Con tintes de verdadero drama se está escribiendo la final del mundial de fútbol. La historia empezó a redactarse en los años 70 en el Ájax de Arstemdam que a través de las revolucionarias tácticas de Rinus Michels arrolló en Europa ganando tres copas de Europa consecutivas del 70 al 73. Aquel estilo de juego se consagró en el mundial de 74 en Alemania bajo la batuta en el banquillo de Rinus Michels. En aquel equipo jugaba uno de los mayores iconos del fútbol. Su inflatable water slide nombre era Johan Cruyff. Perdieron la final y cuatro años después, con la ausencia de Cruyff,  la volvieron a perder en Argentina. Aquel mítico equipo, bautizado como la Naranja Mecánica, a pesar de ser una de las mejores selecciones de la historia del fútbol no ganó ningún mundial.

Rinus Michels recaló en Barcelona en 1971. Cruyff en el 73. Neskens, el héroe de la Recopa de Basilea en el 79, en el 74. El resto es historia.

Hoy, en Sudáfrica, tierra donde fueron colonos exclavistas, los holandeses encaran su tercera final contra otro país de crueles conquistadores. Pero ahora son los españoles los que a través de la cantera y del juego del Barça se han convertido en los herederos del fútbol total.

Es un círculo cruel. El más cruel que he presenciado en el deporte.

ADDENDUM POST-PARTIDO

La Holanda más dura que se ha conocido ha sido derrotada por la España del tiqui taca. Gracias, Andrés.

ESPAÑA CONSAGRA POR FIN EL FÚTBOL TOTAL.

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Gracias Rinus.

Gracias Johan.

Gracias Luis.

Gracias Vicente, Don Vicente por estas deliciosas NARANJAS DEL BOSQUE, como dicen por Argentina.