Un bar lleno de hombres, con el ambiente cargado, alguna mirada desafiante… de pronto entra una señorita y se acerca a la barra.
Tras un reverencial e indeciso silencio, uno de ellos se acerca y comenta, como quien no quiere la cosa:
– Pues a mí me gusta el patinaje artístico…
Ante la mirada interesada de la chica, el de al lado apostilla mirando hacia otro lado:
– Yo vi hace poco una peli de chicas…
– Y yo de siempre he sido más de tenis…
– Si quieres, pues podríamos ser pareja de dobles…
– Te doy papel de protagonista en mi novela…
– Yo te hago crónicas de carretera…