Aunque estamos ya plenamente metidos en la segunda década del siglo XXI, todavía no es tarde para hacer un balance de la década que dejamos atrás hace no tanto tiempo. Voy a hablar un poco de las 10 películas que creo que se recordarán más, yo al menos así lo haré, cuando pasen los años y se empiece a etiquetar la producción cinematográfica de esos 10 años. Una época que como comentábamos en otro post, es “post-todo”: postmoderna, postindustrial, postguerra fría, postideológica, etc. Todo ello también se refleja en el cine americano, siempre muy sensible a las tendencias generales de la sociedad. De hecho, dos películas muy representativas de esa sociedad se estrenaron en 1999, por lo que no entrarán en esta lista, aunque por su calidad podrían merecerlo: son American Beauty y El club de la lucha.

Este cine post, ¿ha producido muchas obras maestras? La verdad es que no, la densidad de OM en comparación con los años 40 o 50, la época dorada de Hollywood, es muy escasa. Incluso la década palidece en comparación con el cine de los últimos 80 o los primeros 90, en el que estaban activos y en su mejor momento algunos de los grandes maestros de la generación que comentábamos en el último post de @rosschack, los “clásicos”: Coppola, Scorsese, Spielberg, Eastwood, Woody Allen, Roman Polanski o Ridley Scott, entre otros. En la década objeto de este post se produjo la transición a una nueva generación que sin embargo no logró asentarse plenamente y mucho menos igualar el nivel alcanzado por la anterior. Aun así, algo dejaron para la posteridad, y algunos de ellos estarán representados en la lista.

Sobre ella, algunas advertencias previas. Primero, me he centrado en el cine americano, que es el que más he seguido, con una sola excepción. Segundo, primo el entretenimiento sobre la pura calidad artística, pues siempre me parece que ha sido la mejor cualidad del cine de Hollywood y lo que lo hace más vendible. Tercero, sin embargo varias de estas películas fueron éxitos de crítica y público, pero algunas no alcanzaron un gran éxito comercial. Por último, dato curioso, ninguna de las 10 logró el máximo premio de Hollywood, el Oscar a la Mejor Película.

Aquí está la lista. Para no tener que hacer una clasificación de la mejor a la menos buena, iré por un simple orden cronológico. Así, la primera es…

LE FABULEUX DÉSTIN D´AMÉLIE POULAIN (2001)

Director: Jean-Pierre Jeunet.

Intérpretes: Audrey Tautou, Mathieu Kassovitz.

Género: Comedia romántica.

La década empezó fuerte en Europa, con esta encantadora película francesa, un cuento de hadas en el siglo XXI sobre una joven parisina empeñada en desfacer entuertos al estilo de El Zorro, pero también en poner obstáculos a su propia felicidad. La interpretó de forma impecable, Audrey Tautou, que ya para inflatable water slide siempre quedará marcada por este papel; siempre será Amélie. También Jean Pierre Jeunet, el director, no ha sido capaz de quitarse de encima la sombra de esta película y sus films posteriores son repeticiones en tono muy menor de tics que se pueden encontrar en Amélie.

Es un film de culto, que salvando las distancias puede hacer en nuestra época algo parecido a lo que conseguía Qué bello es vivir en los 40: despertar todos nuestros buenos sentimientos, convencernos de que ayudar a nuestros semejantes acaba saliendo rentable y hacernos creer en el amor y en que se puede ser feliz incluso en la jungla urbana en que vivimos. ¿Es ingenua Amélie? Puede, pero, desde luego, su encanto es irresistible.

Lo mejor: La fotografía que resalta siempre los colores rojo y verde, la música de Yann Tiersen, la escena final en el piso de Amélie, el personaje del pintor, el “hombre de cristal”…

Lo peor: Ciertos detalles frikis que ya se convertirían en amaneramientos en las posteriores películas de Jeunet.

EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: LA COMUNIDAD DEL ANILLO (2001)

Director: Peter Jackson.

Intérpretes: Elijah Wood, Ian Mac Kellen, Viggo Mortensen, Ian Holm, Orlando Bloom, Liv Tyler…

Género: Fantasía épica.

Poco antes de acabar el año 2001 se estrenaba en todo el mundo la esperadísima adaptación de la novela de J.R. R. Tolkien. El proyecto se había confiado a un director neozelandés con fama de excéntrico y una fimografía anterior escasa y no muy brillante: Peter Jackson. La primera de las muchas decisiones acertadas que tomó Jackson fue trasladar la filmación a su país de origen, que ya sin discusión se convertiría en la patria de adopción de la Tierra Media.

El enorme esfuerzo (oficialmente costó 93 millones de dólares) en tiempo, dinero, extras, localizaciones, efectos especiales, metraje (la película dura más de 3 horas) fue ampliamente recompensado: según imdb La Comunidad del Anillo recaudó ¡¡más de 315 millones de dólares!! en todo el mundo, y convirtió al universo tolkieniano en un fenómeno de masas a nivel mundial, si es que no lo era ya.

Pero esta primera película de la trilogía, para mí claramente la mejor (aunque los grandes premios tuvieron que esperar a la tercera) atesora grandísimos momentos que no se pueden explicar en términos materiales: hay un enorme trabajo de guión y estudio del texto de base, un acierto casi total a la hora de elegir a los actores, caracterizarlos, hacerles respirar el aire de Tolkien, trasladar el Monte del Destino, Moria, Rivendel, Lórien, a la pantalla… Como dijo un crítico por entonces, sin duda alguna, desde 2001, “La Tierra Media está en Nueva Zelanda”. Ian Mac Kellen es Gandalf el Gris por los siglos de los siglos, como Ian Holm es Bilbo Bolsón o Viggo Mortensen Aragorn, entre muchas otras grandes interpretaciones. La película lanzó la carrera de actores más sospechosos como Orlando Bloom/Legolas, pero no todo puede ser perfecto…

Lo mejor: Todo, prácticamente, pero destacar el impresionante prólogo, donde se resume a la perfección la historia previa del Anillo en unos 10 minutos excepcionales.

Lo peor: los actores-hobbits más jóvenes, especialmente Elijah Wood, que no acaba de dar la talla como Frodo al nivel de sus compañeros de reparto.

EL PIANISTA (2002)

Director: Roman Polanski.

Intérpretes: Adrien Brody, Thomas Kretschmann.

Género: Drama.

Después de La Lista de Schindler, todos creíamos que el cine había dicho ya la última palabra sobre el Holocausto… pues no. Roman Polanski adaptó a la gran pantalla la historia real del pianista judío Wladislaw Szpilzman, que sobrevivió durante años oculto en el ghetto de Varsovia en medio de la devastación provocada por la II Guerra Mundial. Le dio vida Adrien Brody, en una gran interpretación justamente premiada con el Oscar, aunque este actor no ha logrado encauzar su carrera posteriormente.

La que parece que será última gran película de la carrera de  Polanski soporta sin problemas las comparaciones con su predecesora de Spielberg. Si allí el escenario elegido era inflatable slide un campo de concentración y una relación triangular verdugos-víctimas-salvador, aquí es una ciudad, Varsovia, la ambientación elegida para un show de personaje solitario que intenta no perder su alma en medio del horror. Y tratándose de un artista, el alma de Szpilzman es su música, que aflorará en la famosa escena entre Brody y el oficial alemán. Es el momento cumbre de una película devastadora, difícil de olvidar.

Lo mejor: la escena del levantamiento contra los nazis que Szpilzman observa desde su guarida. La transformación física del protagonista; si Adrien Brody ya es delgado de por sí, al final está completamente esquelético.

Lo peor: que se la compare demasiado con La Lista de Schindler, sobre todo buscando cuál es la más sentida de las dos.

BIG FISH (2003)

Director: Tim Burton.

Intérpretes: Billy Crudup, Albert Finney, Ewan Mac Gregor, Jessica Lange, Alison Lohman, Steve Buscemi, Marion Cotillard.

Género: Drama/Fantasía.

Injustamente eclipsada por los otros grandes filmes de 2003, esta maravillosa película que no descubrí hasta mucho más tarde es el mejor esfuerzo creativo de Tim Burton. El excéntrico ex-niño prodigio de Burbank logra su película más sincera y emotiva, con mucha diferencia, se deja de frikadas y goticismos y apuesta por contar una sencilla historia sobre la difícil relación entre un padre moribundo y su hijo. El padre representa la imaginación, la creatividad y las ganas de vivir, aunque el hijo, que es periodista, nunca se ha entendido bien con él y hasta sospecha que sus extraordinarios relatos ocultan una vida falsa y mediocre.

La extraordinaria vida de Edward Bloom, al que en su versión joven da vida un gran Ewan Mac Gregor (al que nunca he visto mejor) es, pues, el principal argumento de Big Fish. Un mundo lleno de freaks de circo, brujas, senderos misteriosos y hasta un pueblo por el que no pasa el tiempo y al que siempre podrá volver el protagonista. La clave de la historia es cómo el joven Will (Billy Crudup) aprenderá a aceptar los cuentos de hadas de su padre y hasta verá cómo se hacen realidad en un impresionante final en el que inevitablemente se saltan las lágrimas. Obra maestra absoluta.

Lo mejor: el reparto, con mención especial, además de los mencionados, para Albert Finney y una joven Marion Cotillard. La aparición final del Gran Pez que da título a la película.

Lo peor: que Tim Burton vaya a ser recordado por el resto de su obra y no por esta maravilla.

EL BUEN PASTOR (2006)

Director: Robert De Niro.

Intérpretes: Matt Damon, Angelina Jolie, Alec Baldwin, William Hurt, John Turturro, Robert De Niro.

Género: Drama.

La crónica implacable de cómo un hombre -y un país- vendió su alma al diablo para ganar una guerra que no se podía perder. De Niro aparcó por un momento su decadente carrera como actor y se embarcó en un proyecto ambicioso que, quizás por su escasa complacencia con la política exterior norteamericana, no recibió la atención que sin duda merecía.

El buen pastor narra, con una estructura temporal bastante compleja, la vida de uno de los fundadores de la CIA, Edward Wilson: desde que es reclutado en la Universidad en vísperas de la II Guerra Mundial, hasta el cénit de su carrera como espía a principios de los 60, en plena Guerra Fría. Le da vida un excelente Matt Damon, que supera con nota -aunque hay gente que no le gustó- el reto de interpretar a un mismo personaje desde los 20 hasta los 40 con un mínimo maquillaje. El sentido del deber de Wilson -hacia su país en primer lugar- es el eje de la película, y lo que le llevará hacia el abismo de una degradación moral absoluta, la paradoja de la pérdida de valores cuando supuestamente se está luchando por los valores supremos.

Ésta es, pues, la película de espías definitiva en el siglo XXI, alejada totalmente del glamour de los James Bond o Jason Bourne y quizás por eso tan poco apreciada. De Niro demostró que tiene alma de gran director y sólo es una lástima que no haya podido sacar adelante una segunda parte que deseaba hacer, porque me parece que, salvando las distancias, podíamos haber asistido a algo parecido a lo que consiguió Coppola con El padrino 2, con Damon en el lugar de Al Pacino y su maduro Michael Corleone.

Lo mejor: la escena del velo de novia cayendo al vacío.

Lo peor: Angelina Jolie y su maquillaje, lo único que desentona en un reparto excepcional.

EL PERFUME: HISTORIA DE UN ASESINO (2006)

Director: Tom Tykwer.

Intérpretes: Ben Whishaw, Dustin Hoffmann.

Género: Drama.

Esta puede ser una de mis elecciones más polémicas y menos evidentes. No obstante, me arriesgaré. No he leído la novela original de Patrick Süskind, considerada todo un clásico, y creo que en su momento sus admiradores despedazaron alegremente esta adaptación, rodada en parte en España. Con un presupuesto escaso, Tykwer narra la trayectoria vital de un joven nacido en la más absoluta oscuridad, pero con un extraordinario don que marcará su vida: su olfato. Destinado a hacerse perfumista y eventualmente asesino, el joven Jean-Baptiste Grenouille (impresionante Ben Whishaw, sigan a este actor) vaga de un hogar a otro dejando un rastro de muerte, buscando ávidamente lo único que puede dar algún sentido a su vida: el perfume definitivo.

Un lobo solitario, inevitablemente siniestro, por tanto. Ambientada en el siglo XVIII, El Perfume no es una gran película en los apartados técnicos, no se preocupa excesivamente por una jeux gonflables ambientación a la altura del texto original, probablemente pocos se atreverán a compararla con la novela, pero con todo es la mejor película de psicópata, si es que este género existe, de la década. Recomiendo revisarla sin prejuicios.

Lo mejor: la implacable crueldad del mundo que rodea a Grenouille, que hace que por contraste el protagonista, un despiadado asesino al fin y al cabo, casi resulte tierno en sus anhelos. Y Ben Whishaw, por supuesto.

Lo peor: comparaciones son odiosas…

CARTAS DESDE IWO JIMA (2006)

Director: Clint Eastwood.

Intérpretes: Ken Watanabe, Kazunari Ninomiya, Tsuyoshi Ihara, Ryo Kase.

Género: Bélica.

No podía faltar en esta lista una película de Clint Eastwood. El genial director firma su última obra maestra hasta el momento, un film que aparentemente surgió casi por casualidad. Mientras Eastwood estaba preparando la producción de Banderas de nuestros padres descubrió la historia de la contraparte japonesa en la batalla de Iwo Jima (1945) y concretamente las cartas a las que hace referencia el título. Eran los últimos mensajes para su familia y amigos de unos hombres condenados en medio de un infierno de rocas, cuevas y arena negra, a la espera del ataque final del enemigo.

Así pues, Clint decidió hacer un díptico, con las dos películas estrenándose al mismo tiempo, pero rápidamente la atención se trasladaría a la parte japonesa del relato, quizás porque siempre se prefiere el punto de vista de los perdedores, quizás porque Cartas desde Iwo Jima es una película muy superior. Fue clave en la producción y filmación el papel del actor elegido para dar vida al protagonista, el general Kuribayashi: era necesario un intérprete que pudiera expresarse en inglés y encontraron a Ken Watanabe, que sólo era conocido en USA por su aparición en El último samurai junto a Tom Cruise. Watanabe no sólo se sale en su interpretación, sino que además hizo de enlace con el resto de actores y técnicos japoneses, que hacen una gran labor de conjunto.

El resultado es la mejor película bélica de los últimos 25 años, y que me perdonen los fans de Salvar al soldado Ryan, que le sigue a poca distancia. Un film hasta cierto punto coral, con el sufrimiento y la muerte y el sinsentido de la guerra como temas omnipresentes, en el que se van intercalando, un poco a la manera de La delgada línea roja, las voces en off de algunos protagonistas en las famosas cartas.

Lo mejor: la arenga final de Kuribayashi a sus soldados y en general los últimos 30 minutos, la agonía final de los defensores de Iwo Jima. La música y la fotografía.

Lo peor: que en Japón no se sepa entender la película, o se utilice con intereses políticos.

EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON (2008)

Director: David Fincher.

Intérpretes: Brad Pitt, Cate Blanchett, Julia Ormond.

Género: Fantástico.

“Nací en extrañas circunstancias “. Con esta reveladora frase empieza la apasionante crónica de la vida de un hombre cuyo reloj biológico marcha en sentido contrario al resto de los humanos… hasta cierto punto. Benjamin Button nace anciano con todos los achaques de la edad en 1918, el día del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial, y está destinado a morir con el aspecto de un niño pequeño, muchos años después. En medio, una larga vida de aventuras por medio mundo, desde su entrada en la Marina poco antes de Pearl Harbour, hasta los viajes por la India de mochilero en los 70 y 80. Aparte del paso implacable del tiempo, una única constante: el amor de Benjamin por Daisy, su compañera de juegos en el asilo de ancianos de Nueva Orleans donde creció, tras ser abandonado por su padre al nacer.

Daisy (Cate Blanchett) es el otro personaje referencia de esta película. Una gran bailarina cuya carrera se verá truncada por un desgraciado accidente, y que no encontrará la felicidad hasta una edad madura. Será entonces, “cuando sus edades se han encontrado a la mitad de su vida”  cuando los dos protagonistas vivan por fin su historia de amor… destinada a no durar para siempre. La vida, el amor y la muerte, por tanto, los tres eternos temas, lo son también de este el mejor esfuerzo creativo de David Fincher, o como mínimo el más accesible (nada que ver con El club de la lucha y no digamos con Zodiac). Brad Pitt se confirma como el actor fetiche de este director (ha estado en sus 3 mejores películas) y bien pudo haberse llevado el Oscar que se le resiste.

Lo mejor: la segunda mitad de la película, desde la escena de la sala de ballet, es soberbia. El maquillaje y los efectos especiales, por supuesto, incluida la aparición de un Brad Pitt de 20 años que aún no sé cómo la consiguieron.

Lo peor: ciertos excesos tragicómicos al principio, aunque la escena del milagro con el predicador es divertidísima.

EL CABALLERO OSCURO (2008)

Director: Christopher Nolan.

Intérpretes: Christian Bale, Heath Ledger, Aaron Eckhart, Gary Oldman, Michael Caine, Morgan Freeman, Maggie Gyllenhaal.

Género: Superhéroes.

Es difícil ser original a la hora de valorar esta película, una de las más apreciadas por crítica y público, una de las películas más influyentes (incluso en el cine más comercial) de los últimos años, y que se convirtió casi instantáneamente en un clásico. Apostaré fuerte: es sin duda la mejor película de superhéroes jamás rodada (al menos no tengo noticia de una mejor) y posiblemente la mejor película de acción de lo que llevamos de siglo XXI. Christopher Nolan ya apuntó maneras en la primera parte de la franquicia, Batman Begins, pero en esta segunda (aún más oscura, como es la norma) se soltó el pelo y brindó un film vibrante, con un ritmo que no para un momento, y con una progresión dramática perfectamente calculada y que explota con todas sus posibilidades en la segunda mitad.

Para bien o para mal, sin embargo, El Caballero Oscuro debe mucho de su legado al malo de la película: el Joker. Con un papel que es casi protagonista  Heath Ledger eclipsa prácticamente a todo el resto del (excelente) reparto y cada uno de sus monólogos te deja literalmente pegado al asiento. Caracterización, voz, manera de moverse, todo está trabajado a la perfección para dar como resultado el malvado más carismático del cine en muchos años. Como todos saben, Ledger falleció trágicamente antes del estreno y automáticamente ingresó en el club de los mitos desaparecidos prematuramente de Hollywood: con James Dean, Marylin Monroe, etc. Recibió un Oscar póstumo muy emotivo y absolutamente merecido, y uno piensa que se metió demasiado en la piel del personaje… pagó una factura demasiado grande.

Pero sería injusto centrarse demasiado en el Joker, y olvidarse del tratamiento que recibe la figura de su contraparte, el héroe, el Batman condenado a vivir en la oscuridad. En ese sentido, el monólogo final de Gary Oldman/Gordon resume a la perfección el mensaje de la película, y por extensión de toda la franquicia. Y, lógicamente, aunque el resultado se resiente, la tercera entrega fue algo más amable.

Lo mejor: la primera secuencia en el banco, las escenas de acción en general, y el Joker, el Joker, siempre el Joker.

Lo peor: la escena de los barcos, aunque su desenlace es inevitable (Nolan todavía tiene que pensar en el público).

ORIGEN (2010)

Director: Christopher Nolan.

Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Ken Watanabe, Ellen Page, Joseph Gordon-Levitt, Cillian Murphy, Tom Hardy, Marion Cotillard.

Género: Ciencia ficción.

Y una segunda película de Nolan para cerrar la lista. Si El Caballero Oscuro es su película más redonda, Origen (Inception) es la más innovadora y destinada a crear escuela si se sabe entender. El genial director londinense se inventó prácticamente un mundo nuevo, un mundo onírico de diseño. En un futuro que quizás no sea utópico es posible entrar en la mente de las personas y robar sus secretos… ese es el trabajo habitual de Cobb (Leonardo Di Caprio) y su equipo. Sin embargo, un último trabajo les llevará al viaje más alucinante y arriesgado de sus vidas, un viaje cuyo objetivo material -prácticamente un macguffin – importa menos que el formidable esfuerzo de crear un mundo -varios mundos a distintos niveles, en realidad- en el que encerrar una mente humana para implantarle una idea. Pero el ladrón puede quedar atrapado en su propia trampa, pues lleva consigo su propio subconsciente…

La película obtuvo 4 Oscars técnicos, pero no se llevó los 2 que, aparte el de Mejor Película, habría merecido más: el de Mejor Guión Original y el de Mejor Montaje. Pues Origen es una maravilla de planificación de secuencias y de acabado técnico en general, con hitos impresionantes como la ya legendaria escena de la furgoneta cayendo al río o la de Joseph Gordon-Levitt en el hotel sin gravedad. Lo técnico, sin embargo, no debe ocultar el excelente apartado actoral, incluida una inquietante Marion Cotillard (pero que le cambien su doblaje, por Dios!!!) que tiene la línea más famosa de Origen, esa letanía que repite junto a su marido en la ficción para salir del sueño: “Estas esperando un tren. Un tren que te llevará muy lejos…“

Lo mejor: Su carácter de película única, diferente y absolutamente innovadora, algo impagable en esta era de producción en masa.

Lo peor: ¿Es un producto de diseño? ¿Le falta humanidad?

BONUS: Las siguientes 5, que sólo citaré, serían: Lost in Translation (2003), Million Dollar Baby (2004), Apocalypto (2006), V de Vendetta (2006) y Avatar (2009),

¿Qué os parece? ¿Cuáles serían vuestros Top Tens? Se aceptan recopilaciones alternativas.

NOTA DEL EDITOR 25/03/2013:

Tras el interesante debate que se ha producido en los comentarios del artículo hemos abierto una encuesta para elegir mediante votación a la mejor película de la década. Se han nominado todas aquellas películas que han tenido como mínimo dos referencias positivas.

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