CONFERENCIA ESTE

En Boston se esperaba un gran partido en homenaje a las victimas del atentado, el ambiente lo demandaba. Las primeras jugadas mostraban a unos luchadores Celtics muy comprometidos con la causa sin embargo pronto se vieron las carencias. Los tiros exteriores no entraban, a la canasta apenas se acercaban, había pérdidas de balón sangrantes y el rebote defensivo se escapaba entre los dedos. Como por encima el bombardeo exterior de los Knicks funcionaba y el porcentaje de tiro verde rozaba 3l 33% era difícil explicar que tras doce minutos estuviesen tan sólo a cinco puntos. Los suplentes reactivaron al público local pero duró poco, un triple de Prigioni y una bandeja de Anthony convencieron a Rivers de que había que cambiar algo. Lo que no se podía esperar el técnico de Boston es que se perdiesen dos balones recién salidos del tiempo muerto. Al descanso la defensa neoyorquina seguía dejando a Boston por debajo del 40% en tiros y la ventaja era de 16 puntos. Para la segunda parte se esperaba un espíritu renovado en los locales. La defensa subió un punto pero el ataque seguía con los mismos problemas de modmo que tras doce minutos la palabra derrota comenzaba a asomar en las gargantas de todo Massachusetts. Lo único reseñable de los minutos finales fue un enfrentamiento absurdo entre Terry y JR Smith pero los Knicks ni se inmutaron. La depresión se extendió por el pabellón con el tres a cero en la eliminatoria.

Invitado inesperado: Pablo Prigioni (Knicks)

El segundo partido en Boston era a vida o muerte para los locales. Pronto se vio que estaban concentrados. El balón se movía con fluidez en los verdes y como nadie metía una en Nueva York Woodson pidió tiempo muerto, la ventaja era de siete puntos. En este caso normalmente recurriría a JR Smith pero su suspensión dejó ese vacío en la plantilla. Por eso la ventaja quedó en cinco puntos cuando sonó la bocina de final de cuarto. Con Anthony descansando Boston amplió la ventaja por encima de las dos cifras. Sólo la salida Anthony revitalizó ligeramente el ataque. Entre él y Chandler cargando el rebote consiguieron bajar la diferencia. Sin embargo no duró mucho el acierto y faltando cuatro minutos la ventaja volvía a crecer. Para colmo los últimos segundos de cuarto fueron terribles ya que dos triples de Pierce elevaron la diferencia a diecinueve puntos al descanso. en el tercer cuarto la defensa neoyoquina subió el nivel dificultando mechanical bull for sale la circulación de balón local. Pese a todo no remontaban; pero con Green, Bass y Garnett con cuatro faltas tras cuatro minutos de cuarto la cosa cambió. Los Knicks olieron la sangre, el partido se puso sucio y ya daba igual fallar; el rebote ofensivo de Chandler garantizaba nuevas posesiones. Eso recuperó la confianza de Felton que en un final de cuarto espectacular situaba a Nueva York a sólo tres puntos. Con Garnett de vuelta Boston se estabilizó y se llegó al minuto final con todo igualado. Anthony y Pierce fallaron par dar cinco minutos más de emoción. Todo se desarrolló según el guión esperado en esos cinco minutos. Las estrellas respondían en cada lado de la pista. Así se entraba en el último minuto con todo igualado entonces surgió Terry que con nueve puntos seguidos llevó la alegría al público.

Invitado inesperado: Jason Terry (Celtics)

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Apenas habían transcurrido nueve segundos cuando los Nets descubrieron lo que les esperaba en Chicago, Boozer dejaba tirado a Deron Williams en un bloqueo. Tantos años juntos en Utah para esto debió pensar el base. Los primeros minutos fueron fallones por parte local, muchas pérdidas de balón y fallos exteriores que los de Carlesimo aprovechaban con movimiento de balón y velocidad. La llamada al orden de Thibodeau frenó los balones perdidos dejando a Brooklyn atado al ataque estático. El resultado fue un parcial de catorce a cero en los seis minutos finales del cuarto, los Bulls habían liquidado la ventaja de dos cifras de los visitantes y estaban por delante. El parcial se frenó al minuto de iniciarse el segundo cuarto pero era un espejismo. El United Center llevaba a los locales en volandas celebrando cada fallo de los exteriores rivales. La distancia se ampliaba poco a poco porque los Nets se iban olvidando poco a poco de sus interiores. Por eso mediado el segundo cuarto Carlesimo se lo chivó en un tiempo muerto. Sin embargo los jugadores visitantes estaban nerviosos y forzaban la situación de modo que al descanso la ventaja de los locales era clara. Al inicio del tercer cuarto los de Carlesimo seguían en el mismo estado de nervios, como muestra un tiro a cinco metros de Reggie Evans. tras treinta minutos de partido los Nets llevaban cuarenta puntos y el partido parecía roto. Y así era hasta que a cinco minutos del final los Bulls se relajaron y los visitantes perdieron el miedo El resultado, un parcial de catorce a tres que les permitió un tiro sobre la bocina para empatar. Watson falló y Chicago se ponía por delante en la eliminatoria.

Invitado inesperado: Nazr Mohammed (Bulls)

El United Center de Chicago ardía ante la posibilidad de ponerse tres a uno en la serie. Por eso el arranque de los Bulls fue excelente, con un juego equilibrado de ataque donde Butler anotaba de fuera y Boozer bajo el aro. Brooklyn respondía con un juego más embarrado por los problema de Deron ante la defensa de Hinrich. CJ Watson, Joe Johnson y Brook López permitían mantener todo igualado al final del cuarto. En el primer minuto del segundo cuarto Robinson revolucionó el partido. Seis puntos a la contra aprovechando las pérrdidas de los Nets obligaban a Carlesimo a ir a la mesa ante la incapacidad de sus jugadores para acercarse al aro. Con Blatche haciendo caso a su entrenador los Nets igualaron el marcado mientras los interiores de los Bulls se tomaban un respiro en ataque. Tiempo muerto de Thiboedau para recomponer y volver a tomar ventaja. Después hubo un parón para ver las caricias entre Watson y Robinson, pero nada cambió sustancialmente hasta los dos minutos finales. Hinrich y Butler pegaron un arreón para llevar la diferencia de los locales por encima de los diez puntos. Sin embargo se encontraron con dos triples en los últimos treinta segundos para irse con sólo tres puntos de ventaja a descansar. El tercer cuarto fue tranquilo, los interiores de Chicago bajaron el nivel y Deron y Evans aprovecharon para remontar el partido. Con un triple de López a dos segundos del final del tercer periodo los Nets alcanzaban los ocho puntos de ventaja. El último cuarto comenzó con las mismas constantes y Chicago se agarró a las penetraciones de Robinson frente a un juego más repartido de los de Carlesimo. Así a seis minutos del final los Nets habían ampliado la ventaja a doce puntos y todo parecía decidido. Sólo un pequeño elemento de nombre Nate se resisitía. Y faltando tres minutos llegó la jugada clave. Watson quiso finalizar un contraataque con un mate al no tener oposición, los dieciséis puntos de ventaja salieron despedidos. Los siguientes tres minutos fueron un recital de pérdidas de balón absurdas (no sacar de banda en 5 segundos, faltas en ataque), fallo de tiros libres y fallos de tiros cómodos para el equipo visitante. Los locales aupados por un Robinson que metía desde cualquier posición llegaban al minuto final con el empate en el marcador. Deron pudo evitar la prórroga con un tiro a cinco metros pero la prórroga estaba predestinada.
Los primeros cuatro minutos de tiempo extra se jugaron de dos formas distintas. Los Nets cargaban la responsabilidad en sus exteriores estrella que fallaban más de la cuenta pero tenían varias oportunidades. Chicago, más consciente de sus limitaciones, ponía el balón bajo la canasta visitante para sumar puntos fáciles. Todo igualado hasta el minuto final donde cada intento de reventar el partido por parte de Robinson fue respondido por Joe Johnson, nos esperaban otros cinco minutos de infarto. La segunda prórroga se desarrollaba bajo el mismo guión de interiores locales contra exteriores visitantes. Sin embargo el cansancio afectaba a los tiradores de Brooklyn y los Bulls cogían cuatro puntos de ventaja. Joe Johnson reapareció y Robinson cometió su sexta falta para tomar distancia del defensor. Los Nets entraban en el minuto final a un punto. Ahí el protagonista fue López que empató con un tiro libre y puso dos tapones a Noah en los últimos cinco segundos. Otro empate y los jugadores queriendo acabar la agradable tortura. Apenas habían transcurrido treinta segundos de tercera prórroga cuando Noah se fue por faltas y los Nets pensaron que podían respirar. Todo lo contrario, Chicago seguía cargando dentro, ya fuese con los exteriores, o con un Mohammed descansado. Frente a eso los visitantes sólo tenían el desacierto de sus tiradores. Y el partido se fue deslizando entre los dedos para convertirse en pesadilla durante unas cuantas noches.

Invitado inesperado: Nazr Mohammed, Nate Robinson (Bulls)

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El primer partido en Milwaukee comenzó con más intensidad de los anfitriones. Se movía mejor el balón y se buscaba constantemente romper hacia el aro mientras se obligaba a los exteriores de los Heat a recibir lejos de la línea de tres con el problema que suponía para el ataque. Vista la ventaja adquirida por los Bucks Spoelstra llama al orden, saca a los suplentes y sube la presión defensiva un par de puntos. Por suerte para los chicos de Boylan el acierto de sus exteriores suplentes aguantó la diferencia en nueve puntos al final del cuarto. El segundo cuarto arrancó con muchas pérdidas de balón por ambas partes con lo que no se produjo ningún cambio hasta los minutos finales. Entonces los Bucks bajaron su nivel defensivo permitiendo más penetraciones mientras su ataque se veía obligado a retroceder viéndose tiros a ocho metros del aro. El intento de Boylan por subir la tensión no acabó de funcionar y al descanso se llegaba con el marcador igualado. El inicio de la segunda parte nos mostró a los dos equipos en su mejor nivel de agresividad en ambos lados de la cancha y fue entonces cuando vimos el motivo por el que Jennings hablaba de que podían ganar a los Heat. Fueron cinco minutos de alto nivel que finalizaron en tiempo muerto de Spoelstra. Volvieron los puntos en la pintura para los visitantes y las pérdidas de balón en los locales que finalizaron el cuarto con una sola asistencia. El parcial en los siete minutos finales de cuarto un 23 a 7 que dejaba el partido al borde de la ruptura y a Dalembert en el banquillo ante el repaso de Andersen. Los doce minutos finales sobraron porque los Bucks seguían facilitando puntos a la contra de Miami con las pérdidas de balón. Tres a cero y con cara de verse inferiores.

Invitado inesperado: Chris Andersen, Norris Cole (Heat)

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Milwaukee se presentó al segundo partido asomándose al precipicio y la baja de Wade en los Heat parecía un buen argumento para salir con el cuhillo bien afilado y marcar diferencias. Sucedió lo más desilusionante, los Bucks se presentaron para cumplir el expediente; sin ambición, perdiendo balones y como si se jugase un partido de temporada regular. Por eso los Heat no tuvieron que acertar demasiado de cara a canasta para tomar las primeras ventajas. Los locales tardaron cuatro minutos en hacer su primera canasta y Miami se dejaba llevar viendo el panorama. Tan relajado estaba el partido que salió Ray Allen y los defensores no se enteraron, o al menos eso parecía puesto que clavó dos triples completamente solo. Gracias a ello la ventaja al final de los doce primeros minutos era de siete puntos. El descanso a Lebron en el segundo cuarto no fue aprovechado por los suplentes de Boylan donde sólo Reddick respondía. Hubo que recurrir a los titulares para que la diferencia se viese reducida y Spoelstra reclamase a Lebron. Como James estaba relajado y Ellis estaba inspirado la diferencia se mantuvo estable al descanso. Cuatro puntos era una diferencia remontable para Milwaukee. Pero tan adormecido estaba el partido que la salida al tercer cuarto fue pavorosa. Fallos en tiros desde cualquier posición se juntaban con contras no finalizadas y balones mandados al espectador. Hacia el final del cuarto Stern apareció en pantalla y uno lo agradecía. La bocina bramó el final de cuarto y el público ya intuía que los cinco puntos a superar eran demasiados. Efectivamente, locales hicieron un último intento que fue sofocado por cuatro triples de Miami. Así la eliminatoria quedaba cerrada con cinco minutos crueles con el aficionado local.

Invitado inesperado: Udonis Haslem (Heat)

ELIMINATORIA CERRADA: MIAMI GANA CUATRO A CERO

En Atlanta sólo el gallinero se encontraba dispuesto a animar tras los dos partidos perdidos ante los Pacers en Indiana y los dos primeros minutos de partido no cambiaban la perspectiva. El tiempo muerto de Drew tardó unos minutos en hacer efecto pero pronto se observó el cambio. Josh Smith se imponía en el poste bajo a Paul George, Horford e Ivan Johnson mandaban a los pivots visitantes fuera de la zona asegurando el rebote y Teague comenzaba a liberarse. Con eso y un par de triples los Hawks llevaban la ventaja a los trece puntos tras los doce minutos iniciales. Con dos minutos disputados de segundo cuarto Vogel tuvo que pedir tiempo muerto. La diferencia se había ido a los diecinueve puntos y llevaban fallados diecisiete tiros de los últimos diecinueve, aparte de ser capaces de perder balones hasta sacando tras canasta. La situación mejoró en defensa aunque seguían sin poder para a Smith en la zona. El ataque era otro asunto, los pivots seguían recibiendo lejos del aro y los tiros exteriores rebotaban una y otra vez. De modo que mediado el cuarto el que se rebotó fue David West. Hizo una flagrante como protesta por una falta de Ivan Johnson y se llevó un empujón de Teague por la espalda. Ahí comenzó a terminar el partido, Horford se unió a la fiesta y los Pacers se fueron a vestuarios con veinticinco puntos para remontar. El intento duró un cuarto pero al no solucionar su ataque era imposible, no llegar al 30% de acierto es derrota segura en playoffs.

Invitado inesperado: Ivan Johnson (Hawks)

En el cuarto partido los Pacers volvieron a sus fuertes raíces interiores y les iba bien. Mientras Atlanta tenía problemas para encontrar a Josh Smith y se conformaba con lo que creasen Teague y Harris que era suficiente para mantener igualado el partido tras un cuarto. Con los suplentes en cancha los Hawks se cerraron un poco más y los exteriores de los Pacers no acertaban. Como en el otro lado Korver y Tolliver si acertaban de fuera la diferencia se fue por encima de los diez puntos antes de que los tiradores visitantes comenzasen a acertar. Los titulares mantenían las diferencias hasta que Teague y Smith abrieron hueco aprovechando fallos en el tiro y pérdidas de balón de los de Vogel. Al descanso unos inquietantes diecisiete puntos por recortar. El tercer cuarto mantenía las mismas constantes que el inicio del partido hasta que, quedando ocho minutos, llegó la cuarta falta de Horford. Lo que restaba de cuarto Atlanta se volvió más individualistafinalizando el cuarto con 15% en tiros. Unicamente jumpers for sale los tiros libres sacados por Smith y el rebote ofensivo les permitía llegar con siete puntos de ventaja al cuarto definitivo. En el último cuarto la distribución de balón volvió a los locales y un par de triples consiguieron finiquitar el partido. Empate a dos en la eliminatoria y vuelta a Indiana.

Invitado inesperado: Anthony Tolliver, Kyle Korver (Hawks)

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CONFERENCIA OESTE

El ánimo no estaba todo lo encendido que se esperaría en Memphis para comenzar el combate por la remontada en este tercer partido. Tal vez por eso, tras un inicio dubitativo por parte de ambos equipos, los Clippers tomaron la iniciativa bajo el mando de Blake Griffin. Como Randolph seguía mostrando debilidades en la defensa decidió compensar en ataque, embistiendo una y otra vez la zona angelina hasta que los Grizzlies acabaron en ventaja el primer asalto. Tras minuto y medio de segundo asalto Del Negro paró la pelea para llamar la atención a sus suplentes que estaban más parados que en Los Angeles. Bueno, por eso y porque a los exteriores de los ositos se les dio por acertar con un par de ganchos. Así la batalla de secundarios no cobró importancia tras la parada. Lo que si fue importante fue la presencia de Pondexter y Dooling para incrementar el nivel defensivo de los exteriores mediado el cuarto. Junto con el acierto de Marc Gasol llevaron la ventaja hasta los dobles dígitos para desesperación de Paul que se llevó una técnica. Al descanso se llegaba con una sólida ventaja que tranquilizaba el ánimo de los locales. El tercer asalto comenzó con un ataque descarnado a los hígados por parte de ambos contendientes. Pronto se vio que el más incómodo para defender su costado eran los angelinos y así percutía una y otra vez Memphis sobre el aro rival en busca de puntos. Cada vez con más potencia alentado por su público. Los Clippers sólo podían responder con golpes sueltos que apenas afectaban a los locales. Sólo una combinación cerca del final del asalto les permitió volver a respirar a los del Staples. Ante los doce minutos finales de pelea los Grizzlies partían con tres titulares pero los angelinos salieron más despiertos y sólo una doble combinación de Pondexter tras tiro libre, que valió cuatro puntos, pareció tranquilizar la situación. Como no lo consiguió Hollins sacó todo el arsenal y recordó el hígado. Allí fueron los de Tennesse pero los angelinos se protegían mejor el costado. Mientras el ataque visitante se limitaba a ganchos exteriores en busca del mentón que tampoco conseguían rendimiento. Mediado el asalto a Barnes se le va la mano con un golpe bajo lo que permite otra combinación a Memphis que deja a los Clippers doblados.

Invitado inesperado: Quincy Pondexter (Grizzlies)

El público de Memphis había recuperado la moral para el cuarto partido. el ambiente estaba encendido y como queriendo responder a ese ánimo los Grizzlies hicieron sus mejores minutos ofensivos; con movimiento de balón y Prince y Randolph a pleno rendimiento tomaron una rápida ventaja ya que en los angelinos sólo respondían Griffin y Paul. Así a los seis minutos Del Negro tenía que frenar la avalancha. Y eso fue todo lo que consiguió, frenarla, porque los locales se hinchaban a segundas oportunidades. Los ocho puntos de desventaja del final de primer cuarto se vieron evaporados en los dos primero minutos del segundo. Los suplentes locales eran incapaces de anotar mientras los Clippers aprovechaban cada fallo. Hollins pidió tiempo muerto y Randolph volvió a pista. Todo siguió por lo mismo cauces hasta que los bases angelinos encontraron la forma de llegar al aro local. Al descanso los Clippers se fueron con una ventaja mínima. En el tercer cuarto las defensas subieron un punto y los contactos y las protestas se multiplicaron. Gasol y Paul sujetaban a sus equipos. El base haciendo daño dentro, el pivot haciendo daño fuera. Sólo en los últimos minutos de cuarto el base angelino comenzó a fallar en sus decisiones y los ositos conseguían cuatro puntos de ventaja. Esa ventaja se fue ampliando con el descanso de Paul al inicio del último cuarto. Crawford no podía responder a la inspiración y energía de Gasol y Pondexter. Cuando volvieron los titulares era tarde. La confianza local era máxima y los Clippers eran incapaces acercarse al aro.. Un par de contras y un par de triples rompieron el partido. Se volvía a Los Angeles con la serie igualada.

Invitado inesperado: Quincy Pondexter, Tayshaun Prince (Grizzlies)

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Los Lakers se presentaban con Goudelock y Morris como titulares exteriores en el tercer partido de la serie esperando evitar el naufragio. Los efectos se notaron con seis minutos de juego cuando el agua comenzó a llegar a los tobillos. No metían una, bueno, una si metieron. Todo se reducía a Gasol, Howard y una pizquita de Clark. Así lo normal era presentarse al final de cuarto con doce puntos de desventaja y el ánimo local por los suelos. Ni con los suplentes San Antonio cambiaba el pesado ritmo de anotación que llevaba y poco a poco el agua llegaba a las rodillas angelinas. Las esperanzas de salvar algo se reducían a Gasol, Howard y la combatividad de Morris. Por suerte apareció Goudelock para tapar la vía de agua cuando ya casi sobrepasaba la cintura y al descanso la diferencia se mantenía. El problema es que él tapón no agguantó mucho, pronto el agua comenzó a filtrarse y Gasol era incapaz de achicar los calderos de puntos que llenaba Duncan. Al otro lado Splitter disfrutaba parando a Howard. El agua llegaba a la nariz cuando terminó el tercer cuarto y la sensación era que DÁntony claudicaba ante la petición del público de Jackson. Los doce minutos finales fueron el funeral de las víctimas del Titanic de púrpura y oro.

Invitado inesperado: Matt Bonner (Spurs)

El cuarto partido entre Lakers y San Antonio se presentaba con bajas en ambos equipos y la creciente sensación de que todo terminaría en esa noche angelina. Los locales, con la baja de World Peace, habían perdido a tres titulares y, por mucho que Splitter fuese importante para Popovich, la comparación era terrible. Todoeso quedó plasmado en los cinco minutos iniciales. Los Spurs se fueron con nueve puntos de ventaja aprovechando que Baynes controlaba a Howard y Gasol estaba desaparecido. El recordatorio de DÁntony de los interiores funcionó gracias a Popovich. Decidió que era buen momento para quitar a Baynes y poner a Bonner. Los pivots angelinos lo celebraron con unas cuantas canastas y los Spurs se pusieron nerviosos. Hasta el punto de que Howard se vio enredado en un mar de brazos y se revolvió ganándose una técnica. Así la diferencia se quedaba en seis puntos tras la disputa del primer cuarto. En el segundo cuarto, mientras Howard descansaba, los Spurs se fueron en el marcador. El acierto de sus exteriores era demasiado para ser compensado por un solitario Gasol. Con la salida de Howard a cancha Gasol se quedó emparejado con Kawhi Leonard, bastante más bajo, pero los angelinos eran incapaces de triangular el balón hasta que encontrar un pase. Así las pérdidas se sucedían y San Antonio sacaba rendimiento, dieciocho puntos de rendimiento al descanso. La segunda parte se resume en un sólo punto, Howard ganándose con una protesta la segunda técnica cuando se llevaban jugados dos minutos de tercer cuarto.

Invitado inesperado: Gary Neal (Spurs)

ELIMINATORIA CERRADA: SAN ANTONIO GANA CUATRO A CERO

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En un humeante Oracle Arena George Karl apostó por la vuelta de Faried de salida. Enfrente Marc Jackson seguía con sus bajitos al no poder contar con David Lee. Para terminar de caldear el ambiente Jack y Lawson se enzarzaron en un duelo de pistoleros durante los primeros minutos. Los Nuggets se mostraban más agresivos sobre el balón, con ocasionales dos contra uno que ahogaban a los bases locales. El problema venía al perder el balón en las transiciones ofensivas o cuando se superaba esa primera línea de presión, entonces el aro estaba desprotegido permitiendo un 61% de acierto en tiros a Golden State. De modo que todo se mantenía igualado al final del primer cuarto pese a la salida por faltas de Faried quedando cinco minutos. Para iniciar el segundo cuarto Jackson planteó una zona que dificultó la circulación de Denver pero que fue rota con un par de triples que permitieron una renta cómoda a los visitantes. Ante la desaparición de Curry y Thompson fueron Barnes y Landry los que intentaron responder al desafío. Imposible, al descanso los locales perdían por doce puntos. En el comienzo de la segunda parte la defensa visitante bajó un poco la intensidad, de modo que Jack y Lawson continuaron su duelo taladrando constantemente la zona contraria. No fue hasta que consiguieron frenar las penetraciones del base de los Nuggets, y el despertar de Curry, que los locales lograron atornillar el partido. Incluso llegaron con ventaja al final del cuarto con un último arreón de Jarret Jack. La remontada había extendido la fiebre amarilla por las gradas, los Warriors estaban plenos de confianza. Por eso Jackson se permitió poner a Green a defender a Lawson, con su mayor estatura le daba más espacio para tirar e impedía la entrada a canasta. Como además sumaba en ataque, la jugada era redonda para los locales que mantenían una corta ventaja a cinco minutos del final. Ahí tomó los mandos Curry para provocar faltas, distribuir y anotar dando la victoria a su equipo.

Invitado inesperado: Harrison Barnes (Warriors)

Para el cuarto partido la fiebre amarilla ya se había extendido por toda la bahía de San Francisco y eso se notó en el inició. Hasta un australiano soso como Bogut andaba con la temperatura disparada. Así el constante empuje de los exteriores visitantes hacia el aro era respondido en el otro lado con los mates salvajes del pivot. La igualdad era normal y con los suplentes pasaba lo mismo, cada ataque de los Nuggets era respondido por un interior de Golden State en el otro lado, en este caso Landry. Sólo un par de balones perdidos visitantes permitieron irse a los locales cuatro puntos por delante en el marcador. En el segundo cuarto Bogut volvió a brillar y, junto con Landry, amenazaba con romper el partido pero Denver anotaba frente a la zona planteada por Jackson, quedándose todo en amenaza de ruptura. A mitad de cuarto Bogut cometió su tercera falta personal pero Jackson no le sentó. En treinta segundos un cinco a cero de parcial hacía que Karl parase el partido. Ya sin Bogut la zona era más transitable para Denver y el partido volvió a sus orígenes hasta el empuje de final de cuarto local. Los Nuggets se descompusieron con hasta seis posesiones perdidas sin lanzar a canasta y los Warriors sacaron partido a la descomposición visitante. Doce puntos de renta. Resumen de lo que se inflatable water slide encontraron los Nuggets en el tercer cuarto, un bombardeo de larga distancia. Esa fue la venganza del pequeño diablillo por el bombardeo previo de Lawson a media distancia. Un bombardeo previo que tuvo que ser contenido por Landry y Jack unos cinco minutos mientras Curry dormitaba. Pero despertó. Cinco triples y 22 puntos en seis minutos que dejaron ko a los Nuggets. Diecinueve puntos por debajo al ser incapaces de pisar la zona rival sin perder el balón, especial mención a Green como ladrón. El último cuarto sobró ya que la zona seguía siendo territorio local. Tres a uno y Denver con el agua al cuello.

Invitado inesperado: Draymond Green, Carl Landry (Warriors)

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En Houston la ilusión estaba disparada por la baja de Westbrook en los Thunder. La primera jugada dejó claro que Perkins tenía algo que recriminar a Beverley, y que Harden creía que iban a ganar. Nuevamente los locales sacaban provecho a jugar con cuatro exteriores, su anotación era constante gracias al penetrar y doblar. El problema venía en defensa al no cerrar el rebote y cuando el tiro exterior no entraba. Un par de jugadas de Durant y la imposibilidad de romper hacia dentro provocaron el primer tiempo de McHale. Nada cambió, al final del primer cuarto el movimiento de balón y el acierto exterior proporcionaba a Oklahoma veinte puntos de ventaja. Tras tres minutos de segundo cuarto la ventaja llegaba a los veintiséis puntos con las pérdidas de balón como nuevo problema, los Rockets se sentían descorazonados. Por encima Lin se lesionaba y, para sorpresa de todos, salía Brooks para ser el catalizador de la remontada junto con Francisco García. El base rompiendo la defensa, el alero con sus tiros y la defensa a Durant. Al descanso eran diecisiete puntos los que tenían por delante. Lin volvía tras el descanso pero no aguantó cinco minutos en cancha. En su lugar entró García que seguía entonado. Junto a él un Beverley que aguantaba con cuatro faltas desde los treinta segundos del cuarto acercaron a los Rockets ante el desacierto visitante. La agresividad local se disparó en defensa y en ataque. Harden creyó, todos creían; jugadores y público. Como los Thunder no encontraban a Durant se presentaron con sólo cuatro puntos a su disposición de cara a los doce minutos finales. Esos doce minutos eran un recital de fallos por parte de ambos equipos. Vale, vale; donde pone equipos pongan Durant. Como los Rockets conquistaban el rebote ofensivo acabaron poniéndose por delante cuando quedaban cuatro minutos. Ibaka respondió al desafío bajo el aro tejano y puso a los Thunder por delante. Sin embargo García se había dejado mucho sudar en la cancha como para perder sin hacer algo. Triple a falta de cuarenta segundos para poner dos arriba a su equipo. La salida de tiempo muerto fue una puñalada para el público enfervorizado de los Rockets. Durant lanzó un triple que tras rebotar en el aro jugó con las nubes para caerr en la cesta. Eso dejó tocados a los locales, Harden perdió el balón y García hizo una falta tonta para que Reggie Jackson ampliase la diferencia a tres puntos.. El triple final de Delfino desde la esquina también jugó con las nubes pero cayó fuera.

Invitado inesperado: Reggie Jackson (Thunder)

Al cuarto partido los Rockets se presentaron sin Li por lesión. El cambio les vino bien en los primeros minutos. La agresividad defensiva de García sobre Durant, el rebote ofensivo de Asik y el acierto de Parsons y García en el tiro les permitía una ventaja de nueve puntos que cortó Scott Brooks. Con el tiempo muerto resucitó un Durant apagado y como los Rockets perdían balones el partido se igualó pero siempre favorablemente a los locales. Tras doce minutos la distancia entre ambos era de cinco puntos. El segundo cuarto arrancaba con dos minutos de descanso a Durant. El desacierto en el tiro y las pérdidas de balón cuando atacaban el aro provocó un tiempo muerto de McHale que no llegó a parar el parcial abierto. Un doce a cero que fue cerrado por un triple de Beverley. Mientras los Thunder aprovechaban la atención sobre Durant para que sus secundarios machacasen con tiros abiertos libres de marca. El partido se volvió loco con constantes pérdidas y Oklahoma volvió a ampliar diferencias hasta los doce puntos. Sólo el acierto de Delfino con dos triples en el último minuto acercó a los Rockets a siete puntos. La salida local en el tercer cuarto fue tremebunda. Un ocho a cero en dos minutos que obligaba al tiempo muerto. Sólo Durant frenaba el despegue local que llegaba constantemente al aro con penetraciones de Beverley y Parsons. Entre la mala defensa y las pérdidas de balón el porcentaje de los Rockets superaba el 80%. Al final de cuarto eran siete puntos de ventaja para Houston gracias a un parcial de puntos en la zona de veinte a cuatro en estos doce minutos. Lo más destacable de los primeros minutos de último cuarto fue la aportación de los suplentes de los Thunder que igualaron el partido. Como Houston era incapaz de acercarse al aro, y Harden se iba a descansar por faltas con siete minutos por delante, todo el ataque local quedaba en lo que pudiese surgir de Asik en su lucha bajo aros.. Los últimos cinco minutos fue un recital de fallos por ambas partes (especialmente dolorosos los triples de Reggie Jackson) que se rompieron con unas penetraciones de Parsons y Beverly para dar seis puntos de aire fresco a los locales. En dos posesiones cinco puntos de Durant dejaron a un punto a los visitantes. Los fallos de Harden y Durant en el último minuto dejaron el marcador intacto para una ultima posesión visitante quedando doce segundos. Ibaka falló bajo canasta y se vuelve a Oklahoma con tres a uno.

Invitado inesperado: Patrick Beverley, Carlos Delfino (Rockets)

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