No pueden decir la mayoría de los equipos con factor cancha a favor que tuvieran un inicio de playoffs tranquilos. Los favoritos no han tenido encuentros plácidos, precisamente, por mucho que arrancaran la eliminatoria al amparo de su público. Unicaja estuvo medio groggy en el último cuarto ante Gran Canaria y durante muchos momentos planeó la sorpresa sobre el Martín Carpena que no se materializó por un buen final de Unicaja aprovechando el cansancio de su rival. El Barça tuvo que sufrir la primera victoria hasta el final ante una de las mejores versiones del Baskonia de esta temporada. Necesitó lo mejor de Navarro y Oleson para deshacerse de un rival muy molesto. Y el Real Madrid estuvo lejos de mostrar esa imagen dominadora y espectacular que ha lucido gran parte de la temporada. Con un tono más gris, se deshizo del CAI porque cometió menos errores y siempre encontró una de sus numerosas individualidades en los momentos difíciles, pero no por brillantez. Sólo el Valencia Basket mostró una gran autoridad en este arranque de los cuartos de final donde han predominado los triunfos sufridos. Para algunos no va a ser tan fácil el camino como esperaban.
Unicaja 78 – Gran Canaria 70 (1-0)
El comienzo de partido para Unicaja fue una auténtica pesadilla. Acusó enormemente la ausencia de Grager en el quinteto inicial, reservado de inicio debido a la fractura que sufría en la órbita del ojo. La dirección de Calloway fue un auténtico desastre. Gran Canaria ya empezaba mandando con un 0-7 pero sólo fue el comienzo de las penurias del equipo malagueño durante el primer cuarto. Entre Bellas y Oliver hicieron un buen destrozo en la dirección, marcando el ritmo de un encuentro en el que Gran Canaria se movía muy cómodo. El dominio de Tavares y Eulis Báez en el primer cuarto complicaban aún más las cosas para los locales que se encontraban en verdaderos apuros cuando apenas había transcurrido algo más de un cuarto (12-25, min 13). Pese a sus problemas físicos, Joan Plaza no tuvo más remedio que poner en pista a Jayson Granger para arreglar el estropicio. La entrada del base uruguayo surtió un efecto inmediato, como pólvora final. El juego de Unicaja cambió radicalmente. Lo que antes era oscuridad en ataque se convertía en lucidez de cara al aro contrario. Granger (13 puntos, 10 asistencias, 22 de valoración) desatascaba en ataque y hacía jugar a sus compañeros que lo vieron todo mucho más fácil. De la mano de Granger su equipo remontaba en un visto y no visto (34-32, min 18) aunque Gran Canaria logró que se llegara al descanso con máxima igualdad. Dicha igualdad se mantendría durante muchos minutos. El juego se espesó mucho durante el tercer cuarto, costaba una barbaridad encontrar tiros cómodos en un partido que se había vuelto áspero en defensa, muy cuartelero. Fran Vázquez (16 puntos, 10 rebotes, 21 de valoración) se convirtió en el amo de la zona pero no encontró acompañamiento en sus compañeros. Sin más recursos que el pivot gallego, Unicaja le dejaba una ventana abierta al equipo de Pedro Martínez para lanzarse a por el partido que había entrado en una guerra de nervios desde que comenzó la segunda mitad.
En un escenario tan complicado y duro, con ataques lentos y defensa a ultranza, el Gran Canaria se mueve a las mil maravillas. Puso a prueba la fortaleza de la mentalidad local en un último cuarto que se desarrollaba como quería el equipo grancanario. A Unicaja le empezaban a pesar las dificultades para anotar. En el lado contrario, Bellas (18 puntos, 7 asistencias, 18 de valoración) volvía a emerger como protagonista en Gran Canaria, llevando la voz cantante en el juego ofensivo. Con lo que le costaba mirar aro hasta hace un par de temporadas. Sin duda el juego de Bellas ha alcanzado ya la madurez, no es sólo un base que se dedica a jugar para los demás. Su recital en el último cuarto ponía contra las cuerdas a Unicaja (56-63, min 35). El fantasma de fracasos recientes, como la eliminación en cuartos esta temporada en Copa ante el CAI en el Martín Carpena, flotaba en el ambiente. Sin embargo, entre tantas dificultades surgió la figura de Caner-Medley. No había hecho nada hasta entonces ni se le esperaba. Si por algo se ha caracterizado el ala-pivot estadounidense en su carrera es por borrarse cuando vienen mal dadas pero esta vez dio la cara en un momento muy difícil. Tres triples consecutivos de Caner-Medley le dieron la vida a Unicaja. Produjo el contagio en el resto del equipo que comenzó a defender con mucha más intensidad. Pese a algunas acciones destacables, como un triple de Beirán con la mano del defensor delante y una bandeja espectacular a aro pasado de Báez (13 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias, 16 de valoración), el ataque de Gran Canaria se vio frenado. El cansacio, producto de una rotación escasa debido a las bajas, se hizo notar. Unicaja llegó más fresco al final del encuentro y lo aprovechó. Un palmeo de Fran Vázquez y un contraataque finalizado por Txemi Urtasun pusieron 4 arriba en el último minuto, dando medio partido a los hombres de Plaza. El otro medio le llegó a Unicaja en los tiros libres con los que cerró la primera victoria en la eliminatoria que pudo complicarse mucho ya desde el comienzo.
Barça 92 – Baskonia 87 (1-0)
Que la eliminatoria ante el Baskonia era un encerrona no tardó en comprobarlo el Barça. Tras un inicio igualado, los azulgranas tuvieron que lidiar con el acierto desde fuera del equipo vitoriano que le permitía mandar en el marcador (10-16, min 7). Tampoco funcionaban bien las cosas para el Barça dentro de la zona, donde los pivots aportaban mucho menos de lo esperado. Xavi Pascual continuó insistiendo en atacar por dentro pero esta vez con Dorsey que sustituía a un desdibujado Tomic. El pivot estadounidense le dio más mordiente y agresividad a su equipo. Con algo de ayuda desde el perímetro el Barça volvía a hacerse con el mando del encuentro tras un 17-6 pero no logró colocarse en situación de romper el partido ni de lejos. Baskonia se agarró al encuentro como una lapa. Recurriendo al tiro exterior, no permitía ninguna alegría a los azulgranas que se fueron apagando poco a poco. Nocioni se mostró especialmente acertado durante el segundo cuarto, colocando en un brete a un rival que empezaba a regalar más balones de la cuenta. Lamont Hamilton (19 puntos, 6 rebotes, 19 de valoración) también creaba muchas dificultades por su facilidad para jugar alejado del aro, algo que no defienden con facilidad los pivots del Barça. Baskonia necesitaba la aportación de hombres que apenas han rendido esta campaña y ahí la tenía, en la muñeca de Hamilton. Al descanso la situación comenzaba a tornarse oscura para los locales (36-43, min 20), enfrascado en su irregularidad y un rival que empezaba a creerse en disposición de asaltar el Palau Blaugrana.
Sin embargo, la segunda parte trajo un escenario muy más alocado y espectacular. Todo empezó con el impresionante inicio de Navarro (24 puntos, 5 asistencias, 31 de valoración). La Bomba tiró del Barça como en sus mejores momentos, anotando con una facilidad pasmosa, llevando la responsabilidad en ataque y jugando para sus compañeros cuando se terciaba, sobre todo con Tomic. Todo el juego ofensivo azulgrana giraba sobre él. Pero encontró un duro hueso en el bando baskonista. Heurtel (23 puntos, 7 asistencias, 29 de valoración) protagonizó un soberbio recital en el tercer cuarto. Fue sencillamente imparable, hundiendo en la miseria a Marcelinho Huertas, incapaz de contener al desatado base francés. El acierto de Heurtel mantenía por delante al Baskonia, era el único arma para resistir el abundante caudal ofensivo culé. Los numerosos tiros libres, esta vez bien aprovechados, volvían a igualar el partido. El acierto exterior azulgrana minaba lentamente la resistencia rival. Navarro seguía mostrándose incontenible. Era el Navarro de los mejores días. Oleson no le fue a la zaga. Entre triple y triple el Barça anotaba 33 puntos en el tercer cuarto. Difícil se le presentaba a los hombres de Scariolo resistir ante tal despliegue anotador. Oleson (29 puntos con 3/4 en t2, 5/5 en t3, 8/9 en t1; 2 rebotes, 31 de valoración) inflingía el mismo daño que Navarro desde la línea de tres. El 11/18 en triples de los azulgranas resultaba mortífero. Dorsey (13 puntos, 11 rebotes, 24 de valoración) controlaba sin oposición el rebote ofensivo y le concedía a su equipo oportunidades que no desaprovechaba. El encuentro parecía tornar definitivamente en azulgrana (81-74, min 35). El Barça mantenía las diferencias en un intercambio de canastas pero varios errores le complicaron la vida en el tramo final. Un triple de San Emeterio a 41 segundos cerraba un 0-7 de parcial que igualaba el encuentro a 87. El Barça llegaba a un final angustioso que no deseaba. Sin embargo el más destacado del equipo vitoriano, Heurtel, perdió la inspiración en el momento que más la necesitaba. Dos errores en tiros cómodos del francés condenarían al Baskonia. Una bandeja muy sencilla de Navarro y los tiros libres le daban la primera victoria al Barça que podía respirar tranquilo. No quería jugársela a vida o muerte en el Buesa Arena y logró evitarlo aunque costó mucho sufrimiento.
Valencia Basket 84 – Cajasol 54 (1-0)
La fiesta en Valencia comenzó con el homenaje tributado a Justin Doellman por el flamante galardón de MVP de la Liga Regular logrado por la estrella del Valencia Basket. Precisamente fue el ala-pivot estadounidense el mejor jugador de un primer cuarto más intenso que brillante. Doellman (11 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias, 17 de valoración) también fue el protagonista involuntario de la desgraciada jugada en la que se lesionó el tobillo Josep Franch. Una baja que acabaría lastrando a Cajasol en la segunda mitad. Hasta entonces el equipo sevillano aguantaba bien el tipo. No jugaba cómodo en ataque pero sí lograba incomodar el de su rival que no podía jugar a sus anchas. Al menos pudo mantenerse cerca hasta que a Satoransky le comenzó a faltar el aire. No es que estuviera muy lúcido el base checo en la Fonteta pero se notó mucho su ausencia cuando iba al banquillo a recuperar fuerzas. La lesión de Franch dejaba a Cajasol sin un recambio para Satoransky y obligó a Aito a usar a Radicevic como base. Ni lo es ni estuvo bien siquiera en la pista. De hecho estuvo horrendo. Valencia Basket descubrió la grieta en el casco de la nave sevillana y no dudó en agrandarla todo lo posible. Un 8-2 para acabar la primera parte dio la primera ventaja reseñable a Cajasol (37-29, min 20). Van Rossom (13 puntos, 6 asistencias, 4 rebotes, 22 de valoración) se encargaría tras el descanso de plasmar el principio del fin para los visitantes. El base belga estuvo sublime tanto en la dirección como mirando el aro. Satoransky, cansado y frustrado, no pudo frenar en ningún momento a Van Rossom, dominador absoluto del encuentro. A Cajasol le faltaban ideas y acierto. Salvo un par de triples de Bamfoth, la nada. Valencia Basket estaba cada vez más asentado y sólido en la pista, con su intensa defensa como pilar que sostenía lo que la batuta de Van Rossom generaba en ataque (60-45, min 30). Cuando la diferencia ya estaba cercana a los veinte puntos Cajasol se dejó ir. Ello le costó un buen varapalo porque la máquina valenciano no dejó de funcionar, asfixiándole en defensa y rematando con los triples de Lafayette (15 puntos) para una victoria plácida y muy cómoda que allana su camino. Cajasol pagó la novatada en la Fonteta con una fuerte derrota. Afortunadamente para el conjunto sevillano perder por 30 sirve para lo mismo que por 1 en los playoffs.
Real Madrid 78 – CAI Zaragoza 70 (1-0)
Sin Rudy Fernández, aún renqueante de su dedo dañado, y con un ambiente algo alejado de la efervescencia que debe producir un encuentro de playoffs, el Real Madrid salió frío a la pista. Poco intenso, errático, sin velocidad… No parecía en absoluto el mismo equipo que había dominado espectacularmente la ACB. La baja tensión provocó que el CAI mandara en el marcador con pequeñas ventajas (12-16, min 6), liderado por Sanikidze (12 puntos, 13 rebotes, 3 robos, 27 de valoración) que aprovechó el agujero que tiene el equipo blanco en el puesto de alero. Seguramente lo que enfadaba más a Laso era la facilidad del equipo maño para dominar el rebote ofensivo, un lastre para el Madrid durante la primera parte. Tampoco es que el CAI fuera la alegría de la huerta. Cada vez que Sanikidze se iba al banquillo se acababan los argumentos en ataque y el Madrid pasaba a dominar el marcador. Con los primeros cambios parecía que el Madrid recobraba el aire. Un 6-0 de inicio en el segundo cuarto otorgaba la primera ventaja relativamente cómoda a los madridistas (25-18, min 12) pero este Madrid no se mostraba demasiado sólido. Jugaba a tirones, a rachas, sin encadenar esos minutos frenéticos que hacen temblar a sus rivales. El regreso de Sanikidze le convirtió de nuevo en el referente en el juego visitante para igualar de nuevo las tornas. El encuentro no tenía quien lo gobernara, ni Sergio Rodríguez siquiera era capaz de sacar a su equipo de la apatía. Afortunadamente para los madridistas siempre les quedará recurrir a Felipe Reyes (18 puntos, 6 rebotes, 22 de valoración), el único jugador del equipo blanco que rendía a su nivel. El capitán del Real Madrid se encargó de poner lo necesario para que su equipo se fuera al descanso con una ventaja más cómoda de lo ofrecido sobre la pista (39-33, min 20).
La jaimitada de Llompart en la primera jugada, que casi cuesta dos puntos en un abrir y cerrar de ojos al CAI, fue un presagio del espantoso tercer cuarto realizado por el equipo maño. Muy atascado, con ataques muy espesos, malos tiros, perdiendo demasiados balones… Un horror sobre la pista. Sólo fue capaz de anotar 5 puntos en los primeros siete minutos. Una concesión demasiado grande al Real Madrid por mucho que estuviéramos viendo una versión menor. Aunque volvió a ofuscarse en demasía desde la línea de tres, el Madrid aprovechó el regalo. La ventaja subía de los diez puntos y el Madrid comenzó a jugar más cómodo. No era una versión brillante, aún algo fría, pero podía jugar con más tranquilidad. Incluso, por una vez, los madridistas buscaban jugar dentro de la zona. Lo agradeció Bouroussis (11 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias, 16 de valoración), que jugó un buen tercer cuarto. Visto que el partido se iba poniendo muy feo (55-41, min 28), Jose Luis Abós recurrió a una defensa en zona como solución de emergencia. El recurso no funcionó nada mal. El Real Madrid se atascó con la nueva defensa y sólo se le ocurrió a sus jugadores atacarla a triples sin ningún resultado. El bloqueo ofensivo iba a traer problemas. Un par de fogonazos de Tabu y Jones y el CAI se acercaba muy peligrosamente tras un 0-11. A los madridistas se les complicaba un encuentro que llevaban bien encarrilado. No era de extrañar con un juego tan intermitente. Al Madrid le salvaron en un primer momento los tiros libres. El CAI había entrado pronto en bonus con el aumento de la intensidad atrás y acudir a la línea de tiros libres se convertía en un salvavidas. Al final serían las individualidades quienes decidirían. Un par de triples de Llull y otro más de Darden otorgaron otro colchón que se antojaba definitivo (71-60, min 37). Aunque el CAI no arrojó la toalla, anotando con mucha facilidad bajo el aro cada vez que le llegaba el balón a Joseph Jones o Roll, aparecería de nuevo Felipe Reyes para poner el broche, aunque no de oro, al encuentro. El Real Madrid sellaba su primer triunfo aunque con sensaciones diferentes a las esperadas.
Y DIGO YO…
- La derrota ante Maccabi era de las que duelen mucho tiempo y la herida aún está por cerrarse. El Real Madrid no es el mismo desde aquella final en Milán, se ha transformado en un equipo más triste e irregular, uno como los demás. La imagen de Mirotic, apagado y ausente por momentos, lo refleja muy bien. Ni siquiera Sergio Rodríguez parece el mismo.
- 30 puntos de diferencia en el primer partido es una gran forma de arrancar. De todas las maneras el Valencia Basket deberá andarse con ojo. La temporada pasada venció en el primer encuentro ante el CAI por 38 puntos y acabó apeado de forma sorprendente. Seguro que Perasovic lo tiene en mente. La nefasta tradición del Valencia Basket también obliga a no relajarse.
- A nadie se le escapa que buena parte de las opciones del Barça en esta Liga pasan por las manos de Navarro. Ante el Baskonia necesitó realizar una actuación de nivel supremo, lo que ya es decir hablando de Navarro, para rescatar al Barça de una situación complicada y derrotar al equipo vitoriano. Y, pese a todo, el partido estaba empatado a falta de 41 segundos. Será tan necesario como siempre.
- Tomás Bellas. Ha dado un paso adelante en todos los aspectos de juego y su temporada ha sido muy importante para el buen rendimiento del Gran Canaria esta campaña. Hace diez años tendría muchas opciones de ser convocado con la selección española. Hoy es una víctima de la superpoblación de bases de alto nivel con los que cuenta el baloncesto español y que le relegan a un segundo plano. Cómo hemos cambiado.
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