Si hay una serie que ha marcado la animación televisiva dirigida a un público adulto esa es, sin duda alguna, Los Simpson. Desde que su primera temporada se estrenase en diciembre de 1989 han pasado ya más de 25 años, durante los cuales se ha convertido, ya no solo en una serie de animación de referencia, sino en un espejo de la cultura popular de finales del siglo XX y principios del XXI.
Ideada en sus inicios por Matt Groening como una serie de cortos producidos por James L. Brooks, se incorporaron en ese formato al Show de Tracey Ullman en 1987. Groening se inspiró en su propia familia para crear a los personajes, de hecho Marge y Homer son los nombres de sus padres y Lisa y Maggie los de sus hermanas, pero él prefirió no incluir el suyo, con lo que el primogénito de la familia se pasó a llamar Bart.
Debido al éxito de los cortos protagonizados por la disfuncional familia, la Fox se decidió a encargar una serie propia basada en la misma familia pero con episodios de media hora. Ese fue el inicio de un ascenso meteórico a la cima de la televisión. A imagen de las míticas producciones de Hanna-Barbera de los años sesenta como Los Picapiedra o Los Jetson pero ofreciendo una sitcom animada dándole la vuelta al concepto que presentaban aquellas ya míticas producciones: un humor mucho más adulto y tocando desde temas cotidianos a socio-políticos, Los Simpson se presentaban como el escenario perfecto para explorar con una vis cómica inusitada en la animación el lado oscuro de la familia tipo americana así como su entorno social de principios de los años noventa.
A medida que la serie ganaba adeptos, se exportaba a todo el mundo, lo que obligaba a las tramas a hacerse más internacionales aunque sin olvidar que su público principal seguía siendo el americano. Se contaba con estrellas invitadas (o parodias poco disimuladas) del star-system de Hollywood, de la música y la televisión e incluso de la política. Este apartado, esporádico en sus inicios, ha sido explotado hasta la saciedad por la serie en sus últimas temporadas debido al evidente descenso en la calidad de las tramas. Y es que 26 temporadas es una longevidad nunca vista en una sitcom de animación y, con los años, o repites la fórmula del éxito una y otra vez agotándola para los fans más veteranos pero adaptándola para captar nuevos fans o terminas la serie. De momento, el camino optado por los productores y la Fox ha sido seguir exprimiendo a la gallina de los huevos de oro sin olvidar dar paso a series más frescas pero que no pueden negar que beben de la fórmula mágica de la familia de tez amarilla: Padre de Familia, Padre Made in USA o Bob’s Burgers son las tres grandes sitcoms animadas de la Fox que deben su existencia a la brutal influencia de Los Simspons.
Exite cierta unanimidad entre los aficionados a la serie que su calidad subió exponencialmente hasta la decimosegunda temporada -encontrando el pico en las temporadas tres a ocho-, estrenada en el año 2000. Desde entonces tanto a guionistas como a productores les ha sido imposible repetir la magia de las anteriores temporadas, por mucho que la calidad de la animación sea cada vez mejor. Y es que incluso han perdido sellos de identidad propios de la serie: Homer ha dejado de ser un hombre no muy brillante -por decirlo de algún modo- pero con buen fondo, para ser un simple pelele que recibe golpes. Secundarios de lujo que pasan a ser personajes principales sin que sus capítulos lleguen a funcionar (el tipo de la tienda de cómics, Krusty, Gile, etc.) o la irreparable pérdida de dobladores cuyos personajes se retiran como homenaje (Lionel Hutz y Troy McClure -Phil Hartman- o Edna Krabappel -Marcia Wallace-). Pero sus grandes momentos siguen siendo historia viva de la televisión y se pueden ver una y otra vez ya que no pierden frescura y los chistes siguen y siguen funcionando. En España las incesantes repeticiones de Antena 3 y el grandísimo trabajo de los actores de doblaje -que por momentos llega a superar a las voces originales- han hecho de Los Simpson todo un símbolo, con legiones de fans capaces de recitar sus frases favoritas de memoria e incluso llegando a comunicarse enteramente mediante expresiones extraídas de los episodios.
Y aquí nuestro particular homenaje a esta serie y su época dorada escogiendo los que, a juicio del que escribe son 10 de los mejores episodios jamás emitidos, aunque cabe destacar que la lista podría ser muchísimo más amplia y que no están todo los que son. Pero servidor no se cansa jamás de ver estos 10 episodios.
TOP 10 DE CAPÍTULOS DE LOS SIMPSONS
10. Treehouse of Horror III
La Casa-árbol del Terror III; cuarta temporada. Emitido por primera vez el 29 de octubre de 1992 es el tradicional capítulo especial que cada temporada contiene para celebrar Halloween. Las tres historias que lo conforman son de lo mejor que se ha hecho en estos especiales y cada una representa un homenaje a una película mítica del cine de terror. La primera, homenajea a Muñeco Diabólico (1988) -y Gremlins (1984) [ejem… yogulado…ejem…], cuando Homer va a buscar un regalo para el cumpleaños de Bart que resulta ser un muñeco Krusty que trata de matarlo en repetidas ocasiones. La segunda, en blanco y negro, pone a Homer en la piel de King Kong para homenajear a la película homónima de 1933 y la tercera convierte a Springfield en un escenario de pesadilla para una particular recreación de La Noche de los Muertos Vivientes (1968).
Las tres historias muestran la gran influencia que tenía el cine en la serie en sus inicios y la voluntad de los creadores de rendir pleitesía a sus películas y escenas favoritas en cuanto tenían ocasión. “El Yogulado también está maldito.”
9. Homer’s Phobia
La Fobia de Homer; octava temporada. El 16 de febrero de 1997 se emitió este mítico episodio en el que, tras la visita a una tienda de coleccionismo, la familia -y en especial Homer- entabla amistad con el tendero, John. En cuanto Marge le cuenta a un despistado Homer que John es homosexual, este monta en cólera y se niega a seguir manteniendo contacto con John. Pero Marge, Lisa y Bart siguen viéndose con él, lo que lleva a Homer a sospechar que Bart pueda ser también homosexual, así que pretende convertirlo en un “verdadero hombre” mediante absurdos planes.
Este episodio es todo un clásico por la inclusión de una temática tan espinosa en la sociedad americana como es la homosexualidad en una serie de animación de alcance nacional. Y además lo hace con excelentísimas dosis de humor (esa escena en la acería) y presentando la homofobia como algo fuera de tiempo y absurdo. Genial. “Sólo dos tipos de persona llevan camisas de flores: los gays y los juerguistas obesos. Y Bart no tiene pinta de juerguista obeso.”
8. Bart the Lover
Bart, el Amante; tercera temporada. El día antes del Día de los Enamorados de 1992 se emitió este capítulo que de forma brillante a la par que cruel retrata la necesidad que una persona de mediana edad que se encuentra sola tiene de encontrar pareja. En este caso la profesora de Bart, Edna Krabapple, castiga al chico sin su yo-yo y este, para vengarse aprovecha el anuncio que su profesora había puesto en una página de contactos, para gastarle una broma pesada jugando con sus sentimientos y creando a su hombre perfecto mediante correspondencia.
Este episodio es un gran ejemplo de la habilidad con la que los guionistas conjugaban humor y sentimentalismo en los primeros años de vida de la serie. Capaces de hacer reír en una escena y emocionar a la siguiente. Mención especial a la escena final donde recopilan las estadísticas del jugador de hockey hielo Gordie Howe -la cara de la que Edna se enamora-. “Más despacio franchute, esas palabras valen oro.”
7. Homer vs. the Eighteenth Amendment
Homer contra la Decimoctava Enmienda; octava temporada. El 16 de marzo de 1997 se emitió esta gran revisión cómica del 99% de películas basadas en la época de la Ley Seca. Tras las celebraciones del Día de San Patricio en las que Bart se emborracha el pueblo entero está escandalizado y, tras revisar un antiguo libro de leyes, los poderes de la ciudad se dan cuenta que el alcohol llevaba prohibido en Springfield desde hacía 200 años. Debido a la incompetencia del jefe Wiggum y su colaboración con la mafia, se contrata a un policía, que homenajea al Eliot Ness de Kevin Costner (Los Intocables de Eliot Ness, 1987), para que acabe con el crimen organizado. Es entonces cuando Homer, necesitado de cerveza, decide tomar cartas en el asunto y se convierte, en la sombra, en el único proveedor de alcohol para toda la ciudad.
Un capítulo que funciona como un perfecto engranaje, y quizás sea una de las mejores comedias de menos de 30 minutos jamás hechas sobre la Ley Seca y el crimen organizado. “¡Por el alcohol! Causa y a la vez solución de todos los problemas de la vida.”
6. Two Cars in Every Garage and Three Eyes on Every Fish
Dos Coches en cada Garaje y Tres Ojos en cada Pez; segunda temporada. Emitido el primero de noviembre de 1990, en este episodio Bart pesca cerca de la central nuclear un pez con tres ojos, lo que origina una campaña en contra de la central y del Sr. Burns. Mientras tanto, Homer le da su jefe la idea que necesitaba para reconducir la situación: presentarse a gobernador para adaptar la legislación a sus necesidades. Burns y sus asesores comienzan una campaña de acoso y derribo contra la candidata Mary Bailey que acaba con Burns ganando en las encuestas, pero antes debe culminar su campaña cenando en casa de un votante, quien resulta ser Homer.
En poco más de 20 minutos logran diseccionar la forma en que funcionan las campañas electorales en Estados Unidos y los poderes a los que los candidatos sirven. Los Simpson pocas veces se meten en política, pero cuando lo hacen, aciertan de pleno. “¡Cuente cuente, son tres ojos!”
5. The City of New York vs. Homer Simpson
La Ciudad de Nueva York contra Homer Simpson; novena temporada. Emitido por primera vez el 21 de septiembre de 1997. Tras perder Barney el coche de Homer, este recibe una carta de la ciudad de Nueva York notificándole que debe recoger su vehículo, estacionado en medio de la World Trace Center Plaza. Homer se niega a ir recordando la malísima experiencia que sufrió en su única visita a la Gran Manzana, pero el bajo precio de los autobuses hace que Bart pague los billetes para la familia, que está entusiasmada ante la idea de visitar Nueva York. En la ciudad, mientras Bart, Marge, Lisa y Maggie se divierten, Homer sufre mientras espera al empleado de los parquímetros, al que al final no ve porque se encontraba en el baño de una de las torres del World Trade Center tras haberse hinchado a zumo de cangrejo. Así que decide tomarse la ley por su mano para recuperar su coche.
En este capítulo, la segunda visita de la familia a una gran ciudad de Estados Unidos tras la que rindieron a Washington DC en el episodio ‘La Familia va a Washington’ de la tercera temporada, conjugan una buena aventura familiar con una gran recreación de la ciudad y la inclusión de icónicos monumentos y símbolos neoyorquinos, amén de lograr representar genialmente como una mala experience en un viaje puede arruinar por completo tu percepción del lugar. Aunque lo que pone a este capítulo en esta lista es su excelente escena final con Homer huyendo de la ciudad en el coche para acabar tras un camión de residuos cruzando el puente de Brooklyn mientras suena New York, New York de Frank Sinatra. “Es una ciudad mágica, ¿podemos volver el año que viene? -Ya veremos, cariño… ya veremos.”
4. Last Exit to Springfield
Última Salida a Springfield; cuarta temporada. Este capítulo se emitió por primera vez el 11 de marzo de 1993. En él, a cambio de un barril de cerveza para la reunión sindical, los empleados de la central renuncian a su seguro dental. Pero tras un periodo de intensa discusión interna, Homer se da cuenta que renunciar al seguro dental supondría pagar el carísimo aparato dental de Lisa. De este modo es elegido por unanimidad como nuevo líder sindical para enfrentarse al Sr. Burns y tratar de recuperar su seguro dental. La estupidez de Homer es malentendida por todos como una posición inamovible y acaba provocando que los empleados de la central vayan a la huelga, lo que obliga a Burns a tomar medidas drásticas para romper el espíritu de los huelguistas.
Otro episodio de trasfondo tanto social como económico perfectamente hilado en un marco humorístico sin olvidar momentos más serios o emocionales (la canción de Lisa durante la huelga) o el homenaje que los animadores rindieron a la película de El Grinch (1966) cuando el Sr. Burns se dispone a comprobar como sus empleados han desistido tras cerrar el suministro energético al pueblo entero. “¡Adiós seguro dental!”
3. One Fish, Two Fish, Blowfish, Blue Fish
Un Pez, Dos Peces, Pez Fugu, Pez Azul; segunda temporada. Emitido el 24 de enero de 1991, el episodio comienza con Lisa pidiendo probar un nuevo restaurante de comida japonesa para variar de la tradicional comida que prepara Marge. En ‘El Sumo Feliz’, tras superar sus prejuicios, Homer se engresca a probar todo tipo de manjares nipones hasta que pide el pez fugu, un pez que puede resultar delicioso si se corta evitando las partes que contiene grandes cantidades de veneno; de otro modo resultaría mortal para el comensal. Como el chef se encontraba ocupado en el asiento trasero de un coche junto a Edna Krabappel, el deber de cortar el pescado recae sobre su novato ayudante, lo que provoca que Homer haya sido, con toda probabilidad, envenenado. En la consulta del doctor Hibbert le explican que le quedan 22 horas de vida. Ante tal noticia Homer hace una lista con todo aquello que desea hacer antes de morir.
Este capítulo encierra un fondo tan enternecedor como emocionante, presentando a Homer como un hombre con un grandísimo amor por su familia. Uno de los primeros ejemplos de lo que previamente comentábamos de la excelente habilidad de los guionistas en los primeros años de la serie para conjugar sentimentalismo -sin caer en la ñoñería- con el tono humorístico y el ritmo ligero de la serie. El mejor ejemplo de esto es la escena en la que Homer se sienta a morir en el salón de su casa mientras escucha la Biblia en un casete narrada por Larry King. “Mis habilidosas manos están ahora mismo ocupadas.”
2. El Viaje Misterioso de Nuestro Jomer
El Misterioso Viaje de Homer, octava temporada. Originalmente emitido el 5 de enero de 1997, este capítulo se inicia con Marge tratando de evitar que Homer se dé cuenta que ese día se celebra el Concurso Anual de Chili con carne en Springfield, para así lograr que su marido no se emborrache como en la anterior edición. Finalmente cede y le permite ir bajo la condición de que no beba cerveza. Homer llega al recinto dispuesto a sembrar el terror sin notar el picor de ningún tipo de chili, pero el jefe Wiggum ha encontrado una variedad de chili cultivada por los internos de un manicomio guatemalteco ante la cual Homer no puede hacer nada y se quema la lengua solo con rozar la punta de uno de esos chilis. No obstante, y gracias a Ralph, Homer encuentra el modo de superar al jefe de policía y comerse esos chilis guatemaltecos. Aún así, estos le hacen alucinar por completo y pierde la noción de la realidad. Marge, malinformada por la cotilla mujer del Reverendo, se cree que su marido se ha vuelto a emborrachar y vuelva a casa enfadada mientras Homer busca el camino de vuelta por su cuenta. Al día siguiente, tras comprobar el inexplicable enfado de su mujer y advertido por una de sus alucinaciones, Homer emprende la búsqueda de su verdadera alma gemela.
Un episodio atípico con lo que venía ofreciendo -y luego ofrecería- la serie por su alta carga simbólica y espiritual que logra rebajar con unas dosis de humor bien repartidas a lo largo de los 20 minutos que dura. Además, el episodio es una explicación del amor que Homer y Marge se profesan el uno al otro y que, con el paso del tiempo, ha ido perdiendo peso en las temáticas de la serie. “Ese Simpson se cree el papa de chili villa”.
1. Marge vs. the Monorail
Marge contra el Monorraíl; cuarta temporada. Este episodio se emitió por primera vez el 14 de enero de 1993. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) -la misma que haría su aparición en la película de 2007- atrapa al Sr. Burns escondiendo residuos nucleares en lugares públicos y lo entrega a las autoridades municipales, quienes lo condenan a pagar 3 millones de dólares al erario público. El alcalde Quimby se embolsa un millón para él mismo y convoca un pleno para decidir en qué gastar los dos millones restantes. En mitad de la reunión hace su entrada un charlatán que les vende la idea de construir un monorraíl que conecte todos los lugares de la ciudad. Tras convencerles con una canción, comienzan las obras. Marge, sospechando de las intenciones del oscuro Sr. Lanley, investiga las otras ciudades en las que ha construido monorraíles (Ogdenville, Brockway y North Haverbrook). Mientras, en Springfield, Homer es designado conductor del monorraíl tras un intensivo cuso de tres semanas y todo se dispone para el trayecto innaugural.
Este episodio garantiza risas prácticamente a cada minuto y es el que, de lejos, mejor ha aunado el sentido colectivo de la serie dando protagonismo no solo a la familia Simpson sino a todo el pueblo como conjunto. El ritmo no falla en ningún momento, el personaje especial del episodio (Lyle Lanley) está perfectamente introducido y desarrollado y la trama sigue un crescendo perfecto hasta que se detiene el monorraíl. Sin olvidar la pegadiza canción con la que Lanley consigue convencer al pueblo entero, una de las mejores en la historia de la serie. “A la grande la llamo mordiscos.”
Como se puede comprobar por la lista, la serie comenzó a despegar en su segunda temporada y mantuvo el nivel hasta pasada la novena temporada. Quizás es en la decimotercera cuando empieza a decaer paulatinamente. Pero que una serie aguante de 1989 a 2001 manteniendo un nivel superlativo en cuanto a calidad y frescura de las tramas -y más siendo una sitcom de escasos veinte minutos- es un hito en la historia de la televisión, como decíamos antes. Y la duración de su edad dorada coincidió justo con la expansión de las nuevas formas de comunicación y la era de la información, con lo que su éxito pasó a ser global. Y es precisamente su globalización lo que ha permitido a Los Simpson convertirse en todo un icono de la cultura popular de nuestros días, pero sin los excelsos guiones de esos 11 años y la calidad indiscutible del producto final, esa influencia no sería más que una quimera.
Los Simpson han logrado hacerse un hueco en todos los hogares del mundo. Son reconocibles y han logrado un humor que traspasa fronteras tanto culturales como idiomáticas. Eso se ha logrado con la unión perfecta de saber hacer reír de muchas maneras diferentes -ironía, sutileza, grosería, sangre, slapstick- y apelar a los sentimientos más naturales del espectador -amor, ternura…- de vez en cuando. Y aunque esta última parte se haya ya perdido, fue lo que le dio a la serie su seña de identidad y su superioridad enfrente a cualquier otra serie de animación adulta que había antes. Sin olvidarnos de la inmesísima galería de secundarios de la que goza la serie y en la que prácticamente todos resultan memorables y han dispuesto de su minuto de gloria en la serie. Y es que Los Simpson no serían los mismos sin Ned Flanders, Apu, el alcalde Quimby, Moe, Barney, el reverendo Lovejoy, el jefe Wiggum y su hijo Ralph, Skinner, Edna Krabappel, el Sr. Burns, Rainier Wolfcastle, Hans Topo, el capitán de barco, el actor secundario Bob, Krusty, el Dr. Hibbert, Lenny y Carl, Patty y Selma, Lionel Hutz, Smithers y tantos otros. Y es que el dar vida a un pueblo entero y todos sus habitantes no es tarea sencilla.
En el fondo todo se resume a la pregunta ¿qué sería de nuestros mediodías sin Los Simpson? La respuesta es obvia. Y si alguien discute este top 10… ¡estaba así cuando llegué!
Joróbate Flanders.
Bonus track
Debido a la gran calidad se puede hasta hacer un top 10 alternativo con los capítulos que no han pasado el corte final:
- Burns Verkaufen der Kraftwerk (Burns Vende la Central; temporada tres).
- $pringfield (or How I Stopped Worrying and Love Legalized Gambling) ($pringfield – o Cómo Aprendí a Amar el Juego Legalizado; temporada cinco).
- Deep Space Homer (Homer en el Espacio Exterior; temporada cinco).
- I Love Lisa (Yo Amo a Lisa; temporada cuatro).
- You Only Move Twice (Sólo Se Muda Dos Veces; temporada ocho).
- Simpson and Delilah (Simpson y Dalila; temporada dos).
- Mr. Lisa Goes to Washington (La Familia Va a Washington; temporada tres).
- Oh Brother, Where Art Thou? (Tiene Derecho a Permanecer Muerto; temporada dos).
- Viva Ned Flanders (íd.; temporada diez).
- Homer’s Enemy (El Enemigo de Homer; temporada ocho).
¿Aún seguís ahí?
Smithers, suelte a los perros.
Totalmente de acuedo con todo lo escrito. Una serie que hace capítulos sobre la existencia del alma o sobre el budismo zen sin caer en el aburrimiento y, encima, con humor es algo extraordinario.
Sobre su decadencia también me jorobó mucho el maltrato a Lisa. Al principio, era una niña superdotada y, por ello, incomprendida y aislada socialmente pero con una gran sensibilidad y amor por su familia, incluido Bart. Ahora es un ser pedante, pesado, sabelotodo y odioso.
Y sobre la lista de capítulos añadiría el crossover con Expediente X (The Springfield Files). Un capítulo donde los gags y chistes se suceden durante media hora. Humor absurdo continuo.
¿Lo ha entendido?
Magnífico, poco más se puede añadir a lo expuesto.
Una grandísima serie que me ha hecho reir y llorar en mas de una ocasión.
Añadir un par de capítulos o tres, que al no ser experto no sé si en la lista de altenativos están añadidos ya (no me sé los títulos, no soy tan friki :D) :
- el capítulo en el que muere la mujer de Flanders por el hecho de tratar un tema tan espinoso.
- el capítulo en el que Homer le busca nueva mujer a Flanders , en colación con el anterior.
- el capítulo en el que Lisa se enamora de su profesor interino, dando valor a una profesión denostada en muchos aspectos.
Gran selección, con la que comparto el 90%. Sin embargo, a mi los programas de "episodios" me parecen menores, no creo que ningún especial de la casa-arbol esté a la altura de esta lista.
Añadiria en su lugar muchos, pero en especial uno que me encantó de la temporada 12, triple error, en que se cuenta el mismo día desde 3 puntos de vista distintos para fusionarse al final.
Pues otros episodios que me gustaron: el de Homer de jefe de basuras (con un final trágicamente real), el de Homer explicando como se hizo con el saxo de Lisa y el de Homer acertando de chiripa con el botón ante una emergencia nuclear.
Coño, me olvidaba del mejor capítulo en mi opinión, el que siempre tendré en mi top 1: el de los genes simpsons en que Lisa piensa que va a volverse estúpida.
Consiste en lazar aros
PD: Me encantan los simpsons y no veáis la de veces que he discutido con mis padres para verlos al mediodía. Tanto es así que al final les gustaban a ellos también. Hace un mes mi madre me envió los muñecos de Bart y Lisa que tenia en mi cuarto a Inglaterra
Me alegra que os haya gustado la selección. La verdad es que hacer el corte ha sido dificilísimo y cada vez que lo repaso me salen nuevos capítulos: cuando Homer se hace miembro de los canteros, el capítulo en que el pueblo entero se hace de una secta, la parodia de El Cabo del Miedo, cuando Homer cuenta a los niños como conoció a Marge... Y todos los que nombráis vosotros también, sin duda.
En el fondo es lo mejor de esta serie: hay calidad para aburrir. Y encima no aburre 😀
P.D.: @pollo, el de la casa-árbol del terror, aunque me encanta, está incluido como guiño a los especiales de Halloween, que son algo diferente y forman parte de la identidad de la serie (los primeros estaban muy bien elaborados, ahora abusan demasiado del gore, aunque alguna historia suelta se puede salvar).
P.D.2.: @lastrado, la palabra es nucelar, nu-ce-lar.
Pollo, el que comentas de los genes es buenísimo,
Leyendo vuestros comentarios me acabo de acordar del zurdorium y del capítulo en que todo el pueblo acaba en un bunker nuclear ante la llegada de un meteoro.
Se me olvidó comentar antes el que quizá sea mi favorito y es el número dos de la lista de shaka, el viaje alucinógeno de homer con el coyote-guia.
Fabuloso, shaka.
Entre tantas temporadas todos tenemos algún que otro capítulo a inlcuir en el top 10. Yo sin duda lo haría con los capítulos en que Maggie dice por primera vez papá y el que Homer quiere comprarse una autocaravana y para ello necesita financiarlo con un crédito basura.
Una pasada, Shaka, la de recuerdos que me aparecen con tu repaso de Los Simpson. Durante muchos años no me los perdía ni un solo día, era cita obligada para mis hermanos y yo. La de coñas que he hecho con mi hermano pequeño con frases de Homer Simpson, nos tirábamos un buen rato soltándolas.
Mi episodio favorito es en el que nombran a Homer líder del sindicato, me estuve descojonando el capítulo entero y aún lo hago cuando lo veo. Tiene muchísimos momentos míticos.
Me resulta imposible hacer una lista porque hay tantos y tantos que me han encantado que sería injusto a la fuerza. Pero sí voy a nombrar tres que no han aparecido y me hicieron disfrutar mucho.
- El del Tomacco. La cara de los animales adictos no tiene precio. Me estuve partiendo de risa todo el episodio.
Los otros dos los incluyo por las dos frases que más me gustan de Homer Simpson.
- El del flameado de Moe. Homer suelta su frase más famosa: "Mírame, estoy haciendo feliz a la gente. ¡Qué bien! Soy un hombre mágico del país feliz, de la casa de gominola de la calle de la piruleta".
- En el que despiden a Apu del badulaque por vender productos en mal estado. La frase que le suelta Homer a Apu al volver de la India aún me produce carcajadas. "¡Ay, Apu! Pronto aprenderás que la vida es una aplastante derrota tras otra hasta que llega el día que deseas que se muera Flanders". Imposible reflejar mejor en una frase la frustración personal y envidia.
Estoy completamente de acuerdo contigo en la época de auge y lenta decadencia de la serie. Ya hace tiempo que perdió gran parte de su encanto. El Homer que me fascinaba era un ser bobo pero que pretendía no serlo. Ahora ya ni se molesta, se hace el tonto directamente. Al final la inspiración se acaba. Y un recuerdo para los dobladores, como no, hicieron un trabajo genial. Nunca habrá otro como el primer doblador en castellano de Homer, todos sentimos mucho su muerte.
Una gran entrada, Shaka, y una delicia leerla y disfrutar de nuevo de los viejos tiempos con Los Simpson.