Hace no mucho tiempo, Unicaja era un candidato a todo en España. Campeón de Liga, campeón de Copa, participante en la Final Four. Aspirante siempre a todo. Pero desde hace unos años el equipo malagueño ha iniciado una lenta decadencia que le ha convertido en un conjunto irreconocible, ni una sombra de aquel equipo que peleaba de tú a tú con los Barça, Real Madrid o Baskonia en España y los grandes europeos en Euroliga. Ahora es un equipo desdichado y triste, muy alejado de los grandes y que ha sido superado de largo por otros que han trabajado mucho mejor estas últimas temporadas. El palizón humillante que le inflingió esta última jornada el Real Madrid es un capitulo más en esta historia de decadencia, un grande venido a menos, cuya caída no ve el fin. Si esto no cambia pronto estaremos viviendo el ocaso de los días de gloria del baloncesto en Málaga.
Bilbao Basket 81 – Gran Canaria 70: Gran Canaria salió en Miribilla con mucho más vigor que en su visita al Madrid de la jornada pasada. Con mucho más acierto, comenzó dominando gracias al acierto en el tiro exterior (11-16, min 6). Katsikaris puso en pista a Raúl López y el base de Vic cambió el ritmo del partido. 11-2 de parcial y el Bilbao Basket coge el mando del partido aunque no de manera firme porque el equipo canario no se vino abajo y mantuvo las alternativas en el marcador hasta el descanso. En la reanudación el Bilbao Basket salió en tromba liderado por Mumbrú (18 puntos, 4 asistencias, 19 de valoración) y puso tierra de por medio con un inicio de 10-0 (49-36, min 23). Gran Canaria se tambaleó y no cayó a la lona gracias a un Newley (18 puntos, 7 rebotes, 19 de valoración) que le mantuvo con vida en los momentos difíciles. Los visitantes soñaron con la remontada en los últimos minutos con una buena racha en los triples pero precisamente uno de Mumbrú, gran protagonista del choque, rubricó una nueva victoria más del Bilbao Basket en su fortín de Miribilla. Gran Canaria al menos mejoró la triste imagen dada en el Palacio de los Deportes.
Fuenlabrada 72 – Valencia Basket 69: En el Fernando Martín se escribió una historia de baloncesto de las de antes, en aquellas en las que un solo hombre se encarga de llevar a la victoria a su equipo. Como pasaba en el colegio, que se las pasábamos toboggan gonflable todos al bueno del equipo. Es lo que ocurrió con Feldeine. Durante toda la primera parte fue un martillo pilón que golpeaba una y otra vez en la cabeza al Valencia Basket que aguantó con entereza el chaparrón gracias a Dubljevic (20 puntos, 4 rebotes, 18 de valoración), convertido en el hombre de la máscara, y Doellman (19 puntos, 7 rebotes, 5 robos, 22 de valoración) que permitieron al equipo valenciano llegar pegado a los locales al descanso. El alero americano, junto a Kelati, puso tierra de por medio con sus puntos en los peores momentos que pasó el Fuenla en el partido. Pero fue nuevamente rescatado por Feldeine, oportuno para sacar de apuros a su equipo. Llevaba 23 puntos al final del 3º cuarto pero no iba a quedar ahí su actuación, se guardó lo mejor para el final.
El último cuarto de Feldeine fue sublime, propio de los grandes anotadores cuando entrar en estado de gracia. Anotaba todo, imposible de frenar por una defensa visitante impotente para frenar el vendaval provocado por el escolta del Fuenla. Él solito se encargó de ganar el partido, en medio de los vítores de un pabellón Fernando Martín entregado. Feldeine (37 puntos, 4 rebotes, 5 asistencias, 7 faltas recibidas, 41 de valoración, MVP de la jornada) había protagonizado una exhibición memorable, anotando más de la mitad de los puntos de su equipo como hicieron tiempo atrás el gran Drazen Petrovic en aquella inolvidable final de Recopa ante el Caserta o Arlauckas en Bolonia. La puntuación no es la misma ni de lejos pero el efecto fue el mismo. Una victoria muy importante para que el Fuenlabrada ponga tierra de por medio con la zona de descenso.
Valladolid 82 – Barça 88: El Barça visitaba al rival con el que empezó la pesadilla que está viviendo en lo que llevamos de campaña en la ACB. Visita al Pisuerga donde esperaba el Valladolid. Y sin Navarro, con lo que todos sabemos que conlleva en el equipo azulgrana. Desde el principio se dio cuenta que no iba a tener una mañana fácil. Othello Hunter (12 puntos, 4 rebotes, 17 de valoración) dio las primeras ventajas a los locales, ridiculizando a un Tomic que presentó su versión más blanda. El Barça se pasó mucho tiempo a tirones, haciendo la goma. No se imponía dentro, no anotaba desde fuera y era incapaz de cerrar las penetraciones de Jordi Grimau (11 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 19 de valoración) y Montáñez (16 puntos). Aquí hacía daño hasta el retoño de Ewing (31-23, min 14). Sólo la muñeca de Mickael (20 puntos, 4 rebotes, 20 de valoración) y la manija de Marcelinho Huertas salvaban la cara de un equipo azulgrana que se marchaba por detrás al descanso y con mala cara. Aunque el semblante no iba a mejorar tras el descanso. La cosa pintaba fea porque el Barça seguía sin carburar. Los locales jugaban a sus anchas, permitiéndose el lujo de imponerse por velocidad a un equipo azulgrana desconcertado. Un alley-oop de Hunter ponía la máxima diferencia para los locales (62-52, min 26) y el rumbo que tomaba el encuentro presagiaba un nuevo desastre.
Marcelinho (16 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes, 3 robos, 9 faltas recibidas, 28 de valoración) volvió a aparecer de nuevo para evitar el naufragio inminente. Su conexión con Jawai dio buenos réditos en la pintura. Esta vez el australiano no tenía el día pasota pero en defensa volvió a despistarse, para variar. Ello permitió una vía de agua para que el Valladolid siguiera delante pese a que Marcelinho ya había sacado parte de su repertorio de canastas inverosímiles. Hacía falta algo más para remontar y ese plus lo encontró en Lorbek. El esloveno estaba pasando sin pena ni gloria un día más pero apareció esta vez cuando más se necesitaba, en el último cuarto. Él casi solito se encargó de dar la vuelta al marcador. Un 0-9 de parcial en la recta final que daba la vuelta a la tortilla. Unos polémicos pasos y un triple de Mickael le dieron la victoria al Barça, que se toma un respiro pero sigue sin convencer en su caminar por la ACB. Qué diferente a su marcha en Europa.
Baskonia 74 – Cai Zaragoza 73: Al Baskonia le costó algo desperezarse en la mañana del domingo. Tanta tralla entre ACB y esta extensa y durísima Euroliga se acaba haciendo notar y se lo tomó con un poco más de calma. A medio gas le dio para llevar el mando del partido durante la primera parte pero no se quitaba de encima al equipo maño ni con agua caliente. El Cai es un equipo que suele empezar bien los partidos, con mucho acierto. Entre Rudez y Aguilar se encargaron de mantener a los visitantes a tiro de piedra del equipo vitoriano. No había manera de despegarse en el marcador para el equipo de Tabak. Ni un 8-0 de parcial a mediados del 3º cuarto sirvió para doblegar el ánimo maño (54-47, min 27). Siguió muy sólido y contó en el último cuarto con un Pablo Aguilar (21 puntos, 6 rebotes, 28 de valoración) sensacional, convertido en un quebradero de cabeza constante. La versatilidad del ala-pivot granadino puso contra las cuerdas al Baskonia. El Cai ganaba 68-73 a falta de minuto y medio, la impresionante racha de victorias del Baskonia estaba seriamente amenazada. Pero al Cai le faltó sangre fría cuando mejor lo tuvo. Y a Oleson (13 puntos, 3 rebotes, 16 de valoración) le sobró. Por algo es de Alaska. Supo forzar las personas y sacar petróleo en la línea de tiros libres. Los dos últimos pusieron el 74-73 a falta de la última posesión, en manos del Cai. Van Rossom se jugó el tiro que pudo darle la victoria pero el balón dio en el aro y salió jeux gonflables despedido hacia la parte superior del tablero. Ahí terminaban las opciones del Cai. Sigue la racha de Tabak que parece que ha llegado con un cargamento de flores a Vitoria. Le cuesta sacar los partidos en ACB pero el Baskonia sigue imbatido desde que llegó el croata al banquillo. La racha victoriosa parece a prueba de bombas.
Murcia 73 – Cajasol 81: El arranque fue espectacular en Murcia. Un derroche anotador en el que los locales salieron mejor parados con un Antelo (17 puntos, 3 rebotes, 19 de valoración) muy acertado en la primera parte, donde el Murcia siempre llevó la voz cantante. Pero como suele decir Manel Comas cuando un partido empieza con marcadores muy altos, las defensas acaban por estabilizarlo con el paso de los minutos. Así fue de nuevo en esta ocasión. Tras el espectáculo (29-23, min 10) nos plantamos en un duelo más duro, en un partido cuartelero donde Aito siempre se ha manejado bien. Los triples de Bogdanovic le mantuvieron siempre cerca en el 2º cuarto y, ya en la segunda parte, Satoransky (16 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias, 19 de valoración) fue durmiendo el partido poco a poco hasta llevarlo al ritmo que le interesaba a Cajasol para ponerse por delante. Sin embargo todo iba a quedar pendiente para los últimos minutos porque el Murcia se mantuvo enganchado en todo momento. Pero cuando se esperaba un final de infarto apareció Holland (22 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 25 de valoración), que sigue yendo a más en cada partido, para sacar su muñeca a pasear. 7 puntos seguidos del americano y asunto zanjado, a eso ya no se pudo reponer el Murcia. Cajasol sigue su ascenso en la clasificación y ya no ve tan lejos los puestos de playoffs. Al menos está ya más cerca de ellos que del descenso.
Unicaja 67 – Real Madrid 91: Se repetía en el Carpena el duelo europeo disputado 3 días atrás. Como en aquel partido, el Madrid comenzó acertado y enchufado. En Euroliga, durante muchos minutos, los blancos tuvieron un agujero por dentro. En la revancha en ACB, también. Zoric (20 puntos, 3 rebotes, 7 faltas recibidas, 23 de valoración) se puso morado a anotar durante toda la primera mitad. Como es evidente, sus compañeros le buscaban una y otra vez. El croata fue vital para que Unicaja igualara las cosas. En ese punto se metió en un intercambio de triples con el Madrid, algo que no suele ser un buen negocio conociendo cómo las gastan los tiradores del equipo blanco. Como siempre, el tiro exterior le daba el mando al Madrid aunque Unicaja aguantó bien aprovechando los graves problemas madridistas en el rebote, incapaz de cerrarlo. Esta circunstancia le dio momentos de mando en el marcador a Unicaja pero al Madrid le bastó con Carroll en plan martillo pilón de cara al aro y una buena defensa un par de minutos que propiciaba contraataques para mayor disfrute de Llull (12 puntos, 3 asistencias, 16 de valoración) para irse con ventaja en el marcador al descanso (46-50, min 20). Otro marcador alto, como es costumbre.
La igualdad saltó por los aires en la segunda mitad. El Madrid se puso serio atrás y provocó los primeros problemas graves en el ataque de Unicaja. 2-11 de inicio y al Madrid se le ponía el encuentro muy de cara. Tanto que llevó a la relajación excesiva. El final del 3º cuarto por parte de los madridistas fue bastante malo en ataque pero Unicaja no lo mejoraba en absoluto. La dirección de Calloway y Marcus Williams fue un auténtico disparate y si tardó un poco más en sentenciar el partido el Madrid fue por su propia complacencia. Eso duró hasta que entró Sergio Rodríguez (14 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias, 16 de valoración) para jugar el último cuarto. Entró El Chacho y volvió a armarse la marimorena. Otro clinic más del tinerfeño, otra demostración de su brutal momento de forma. Volvió a maravillar en la pista con su muñeca, velocidad y visión de juego privilegiada. La afición malagueña se lo acabó reconociendo con aplausos. Mientras, Unicaja había pulsado el botón de autodestrucción. Por costumbre suele jugar mal el último cuarto pero esta vez hizo oposiciones a entrar en el museo de los horrores. Peor no se puede atacar. Se lo puso a huevo a defensores tan reputados como Felipe Reyes o Suárez (7 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 16 de valoración). Y no digamos a este Madrid que disfruta corriendo. La suma de los disparates de Unicaja y la marea blanca que se le echó encima provocó un doloroso parcial de 0-18 que convertía en inevitable el palizón y el enfado de una afición de Unicaja muy harta de tanto fracaso (59-85, min 35). El partido acabó de mala manera, con un rifi-rafe entre Vidal y Slaughter y un garrotazo infame de Calloway a Mirotic que no venía a cuento. Muy mal pinta este Unicaja, un grande que atraviesa una evidente decadencia. Repesa ya comienza a estar en el punto de mira en un equipo que no sabe a donde va. Todo lo contrario de un Madrid que suma y sigue como quien no quiere la cosa.
Otros resultados: GBC 67 – Joventut 73, Manresa 83 – Obradoiro 69, CB Canarias 84 – Estudiantes 79.
Sin cambios en las dos primeras plazas. Líder el Real Madrid (17-1) y segundo el Baskonia (15-3). Cada vez están más lejos los perseguidores, el trío formado por Valencia Basket, Bilbao Basket y Gran Canaria con 12-6. Cierra la zona de playoffs el Estudiantes (9-9), igualado con Obradoiro y Joventut. En descenso siguen el Manresa y GBC con 3-15.
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2 Comments on "LIGA ACB 2012-13: JORNADA 18. DECADENCIA EN MÁLAGA"
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Espectaculares los resumenes que te curras Perdi.
Un lujo para todos los que amamos, aún, y a pesar de Chichi, el basket ACB.
Es curiosa la unión entre la actuación estelar de Feldeine, y el interés de Creus por él.
Y la decadencia de Unicaja está siendo extrema, devorando entrenadores y jugadores sin piedad.
Tabak sigue con la racha, pero apuesto a que en la copa se les rompe la magia.
Y el Madrid … un día más en la oficina. Que envidia de tiro exterior, pero creo que falta alguien más solido hay dentro para acabar de dominar en Europa. Os devolvemos a Tomic?
Muchas gracias, dark. Yo sí tengo que agraderos el interés en leer cada entrada, eso me anima a escribir más y mejor. Jejejee, creo que ningún madridista echa de menos a Tomic. Con sus limitaciones, se prefiere a Slaughter porque da esa intensidad y defensa que se requiere en el estilo de juego de este Madrid donde los pivots no tienen un papel primordial en ataque y se les pide defensa y que corran bien el contraataque. El problema llega en los partidos donde no se pueda correr y se necesita una referencia dentro. Salvo que Hettsheimeir se ponga a… Read more »