La victoria tiene cien padres; la derrota es huérfana. Esta frase atribuida a Napoleón y que Kennedy hizo suya tras la crisis de Bahía Cochinos, viene al pelo cuando llega la hora de repartir responsabilidades ya sea en el éxito o en el fracaso de una gestión.

Hay que remontarse al 14 de febrero de 2008 para situar el principio de esta historia. Ese día, Xavi Pascual, segundo entrenador hasta ese momento de Dusko Ivanovic en el FCB, tuvo que hacerse con los mandos de la dirección de la primera plantilla del equipo tras la destitución del técnico montenegrino. Su trayectoria en el FCB había sido decepcionante,east jump con tan sólo una Copa del Rey en 2007 y una clasificación para Final Four en Praga 2006, desde que se hiciera cargo del equipo en 2005. En ese 2008 el equipo estaba desquiciado, el entrenador había sido muy duro con su plantilla a través de unas declaraciones en las que había puesto en tela de juicio la calidad y la implicación de sus jugadores y además había mantenido una relación espinosa con el entonces secretario técnico Zoran Savic.

En ese momento, el equipo que Pascual recibe tenía dos frentes abiertos. Por un lado, estaba muy complicada la posibilidad de avanzar en Euroliga, pero hizo un muy buen papel en el top 16 en un difícil grupo con CSKA, Unicaja y Lottomatica. Se clasificó, pero  se quedó a las puertas de jugar Final Four, quedando eliminado por Maccabi en un emocionante play off de cuartos decidido en el último partido en Tel Aviv. En ACB las cosas estaban mucho más difíciles, pues si no se clasificaban para la final, no participarían en Euroliga el año siguiente, lo que sería un rotundo fracaso para la sección. Sin embargo, consiguieron eliminar al Joventut de Aíto en semifinales con el factor campo en contra, y obtuvieron su pasaporte para la Euroliga del año siguiente, a pesar de que perdieron claramente la final ante el Tau de Spahija.

El día clave en que la historia empieza a escribirse es el 14 de mayo de 2008. Ese día se hace oficial el fichaje de Joan Creus como secretario técnico. De Joan Creus habría que escribir un post sólo para él (y es posible que lo haga). Si hay una cualidad que lo ha definido en todas las facetas que ha desarrollado en el mundo del baloncesto es la inteligencia. Y desde ella empezó a moverse. Estuvo más de un mes en silencio mediático, manteniendo conversaciones con diversos entrenadores y con algunos jugadores. Sopesó las circunstancias y tomó una decisión de riesgo (al menos en ese momento lo pareció) con la apuesta por Pascual como entrenador, en detrimento de otros candidatos como por ejemplo Ettore Messina, Pepu Hernández, Jasmin Repesa, Sergio Scariolo, David Blatt e incluso Pesic, todos de gran prestigio.

Pascual apenas era conocido. Su papel parecía haber sido el de un entrenador interino, como así lo había afirmado Josep Cubells, el directivo responsable de la sección, que en su momento dijo que “el entrenador de la próxima temporada no será el que acabe ésta”. Naturalmente, tuvo que rectificar tras la decisión de Creus.  De todas formas, su afirmación parecía razonable, pues el currículum del joven entrenador de Gavá era el propio de una persona de 35 años que no había jugado al baloncesto de alto nivel y que, como entrenador, se reducía a:

-Del 90 al 94, C.B. Gavá, donde empezó como técnico de minibasket.

-C.B. Cornellá, en el que fue primer entrenador del equipo sub-20 y del sénior B. Entre 1995 y 1997 fue segundo de Agustí Cuesta, siendo segundo y tercero en liga y campeón de la Liga Catalana EBA.

-C.B.Sanfeliuenc en Segunda Nacional.

-C.B. Olesa con el que logró el ascenso a EBA en su primer año y con el que fue subcampeón en su segunda temporada, ya en la nueva categoría.

-C.B. Aracena, con el que ganó la Liga Catalana EBA, el ascenso a LEB-2 y, al año siguiente en 2002/2003, volvió a ganar el título (ya en la categoría superior) consiguiendo el ascenso a LEB.

-En 2004/2005 llegó al FCB para hacerse cargo del filial y para coordinar los equipos de cantera.

Desde luego cuando Creus tomó la decisión de darle las riendas a Pascual, estaba asumiendo un riesgo importante.

El 9 de junio de 2008, Creus comparece junto a Joan Laporta para anunciar la continuidad de Xavi Pascual como técnico. No me resisto a reflejar lo que dijo ese día de él:

“Hemos valorado su trayectoria.insuflaveis Cogió el equipo en una situación muy difícil y lo sacó adelante. Pascual ha demostrado su valía como entrenador. Hemos valorado sus puntos de vista tácticos, sus recursos como entrenador y cómo sabe llevar el vestuario. Además es una persona que conoce el club.”

En cuanto a otros entrenadores de prestigio que se contemplaban como candidatos, dijo:

“Esos entrenadores son de primer nivel europeo. Yo he valorado a unos cuantos, entre los que estaba Pascual, y entre todos ellos he pensado que el más indicado para llevar a cabo el proyecto es Xavi. Tiene mucha capacidad táctica y un perfil que se adecúa al basket moderno”.

Respecto a los jugadores que en ese momento se querían fichar, afirmó:

“Nuestra intención es formar un grupo con jugadores de aquí, combinado con jugadores importantes de fuera. También queremos que la cantera tenga un lugar importante en el proyecto”.

Al hilo de esa cuestión, en ese momento en el mercado había dos perlas, Marc Gasol, que estaba sopesando la posibilidad de irse a la NBA (como así fue) y Juan Carlos Navarro, que podía regresar de Memphis:

“Hemos hecho cosas pero todo está aún en el aire porque el primer paso era el entrenador. A partir de ahora, se irán incorporando nuevas piezas.”

“He hablado con los dos (Marc y Navarro) y les he explicado el proyecto. Marc se ha convertido en un jugador fundamental para cualquier equipo en el que esté y, si decide quedarse aquí, iremos con toda la fuerza para que vuelva (jugó en Girona ese año). En cuanto a Navarro, es un símbolo, un emblema del club. Si quisiera volver (de la NBA), estaríamos encantadísimos”.

Como veis, los principios sobre los que se iba a asentar la estructura del FCB estaban ya en la cabeza de Creus, un mes después de ser elegido secretario técnico. El resto, que no es fácil, ha sido desarrollar esas ideas y plasmarlas en un equipo de carne y hueso, buscando las piezas adecuadas y sustituyendo las que no valían o se iban marchando, además de quedarse con las que les servían en ese momento, como hicieron ese verano con Grimau, Lakovic, Trías, Vázquez, Basile e Ilyasova.

En cuanto a Pascual, en su presentación el 20 de junio de 2008, sentó las bases de lo que ha sido su baloncesto, que no pudieron ser más proféticas:

“La exigencia de un club como el Barça no es otra que ganar cada una de las competiciones en las que participas. Ganar o perder depende de muchas cosas, pero siempre haremos todo por ganar. Yo me exijo lo máximo, ganarlo todo”.

“Ahora hay que ver cómo acaba la confección de la plantilla, pero quiero un Barça que juegue con velocidad y agresividad, dinámico, inteligente a nivel defensivo y rápido en la construcción del ataque”.

En cuanto al posible regreso de Navarro, añadió:

“Es el mejor fichaje que podemos hacer, no sólo por su rendimiento sino porque transmite muchas cosas”. Y así se hizo.

El siguiente paso fue rodearse de un grupo de jóvenes técnicos de su confianza y generación. Su elección como segundo fue Agustí Julbe (hermano de Alfred), con 36 años en ese momento, pero con una dilatada experiencia en basket de formación y en el ámbito del baloncesto catalán (en cierto modo parecida a la de Pascual).

La otra novedad de esa temporada fue Íñigo Zorzano, riojano de 35 años (en ese momento) que había estado echando una mano a Pascual en ese final de temporada y que se haría cargo del trabajo de edición y scouting que había hecho hasta ese momento el otro asistente, José María Berrocal (con 37 entonces).

Toni Caparrós, que había sido el tercer entrenador hasta ahora, pasaba a llevar la preparación física. Los demás,  Xavier Montolio (delegado), el doctor Gil Rodas, el masajista Eduard Torrent y el incombustible fisio Toni Bové, continuarían. Todos ellos son, junto a Creus, los hombres de gris, el color del traje oficial que, después de casi dos años, han conseguido dotar al FCB de una estructura sólida, preparada, joven (ninguno de los cuatro técnicos alcanza los cuarenta años) que les ha permitido crecer, mejorar y evolucionar desde la ambición y la preparación.

Tras dos años de éxitos se puede decir que, una vez más, Creus acertó. De hecho, su impecable trayectoria en el desempeño de su función como secretario técnico, va a convertirlo en la unidad de medida para este cargo, en la referencia. En cualquier caso, no puede calificarse de sorpresa, sino más bien de un eslabón más dentro de la coherente y exitosa cadena de decisiones tomadas en su carrera.

Por otro lado, Pascual era un extraordinario preparador de partidos, un entrenador con una importante riqueza táctica. Hoy lo sigue siendo, pero además ha ganado en reflejos a la hora de tomar decisiones de alto riesgo en momentos de tensión, transmitiendo una gran tranquilidad a sus hombres. Son los únicos reflejos que se ganan con la edad. Como todos los técnicos, no ganará siempre, cometerá errores y tendrá que seguir aprendiendo. Pero si la estructura se mantiene, podremos disfrutar de un técnico español de primer nivel durante muchos años, que además nos ofrece muchas posibilidades tácticas y un baloncesto muy atractivo para el espectador. Además, la optimización del rendimiento de determinados jugadores (por ejemplo Ilyasova) y su gestión de la dinámica de grupo parecen buenas. Al hilo de esto último, sólo hay que ver la implicación en las celebraciones de un jugador infrautilizado como Jordi Trías o las cariñosas palabras para Lubos Barton,gonfiabili al que por cierto le dio un abrazo segundos antes de iniciarse la final ante Olympiacos.

En resumen, el diseño de este gran FCB ha seguido una secuencia lógica por parte de los responsables del proyecto:

1). Elección del secretario técnico adecuado.

2). Evaluación de la situación, silencio mediático y actividad entre bastidores.

3). Elección de un estilo y de un entrenador que lo ejecute, junto con un equipo técnico preparado y con ambición.

4). Aprovechamiento de lo bueno que ya había y búsqueda de las piezas adecuadas para cubrir las carencias existentes.

5). Paciencia, trabajo, confianza y estabilidad.

6). Mejora de los puntos débiles del equipo tras el primer año.

Bajo estos preceptos, no hay duda de que, en este caso, ellos son los padres de la victoria.