Comenzó la final de la ACB y lo que parece seguro es que nos espera una serie de emociones muy fuertes, como pasó la temporada anterior. Desde luego en este primer partido hemos tenido de todo. Mejor arranque del Madrid; dominio claro del Barça durante gran parte del encuentro, que parecía tener el choque siempre controlado; una reacción fulgurante de los blancos en la recta final que llevó a un final de infarto y una jugada con mucha polémica que va a dar mucho qué hablar durante toda la eliminatoria. Esa entrada a canasta de Sada cortada por Llull traerá mucha cola. La impresión que dio en directo en el Palacio de los Deportes fue de falta clara. No sabemos que hubiera pasado en los tiros libres que lanzara el base pero ahí queda ya la acción de la discordia. Todos los ingredientes de un Clásico para este inicio de final a la que aún queda mucha tela por cortar.

Real Madrid 76 – Barça 72 (1-0): Empujado por el ambientazo que ya se había generado en el Palacio de los Deportes el Madrid comenzó mucho más fuerte. El protagonista era Rudy (14 puntos, 8 rebotes, 18 de valoración), omnipresente tanto en ataque como en defensa. 6-0 de inicio y el equipo blanco marcaba el paso en esos primeros instantes. Los azulgranas no andaban nada finos. Salvo Marcelinho, que anotó los seis primeros puntos de su equipo, no veían aro. Atrás comenzaban a sufrir con el rebote ofensivo del Madrid, que les concedían muchas oportunidades a los locales pero que tampoco conseguían aprovechar demasiado. De hecho el ataque madridista tampoco era maravilloso. Perdía el balón más de la cuenta y por dentro apenas sacaba algo, en especial un Mirotic decepcionante. Así que el Barça sin hacer nada no estaba lejos ni mucho menos. Ni siquiera tras el triple de Llull contra tabla con el que finalizaba el primer cuarto (21-14, min 10). Las rotaciones le iban a sentar mucho mejor. Lorbek empezó enchufado con siete puntos y enjugó la diferencia. El juego exterior comenzó a entonarse y el Barça le daba la vuelta a la tortilla. Laso esperó giochi gonfiabili demasiado, para variar, a parar el juego. Pidió el tiempo muerto cuando el parcial ya llegaba a 2-14. El ataque del Madrid no funcionaba en absoluto, con un Sergio Rodríguez nada lúcido en la dirección. Al Madrid le costó más de 5 minutos anotar una canasta en juego. Un atasco que no dudó en aprovechar el Barça de una manera insospechada con el protagonista más inesperado.

Víctor Sada (17 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) se estaba imponiendo a Sergio Rodríguez en el mando del encuentro, imponiendo su sello de trabajo e intensidad que le imprime a la versión currante del Barça, pero lo que nadie esperaba era su acierto anotador. Comenzó a enchufar triples con una facilidad pasmosa ante una defensa blanca que no se enteraba de nada y un público que asistía atónito a su exhibición. Pese a los intentos de el Chacho de contrarrestar su acierto con más triples, Sada le dejaba en evidencia cuando el base canario le defendía. 15 puntos en el segundo cuarto del base culé, 31 de su equipo que no hablaba nada bien de la defensa de un Real Madrid que tampoco carburaba en ataque, diluido ante la intensidad que había impuesto el Barça en defensa. Sólo Rudy y Sergio Rodríguez representaban un peligro y era poco ante la avalancha ofensiva de su rival que se marchaba al descanso con la situación bien encarrilada (35-45, min 20). El desánimo comenzaba a cundir en un Palacio de los Deportes que veía gris tirando a negro el partido. Mi prima ya comenzaba a mandar a paseo a todo el que tenía cerca, yo entre ellos, por la vena pesimista que se estaba imponiendo en la grada.

Como siempre, Laso puso a Draper en el 3º cuarto. Mordiente atrás para evitar otro ridículo defensivo como el del segundo cuarto. En defensa mejoró pero también el Barça había ralentizado su ataque, decidido a jugar con el reloj. Ya estaba más pendiente de su labor defensiva, que seguía complicando mucho la vida al Real Madrid. Seguía negado en la zona, donde la defensa azulgrana evitaba cualquier canasta pese a que Begic hacía todo lo posible. Por fuera, el arma predilecta del Madrid tampoco entraba apenas nada. Sólo Llull (19 puntos, 7 faltas recibidas, 17 de valoración) tenía acierto en un equipo blanco que era incapaz de bajar de los 8 puntos. El partido se había convertido en una tortura psicológica que el Barça tenía bien ganada en ese momento. Ante la imposibilidad de superar esa barrera psicológica el Barça aprovechaba para volver a estirarse con un par de buenos tiros tras sendas buenas defensas (50-62, min 32). El pesimismo ya casi se había convertido en resignación en la grada, que ya asumía que habría que ganar un partido seguro en el Palau Blaugrana. Al Barça parecía bastarle con seguir defendiendo, ni falta le hacía mirar el aro.

Pero dar por muerto a este Madrid siempre es un error, su gen competitivo es enorme. Laso impuso una 1-3-1 presionante que provocó un cortocircuito en el Barça durante unos minutos. El Madrid aprovechó para correr y volver loco al pabellón con un 10-0 de parcial que no pudieron evitar ni los tiempos muertos pedidos por Xavi Pascual. El Madrid había regresado de la fosa para igualar el encuentro (65-65, min 36). Navarro anotaba cinco tiros libres seguidos para volver a dar aire a su equipo pero el Madrid se agarró con una lapa. Sergio Rodríguez (21 puntos, 4 asistencias, 19 de valoración) había aparecido en el momento justo para que su equipo siguiera con vida. A él se le uniría Felipe Reyes, que volvió a incordiar cargando el rebote ofensivo. Uno de ellos acabó en uno de sus característicos pula pula inflavel ganchos contra tabla que ponía al Madrid por delante 73-72 a 1:05. A Navarro se le escapa el balón en el siguiente ataque y el Madrid roba a falta de 53 segundos. Los blancos aguantan la posesión todo lo que pueden. Rudy se juega un triple que rebota en el aro pero ahí volvía a estar Felipe Reyes. Rebote en ataque y el Madrid de nuevo volvía a consumir segundos. Llull se la jugó con una penetración pero tampoco tuvo acierto y el rebote fue para el Barça con 6 segundos por jugarse. Navarro y Sada salieron a toda velocidad. Este último penetra a canasta y…

Aquí llega la jugada de la polémica. Sergio Rodríguez se cruza ante Sada y parece que existe falta al meter la mano el menorquín. Pero los árbitros decidieron hacerse los suecos y, al salir el balón fuera, dar posesión al Real Madrid. Quizá fuera por compensar el soplamocos que se tragara minutos antes de Tomic a Slaughter, aunque en vaya momento para compensar porque además no fue el único golpe que pasaron por alto. O quizá como vendetta a las numerosas protestas culés durante el partido. O simplemente que era Sada en lugar de Navarro. Sea como sea, cometió un error que decidía el partido. Mientras todo el Palacio se ponía en pie para celebrar la decisión el banquillo azulgrana estalla en cólera, se quería comer al trío arbitral. Evidentemente, en esa circunstancia la técnica era inevitable. Dos tiros libres de Sergio Rodriguez y otro de Llull sentenciaron el partido, que acabó con júbilo madridista y ambiente caldeado desde la grada a la entrada de los azulgranas en vestuarios. Se adelantan los madridistas pero queda mucho por jugarse y los ánimos estarán muy calientes tras este final. Lástima que una decisión arbitral haya acaparado tanto protagonismo en un partido tan vibrante.

Y DIGO YO…

• Ahora mismo muchos madridistas tendrán la misma sensación que los culés tras el primer partido de la final de la temporada pasada con el triple inverosímil de Marcelinho. No saben cómo se ha podido ganar este partido. Sirvió para que mi prima nos pusiera de pesimistas para arriba a todos.
• Hablemos de desaparecidos. En el Madrid hinchables aún se preguntan si se vio a Mirotic, completamente anulado. Un MVP de la Liga Regular no puedo dar un rendimiento tan bajo en un partido importante. Carroll también se apunta a la lista, bien frenado por el marcaje al que se le sometió. Dos que deben mejorar mucho el resto de la serie.
• Y ahora nos vamos al Barça. Tomic volvió a ser superado por el ambiente hostil de su antigua afición y rindió por debajo de lo exigible. Y luego está el farol que Xavi Pascual se está marcando desde las semifinales. Rabaseda y Wallace como titulares suena a broma. Y eso que superó a Laso durante muchos minutos pero esta apuesta canta más que La Traviata.
• El Real Madrid cogió 16 rebotes en ataque el primer partido. Una de las claves estaba en este apartado y el Barça ha tenido un rotundo suspenso. Felipe Reyes y cia se pusieron las botas con el juego interior azulgrana que se lo debe hacer mirar.
• Tras el arbitraje del primer partido prefiero no imaginarme a donde pueden llegar las protestas en el segundo. Sería muy triste acabar centrando la eliminatoria en los árbitros. No haría ningún bien al baloncesto que los Clásicos copien lo sucedido hace dos años en el fútbol. Esperemos que no sea así.