Con el portaaviones de nuevo a flote vuelven las entradas de la ACB que se habían trasladado temporalmente a la canoa mientras duraba la reparación de la nave. El regreso llega con la final de la ACB ya conformada, como no podía ser de otra forma, con el Real Madrid y Barça como contendientes. Un nuevo Clásico futbolero para decidir el título. El equipo blanco fue el primero en alcanzar la final tras usar la vía del cloroformo con un Cai que puso las cosas muy difíciles durante la primera parte pero este Madrid ya es un equipo maduro que sabe actuar bajo cualquier circunstancia. Si hay que correr, se corre; hay que jugar bonito, se juega bonito; hay que defender, se defiende. Además, con la cantidad de recursos y talento que tiene en la plantilla asfixia a cualquier rival.

Para que el Madrid no gozara de más descanso el Barça también se dio prisa y liquidó por la vía rápida al Gran Canaria tras batirle contundentemente en su cancha maldita, el CID. Es curioso que en campo contrario y ante un ambiente caliente y entusiasta se hayan olvidado los azulgranas de las dudas de los partidos anteriores y disputara su mejor encuentro en estos playoffs pero así son las cosas. 3-0 y los dos grandes futboleros repiten la final de la pasada temporada. Marchando una de Clásico para todos.

Cai Zaragoza 63 – Real Madrid 77 (0-3): El espectáculo en las gradas, con un Pabellón Príncipe Felipe abarrotado, no se correspondió en la pista durante los primeros minutos. El acierto brilló por su ausencia, ambos equipos estaban muy erráticos en el tiro. El marcador corto le fue favoreciendo esos instantes al Cai pero poco a poco el Madrid se fue metiendo con poco pese a que no metía un triple y el juego interior estaba cargado de personales (16-20, min 12). Las dos faltas de Begic y Slaughter obligaban a Laso a dar entrada a Hettsheimeir, más conocido por Don Pegote, pero no sería dentro donde los madridistas iban a empezar a tener problemas. La avería llegaría en el tiro exterior, donde el Cai iba a mostrar un acierto descomunal durante el segundo cuarto. La mala defensa exterior de los suplentes blancos favoreció el acierto de los tiradores maños, que lanzaban cómodos y con mucho acierto. Los malos ataques llevados por un Sergio Rodríguez muy flojo durante esos minutos daban aún más alas al equipo maño y su entusiasmada afición. Laso reaccionó algo tarde, esperó a pedir tiempo muerto cuando el parcial era 13-0, pero no sirvió de mucho porque los tobogã inflavel locales seguían anotando de tres. El parcial ya llegaba a 19-2 (35-22, min 17), el Madrid estaba encajando uno pa cagarse en toda regla. Laso sacó a los titulares porque de seguir así las cosas ya podía ir pensando en el cuarto partido. Bueno, a todos menos uno porque Darden siguió en pista. Y, precisamente, fue el alero americano quien sacó las castañas del fuego a su equipo. Hasta ahora lo único por lo que había destacado era por las dotes de bailarín de su hijo. Esta vez salió la versión que le vimos en el Zalgiris, de gran anotador. Darden se marcó un final de cuarto extraordinario, con 11 puntos consecutivos, fundamentales para la remontada blanca a la que también ayudaron varias pérdidas absurdas del Cai. 2-13 de parcial en esos tres últimos minutos y el Madrid ya estaba llamando a la puerta, como si no hubiera pasado nada (37-35, min 20).

Fuente: altaspulsaciones.com

El tercer cuarto se pareció mucho al primero. Costaba mucho anotar pero esta vez el Madrid sí daba mejor sensación, sobre todo atrás. Ya había entrado Draper, como es costumbre en el tercer cuarto, y los madridistas se habían puesto las pilas en defensa. La imagen de esa intensidad la encarnaba Rudy (5 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias, 5 robos, 18 de valoración). No brilló en ataque pero se dedicó a una labor sorda y oscura que es vital para un equipo como es la entrega en defensa. El Madrid robaba, dominaba el rebote y a Llull se le encendieron unos momentos la lucecita de la cabeza. Otro 2-13 de parcial y los blancos se ponían por delante (43-48, min 27). Al Cai no le entraban ya los triples así que intentó volver al buen camino con una defensa zonal. Le funcionó a Abós hasta que Carroll hizo acto de presencia. Sacó la escopeta y con 8 puntos seguidos despegaba a su equipo en el marcador. El Cai ya no podía seguir este ritmo ni pelearse con la defensa blanca. Una antideportiva pitada a Roll y 6 puntos seguidos de Mirotic (18 puntos, 5 rebotes, 21 de valoración) dieron la puntilla al equipo maño (58-71, min 37). Ya no había milagro posible y Abós emuló a Moncho Fernández para homenajear uno a uno a los responsables de la gran temporada del Cai. Se lo tenían merecido aunque el que sigue su marcha imparable es el Real Madrid.

Fuente: tubasket.com

Gran Canaria 62 – Barça 84 (0-3): La ilusión que disparó las primeras semifinales de Gran Canaria empujó a sus aficionados a montar un ambiente inmejorable, volcado hacia su equipo pese a que el 0-2 convertía la hazaña en un imposible. Tal carga de emociones puede que influyera negativamente en la muñeca de un Báez fallón en los primeros ataques pero no en la de los exteriores que comenzaron muy finos. Bellas impuso un ritmo frenético, a tono con tanta emotividad (16-11, min 7). Xavi Pascual decidió cambiar el guion volcando el juego por dentro, hacia Mavrokefalidis, al que se buscó una y otra vez para aprovechar la teórica superioridad en la zona. Oleson (17 puntos, 2 rebotes, 2 asistencias, 20 de valoración) tomó el relevo con siete puntos seguidos que ponían por delante a los azulgranas, más fuertes en el juego colectivo. Los locales se fueron unos momentos del encuentro tras una antideportiva extraña que encendió los jeux gonflables ánimos de los aficionados, aún calientes con la polémica canasta de Sada del segundo partido. La gran aportación del banquillo del Barça, sobre todo un Ingles (12 puntos, 4 rebotes, 17 de valoración) muy acertado, le estaba dando réditos pero los locales aguantaron bien el tirón hasta el descanso con los triples que dejaban todo en el aire en el intermedio (36-39, min 20).

Fuente: noticiasdenavarra.com

La defensa visitante sería la protagonista tras la reanudación. Desde el principio Gran Canaria sufrió para atacar la intensidad atrás del Barça. Esa defensa made in Xavi Pascual por la que tanto ha destacado su equipo. Pese al dominio en el rebote en ataque de Báez (13 puntos, 11 rebotes, 16 de valoración) y Nelson, los locales no sacaban apenas provecho. Además comenzó a despistarse en defensa y a hacer demasiadas concesiones que permitían anotar con mucha facilidad a los azulgranas en cada ataque. Demasiados espacios en el poste alto que castigaban los tiradores del Barça para anotar cómodamente de 3, un arma que le ha fallado constantemente esta temporada. En ataque los locales estaban más y más espesos. La 4ª falta de Toolson complicó aún más las cosas porque desde el banquillo no aparecían soluciones (46-59, min 28). Los ataques eran cada vez peores y Pedro Martínez estuvo lento para decidir a jugarse el todo por el todo. Mantuvo demasiado en pista a Alvarado, aún verde en la dirección, y un Oguchi que resta más que suma. El tiro exterior ya no estaba para salir al rescate, el aro estaba cerrado. Un 2-11 de salida en el último cuarto (52-72, min 35), con Huertas haciendo y deshaciendo a su antojo, ponía punto y final a la maldición del CID y a la eliminatoria. De nuevo los últimos instantes se convirtieron en un homenaje a los integrantes de un Gran Canaria que ha firmado una campaña histórica. Al Barça, le sirvieron para poner los cinco sentidos en una nueva final ACB, la 7ª consecutiva.

Fuente: laprovincia.es

PREVIA DE LA FINAL: Vistos los emparejamientos de semifinales todos esperábamos un nuevo Madrid-Barça en la final. Los pronósticos se han cumplido y tenemos la repetición de la final de la temporada pasada, con la diferencia que ahora es el Real Madrid quien tiene el factor campo a favor. Es la primera ventaja que tienen los madridistas para esta final. Otra es la sensación que ha transmitido en todos los encuentros de playoff, en los que se ha impuesto con mucha solvencia y dando una imagen sensacional, de llegar al tramo final en el mejor momento. El Barça, en cambio, se ha mostrado mucho más irregular, con demasiados altibajos. Salvo el primer partido con el Bilbao Basket y el último contra Gran Canaria, ha dejado demasiadas dudas. Los malos hinchables porcentajes en el tiro exterior, las pérdidas de balón y los baches en ataque le han lastrado por momentos. Un rival poderoso castiga mucho esos lapsus y a este Madrid le bastan cinco minutos de oscuridad en el rival para destrozarlo por completo. Desde luego si el Barça sigue la misma tónica de estos playoffs el Madrid se impondrá con comodidad. Sus opciones pasarán por lo que se ha visto en los enfrentamientos directos donde se jugaba algo importante. El mejor Huertas, el de los Clásicos de este año, en la dirección; un juego interior que se imponga y no conceda los numerosos rebotes ofensivos que capturan los blancos; no permitir al Madrid jugar con su velocidad frenética; y, por supuesto, Navarro en su versión aniquiladora. Sólo por ese camino puede mojarle la oreja a un Madrid con las ideas muy claras, mucha solidez y talento a raudales que está ante la ocasión de confirmar de una vez que la hora del relevo en el trono de la ACB ha llegado.

Y DIGO YO…:

• ¿Puede haber un jugador que se lleve más porrazos que Rudy? Entre los golpes que se pega al realizar los mates y los que se lleva tirándose por cada balón en defensa no me extraña que tenga la espalda hecha polvo. Intensidad hasta en las pachangas.
• 12 años llevaba el Real Madrid sin jugar dos finales casi seguidas, desde la época de Scariolo. Se dice pronto tratándose del equipo más laureado del baloncesto español pero que ha estado demasiados años con el rumbo equivocado.
• Mientras, el Barça disputa su 7ª final consecutiva. Casi nada. Incontestable su dominio en la ACB en la última decada aunque el Baskonia no se lo haya puesto fácil muchas temporadas.
• Parece que Draper ha encontrado su sitio en el Madrid como especialista defensivo. Su aportación atrás y su intensidad defensiva aumenta las revoluciones de su equipo en grado sumo. No ocupar plaza de americano le puede servir de ayuda para tener su hueco la próxima temporada en este papel.
• 2 victorias en las 9 últimas temporadas. Ese era el balance del Barça en el CID hasta el partido de ayer. Ni Madrid, ni Vitoria, ni Moscú, ni Tel Aviv, ni Atenas. La ciudad maldita es Las Palmas. Choca un poco que esta cancha se les atragante tanto aunque viendo el empuje de los aficionados locales se puede entender algo. A veces pasa. El Madrid también estuvo muchos años sin ganar en León en la década de los 90. Cosas que ocurren.