Con este post iniciamos una nueva sección del blog. En esta sección debatiremos e intentaremos desentrañar aquellas obras del cine o televisión llenas de enigmas e interpretaciones. Inaguramos la sección con la serie Lost a propuesta de Nojavino que pacientemente ha esperado a que yo finalizase de ver las seis temporadas completas. Pero más adelante reflexionaremos sobre los misterios de películas como Mulholland Drive, 2001, Blade Runner u otras convenientemente elegidas tras su propuesta y posterior votación.

El procedimiento será muy sencillo. Cualquiera de vosotros puede proponer una película o serie para ser analizada. Se recogeran todas las propuestas para ser votadas en el siguiente debate en forma de encuesta abierta durante un periodo concreto. Tras la votación estableceremos un período prudencial para su visionado.

En este post vamos a reflexionar sobre la maldita isla de Lost. Si todavía no has visto la serie entera y no quieres evitar las sorpresas que depara la serie lo mejor será que no leas los comentarios.

Así pues, ya que formamos parte del “círculo de confianza” que conoce la existencia de la Isla y sus estaciones, entremos en matería.

Nojavino, todo tuyo. Hazme el honor de iniciar el debate.

ADDEMDUM: DIVI LOST de Nojavino

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Mientras, si lo deseáis, podéis votar el próximo debate. La que obtenga mayor número de votos será la base de nuestro próximo debate. Si quieres proponer otra escribe su título en el campo de texto de la respuesta de “other”. Éstas las iré añadiendo en el listado y en el recuento se sumarán sus votos. Por ejemplo, ya ha habido un votante que ha decidido analizar “En Busca del Fuego”. En cuanto lo he visto la he añadido al listado. En el recuento el voto previo realizado en la categoría de “other” se le sumará a los que obtenga en el listado.

LOST SEGÚN NOJAVINO

Creo que la mejor manera de comenzar un debate sobre Lost es con un resumen de la serie. Toda síntesis es inevitablemente parcial y subjetiva, y, por tanto, conveniente para iniciar una discusión. Además, a diferencia de Flagrant, comencé a ver la serie en 2004, por lo que supone también un reto para mi memoria., ya que no en vano, muchos de los hechos que voy a relatar acontecieron hace ya seis años, cuando aún quedaban dos años para que España comenzara su ciclo triunfal que nos ha situado en el Olimpo mundial y continental del futbol y el baloncesto.

La primera temporada comienza con un accidente aéreo en una remota isla tropical. Los supervivientes de la tragedia realizan la secuencia de acciones clásica en este tipo de vicisitudes. Primero restañan las heridas (si es con la ayuda de una chica guapa y esposada, mejor). Luego comienza la búsqueda de sustento alimenticio, y, una vez aseguradas las necesidades básicas para la supervivencia a corto plazo (en forma de carne de jabalí y agua de cocoteros),jumpers for sale comienzan a pensar en su destino a largo plazo (sembrar tomates y averiguar cómo salir de la Isla). Como en todo grupo humano que se precie, se establecen una serie de roles y una especie de jerarquía entre los náufragos. Jack, cirujano de éxito, hijo acomplejado, se erige en líder. Sawyer, timador por culpa del asesino de sus padres, pero buen tipo en el fondo, en el director comercial del boyante mercado negro. Kate, atípica heroína, convicta por el asesinato de su padrastro, en fuente de conflicto entre el doctor y el timador. Hablando de heroínas, nos encontramos con el cantante de segunda fila adicto a los estupefacientes, Charlie, que se enamora de la madre soltera forzosa, Claire. No podían faltar (cuota de minorías étnicas obliga), el buen tipo orondo de origen hispano, Hugo, y el torturador iraquí arrepentido, Sayid, que se enrolla con la americana pija de clase media alta, Shannon. Dejo para el final al oscuro oficinista paralitico reconvertido en rey de la Isla, John Locke (elección de nombre con el que los guionistas hacen toda una declaración de intenciones), que por supuesto sirve de guía espiritual a los más jóvenes, el falso hermano de la pija, Boone y el preadolescente Walt, a la sazón hijo de Michael, el afroamericano de la serie (figura equivalente a la de tonto del pueblo en el argot hispano).

Hasta aquí lo que cabía esperar de una ficción americana basada en una catástrofe. Entonces, ¿cuál es la gracia del asunto? Muy sencillo, desde un primer momento, queda claro que esa isla no es una isla normal, sino la Isla, un ente misterioso con vida propia en el que pululan osos polares, humos negros con muy mala leche (en el primer capítulo se carga al piloto, otra declaración de intenciones de los guionistas) y hasta francesas que saben hablar inglés, se escuchan sonidos que parecen de ultratumba (y tanto que lo eran), y paseando uno se puede encontrar con dos cadáveres en una cueva (en un principio el doctor dice que llevan 30 años muertos, al final de la serie nos percatamos de lo mal forense que es Jack, puesto que en realidad fallecieron dos milenios atrás), los restos de una avioneta llena de vírgenes cocainómanas, y hasta una escotilla que parece un bunker alemán en Normandía. Por no hablar de sus milagrosas propiedades curativas, los parapléjicos se levantan de su silla de ruedas y los enfermos terminales equiparan su esperanza de vida a la de los no terminales.

Pero no sólo eso, todas esas cosas que he contado acerca de los personajes, el espectador no las sabe porque se las narren éstos en largos monólogos, sino que lo va aprendiendo a lo largo de capítulos monográficos en forma de flashback, recurso narrativo que Lost eleva a otra dimensión. Para añadir más picante al asunto, pronto descubrimos que los guionistas no tienen reparos en liquidar a relevantes miembros de la jerarquía superviviente, lanzando el mensaje de que nadie está a salvo (exceptuando los primeros niveles de la jerarquía, no en vano sigue siendo una jerarquía). El primero en caer es Boone, mientras ayudaba a Locke a visitar el interior de la avioneta.
Surge así la primera y fundamental dicotomía que acompañara al televidente a lo largo de los próximos seis años. ¿Es Lost una serie sobre la Isla y sus misterios o un relato sobre los supervivientes y sus vicisitudes?
Concluimos la primera temporada sin tenerlo demasiado claro, pero con la certeza de que no están solos (en la Isla hay otro grupo de habitantes, que los supervivientes, en un alarde de originalidad, llaman “los Otros”) y de que van a tardar mucho en salir de allí, si es que finalmente lo hacen.
La segunda temporada introduce en la trama a un personaje capital, Desmond, un escocés que estaba dando la vuelta al mundo para demostrar al padre de su novia Penélope, un millonario de nombre Widmore, que es digno de la mano de su hija. Desmond lleva viviendo 3 años en el interior de la escotilla que los supervivientes han conseguido abrir al final de la primera temporada usando unos cuantos cartuchos de dinamita obtenidos de las entrañas de un barco del siglo XVIII que se encuentra encallado tierra adentro, el Black Rock. La escotilla fue construida por la iniciativa Dharma, que mas tarde sabremos construyo estructuras similares a lo largo de la Isla en algún momento indeterminado tras la finalización de la 2GM. Más tarde también nos enteramos de que fue Dharma la que llevo los osos polares a la Isla, como parte de una serie de estrafalarios experimentos, entre los que no podían faltar aquellos relacionados con la permeabilidad del espacio-tiempo. ¿Quién está detrás de la iniciativa Dharma? De eso nunca nos enteraremos, en el primer misterio no resuelto.

Volviendo a Desmond, este se da las de Villadiego y cede el testigo a los Losties (así llamare a los supervivientes a partir de ahora) ¿En qué consistía la tarea que Desmond ha estado desempeñando? En pulsar, cada 108 minutos, una secuencia de números que coincide con la de un mensaje de radio emitido desde una estación que hace acto de presencia en la primera temporada. ¿Qué pasa si se omite el presionado? No queda demasiado claro. A los losties les dice que pasara algo muy malo. Una vez que Desmond estuvo a punto de no hacerlo, desencadeno el accidente aéreo que llevo a los losties a la Isla. Al final de la segunda temporada, por una concatenación de hecho que no recuerdo muy bien, se abstienen de introducirlos y la escotilla explota, pero al margen de convertir a Desmond en un viajero espacio-temporal inmune a la radiación, no pasa nada significativo ya que todo el mundo resulta ileso. Este es otro de los misterios no resueltos, ¿Qué pasa con Cisne? Al final de la quinta, somos testigos del incidente que teóricamente dio origen al mecanismo de contención, en el que se ve envuelto una bomba de hidrogeno que llevaron allí unos militares estadounidenses al final de la 2GM, pero se nos hurta la explicación de la necesidad de la secuencia y que es lo que sucede realmente al implosionar Cisne (¿estalla la bomba? ¿estalló en los 70? ¿Estalló parcialmente en los 70 y acabo de hacer explosión en el 2004?). Lo que sí se aclara en la sexta es el significado simbólico de los números, son el identificador de los miembros destacados de la jerarquía, los integrantes de la lista de Jacob. La primera vez que oímos hablar de este personaje es al final de la segunda temporada, su existencia no queda confirmada hasta el final de la quinta. Otro de los elementos de la mitología de la Isla que hacen acto de presencia al final de esta temporada son los restos de una estatua aparentemente muy antigua de la que solo ha quedado un pie de cuatro dedos.

En esta segunda temporada, los guionistas nos presentan al villano principal, Benjamin Linus, líder de Los Otros, que como todo malo que se precie desde que Conan Doyle ideo la figura de Moriarty, oculta inicialmente su identidad haciéndose pasar por paracaidista extraviado. Pero, como no consigue engañar a Sayid,mechanical bull for sale acaba recluido en las mazmorras de la escotilla (cuando todavía no sabíamos, ni nosotros ni los guionistas, que era el líder de los malos), y solo consigue fugarse gracias a la colaboración de Michael, chantajeado por los Otros, que tienen a su hijo en su poder (y que lo alimentan muy bien, porque el niño crece mogollón en un mes de cautiverio), que de paso se carga a dos losties que nos habían presentado en la segunda temporada (miembros de un grupo que se sentaba en un trozo de avión que había caído en el otro lado de la Isla y que los guionistas decidieron cargarse por conducir borrachas en la vida real). Los Otros resultan ser gente de palabra y permiten que Michael salga de la Isla con su retoño, lo que entierra todas las teorías que decían que la Isla era el purgatorio.
Pero lo sustantivo de esta segunda temporada es que se nos plantea la segunda dicotomía fundamental de la serie, que no hará más que acentuarse en las siguientes temporadas, ¿hombre de Fe, Locke, u hombre de Ciencia, Jack? Esta disyuntiva se resuelve con la muerte del hombre de fe en la cuarta temporada y la paulatina conversión, previo paso por el infierno de la insignificancia durante prácticamente toda la quinta temporada, de Jack en un hombre de más Fe que lo que había sido Locke. Tras hacer sus pinitos con la Ciencia, Lost se decanta decidida e inequívocamente por la Fe.

(continuará…)