En muchas ocasiones, tras recibir un regalo, existe la costumbre de devolver el detalle cuando llega el momento. En baloncesto también ocurre. El primer partido el Barça regaló el encuentro tras perder 10 puntos de ventaja a falta de 6 minutos del final. El Real Madrid ha devuelto la gentileza y con creces. El equipo blanco desperdició 14 puntos de ventaja que llevaba en los últimos instantes del tercer cuarto para acabar perdiendo y cediendo el factor campo al Barça en los últimos segundos. El culpable de este disparate tiene nombre y apellidos: Pablo Laso. Su falta de oportunismo a la hora de pedir tiempo muerto y parar el juego, de improvisación para salirse de sus planteamientos de piñón fijo y de lectura del partido propiciaron que el Barça remontara hasta tres veces una desventaja comprometedora y se acabara llevando el partido. Ya le ha ocurrido en otras ocasiones en el pasado pero quien sabe si le puede costar un título de Liga esta vez. Laso no ha aprendido y le ha devuelto el regalo que le hicieron los azulgranas en el primer partido.

Real Madrid 71 – Barça 72 (1-1): Como era de esperar, otro ambiente de gala para el segundo Clásico en el Palacio de los Deportes, con invitados ilustres como Xabi Alonso o Callejón. El empuje de la grada volvió a llevar en volandas al Real Madrid en los primeros instantes. Los blancos salieron lanzados, mordiendo atrás y con acierto impecable en las primeras jugadas. 8-0 de salida para que a los de Xavi Pascual ya se le pusieran las cosas en chino nada más empezar. Sobre todo sorprendía la capacidad reboteadora de Rudy (11 puntos, 10 rebotes, 7 faltas recibidas, 23 de valoración) en el inicio Los síntomas en los visitantes no eran nada halagüeños porque ni veían aro. No todo era por la defensa madridista porque más de un tiro cómodo se le salieron a los culés. Ante tamaño desacierto Xavi Pascual tuvo que pedir tiempo muerto (10-2, min 4). El Barça no es que mejorara mucho de cara al aro pero el Madrid se bloqueó por completo. Fue incapaz de anotar en lo que restaba de cuarto sin que Laso se decidiera a detener el juego con un tiempo muerto para planificar otra cosa que remediaran los malos ataques blancos. Con poca cosa, 0-9 de parcial hasta el final de cuarto y el Barça se adelantaba sin hacer apenas nada. Realmente ninguno de los dos porque los porcentajes de tiro eran para llorar. Las rotaciones no le daban sus frutos a Laso pero siguió apostando por los suplentes en el segundo cuarto. Darden respondió a la confianza de su entrenador y llevó el peso anotador en los primeros compases. El Barça volvió a los problemas que arrastró al comienzo: falta de acierto, inferioridad en el rebote, nula jumpers for sale capacidad de los bases para armar ataques con sentido. Ni siquiera los tiros libres servían de mucha ayuda porque el Barça falló más de la cuenta desde la línea. Sólo le valieron para seguir cerca hasta los últimos minutos de cuarto, en los que todo el mundo estaba pendiente de la cancha excepto el hijo de Xabi Alonso que se dedicaba a darle banderazos a Callejón. Fue en esos últimos minutos antes del descanso cuando los madridistas dieron el estirón. Con una buena movilidad de balón, dominio de la zona y un Felipe Reyes (13 puntos, 6 rebotes) que volvía a dejar en paños menores a los pivots del Barça, el Madrid puso la directa en el intermedio ante la inoperancia de un Barça que caminaba hacia el desastre (36-26, min 20).

Fuente: diariodenavarra.es

Los tres tiros libres que anotó Rudy nada más iniciarse la segunda parte añadían aún más dificultad a la situación del equipo azulgrana. Sin embargo el Madrid comenzó a fallar y perder balones, circunstancia que aprovecharon entre Oleson (14 puntos, 4 asistencias, 17 de valoración) y Navarro para anotar con facilidad en cada ataque. A Laso no se le ocurrió detener el juego hasta que el parcial llegó a 0-11 (39-37, min 24), con el Barça metido de lleno de nuevo en el partido. Ya era la segunda vez que estaba lento de reflejos. Al menos, el tiempo muerto le sentó bien a su equipo porque salió con más mordiente atrás e ideas renovadas. Llull y Begic se encargaban de llevar el peso ofensivo hasta que una circunstancia cambió a la fuerza el planteamiento de Laso. La tercer falta de Mirotic, gris de nuevo hasta entonces, obligó al técnico a dar entrada a Felipe Reyes antes de tiempo. El capitán volvió a dar un mal rato a los pivots rivales, de nuevo superados por la garra, intensidad y voracidad reboteadora de Felipe. Al Barça empezaba a hacérsele de nuevo el choque cuesta arriba y nada de lo que probaba Xavi Pascual le funcionaba. Pedía tiempo muerto pero los suyos no reaccionaban. Cambiaba a Huertas, negado en la dirección, por Sada pero no cambiaba nada. Sentaba a Navarro, demasiado centrado en las protestas, y fue aún peor porque el aro se empequeñeció aún más. En cambio, el Madrid volaba hacia la victoria. Dos triples consecutivos colocaban a los locales 14 arriba (53-39, min 28), máxima diferencia de la eliminatoria. Autopista hacia el 2-0 y medio título en el bote para el Madrid, cuyos aficionados ya saboreaban un triunfo casi seguro.

Fuente: defensacentral.com

Xavi Pascual se agarró a su libreto de medidas desesperadas. Sacó a Jasikevicius, que tampoco es que aportara gran cosa. Pero también se la jugó con Navarro y Oleson al mismo tiempo. La Bomba se echó el equipo a la espalda, como siempre que hace falta, y comenzó a atormentar a la defensa blanca. La diferencia comenzaba a bajar con rapidez porque Laso volvió a hacer de las suyas. Por tercera vez esperó una eternidad para detener el partido y, en esta ocasión, añadió el error de dejar en pista a un Sergio Rodríguez que había sacado el catálogo de los disparates. Cada ataque era aún peor que el anterior y el Barça volvió a la vida en apenas cinco minutos (59-57, min 33). Otra vez Laso pedía tiempo muerto tarde, cuando ya estaban los visitantes de nuevo en la pelea. Ahora ya no hubo forma de despegarse. Cada canasta costaba un mundo. No entraban los tiros desde fuera y Felipe y Rudy tenían que buscarse la vida con canastas de mucho esfuerzo para sumar. El Barça seguía pegado con 8 puntitos de Mavrokefalidis en el último cuarto y los tiros libres. Dos de Navarro pusieron el 68-67 a 1:05. El Madrid necesitaba anotar imperiosamente. Se la jugó Mirotic desde la esquina, con la mano de Wallace en la cara. Ello no impidió el triple de bandera. Podía ser la canasta del partido, propia de la clase de La Perla de Montenegro que hacía un gesto de calma a lo Cristiano Ronaldo. No había aparecido mechanical bull for sale mucho pero lo había hecho en el momento más caliente. Sin embargo, Wallace devolvió el golpe. Lo más lógico es que se la jugaran Navarro u Oleson pero fue El Congoleño quien tomó la responsabilidad. Triple y falta de Mirotic, jugada perfecta. Sin embargo, Wallace falló el tiro libre. 71-70 y 35 segundos por jugarse. El Madrid se lo podía tomar con calma pero Llull cometió la jaimitada de darle un pase a contrapie a Slaughter, que perdió el balón. El Barça tenía 24 segundos para jugarse la posesión definitiva. Oleson penetró y sacó una falta a 7.7 segundos. Con su sangre fría habitual, no falló. El Madrid sacaba desde 8 metros, tras el tiempo muerto de rigor, para salvar el partido. Sergio Rodríguez, que incomprensiblemente aguantó todo el cuarto final pese a su desastroso partido, se la jugó de 3. Dio en el hierro pero le quedó otra oportunidad a Carroll tras hacerse con el rebote. Tampoco entró su tiro y el Barça empataba la eliminatoria. La historia al revés del segundo partido, sólo que esta vez el resultado es de oro para el Barça tras recuperar el factor campo.

Fuente: eldia.es

Y DIGO YO…:

• Esta final camina pareja a la de la temporada pasada. En el 2º partido del año pasado el Barça tenía controlado el encuentro a la mitad del último cuarto para poner el 2-0 y acabó perdiendo el encuentro. Ahora le pasó al Madrid tras desperdiciar 14 puntos de ventaja. Veremos si el tercero también es un clónico invertido. Recordemos que el año pasado fue un palizón histórico del Madrid.
• Se relativiza en ocasiones el papel del entrenador en relación a los jugadores pero desde el banquillo también se pueden ganar o perder partidos. Laso lo perdió claramente con su lentitud al pedir tiempo muerto, hasta que el daño era enorme, o la falta de decisión a la hora de hacer cambios por no saltarse su guion de siempre. No es la primera vez que le pasa y va a acabar cansando en el madridismo. Claro contraste con Xavi Pascual que no duda en parar el juego cuando hace falta e improvisar si la situación pasa de comprometedora.
• Uno de los imprevistos en el guion de Laso fue la quinta falta de Felipe Reyes que le impidió jugar el último minuto. Vaya si se notó, siempre es un referente en los momentos calientes del último cuarto. Seguramente habría tenido más maña con el pase inoportuno de Llull a Slaughter, de manos más blandas, pero ya no podremos saberlo. La diferencia entre el cordobés y el americano es como el día y la noche.
• Dark tuvo razón y las aguas del arbitraje bajaron más tranquilas. No hubo más protestas que las habituales de un partido tan tenso e importante como éste y el arbitraje fue correcto, para nada decisivo. Lo celebro, el tema arbitral es muy cansino.
• Pero sigo con el tema aunque en otro sentido. Algunos comentarios conspiranoicos y quejicas que leí en el directo de ayer me producen espumarajos en la boca. No puedo con jeux gonflables el fanatismo pero para esto no hay mejor recurso que la información y buenos datos. La máxima en un arbitraje casero y con mala intención es no ver lo mismo en ambas zonas, por lo que el equipo de casa lanza más tiros libres. Pues bien, faltas señaladas: Real Madrid 25 – Barça 19; tiros libres lanzados: Real Madrid 13 – Barça 24. Y eso que el Madrid no tuvo que forzar personales en los últimos segundos y los pivots del Barça estuvieron casi todo el partido en la inopia. Pues vaya conspiración de mierda, con perdón. No se puede vender una burra que nadie quiere comprar.
• Sergio Rodríguez fue clave en la remontada del primer partido pero en el segundo fue un lastre con sus malas decisiones que ayudó al descalabro del último cuarto. Incomprensible que lo jugara entero. Cosas de genios, cuando desaparecen lo hacen a lo grande.