Mallorca tiene una gran tradición ciclista, en especial en el de pista.  La reivindicación de un velódromo cubierto es casi tan antigua como los éxitos del mito Guillem Timoner, seis veces campeón del mundo y veintisiete de España (el último ganado en 1984 con 58 años) y tan actual como los de otro mito Joan Llaneras, siete veces campeón mundial y el deportista español con más medallas olímpicas, con cuatro y dos oros.

La isla es uno de los destinos preferidos para ciclistas europeos en primavera y ofrece el entorno ideal tanto para los entrenamientos de ciclistas profesionales como para el entretenimiento de turistas, unos 100.000 anuales, que disfrutan de un maravilloso paisaje y de unas rutas variadas en dificultades y ambientes de unos 1500 km de longitud con montañas de una altitud considerable y una zona llana inmensa.

Recogiendo viejas aspiraciones e intereses turísticos en 2004 se solicita y obtiene de la UCI la organización del Mundial de Ciclismo en pista. Existen en Mallorca cinco o seis velódromos al aire libre, uno de ellos en Palma. Ahora se hacía necesario disponer de uno cubierto para la ocasión. Como ocurrió con el metro, unos años antes el Ayuntamiento había rechazado la posibilidad de construirlo debido a su elevado importe. El concejal de Deportes Rafael Durán calculaba entonces que la nueva instalación costaría 18 millones de euros, una cantidad excesiva. Los responsables del consistorio se inclinaban por reformar y cubrir el óvalo exterior del polideportivo existente. El importe, tres millones de euros. Se hubiera aprovechado la ocasión, además, para modernizar el Palau d´Esports de Son Moix (no confundir con el Estadio del mismo nombre), una instalación emblemática que disponía de piscina con trampolín, gimnasio, pista multiusos, pistas de tenis, galería de tiro, etc. Posteriormante un tornado, el 4 de octubre de 2007, arrasó el tejado e inutilizó la instalación. La falta de fondos han retrasado su reparación y no estará operativo hasta octubre de 2012. Calderilla visto lo que se gastaron posteriormante las instituciones de Balears. ¿Por qué se cambió de opinión? Aunque la pregunta adecuada sería ¿para qué?

El Palma Arena es un ejemplo de la desmesura que marcó los últimos años de mandato del conservador Jaume Matas. El pabellón es un exceso en el plano deportivo, puesto que está destinado a un deporte minoritario, el ciclismo en pista cubierta, y resulta inadecuado e incómodo, por la lejanía de las gradas a las pistas y su deficiente polivalencia, para otras especialidades como el baloncesto o el voleibol. Los dos equipos de referencia de estos dos deportes en la isla, que jugaban en Son Moix, se han negado a hacerlo en el nuevo pabellón. Su coste también es una exageración, que la crisis actual agrava. Cien millones de euros, y suma y sigue, son mucho dinero cuando hay decenas de equipos de todos los deportes y categorías que pasan penurias para competir. De no disponer de un tejado a contar con un mausoleo de la bicicleta. El Palma Arena repite el esquema de otros proyectos suntuosos de la era Matas. De repente y a lo grande. Ahí está el Metro cuyo trazado de 8,2 km. y un coste de 350 millones  carece de coartada técnica y que los expertos habían desaconsejado meses antes de su presentación por sorpresa por no cumplir con los estándares europeos que consideran que  solo es justificable si tiene más de 20 millones de pasajeros anuales. En 2009 el Metro tuvo únicamente 1.153.000 usuarios. Se inauguró  el 25 de abril de 2007, a 33 días de las elecciones autonómicas , aunque sus deficiencias estructurales puestas en evidencia con las lluvias de final de verano obligaron a cerrarlo hasta  julio del 2008, con un sobrecoste de 128 millones más. O el Palacio de la Ópera, presupuestado en unos cien millones que se quedó en maqueta millonaria del insigne arquitecto Santiago Calatrava, y que Matas se sacó como un as de la manga en la víspera electoral de 2007.

Cuatro días antes de abandonar definitivamente el Consolat de Mar aprobó el pago de 1,2 millones de euros a Calatrava por la redacción y presentación del anteproyecto y su maqueta, reflejo de los delirios presidenciales. Unos meses más tarde el Premio Nacional de Arquitectura reclamó por carta al nuevo presidente socialista Francesc Antich la devolución de la maqueta, que  carecía de originalidad al ser el mismo proyecto que había diseñado casi dos décadas antes y ex profeso para el lago Lucerna, en Zurich, pero que no se había hecho. Por supuesto ni se devolvió la maqueta ni se realizó el proyecto, tan alejado de las necesidades acuciantes de la Comunidad.

Pero el colmo de los despropósitos todavía está pendiente de descubrirse. El aspecto corrupto y político de las fastuosas obras del President se tratará en la segunda parte.

Desde el primer momento, el PP balear hizo de la obra del Palma Arena uno de sus proyectos estrella de la legislatura 2003-07, involucrándose personalmente el presidente del Govern, Jaume Matas. Sin embargo, éste evitó mojarse por escrito, limitándose a imponer verbalmente la construcción del velódromo a sus subordinados e intervenir puntualmente para exigirles premura. La consellera  de quien dependía formalmente la obra, Rosa Puig, sólo acudió a la primera reunión del consorcio creado para llevarla a cabo, delegando el resto de ocasiones en su director general de Deportes, Pepote Ballester.Tampoco quiso aparecer sobre los papeles la alcaldesa de Palma de entonces, Catalina Cirer, asumiendo su labor su concejal de Deportes, Rafa Durán. De este modo, y aunque Matas, Puig y Cirer se apuntaban para las fotos de las visitas de obra, los que llevaban el día a día de la misma eran Ballester y Durán, quienes autorizaban los dispendios de las constructoras.

Se encargó inicialmente el proyecto al arquitecto alemán Ralf Schürman que tenía el reconocimiento de la UCI y le recomendaba para proyectos de calado internacional. Hasta la fecha, Schürmann ha diseñado 34 velódromos, 28 de ellos antes de la construcción del Palma Arena. Ralph Schürmann comenzó su carrera en 1985.  Su abuelo Clemens fue ciclista y de ahí le surgió la pasión por construir pistas. Tanto su padre Herbert como su abuelo eran arquitectos y se dedicaron a la edificación de velódromos. Este último fue el artífice de la pista apodada Vigorelli, creada en 1936 en Milán. Allí se batieron prácticamente todos los récords del mundo de ciclismo en pista de la época. Otros proyectos familiares fueron el velódromo de Anoeta, en San Sebastián (1965), o el de los Juegos Olímpicos de Barcelona, construido en 1984. En 1992 su padre se retiró de la empresa familiar. Su último proyecto compartido fue la pista municipal de Valencia. Desde ese año, diseñó una veintena de recintos más: algunos abiertos al aire libre y otros cubiertos; unos de hormigón y la mayoría de madera. Entre ellos su proyecto estrella ha sido el velódromo de Laoshan, 37 millones de coste, en Pekín creado ex profeso para los Juegos Olímpicos de 2008;  el Centro Mundial del Ciclismo de la UCI, 18 millones,en Aigle (Suiza); BGZ Arena, 23 millones, en Pruszkow(Polonia) sede del Mundial 2009 y el ADT Event Center en Los Ángeles, primera pista cubierta homologada de Norteamérica, sede del Mundial 05 y con un coste de 12 millones. El Palma Arena costó más de 100 millones .

El velódromo fue construido entre 2006 y 2007 por un consorcio público integrado por el Ayuntamiento de Palma, el Institut de Serveis Socials i Esportius del Consell de Mallorca y la fundación del Govern Illesport, creado en Noviembre de 2004. La entidad tuvo tres órganos: la junta rectora, el presidente y el director gerente. La junta estuvo constituida por nueve miembros. Cada una de las instituciones designó tres vocales.

La alcaldesa de Palma Catalina Cirer fue uno de los tres representantes de Cort y fue escogida presidenta por los otros miembros de la junta. Los sustitutos de Ralph Schürmann accedieron a la dirección del proyecto en marzo de 2006 tras la rescisión del contrato del alemán. El motivo alegado fue no cumplir los plazos. El arquitecto les acusó de inflar los precios e imponer proveedores y  aseguraba que el proyecto se habría acabado en la fecha estipulada. La carta de cese la firmó la vicepresidenta del Gobern Rosa Estarás que aseguró posteriormente ante el juez que investiga el caso no recordar haberlo hecho y que de ser así habría sido por imposición de Matas o Puig. La designación del sustituto, los arquitectos hermanos García-Ruiz,  se hizo sin concurso público y cobraron su retribución a través de facturas sin justificar. Esta ascendió a más de nueve millones, superior en nueve veces a la dirección de obra de Son Espases, el nuevo hospital de referencia de la Comunidad cuya construcción empezó por la misma fecha y de proporciones mucho mayores.

La no inauguración del velódromo se produjo el 31 de enero de 2007. Como si se le hubiera ocurrido nada más levantarse de la cama, Matas se fue al velódromo para comprobar el avance de las obras, previo aviso a su fotógrafo de cabecera. Allí se topó con unos ciclistas entrenando, cosa extraña porque la instalación todavía se encontraba en mantillas. Ni corto ni perezoso se subió a una bicicleta y se dio una vuelta. Todo con un aire de pretendida espontaneidad. El president rodó junto a Salvador Melià, componente de la selección española de pista. “En términos deportivos, nos hallamos ante una infraestructura histórica, emblemática, y creo que la más importante de Mallorca, incluso por encima del Ono Estadi”, dijo tras bajarse del sillín. “Es un milagro lo que se ha hecho; en un año está prácticamente terminado”, se congratuló. Luego se ha visto de qué manera se concluyeron las obras, a la altura de Pepe Gotera y Otilio.

No se reparó en gastos. El objetivo era acabar el equipamiento deportivo a toda costa. Como ejemplo, los cambios en la cubierta, que inicialmente estaba concebida en madera. Su instalación hubiera requerido más de un año de ejecución, con el consiguiente retraso. Finalmente se optó por la actual estructura de acero, lo que supuso un extra de casi cinco millones de euros. Pero no sólo ha sido una obra cara, sino mal hecha. No hay pasillo donde no haya goteras, hay zonas donde se filtra el agua y en otras se ha tenido que apuntalar los techos para que no se derrumben.  Uno de los movimientos políticos más sospechosos se produjo seis días antes de los comicios autonómicos del 27 de mayo de 2007. La junta rectora  acordó la recepción de obras ejecutadas sin presupuestar y sin seguir los trámites legales por valor de 31 millones de euros. Todo atado y bien atado.

1. Sin certificado final de obra. El polideportiv0  carece de certificado final de obra ante los importantes defectos de los que adolece.

2. Agua caliente mezclada. Las instalaciones han sido dotadas de una precaria red de suministro de agua sanitaria. La red se basa en unos estrechos tubos que recorren las instalaciones. Al parecer, en algún punto las tuberías de agua fría se mezclarían con las de caliente.

3. Goteras y humedades. Las goteras provocadas por el agua de lluvia, las filtraciones causadas por malas impermeabilizaciones y las humedades han atacado a varios puntos de las instalaciones deportivas.

4. Pista no homologada y peligrosa. La pista propiamente dicha del velódromo no ha sido aún homologada a pesar de haberse  celebrado el Mundial de ciclismo en pista. La pista de ciclismo, hecha de pino siberiano importado de Ucrania, es inservible, por su mal montaje. La madera se deshilacha, crea esquirlas y sus dilataciones generan huecos visibles por no coincidir las terminaciones de los listones sobre las vigas que conforman la estructura de la pista. Su montaje se realizó por obreros no cualificados.

5. Malos accesos para los corredores. Los ciclistas tienen que portar a hombros sus bicicletas o empujarlas por una rampa cuando acceden al área de la pista propiamente dicha.

6. La presencia de un ascensor en medio de la nada refleja lo que ha sido el proyecto del Palma Arena. Un auténtico desastre. En este descampado estaba previsto construir un campo de rugby.

7. El marcador, cuyo coste superó los seis millones, fue presentado a bombo y platillo en julio de 2007 como el más grande de Europa y único en el mundo.  El equipamiento, denominado LiveScreen, no fue instalado hasta el verano de 2007 cuando ya se había celebrado el Mundial. Se tuvo que reforzar la estructura de la cubierta para poder   soportar un peso que no se había previsto de aproximadamente diez toneladas , no incluida en el coste del proyecto. Se tardó un mes en realizar la instalación y tiene una sala habilitada con los doce ordenadores que  requiere su funcionamiento. Mojo, aquí te necesitan.

8. La cocina. Se abonaron 600.000 euros por muebles de cocina de última generación que no tienen ningún sentido en este tipo de instalación. Sólo se ha utilizado una vez en los tres años de existencia. Como anécdota cuenta con una sala climatizada para el despiece de la carne. Y un calefactor de platos de 6.000 euros.

Entre el 29 de marzo y el 1 de abril de 2007 tuvo lugar el Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista,  con el resultado de un oro para Llaneras en la Carrera por puntos 40 km y un bronce de  Sergi Escobar en Persecución individual. Se consiguió un récord mundial, una australiana en 500 m. contrareloj. En la actualidad no se homologa ninguna marca conseguida en esta pista.

El 2 de mayo se celebró un partido de tenis de exhibición entre los dos mejores tenistas del mundo: Roger Federer y Rafael Nadal.  Se llamó al evento La Batalla de las Superficies, que ganó Rafa por 7-5, 4-6 y 7-6 (12-10) tras más de dos horas y media de partido. Al  partido  asistieron unos 6.800 espectadores. El acontecimiento, que debía autofinanciarse, tuvo pérdidas de  851.090 euros.

En Septiembre de 2007 se jugó  el Grupo C de la 1ª fase del Europeo de Baloncesto, con Lituania, Alemania, Turquía y Chequia. Por esta época el agua tibia es suficiente para ducharse.

Después de esto la nada. Con un personal mínimo de una docena de personas, el simple hecho de abrir sus puertas ya suponía un gasto de 9.000 euros diarios, y ello teniendo en cuenta que todavía no se disponía de un equipo de personal técnico para hacerse cargo de instalaciones eléctricas, informáticas, de climatización o de fontanería. Como ejemplo, basta señalar que la factura que se paga a Gesa en electricidad es de unos 30.000 euros mensuales y se espera alcanzar los 100.000 euros al mes cuando se eleve la actividad en el edificio.

El objetivo actual es intentar sacar el máximo rendimiento al Palma Arena para minimizar esta presión económica, de ahí que esté previsto que toda la Consellería de Esports se traslade a estas dependencias y abandone las que ahora tiene en alquiler, a lo que se añadirá la licitación para adjudicar algunas zonas a empresas interesadas, como la zona de cocinas y comedor, o parte de las oficinas, junto a la celebración de actos de ocio, como conciertos.

Ya se han trasladado Federaciones como la de Ciclismo, Tenis, Tenis de Mesa, Ajedrez y Montañismo y Escalada. No pagan nada por ocupar las instalaciones, ha sido el medio de conseguir que se dinamizara el recinto. Se celebran conciertos casi todos los meses y el Volley Palma juega, o jugaba,  sus partidos internacionales . Costará mucho reducir las pérdidas, no digamos ya rentabilizar la inversión. Por cierto la investigación policial, de la que hablaremos en el próximo capítulo, fue llamada Operación Espada en honor a la bicicleta de Indurain. Y han nombrado a Llaneras director del Palma Arena y del futuro Centro de Alto Rendimiento de Ciclismo en pista. No todo son malas noticias.

La próxima semana hablaremos del Gobierno

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