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Sus pasos lo llevaron allí por el boca a boca. Había oído hablar de un bar famoso por sus tertulias donde podías pedir la cerveza que desearas. La gente se reunía allí para compartir unas cañas al ritmo de los marcadores. Fútbol, baloncesto, rugby, tenis, atletismo. El deporte era el pistoletazo de salida, pero en realidad allí se compartía algo más que la afición al deporte. En aquel garito contaban que ponían música de la Sinfónica de Chicago, de Max Richter, de Sonny Rollins, de Rob Dougan, incluso de Metallica. Allí podías escuchar el último concierto de Coldplay y las caras B de Siniestro Total. A veces la tertulia se convertía en un cine-club. Los cinéfilos llevaban sus dvd, sus VHS, incluso sus videos Beta o sus ficheros avi. El bar disponía de acceso libre a todos los canales del planeta. Un conocido zapador de la red les había configurado los equipos para que pudieran ver lo que quisieran cuando quisieran. Nada estaba censurado en aquel pequeño espacio donde misteriosamente todos cabían.
El visitante puso la radio y mientras sonaba No volveré a ser joven cogió el timón y navegando divisó que por ESPN Classic Sports estaban emitiendo un enfrentamiento mítico. Ramón vs Mclein. Se dispuso a verlo mientras se servía una cerveza tras otra, de todas las marcas conocidas y desconocidas. Le gustaban todas. Todas tenían un sabor especial. El visitante era conocido por su don de la ebriedad. Lo que más le emocionaba de aquel partido era el abrazo final. Pero para apreciar la grandeza de aquel gesto era necesario verlo en su integridad, con sus demoledores golpes, con el tenso silencio de los espectadores, con los coléricos gritos de ánimo, de rabia, con las ovaciones unánimes y con las sucias manchas de hierba en los ropajes de los contendientes. Cuando el partido acabó, ya ebrio, y antes de marcharse, dejo sobre la barra una nota en la que escribió unos versos que parecían escritos por el espíritu de un poeta maldito francés. Hay que estar siempre embriagado. Embriagaos. Con cerveza, con poesía o deporte. Pero, latid alto. DIS-FRU-TAD. P.D. Deberías llamar al bar Flagrant’s. Sabe a Irlanda. Es el bar donde O’Driscoll se tomaría una pinta.
Así fue como el valenciano que firma se nacionalizó irlandés.
Benvinguts, willkommen, bienvenue, welcome.
Flagrant:
Vaya, parece que soy el primero en dejar un comentario en tu blog. Bueno, pues simplemente quiero felicitarte por su creación y animarte a que escribas en él con toda la regularidad que te sea posible. Te seguiré desde Memphis!
Saludos,
Antón.
Pues tu nombre y tu viaje, como la mariposa de las doradas manzanas del sol de Ray Bradbury, ha provocado este minúsculo Big Band. La d no es una errata.
Ya sabes que con un sólo dedo golpeando incluso teclas de un piano sin cuerdas Scardanelli escribió sus poemas de la locura.
Gracias por aparecer justo en el momento que no se te esperaba. Benvingut. Open arms.
Felicidades capitán, estupendo el barco pirata.
Espero poder tener tiempo para seguirte como grumetillo.
Me parece algo muy positivo que en el blog de Ramón Trecet no se hable únicamente de deporte, sino que la música, la literatura, el cine, la política, etc. encuentren su espacio. Todo esto es, al fin y al cabo, parte de nuestra vida, y en muchos sentidos está relacionado. Gracias por añadir el vídeo de “My One and Only Love” en la interpretación de Frank Sinatra. Ahora que he tenido la oportunidad de escuchar de nuevo la canción, estoy seguro de que procede de su disco “Nice ‘n’ Easy”, que en mi opinión es muy recomendable, como (casi) todo… Read more »
Mi más sincera enhorabuena.
En su día me adentré en el blog de 13T a la busqueda de baloncesto y de aquella antigua magia de las madrugadas de “Cerca de las estrellas”.
En la trastienda del mismo he descubierto un lugar maravilloso para aprender y disfrutar de música, cine y demás leyendas piratas, apenas oidas antes por estos lares. Ahora tiene continuidad en una preciosa taberna donde te puedes tomar una pinta irlandesa.
Me alegro enormemente de haberme dejado convercer y haber tomado parte del 2nd 13t Championship. Bien hallado. Un placer.
Creer en la simplicidad de la belleza,
en el ineludible sentido común, no creer en la unidad…no existe.
La simplicidad de mi belleza consiste en intentar conoceros
un día, otro día y otro día…me ilusiona pensar que cada uno de esos días sois
alguien diferente
http://www.youtube.com/watch?v=-hdDrMkk8UA
Este es mi regalo.
Genial. Un vals, que es una tocata, anárquico y a la vez matémático como los pentagramas de Phillip Glass. Gracias.
Comparto esa experiencia. Por eso nos hemos encontrado en el mismo blog.
Recuerda que sólo soy contramaestre. En mi carabela sólo reina la calavera. Aquí todos tomamos el timón. Y ron.
Esa versión de los Zombies es buenisima.
http://www.youtube.com/watch?v=1kWMXQfpHW0
Bienvenido.