vistazo a los números en el segundo partido en el Palacio de los Deportes. Cinco jugadores de Valencia Basket superaron la decena de puntos y otros dos (Harangody y Sato) se quedaron a las puertas. En el Madrid sólo lo hicieron tres, destacando Llull con sus 28 puntos. Las individualidades te pueden dar partidos pero siempre es más sencillo cuando el colectivo funciona. El mal partido de Rudy y Sergio Rodríguez lo acusó demasiado el Madrid.
• Continuamos con el casting de bases para la selección. Hoy se presenta Guillem Vives que ha dado un cambio radical en la segunda parte de la temporada. De olvidado por Perasovic, que lo veía muy verde para su filosofía de juego, ha pasado a importante con Carles Durán que no ha dudado en concederle minutos de calidad en cuanto ha demostrado que los merecía. Juventud, talento y no se arruga en los momentos difíciles. Lo que se esperaba de el tras su irrupción la pasada temporada en el Joventut. Una opción de futuro a tener en cuenta por Scariolo.
• Satoransky comenzó la temporada intimidado, atenazado por la presión que supone dirigir a uno de los conjuntos más poderosos de Europa como es el Barça. Al igual que Vives se ha soltado con el paso de los meses y con una buena evolución. No sólo aprovecha todas sus facultades físicas, únicas en un base de dos metros, sino que ha ganado en lectura y velocidad de juego y ha mejorado ostensiblemente su tiro. Cualidades indispensables para un base de nivel en Europa con posible futuro en la NBA. No se puede concebir la mejoría del Barça sin su evolución.
• Unicaja ha perdido 9 de los últimos 11 partidos. Llegaba mal a los playoffs pero su final de temporada está siendo lamentable. Ha tirado a la basura una buena parte del curso porque su imagen está distando de la de un equipo competitivo. Habrá quien piense ahora mismo que Baskonia hubiera dado más guerra en la semifinal.
• Y hablando de Baskonia, pese a su buena labor Ibon Navarro ha sido sustituido por Perasovic para la próxima campaña. Cambio radical de un hombre de la casa por un clásico de mano dura. Últimamente Querejeta se va pareciendo a Florentino Pérez, va a mas de un técnico por año y de perfiles muy diferentes. Quizá sea mejor que mire por otro lado donde están los problemas en el equipo vitoriano.
• Hoy hace 22 años que falleció trágicamente Drazen Petrovic. Una pérdida irreparable porque desde entonces no ha surgido un personaje y un talento igual en su puesto en el baloncesto europeo. Desde entonces se ha buscado heredero sin conseguirlo. Los nuevos candidatos a los que se les ha puesto la etiqueta (Hezonja, Doncic) llevarán un peso grande sobre los hombros con el que nadie ha podido hasta ahora. Inolvidable Drazen, toda comparación es una responsabilidad que raya en la maldición.