Una mañana, mientras la mayoría de piratas se arremolinaban en torno al Capitán para escuchar una de sus grandes historias, sucedió algo sorprendente: una mujer subió a bordo! Varios se volvieron extrañados; parecía griega, helena. Un novato, llevado por la inexperiencia, la intentó despachar del navío, pero ella se revolvió bien, poniéndolo en su sitio.
El gran Laker entró al quite presto, imponiendo paz con tono caballeroso.
En esas estaban cuando resonaron en el puente unas pisadas conocidas: era el mítico Iskraroja, curtido en mil batallas, que regresaba después de haber recorrido otros mares, otros mundos… miró a todos satisfecho, llevándose dos dedos al ala del sombrero para Inflatable Airbag Jump saludar a los viejos conocidos, cogió una cerveza que le ofrecía Flagrant y, como si no hubiera pasado el tiempo, se acodó junto al timón para seguir la charla con el Capitán Ramón.
Ése día no estaba harry, pero un gureanu musitó entre dientes “caterva de pelotas!”. Respect sacó unas cartas, intentando reclutar a más gente para su timba.
Todos cabían en Trecet, todos eran bienvenidos y escuchados, y todos medían sus palabras porque nadie permitía falacias ni licencias gratuitas.
¿He dicho ya que era diferente de otros buques?
(Publicado originalmente: comentario 112 http://www.marca.com/blogs/13t/2009/10/06/traiciones.html)