NO hay duda de que el género de aventuras ha sido uno de los más gloriosos del cine de siempre. Cierto, no se basaba en presupuestos originales (como el musical o el western). Bebía en las fuentes culturales más antiguas, desde Gilgamesh y la Odisea hasta las novelas de aventuras anglosajonas del siglo XIX y XX (de Stevenson a O,Brian). Pero este género asimiló y adaptó perfectamente a las necesidades de un nuevo lenguaje los códigos del género: el héroe solitario que pasa por múltiples pruebas de maduración, el viaje como rito iniciático, el ser que se rebela contra su oscuro origen y un destino marcado, el tesoro como vía y solución para escapar a ese destino incierto, el conflicto autoridad-libertad, el paisaje, exótico, como símbolo y dificultad de la transformación personal…. Todo eso, tan clásico, estaba también en el cine de aventuras de la edad de oro de Hollywood, siempre, por supuesto, al servicio del star system y de unos medios técnicos y humanos insuperables.
Pero la desaparición de jumping castle la política de los estudios y el desarrollo de un cine más “adulto” y comprometido, más “autoral” durante los años 60 arrinconó el género de aventuras que quedó reducido a ejercicios nostálgicos de autores como Huston (El hombre que pudo reinar) o Lester (Robyn y Marian). No había espacio para la aventura en los glamourosos sesenta y en los revueltos setenta.
La recuperación, tanto pública como intelectual, llegó con dos films de mediados de los 70, Star Wars, a new hope (1977) y Tiburón (1975). Los films de Lucas y Spielberg rejuvenecieron la vieja imagen del cine de aventuras introduciendo significativos cambios formales, recurrentes a partir de entonces. Mientras que Lucas mezclaba inteligentemente todos los subgéneros de este cine (capa y espada, piratas, incluso el western), aliñándolos astutamente con referencias cinéfilas –culturales-, (Ford, Kurosawa…), Spielberg asociaba brillantemente el cine de terror y Hitchcock con mitos culturales muy americanos: Moby Dick y Thoreau. Sin embargo, sería otro film, curiosamente del que son responsables Lucas y Spielberg, el que marcaría la nueva estética del género de aventuras, En Busca del arca perdida (1980).
Deudora de la serie de James Bond y del comic de aventuras más clásico (de Terry y los piratas a Tintín), Spielberg adaptó la tipica ordenación y secuenciación de las páginas de las historietas dominicales o la escuela europea: inicio de la acción, desarrollo y final con sorpresa para la siguiente página. Donde, en la historieta, se hallaba la página, Spielberg sitúa la secuencia, con lo que la acción se vuelve trepidante en cada cambio secuencial. Formalmente, al igual que hiciera Sergio Leone en sus westerns, Spielberg propone una estilización exclusivamente formal de los códigos del cine de aventuras. Le interesan los arquetipos no el carácter de las personas (el sombrero y el látigo identifican a Indiana y lo que va a hacer).
La influencia de En busca… sería clave en el cine de aventuras posterior, así como sus secuelas (La momia, Quatermain…) llegando, 10 años después a los videojuegos (recordemos los 15 primeros minutos del film, puro video juego avant la lettre).
Por el camino de Spielberg llegó un nuevo cine de aventuras…..y su degradación. Primero se copiaron exclusivamente los aspectos formales, después, de la estructura de comic se pasó a hacer comics filmados (en todos los sentidos) y finalmente el videojuego devolvió el cumplido impregnando este cine de una estética de consola (la excusa de la velocidad y el ritmo), como prueban desde El príncipe de Persia hasta los recurrentes Fast and Furius. El resultado, taquillas abundantes, interés casi nulo. ¿El mito de la aventura? Olvidado.
La serie de Piratas del mar Caribe supone, a mi juicio, un peldaño más en este descenso a los infiernos fílmicos. Ya no se trata de repetir el mismo esquema, sino de hacer la MISMA película. Fuera coartadas estilísticas, esto es un parque temático y debe funcionar como una franquicia. Y eso que la inicial Piratas del Mar Caribe (2003) fue un estimable intento de volver a las raíces de los films de Lucas y Spielberg, que tuvo su mejor hallazgo en un Johnny Depp como pirata rockero y juguetón. Pero, descubierto el filón, se acabaron las excusas y un auténtico tiburón de carne y hueso, J. Bruckheimer, encontró un verdadero tesoro. Así, tres entregas después, la última, En mareas misteriosas, es el mejor ejemplo de la política de más de lo mismo.
No nos extrañe, lo que atrae de una franquicia (llámese McDonalds y Burguer King como Zara y H & M) es precisamente su previsibilidad, incluso en la decoración. Es la tranquilidad y confortabilidad de lo seguro. Un Big Mac será siempre un Big Mac, vayas donde vayas. Jack Sparrow debe ser siempre Jack Sparrow, Barbosa siempre Barbosa, los malos, ingleses o españoles, siempre igual de perversos. Todo ello al servicio de un apabullante diseño de producción (el verdadero rey y autor de buena parte del cine actual) y de unos técnicos, incluido el director (Rob Marshall se ha olvidado ya al parecer de sus pretensiones) al servicio del artefacto manipulado por el hábil productor.
El delgado hilo argumental, (que recuerda demasiado al de La última cruzada de Spielberg) no es más que una excusa para insertar chistes y comentarios ocurrentes (en especial sobre las redondeces de Penélope Cruz) de unos personajes que se mueven al ritmo de una visita a un parque temático: atracción,bouncy castle ligero descanso, atracción. El resto, se asume como prescindible, los actores vienen y van, aparecen y desaparecen, con la excepción claro está de Depp, sin que le importe a nadie (el mejor ejemplo, el personaje de P.Cruz). Lo importante es que el público, al igual que en Burguer King, consuma sin hacer preguntas lo que ya conoce, y cuanto más se parezca a lo ya visto, mejor, total, si ha funcionado…Los aplausos al final de la proyección, sorprendentes para mí, lo confieso, dan fe de que unos y otros han conseguido su propósito.
Si en La última cruzada, el padre de Indiana a una pregunta de su hijo sobre lo que había sacado en claro al final del film respondía con un misterioso “iluminación”, aquí, acabada la excusa de la fuente de la juventud, Sparrow se ofusca en un ridículo y contradictorio monólogo sobre la importancia del viaje en sí mismo, ridículo porque en nada vemos cómo le ha afectado ni cambiado, ni maldita falta que dirían muchos. En un mundo globalizado como este, sin tierras por descubrir, quien quiera aventuras deberá ir a un parque temático, pero, ojo, hay que pasar por taquilla.
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14 Comments on "BIG JACK EN LA ISLA DE LAS FRANQUICIAS"
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Bueno, hay que decir que tu estreno como posteador ha respondido a las expectativas. Precisamente una que comentas, “El hombre que pudo reinar”, y “El planeta de los simios” son mis favoritas en este género (aunque ésta última se puede guardar ebn cajones de muchos géneros, como película . Para mí ese mercantilismo puro y duro no se refleja sólo en el cine de aventuras, sino en todo lo que rodea a las producciones de cine y la televisión, en general. Extraordinarias películas como “Los tres entierros de Melquiades Estrada” o “Antes que el diablo sepa que has muerto” hay… Read more »
Great, sospecho que Rosschack ya no va al cine por el tipo de asuntos que podemos ir tu y yo, más bien parece que se ha visto forzado a acompañar a algun infante. Otra corrección, se trata de la cuarta parte de la saga, no la tercera. La primera me pareció una gran película de aventuras cuyo precedente, como bien ha descrito Rosschack, es Indiana Jones. Por eso me gustó bastante la llegada a las pantallas del Sr. Sparrow. Pero antes de poner a parir a Piratas del Caribe, es forzoso hablar de mi arqueólogo favorito, lo más parecido a… Read more »
Me alegro de leerte Rosschak y aprovecho para felicitarte por tu post. Espero que sea el primero de muchos.
Greatmike, gracias por el primer párrafo y te contesto al último. hace ya bastante tiempo que ninguna chica me arrastra a ver una película por ligar. Me ligaron y esa cosa tan tradicional llamada fidelidad me tiene felizmente atrapado. La ventaja de tener hijos de varias edades te permite ver de todo, desde “La red social” con el mayor a “Piratas…” con el menor. Pero no busco excusas, al igual que no me molesta comer en Burguer King, me encanta alternar cine palomitero con profundidades japonesas. De hecho, disfruté con la primera de la serie de Piratas y con “El… Read more »
Es curioso, cuando la técnica no nos permitía discernir entre la estupefacción y la satisfacción al ver una peli, la predisposición era tal, que buscábamos cualquier enfoque para alucinar con la peli de moda y de turno. Ahora, que sabemos más de la cuenta, nos cuesta entrar(al menos a mí) en historias de este tipo. No digo que no me “entretengan”, que normalmente lo hacen. Pero no saco nada de sustancia a este mundo globalizado en tantos aspectos. De ahí que esté en la misma situación que rosschack y siempre me quedo como al que le cuentan un cuento que… Read more »
por cierto, hablando de Von Trier…
a nadie mas que a mi le subyugó antichrist ???
Rosschak: Je, je, je… tenía razón Noja. Es una justificación de mucho peso, dentro de nada mi sobrino me arrastrará por los procelosos mundos de Disney cuando mi hermano solicite descanso de Bob Esponja, en aras de su salud mental. Yo también disfruto con pelis triviales, porque hay momentos para todo. Ayer mismo pusieron “Maverick” en Canal Sevilla, Jodie Foster y Mel Gibson, y volví a verla. Y confieso que me hacen gracia las de Jackie Chan. Slumdar: La única peli de Von Trier que no sólo he sido capaz de terminar, sino que me ha gustado, es “Dogville”. Las… Read more »
dicho lo cual…
mi alma de perroflauta es lo único que me queda Greatmike…(pero sólo el alma)
😉
Rosschak, bienvenido y enhorabuena por tu post. También comparto tu afición por el cine de aventuras clásico. A mí siempre me gustaron las de piratas (Capitán Blood, El príncipe de los zorros) pero es un género que en sus ultimos acercamientos me ha dejado siempre muy mal sabor de boca (Cabezas cortadas, Piratas del Caribe). Ni siquiera la primera de la serie me gustó, quizás porque la vi en la tele y hacía mucho que no veía una peli con anuncios y en español, pero no le vi la más mínima gracia a la historia ni a los personajes. Lo… Read more »
Greatmike, respecto a las películas que citas en tu comentario. El cine contemporáneo se reconoce entre otras cosas porque ha cruzado la, siempre frágil, barrera de los géneros. Antes teníamos películas de género reconocibles por sus autores (Hitchcock, Ford..) o por los estudios que las producían: las comedias de la Ealing, el terror de la Hammer, los musicales de la Metro..Ahora, sin embargo, y como ejemplo, “Malditos bastardos” ¿Qué es? ¿un western, una bélica, una comedia, todo a la vez?. Creo que esto, la evolución del cine moderno, sobre todo americano, a partir del grupo de Coppola, Lucas…daría pie a… Read more »