Mucha gente coincide en señalar como fecha clave del boom del baloncesto español la consecución de la medalla de plata en los JJ.OO. de Los Ángeles. No lo discuto, fue un hito histórico que tardamos 24 años en repetir. Sin embargo en mi opinión aquello no fue más que el sedimento de un trabajo largo de formación, selección y aprendizaje en la derrota y en la victoria de un grupo de jugadores dirigidos por el inolvidable Antonio Díaz Miguel.
El cambio generacional se fue produciendo a partir del Campeonato de Europa de 1979 en Italia. En la selección apareció por primera vez Juan Antonio San Epifanio que, junto a otros jóvenes como J.L. Llorente y Juanma López Iturriaga y otros jugadores en su etapa intermedia como Juan Antonio Corbalán (veterano ya en la selección a pesar de sus 25 años), José María Margall, Quim Costa, Juan Domingo De la Cruz y Pedro César Ansa, acompañaban a los veteranos Rafa Rullán, Luis Miguel Santillana, Manolo Flores y, sobre todo, Wayne Brabender, que contaba ya con 34 años. España fue sexta.
En los JJ.OO. de Moscú 80 aparecen ya Cándido Antonio “Chicho” Sibilio, Nacho Solozábal y Fernando Romay, permaneciendo en el equipo Flores, Santillana y Brabender. El equipo nacional quedó cuarto en unos juegos marcados por el boicot estadounidense.
En el Eurobasket de Checoslovaquia en 1981, se produce la incorporación decisiva de Fernando Martín, aunque aún tendrían cabida Rullán, Flores y Brabender en el roster de la selección. Acabamos cuartos.
Y llegamos por fin al momento que he seleccionado como clave en la evolución de nuestro baloncesto, el Mundial de Colombia de 1982, en cuyo equipo sólo queda Wayne Brabender como veterano y en el que completa la lista, Andrés Jiménez, el jugador de Carmona perteneciente en aquel entonces al Cotonificio.Bouncy Castle For Sale La configuración definitiva fue: Wayne Brabender, Juan Antonio Corbalán, Joaquín Costa, Juan Domingo De la Cruz, Andrés Jiménez, Juan Manuel López Iturriaga, José María Margall, Fernando Martín, Fernando Romay, Chicho Sibilio, Nacho Solozábal y Juan Antonio San Epifanio.
El IX Campeonato del Mundo de Baloncesto se disputó en Colombia entre el 15 y el 28 de agosto del mismo año. Las sedes fueron Cali, Medellín, Bogotá, Bucaramanga y Cúcuta. Hay que recordar que se presentaban como favoritas tres selecciones: EE.UU., U.R.S.S. y Yugoslavia.
1). Los norteamericanos presentaban un equipo extraordinario en el que formaban Ted Kitchel, Fred Reynolds, Jim Thomas, Glen “Doc” Rivers (la estrella absoluta y que no necesita presentación), Antoine Carr, Earl Jones, John Sundvold, Jeff Turner, Mark West, Mitchell Wiggins, Joe Kleine y nuestro queridísimo demente John Pinone. El entrenador era Bob Weltlich.
2). La U.R.S.S. era la última bicampeona de Europa, aunque arrastraba la decepción del bronce en los juegos de Moscú y la derrota ante Yugoslavia en el Mundial de Filipinas del 78 en una final que perdieron por dos puntos. Su roster era tremendo:
Aleksander Belostenny, Nikolai Deriougine, Kheino Enden, Stanislav Eremin, Sergey Grishaev, Valdemaras Homicius, Sergey Iovaisha, Rimas Kurtinaitis, Andrey Lopatov, Sergey Tarakanov, Valdis Valters, Vladimir Tkachenko, Anatoliy Myshkin y Arvydas Sabonis. Era precisamente la presentación en sociedad de Arvydas Romas Sabonis, con sus 17 años, de la mano de Aleksander Gomelski. Si le tengo cariño a este campeonato, además de por la importancia de la selección española, es por el debut de Sabas. Evidentemente no tenía demasiados minutos (en algunos partidos ni jugó) en un equipo que estaba hecho y que contaba con hombres interiores de categoría. Pero ya dio muestras de su grandeza en varios partidos como por ejemplo en la paliza soviética a Colombia en la segunda fase, 143-76, en la que Sabonis anotó 28 puntos. Fijaos si era desconocido este chico que en una crónica de El Mundo Deportivo (que fue uno de los pocos medios españoles que envió a un periodista allí, J.M. Fernández) se le nombra en la ficha técnica como Romas.
3). Y Yugoslavia que era la vigente campeona del mundo. Qué decir de sus jugadores. Sobran las palabras:
Zudar Ardija, Drazen Dalipagic, Mirza Delibasic, Zeljko Jerkov, Dragan Kikanovic, Andro Knego, Aleksander Petrovic, Boban Petrovic, Ratko Radovanovic, Zoran Radovic, Peter Vilfan y Rajko Zizic, entrenados por Ranko Zeravica.
La primera fase se diseñó a partir de tres grupos. En el grupo A estaba España, EE.UU., Panamá y China. En el B, la U.R.S.S., Costa de Marfil, Brasil y Australia. En el C, Yugoslavia, Canadá, Uruguay y Checoslovaquia. Como dato curioso, Colombia estaba también entre las participantes, pero como anfitriona pasaba directamente a la segunda fase de oficio, cosa que los demás tenían que ganarse en sus grupos clasificándose entre los dos primeros. Esos seis, más Colombia, formaban un grupo de siete que se enfrentaban en liguilla a los equipos contra los que no habían jugado en la primera fase. Se arrastraban las victorias/derrotas y los dos mejores pasaban a la final, mientras que el tercero y el cuarto se jugaban el bronce. El resto de participantes jugaban una inútil liguilla en Cúcuta para determinar los puestos del octavo al duodécimo. El vencedor de esa fase fue Brasil.
La U.R.S.S. y Yugoslavia dominaron claramente sus grupos ganando sus tres partidos, siendo Australia y Canadá segundas de grupo, respectivamente. La sorpresa negativa fue Brasil, que no olvidemos fue bronce cuatro años antes, además de tener dos títulos, dos platas y otro bronce más. No pudieron con los canadienses que llegaron al campeonato como invitados.
¿Y el grupo de España? Pues ganamos con apuros a Panamá (en la que jugaba Rolando Frazer) 88-85, con dos tiros libres en el último segundo de Costa. El mejor de España fue Sibilio con 24 puntos. En el segundo choque arrasamos a China 108-78, destacando Brabender (25), bien secundado por Jiménez (19) y Epi (14).
El momento histórico y que destaco fue la primera victoria sobre los fundadores del basket. Sí, ganamos a EE.UU. 109-99. Para mí éste es un hito histórico en la historia de nuestro baloncesto. Evidentemente nuestro baloncesto tenía que hacerse mayor, pero para ello había que vencer a los grandes. Nunca antes habíamos ganado a EE.UU., a la U.R.S.S. sólo le habíamos vencido en el Eurobasket 73 en casa y a Yugoslavia tampoco podíamos hincarle el diente. Sin embargo, éste fue el primer eslabón de una cadena de victorias ante las grandes al que le seguiría la que conseguiríamos ante la U.R.S.S. al año siguiente en las semis de Nantes 83 con aquella maravillosa canasta de Epi y la que obtuvimos sobre Yugoslavia en las semifinales de los JJ.OO. de Los Ángeles 84. Tres increíbles victorias ante los tres más grandes en tres campeonatos consecutivos. Era posible vencerles.
El partido fue épico. El segundo tiempo fue apoteósico, pues al descanso la igualdad era máxima (50-49). En la ficha técnica puede leerse:
España 109 (50 al descanso): Corbalán (19), Epi (26), Sibilio (21), Martín (28), Romay (4)-cinco inicial-Jiménez (5), Solozábal (4), Brabender (2), Iturriaga (-). Anotaron 34/50 de 2, 41/45 en tiros libres, cometieron 25 faltas con Romay y Jiménez eliminados.
Es una lástima no poseer el vídeo del partido, pues hay que decir que sólo RNE retransmitía con la voz de Juan Manuel Gozalo el campeonato, hasta que España ganó a EE.UU. A partir de ahí, todo fueron prisas e incluso mandaron a Héctor Quiroga a Cali, con lo que se pudo ver algún partido de la segunda fase de España y también la final.
En la segunda fase, se apabulló a Colombia, de largo los más flojos del campeonato, 137-84, con gran reparto anotador en el equipo con ocho hombres por encima de los diez puntos, destacando Epi (21) e Itu (23). Sin embargo la primera decepción fue ante los yugoslavos, perdiendo claramente 108-91, en una malísima segunda parte. Epi (22), Sibilio (20), Corbalán (15) y Jiménez (14) fueron los mejores, pero Kikanovic (26), Radovanovic (26) y Dalipagic (16) nos machacaron. A Australia se le venció con solvencia 99-87, con Sibilio (27) y Epi (26) masacrando desde el perímetro y con un Romay excepcional bajo los aros, con 16 puntos y 11 tapones. Para los amantes de las curiosidades, Andrew Gaze jugó en Australia aunque su papel era marginal y no anotó. En Seúl 88 se vengaría. Pero ésa es otra historia. Ante Canadá nos jugábamos la posibilidad de la lucha por las medallas y no fallaron. Con un juego muy colectivo, se venció 83-80. La anotación estuvo muy repartida, pues el máximo anotador fue Solozábal con 14. En el bando canadiense, viejos conocidos como Wennington, Greg Kazanowski (que jugaría en la Penya) y Jay Triano, la estrella con 28 puntos y que actualmente es el entrenador de Calderón en los Raptors. El último partido fue contra la U.R.S.S. Aquí se vio en diferido y, aunque se luchó, no se pudo ganar a los soviéticos, que ya ganaban al descanso 44-58 y que terminaron venciendo 93-106, con un gran partido de Tkachenko (24) y Homicius (26). En España Epi (24), Martín (19) y Sibilio (18) hicieron lo que pudieron.
Los dos primeros fueron EE.UU., que ganaron todos sus partidos, y la U.R.S.S. que sólo cedió ante los estadounidenses 99-93, batiendo a Yugoslavia 99-94 a pesar del gran partido de Kikanovic, que fue el máximo anotador del campeonato. España y Yugoslavia, con dos derrotas cada una, se jugarían el bronce.
El partido por el tercer y cuarto puesto fue uno de los mejores de la historia. El marcador lo dice todo, 119-117. Aún recuerdo la retransmisión de Gozalo apelando a la lucha del equipo español y contra los balcánicos y los árbitros, Reynoso (U.S.A.) y Crouch (Australia). Entre otras cosas, se produjo la primera expulsión (y probablemente la única de su carrera) de Corbalán. El gran, pero provocador, Kikanovic le arreó un empujón (codazo en palabras de Díaz Miguel en rueda de prensa) a lo que Corbalán respondió infantilmente. Kikanovic exageró la caída y los árbitros picaron tras haber caído en la trampa también Corbalán. Hay que recordar que si Drazen Petrovic era un jugador marrullero, Kikanovic lo era aún más. Fue el auténtico maestro de Aleksander y Drazen Petrovic en estas lides. España tenía el partido casi perdido, pero Antonio implantó una de esas defensas presionantes a toda cancha que entonces sólo se veían en las universidades americanas y que él aprendió al lado de algunos de sus grandes amigos y maestros, como Dean Smith o Lute Olson. De perder 114-101 a falta de dos minutos, se pasó al 119-117 con un gran Costa en las recuperaciones. Pero Reynoso salió al rescate anulando una canasta de Costa y pitando falta previa. No pudo ser.
Antonio Díaz Miguel declaró en rueda de prensa:
“España ha sido tercera del mundial. Lo único que ha ocurrido es que han preferido darle la medalla a otro equipo. No ha sido una derrota, porque España no ha perdido, la han hecho perder. Aquella última canasta es válida toda la vida”.
“Sí, robo. Nos han robado y todo el mundo ha podido verlo. Lo que ocurre es que aún y así, este cuarto puesto es el mejor en toda la historia del baloncesto español y debe llenarnos de orgullo. Pero que conste que hemos sido realmente terceros”.
“Yugoslavia no es superior. Lo que no se puede es vivir de recuerdos. Y si años atrás Yugoslavia ganaba a España nueve de cada diez partidos, ahora las cosas están a la par. Yugoslavia ha sido superior a nosotros, pero ahora ya no es así”.
“En los primeros minutos hemos jugado fatal y han tomado una delantera muy difícil de enjugar. Pero no nos hemos dado por vencidos y la prueba es que hemos conseguido remontar y si no llega a ser por esa canasta anulada absurdamente, hubiéramos ganado”.
“Todo el mundo conoce a Kikanovic, y sabe que es un gran jugador, pero un poco payaso. A Juanito le ha dado un codazo inmenso y quizás no tenía que haber reaccionado como lo ha hecho por lo mucho que nos jugábamos, pero en la tensión del partido es difícil controlar los impulsos”.
“No estaré contento hasta que España gane un Campeonato del Mundo. Pero creo que hemos hecho un buen papel, que todavía esperamos mejorar en el 86”.
Por otro lado, la final fue un espectáculo tremendo. Ganó la U.R.S.S. de forma apretadísima 95-94 con un espectacular Myshkin, con 31 puntos. Quizás algún día se le haga justicia a este jugador olvidado por muchos pero que fue el primer tres alto (2.02) europeo. Dominaba todas las facetas del juego y tenía una capacidad atlética tremenda. Al descanso ganaba U.S.A. 47-49, con un gran Rivers (que acabó con 28 puntos) y bien acompañado de Wiggins (con 15), al que muchos recordaréis en Houston, jugando con las torres gemelas (Sampson y Olajuwon) la final del 86 ante los Celtics. Tuvieron la opción de ganar (después de haber ido perdiendo 87-94) con Jumping Castle una fuerte presión que puso nerviosos a los soviéticos. Dispusieron de la posesión en los últimos nueve segundos de partido, pero Rivers no acertó en un lejano tiro.
El quinteto ideal del campeonato fue Doc Rivers, Dragan Kikanovic, Epi, Anatoliy Myshkin y Vladimir Tkachenko, siendo designado jugador del campeonato Doc Rivers.
Fue un gran torneo que nos dejó muchos detalles como la aparición de Sabonis, los primeros zarpazos de John Pinone, los gritos de Gozalo clamando al cielo tras la derrota ante Yugoslavia o el rodillo soviético. Pero yo me quedo con esa primera victoria ante los norteamericanos, puerta a una dimensión desconocida hasta ese momento.
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42 Comments on "COLOMBIA 82: La dimensión desconocida"
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Precioso Vialegre,
Que tiempos!!!! Hoy la gente esta acostumbrada a ver a la selección ahí arriba y pocos recordamos lo que costó hacerse un hueco a nivel internacional.
Perfectalmente documentado y relatado. Sólo dos equipos vencieron a USA en ese mundial: URSS en la final y nosotros.
Despues en Los Angeles vengamos la afrenta de Kikanovic y los Nikis lo cantaron… “España va ganando a Yugoslavia por 20 puntos arribaaaa…”
Grandísimo Vialegre. Gracias
ENORME. Por Dios sabía que eras bueno, pero me has sorprendido. Eres excepcional. Joder.
Hay que conseguir ese partido como sea. ¿No existe ni en tv americanas?
Si no recuerdo mal, el partido España-USA de Colombia lo pasó la TVE en vísperas de los partidos de los JJOO contra los americanos. Volví a verlo entonces. Estoy de acuerdo con Vialegre en que aquella victoria fue esencial para confirmar la progresión de aquel equipo. Era su primer gran triunfo y suponía un espaldarazo para el propio Díaz-Miguel y para una generación de jóvenes jugadores que se dio cuenta de que podía competir con cualquiera. Sin embargo, el impacto social que tuvo fue escaso, debido a una deficiente cobertura televisiva. El baloncesto español se hacía grande, pero la mayoría… Read more »
Tenemos que hacer un ejercicio de arquelogia y recuperar ese video-enlace.
Plas, Plas, PLas!!!. Este cabrón de VIALEGRE, con sus crónicas y análisis de baloncesto FIBA (Euroliga y ACB) no sólo ha conseguidom que haya visto más baloncesto europeo en un año que en toda mi vida, sino que además, va a despertar mi interés por los “clásicos”.
Grande VIALEGRE!!!.
Muy bueno vialegre. Enhorabuena. Grande!!!
En la dirección de descargas de basket, en teoría está el partido.
Mira a ver flagrant si lo puedes enlazar directamente:
http://descargasbasket.blogspot.com/2009/02/3-y-4-puesto-mundial-cali82-espana-vs.html
Creo que aquí es el enlace directo:
http://www.adrive.com/public/f3d63ec803b957765f3bc29112fc30aa82c39e8f0c990291fc373f1a101962da.html
Y muchas gracias a esa peaso de página.
Gracias chicos. Disfruté mucho escribiéndolo y documentándome, tratando de completar los recuerdos.
El partido contra USA no lo tengo. Sí se pueden encontrar la final y el partido por el bronce (con una cámara lateral horrible):
http://www.vagos.es/showthread.php?t=417038/url
http://www.vagos.es/showthread.php?t=652827
Para que tengáis un anticipo:
http://www.youtube.com/watch?v=EZxgTPg7ozc&feature=related
JBallard se adelantó poniendo un enlace. Genial, crack.
Grande Vialegre
Estoy contigo en que fue el punto donde comenzó todo
Yo recuerdo el partido del bronce contra Yugoslavia en un bar en Salou donde estaba de vacaciones, estábamos paseando por la playa con mis papas(yo tenía 11 añitos) y empezó a caer una tromba de agua tremenda, nos metimos en un bar para no mojarnos y lo estaban echando por la tele a altas horas, haciendo chantaje emocional les dije a mis papas que nos quedáramos a verlo.
Y recuerdo a la gente protestando y diciendo que nos habían robado al final, como si fuese hoy